miércoles, 23 de julio de 2014

Damian Prat: A ver, general: quien arruinó a Sidor fue el gobierno

Como todo sidorista, ferrominero, venalumnista, bauxitero, alcasiano, cevegista, de corazón -que los hay por miles- y como todo guayanés -adoptado- desearía que su misión, general Noguera, al frente de la CVG  fuera exitosa, aunque tengo pocas expectativas porque recomponer lo que “la revolución”  ha destrozado con tanta saña es mucho mas complicado que recuperar alguna disciplina y desorden, en lo que usted pone todo el énfasis, que sin embargo, coincido,  es parte del problema.  Se requeriría voluntad política del mismo gobierno que ha sido el gran responsable de tanta ruina en la industria de Guayana.  ¿Cómo esperar que los “destructores de Guayana”  ahora cambien y se conviertan en “constructores”?.  ¿Cómo esperar que esos jerarcas rojos, pidan perdón por tanto daño, renuncien a la corrupción, reviertan los miles de millones de dólares que hoy siguen regalando a los Castro y otros amigotes y los asignen en un plan de inversiones?    Ese es el tipo de entorno que necesitaría una CVG progresista para reconducir el plan Guayana.
Haber creado CVG, como ente descentralizado, promotor, coordinador y organizador de un proyecto nacional de desarrollo  -hidroelectricidad, ferrosiderurgia, aluminio, madera, oro-  con poder de decisión y autonomía administrativa, es una de las cosas mas exitosas que hayamos logrado como país.  Pero la “revolución”  (¿?) la convirtió en un cascarón vacío mientras procedía sistemáticamente a destruir la productividad  -porque eso dizque era un concepto del “malvado capitalismo”-  del conglomerado industrial que alguna vez fue “la alternativa no petrolera de Venezuela”.
CVG
Me cuentan numerosos trabajadores de Sidor que usted ha hecho algunas visitas y charlas en diversas áreas de nuestra siderúrgica.   Que allí advierte que “ese contrato colectivo no se puede aprobar ni firmar. Sidor no tiene como pagarlo”.   Ciertamente, la Sidor de hoy, en el sexto año de la estatización roja rojíta, no tiene como pagar nada, ni como cumplirle a nadie.  Tal es la ruina a que la ha llevado “la revolución”, es decir, el gobierno.  Son, entonces, quienes están en el gobierno quienes tienen que dar la cara y responder.  No se puede exigir que los trabajadores y sus familias paguen los platos rotos y mucho menos si los culpables del desastre siguen viviendo de las mieles del poder.
Sidor, hasta 2007, producía 4 millones 300 mil toneladas de acero y 370 mil de cabillas.  Producía entre 60 y 70 mil toneladas anuales de tubos petroleros en Tavsa.  Ese año arrojó ganancias por 704 millones de dólares de los cuales 20% fueron al estado y 20% a sus 15 mil ex trabajadores y trabajadores activos accionistas B.  Le pagó a la alcaldía 10 mil millones de bolívares en impuestos.  La Sidor de hoy, falsamente “socialista”, fue destrozada por el “estatismo salvaje”. En 2012 produjo apenas 1 millón 700 mil toneladas de acero y en 2013, 1.5 millones.  Este 2014 podría terminar si acaso en un millón.   ¿Los que mal gobiernan, general, no van a responderle al país por ese desastre?.  En 2012 perdió 961 millones de dólares y en 2013 fue peor.
Me cuentan que usted dice que “no es posible que en los patios de fábrica de tubos estén varias miles de toneladas de tubos sin venderse”.  Eso es verdad y muchos lo hemos denunciado una y otra vez.  Ahora… ¿de donde cree usted que sale ese absurdo?.  Le explico  -y puede verificarlo con cualquier trabajador de la ex Tavsa-  que la primera medida del gobierno, al estatizar Sidor en 2008 fue paralizar la producción de Tavsa para firmar un convenio de importación de tubos desde China para Pdvsa.  ¡Nunca tuvimos menos patria que con está robo-lución!.   Tanto lucharon los trabajadores que lograron en 2012 que -a regañadientes-  les autorizaran a reanudar algo de producción, pero el anti nacional “negocio” del gobierno y de la directiva de Pdvsa sigue con su contrato con China. ¡Por eso los tubos se pudren en los patios sidoristas sin comprador!.
Le digo mas.  En 2012, Venezuela importó de China 520 mil toneladas de productos terminados y semiterminados de acero… ¡los que antes producía Sidor!.  El “bla bla”  de “soberanía nacional”  es  -como dicen por éstos lares-  “pura muela”.  Todo es una farsa. La mitad de los hornos de las dos acerías están inservibles.  En los almacenes no hay repuestos ni insumos.   Docenas de equipos e instalaciones han sido “canibalizados”  para reparar otros.  Es la “obra y el legado revolucionario”.  Nunca fuimos tan dependientes del rentismo petrolero.  Y para remate, nunca jamás los derechos de los trabajadores habían sido tan violados como hoy.  ¡Casi cinco años sin contrato!   Por eso los que están en la opulencia del poder, en Miraflores y sus cercanías, viviendo como “rockefellers” mientras hablan de “socialismo”, no tienen derecho a despachar sin mas el reclamo de los sidoristas, sobre todo el de los trabajadores de base que nunca callaron. Ese es el verdadero reto de Guayana hoy.
TIP  1:   Psuv.  Tal parece que la cifra de participación de militantes promedia apenas un 12% con ligeras variantes en algunas regiones.  Es la forma de protesta de ese ancho sector popular del chavismo contra el gobierno de Maduro, contra la casta dirigente del Psuv tan corrupta y divorciada del pueblo.  En Ciudad Guayana, ya es definitivo que el grupo del gobernador perdió 7 a 3. Señales claras.   Para colmo, apenas la mitad de los delegados al Congreso del Psuv  será resultado de esta elección. El resto son “natos”, designados “a dedo”.
TIP  2:   Leido en twitter:   1.-  @Watcher_Ven  “Descaro #20J Presidente de Ferrominera tuitea foto del apoyo logístico de la empresa a las elecciones del Psuv. #Guayana”   2.-   @TAMARA_SUJU  “Venezuela hoy 21 de Julio: 71 venezolanos permanecen en la cárcel después de las manifestaciones y 2047 tienen proceso penal abierto”.  3.-   @boonbar  “A propósito de la visita del presidente Xi Jinping a Venezuela, no dejen de pasar por #GuisoChino. Datos como arroz sobre deuda con China”   4.-  @hcapriles  “¿Cómo explica Nicolás los apagones en el país cuando China le prestó 8 mil millones $ al Ministerio de Energía Eléctrica? #GuisoChino”   5.-   @hcapriles  “Seguimos importando carne aunque China nos haya prestado suficiente dinero para producirla por nuestra cuenta #GuisoChino”   6.-  @hcapriles  “Nicolás se endeudo por 190 millones $ con China para mantenimiento de helicópteros militares, ¿dónde están sus prioridades? #GuisoChino”   7.-   @hcapriles  “130 millones de $ recibió Nicolás de China para la compra de vehículos. Hoy ningún venezolano consigue un carro para comprar #GuisoChino”   8.-   @hcapriles  “La deuda que tenemos con el gobierno chino equivale a dos veces nuestras reservas #GuisoChino”.   9.-  @hcapriles  “El gobierno chino le prestó 987 millones de $ a Nicolás para hacer el ferrocarril “Ezequiel Zamora”. Otra promesa incumplida #GuisoChino”  10.-   @hcapriles  “Si somos el país con las mayores reservas petroleras del mundo, ¿por qué tenemos que endeudarnos con China? #GuisoChino”  11.-  @Robinhoodvzlaa  “¿Alguien me puede decir donde queda Petro San Félix?”.   12.-  @TelloBJr  “PetroSanFelix queda cerca de la “Ruta de las empanadas” o al lado de la Ciudad del Acero??. #Mentirafresca #PromesasRojas”.

Damian Prat
A ver, general: quien arruinó a Sidor fue el gobierno
Público & Confidencial. 22 de julio de 2014


Rafael Poleo: Ni tan honda

 
Rafael Poleo
Ni tan honda
El Nuevo País. Caracas, 23 de julio de 2014 (Blog Pedro Mogna)

martes, 22 de julio de 2014

Rafael Poleo: ¡Perdónalo, señor!

 
Rafael Poleo
¡Perdónalo, señor!
El Nuevo País. Caracas, 22 de julio de 2014 (Blog Pedro Mogna)

Editorial Diario Las Américas: Perseguidos del chavismo

Reinaldo Florez, quien ha trabajado por 10 años en la Corporación Eléctrica Venezolana (Corpoelec), está en Miami tras sufrir lo que considera “una persecución implacable”

Cada día nos enteramos de nuevas y tristes historias de personas que llegan al sur de la Florida escapando de la dramática situación que se vive en Venezuela. A los que huyen de la escasez y de la falta de horizontes, se unen perseguidos políticos y simples ciudadanos que temen por su seguridad jurídica por el simple hecho de cuestionar los abusos del Gobierno de Nicolás Maduro.

El presidente de Venezuela y sus colaboradores se han especializado en crear chivos expiatorios para traspasar la responsabilidad de su desastrosa gestión. En el caso de los apagones, primero Chávez, luego Maduro y otros muchos bolivarianos han inventado las más irrisorias excusas para encubrir su falta de recursos y previsión además de la corrupción que se ha apoderado de la administración pública a todos los niveles.

Reinaldo Florez, licenciado en Química y que ha trabajado por 10 años en la Corporación Eléctrica Venezolana (Corpoelec), está en Miami tras sufrir lo que considera “una persecución implacable” hacía él y su familia. Flórez se encargaba del análisis de los aceites de generación eléctrica y ha sido testigo de cómo un compañero era injustamente acusado de sabotaje en las redes.

La inseguridad jurídica y el miedo a ser acusado tras ser denunciado públicamente por un vecino tras apoyar las protestas estudiantiles le han obligado a dejar su país natal en el que su próximo destino habría sido la cárcel.

No es un caso aislado el de esta familia –que contra su voluntad– ha tenido que dejar atrás su vida, su país y su estabilidad rumbo a Estados Unidos. Son casos muy similares a los vividos por miles de cubanos que también tuvieron que dejar su tierra natal, asfixiados por la persecución del Gobierno dictatorial de los Castro.


Editorial Diario Las Américas
Perseguidos del chavismo
Diario Las Américas. Miami. 23 de julio de 2014

Guillermo Lousteau: Chavismo democrático: ¿incoherencia o problema de palabras?

Carlos Vecchio ha afirmado, en una entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS que “tenemos que contar con el chavismo democrático, con aquéllos que no están de acuerdo con lo que está pasando en nuestro país... para encontrar una solución a la crisis que vive el país”.

En un panel celebrado unos días antes, ya había adelantado este concepto como plataforma de Voluntad Popular, presidido por Leopoldo López.

A raíz de esa frase, un editorial del diario, dice que hablar de “chavismo democrático puede resultar, además de ingenuo, algo tremendamente contradictorio”. Es así, ¿o resulta sólo un mal uso de las palabras por parte de Vecchio?

Es posible que la elección de las palabras no haya sido acertada. Tiene razón el editorialista cuando marca las características del chavismo que lo hacen incompatible con un sistema democrático. Pero creo que a lo que se estaba refiriendo Vecchio es algo distinto.

Cuando se hace análisis de lo que ocurre un Venezuela, suele hablarse de un chavismo core y de un chavismo light. El primero estaría compuesto por aquellos partidarios del sistema tal como funciona, mientras que el segundo comprende a los venezolanos que se sienten reconocidos y agradecidos por la atención que el Gobierno les ha prestado, pero no comparte los abusos autoritarios, la persecución política ni la presencia e injerencia de los cubanos. Cuando Vecchio aclara que hay que contar con “los que no están de acuerdo con lo que pasa en el país”, seguramente está aludiendo a este segundo grupo, al que habría que proponerle algo distinto y atractivo y con el cual hay que contar para la solución y al cual le atribuye rasgos democráticos.

El chavismo core, según las encuestas se sitúa entre el 28 y 30%, mientras que es más difícil de calcular al otro. Aparte de lo acertado de las denominaciones, el planteo es válido. En la ciencia política moderna, y con origen en la antropología cultural, hoy se distingue entre sociedades que se manejan por consenso y sociedades que se imponen por simple mayoría, sin respeto a las minorías. Si lo que se busca es una sociedad abierta, democrática en el sentido liberal de la palabra, es necesario contar con una disposición general a aceptar ciertas reglas básicas. Por supuesto, esto plantea la disyuntiva eterna que la teoría democrática todavía no ha resuelto: cómo manejarse democráticamente con las ideas antidemocráticas.

Pero al margen de esta disyuntiva y las apreciaciones morales, en el caso se plantea además, un problema de resultados políticos que se refieren al futuro de Venezuela.

Algo similar ocurrió a la caída del peronismo en 1955. En la revolución que derrocó a Juan Perón confluían dos tesis sobre qué hacer con los peronistas. Para el jefe del movimiento, el general Lonardi, la política a seguir fue enunciada con la frase con que asumió la presidencia: “Ni vencedores ni vencidos”, que implicaba perseguir sólo a los autores de delitos y no a los seguidores de Perón en general.

A tan sólo dos meses de Gobierno, Lonardi también fue derrocado y asumió la presidencia otro general, Eugenio Aramburu, quien conjuntamente con el vicepresidente, el almirante Rojas, se propusieron acabar con el peronismo, al cual proscribieron. Incluso se llegó a prohibir por decreto (el infausto decreto 4161) el sólo hecho de mencionar el nombre de Perón, por lo cual los diarios debieron buscar cuanto sinónimo era posible para referirse a él.

La proscripción del peronismo se mantuvo por muchos años, provocando la inestabilidad de presidentes elegidos por votación popular pero sin participación del peronismo, que se limitaba a votar en blanco.

Hoy, a casi 70 años de ese episodio, el peronismo tiene un protagonismo político decisivo en la Argentina. Esa parte de la historia reciente argentina debiera servir de ejemplo sobre la actitud a adoptar cuando se presente la necesidad de reconstruir a Venezuela.

*Presidente del InterAmerican Institute for Democracy

Guillermo Lousteau
Chavismo democrático: ¿incoherencia o problema de palabras?
Diario Las Américas. Miami, 22 de julio de 2014

Manuel Malaver: Las misteriosas cifras electorales de Diosdado

Según las extrañas matemáticas electorales del capitán, Diosdado , no hace falta contar las cifras de participación y abstención en las elecciones para elegir candidatos al III congreso del PSUV celebradas el domingo, “pues se vio tanta gente en las urnas, y estaba tan contenta que podemos asegurar que el evento fue un rotundo éxito”.

Sorprendente filosofía expresada por un ingeniero y militar que nos lleva inmediatamente a preguntarle ¿por qué entonces se invirtió en 15 años cerca de 40 mil millones de dólares para tener un sistema electoral automatizado de cual se dice “es el más eficiente y confiable del mundo?”.
¿O será acaso que habiéndose acabado los votantes, los millones que según el CNE sufragaban por Chávez o los candidatos del PSUV, ahora lo que queda es contar los votos “al por ciento” y confiando en la precisión de observadores imparciales como Cabello?
No es, por ejemplo, lo que piensan los grupos de dirigentes y activistas disidentes del PSUV, como el politólogo, Niemer Evans, quien escribía ayer en el portal “Aporrea”:“Militantes del que decidieron organizarse para realizar un estadístico sobre los niveles de participación, estudio que arrojó a las 5 PM del domingo que en el Municipio Libertador votaron 38.521 militantes, lo que representa el 8% del del PSUV. Este mismo equipo me hace llegar la información que un grupo similar en Vargas calculó la participación en el Estado en un 22%. Estos mismos equipos han estimado que la participación nacional ronda el 12%”.
Total rotundo y contundente que tiene que haberle borrado cualquier otro gesto de cinismo al capitán Cabello, pues atribuir a los encuestólogos opositores cualquier desvío de las cifras pase, pero a dirigentes y activistas del PSUV que hasta ayer no más eran tratados como infalibles…¡imposible!
Pero así es la política: por donde menos se piensan, saltan los desmentidos.



Manuel Malaver
Las misteriosas cifras electorales de Diosdado
El Diario de Caracas. Caracas, 21 de julio de 2014

lunes, 21 de julio de 2014

Luis Izquiel: Chavismo, narcotráfico y militares

El día de ayer, por invitación de la Fundación Espacio Abierto, estuve participando como ponente en el foro-presentación del libro “Chavismo, narcotráfico y militares”, escrito por el periodista Héctor Landaeta. Esta obra, fundamentada en una larga entrevista realizada a la expresidenta de la antigua Comisión Nacional Contra el Uso Ilícito de las Drogas (CONACUID), Mildred Camero, resulta esencial para entender cómo Venezuela en los últimos 15 años se ha convertido en un paraíso para el tráfico de drogas.
En este libro, la doctora Camero, con gran valentía, asume la responsabilidad de señalar, con nombre y apellido, a una serie de generales y oficiales de la FANB (activos y retirados), funcionarios del CICPC, diputados, políticos y otras personas ligadas al oficialismo (algunos incluidos en la lista negra de la OFAC), que presuntamente han participado o participan de alguna manera en actividades de narcotráfico en el país. Estas afirmaciones las hace fundamentada en las investigaciones que realizó al frente de la CONACUID y en informaciones de la DEA y de otros organismos internacionales que actúan contra el tráfico internacional de drogas, a las cuales tuvo acceso durante los 6 años que permaneció dirigiendo esta institución (1999-2005).
Las actividades de muchos narcotraficantes famosos y sus presuntas conexiones con representantes del poder en Venezuela, también están descritas en el libro. Allí se narra, entre otros aspectos, cómo Walid Makled logró pasar de ser un simple asaltante de camiones a convertirse en el principal capo civil del país, llegando a tener el control del puerto de Puerto Cabello y a comprar la línea aérea Aeropostal. En el libro se describe igualmente el trabajo de inteligencia que en 2004 llevó a la captura de José María Corredor, alias “El Boyaco” (señalado de ser el contacto de las FARC en Venezuela para el intercambio de drogas por armas), el cual en 2005 logró escapar por la puerta principal de la DISIP, durante la gestión de Miguel Rodríguez Torres al frente de la policía política.
En la entrevista, Mildred Camero también relata su versión sobre lo ocurrido en el caso del decomiso, por parte de las autoridades francesas, de cerca de 1.300 kg de cocaína que habían sido embarcados en un avión de Air France que partió de Maiquetia con rumbo al aeropuerto Charles De Gaulle de París.
Mildred Camero termina señalando que sus denuncias y acciones contra las mafias militares, policiales y civiles que dominan el negocio de las drogas ilícitas en el país, produjeron su salida de la CONACUID en el 2005. Ese mismo año el gobierno de Venezuela rompe los acuerdos de cooperación que existían con la DEA.
El informe 2010 de la Oficina Contra la Droga y el Delito de la ONU, indicó que de Venezuela salió el 51% de los cargamentos de droga que por vía marítima ingresaron a Europa. Hoy nuestro país está considerado uno de los principales puentes del tráfico de drogas en el mundo. En el libro de Mildred Camero se encuentran descritas las razones principales por las cuales esto ha sido posible.

Este artículo de Luis Izquiel  fue censurado y no publicado por el diario El Universal.

Armando Durán: Elecciones, ¿para qué?

. Comencemos por un presunto pero vigente sofisma:

a)    Las elecciones constituyen la esencia de todo proceso democrático.

b)    Hugo Chávez, tras el poco tiempo que pasó en prisión por su fracasada intentona golpista del 4 de febrero, emprendió la compleja circunvalación electoral para conquistar Miraflores por esa vía. Desde ese instante polémico de la historia nacional, Chávez demostró sentir una pasión ciega por el valor de las urnas electorales.

c)    La conclusión aparente de este burdo sofisma es elemental: Chávez fue, desde 1997, cuando decidió abandonar el camino de las armas, hasta el día de su muerte, un demócrata, sin duda heterodoxo, pero a carta cabal.

Fidel Castro, mentor y ejemplo a seguir por Chávez y su “revolución”, solo disimuló los propósitos finales de su proyecto durante los años de lucha contra la dictadura de Fulgencio Batista, cuando no dejaba de reiterar a todas horas que el objetivo central del movimiento insurreccional en Cuba era la rápida restauración de la legalidad democrática mediante dos acciones políticas terminantes: devolverle de inmediato su vigencia a la muy democrática Constitución cubana de 1940, abolida el 10 de marzo de 1952 por el golpe militar de Batista; y la convocatoria a elecciones generales en un plazo no mayor de 12 meses. Nadie tenía razón alguna para poner en duda a priori la sinceridad de este doble compromiso.
Sin embargo, el pensamiento político y los planes secretos de Castro apuntaban en una dirección muy distinta. ¿Derrocar la sangrienta dictadura batistiana? Por supuesto que sí, pero solo como trampolín. Su verdadero y subversivo objetivo iba mucho más allá de la simple reivindicación formal de la democracia, tal como se concebía entonces en todo el continente.
Su ambicioso y terrible proyecto era construir, sobre los escombros de la dictadura y del viejo régimen de democracia representativa, una Cuba nueva, implacablemente revolucionaria, socialista y antiimperialista. Razón por la cual, cada vez que alguien, incluso Richard Nixon, durante su entrevista privada del 19 de abril en Washington, le preguntaba por las elecciones prometidas, Castro eludía el tema afirmando que “los cubanos no desean elecciones por el momento”. Este argumento, después, comenzó progresivamente a ajustarse a la realidad. “Primero hay que hacer la revolución –sostenía Castro– después vendrán las elecciones”. Al cabo de pocos meses, la verdad castrista se impuso en Cuba sin tapujos: Elecciones, ¿para qué? Una pregunta que los venezolanos debemos hacernos ahora, cuando ya el gobierno y parte de la oposición comienzan a pensar y hablar de la elecciones parlamentarias del año 2015.  

2.
Es preciso tener en cuenta que Chávez se proponía hacer en Venezuela, 40 años después, exactamente lo mismo que había hecho Castro en Cuba, pero por otros caminos. Crear en Venezuela un sistema político a imagen y semejanza del cubano, mas con otra apariencia, con un disfraz de democracia. Para lograrlo, y solo para eso, se requería la celebración de elecciones cada dos por tres.

El primer paso en el proyecto de Chávez fue desmontar la antigua estructura del Estado. Chávez utilizó a Cecilia Sosa, presidenta de lo que entonces se llamaba Corte Suprema de Justicia, para poder convocar, fuera de la Constitución vigente, una Asamblea Nacional Constituyente. Luego se produjo la valiosa colaboración de Nelson Merentes, diseñador del famoso “kino”, que garantizó que el chavismo, con apenas la mitad de los votos emitidos, ocupara la inmensa mayoría de los escaños de la Asamblea. Inmediatamente después, con la colaboración de Henrique Capriles Radonski, presidente de la Cámara de Diputados, se disolvió políticamente el Parlamento y se le sustituyó por el llamado Congresillo, un pequeño grupo de diputados designados a dedo, con mayoría más que absoluta de representantes chavistas.

Con la nueva Constitución surgió la necesidad de darles forma real a los cambios constitucionales y para ello se convocó a nuevas elecciones generales. Desde entonces, y con la única excepción del referéndum de 2007, Chávez ganó todos los comicios organizados por un Consejo Nacional Electoral cuya única finalidad consistía en asegurar el triunfo de los candidatos rojos-rojitos. En este esquema, el nuevo Tribunal Supremo de Justicia se encargaría de darles siempre la razón a los intereses del gobierno. Llegando incluso, como en el caso del referéndum revocatorio, a propiciar todos los desafueros imaginables. Invalidar las llamadas planillas planas, por ejemplo, demorar las veces que hiciera falta la fecha del referéndum para permitirles a las misiones tener un efecto sentimental en los electores, alterar las condiciones electorales para avasallar los derechos de la oposición y llegar incluso al extremo de transformar el referéndum en plebiscito.
 
3.
Todavía faltaba un ingrediente fundamental para que la grosera manipulación del sistema electoral venezolano cumpliera con los requisitos formales de las elecciones democráticas. Vaya, que para que el juego electoral chavista tuviera pelaje democrático también era necesario disponer de una oposición que se prestara al juego. Tarea imprescindible después de los sobresaltos del año 2002, cuando desde Miraflores se promovió una falsa división de las fuerzas opositoras: de un lado, los golpistas y la violencia; del otro, los demócratas y la paz. La sombra del mariscal Petain y su república de Vichy comenzó a flotar sobre Venezuela gracias a la Mesa de Negociación y Acuerdos negociada por Chávez con César Gaviria y Jimmy Carter. Hasta que se divulgó la infame lista Tascón. Y después, cuando hasta el propio CNE se vio obligado a admitir que las máquinas captahuellas también le ofrecían al régimen muy siniestras posibilidades antidemocráticas.

Efecto directo de estos dos factores de la manipulación electoral fue que los ciudadanos, organizados en lo que se llamó la sociedad civil, impulsaron la tesis de la abstención en las elecciones parlamentarias de 2005. La dirigencia de los partidos de oposición se vio obligada a retirar sus candidaturas, pero a pesar de la magnitud de la abstención –única derrota electoral de Chávez– rápidamente se reagruparon para denunciarla y participar con mucho entusiasmo en la elección presidencial de 2006. Bueno es recordar que antes de las primarias de la oposición para elegir por la base al candidato, los tres precandidatos, Manuel Rosales, Julio Borges y Teodoro Petkoff, se reunieron con la directiva del CNE, admitieron la imparcialidad del árbitro y se comprometieron públicamente a aceptar los resultados oficiales de la próxima elección presidencial.

Ahora el régimen se prepara para nuevas andadas. La oposición también. El año que viene se celebran elecciones parlamentarias, pero por primera vez desde hace años de años, la “normalidad” política del país está alterada desde febrero por las protestas, en principio estudiantiles, y desde hace semanas mucho más amplias. La incapacidad del régimen a la hora de gestionar la crisis y el silencio insolidario de la MUD han debilitado por igual al gobierno y a la oposición más convencional y oportunista. Nada casualmente, la notable pérdida de popularidad del régimen no se ha traducido en un incremento significativo de la popularidad de la MUD.

Ante esta realidad que tanto perturba al régimen, la oposición “bien pensante” también se siente acorralada. Para Ramón Guillermo Aveledo y compañía, las elecciones chavistas han sido siempre el recurso agónico que les permite a los dirigentes más desgastados creerse parte del poder y no morir políticamente, aunque sea al elevado costo de distanciarse aún más de los sentimientos y las preocupaciones del ciudadano de a pie. O sea, de sus potenciales electores. No obstante, el único esfuerzo que parecen estar dispuestos a realizar, sin tener en cuenta para nada lo que ocurre a su alrededor, es, por una parte, condenar a quienes aspiran a una “salida” urgente de Maduro; por otra parte, tratar de devolverles a los venezolanos su esperanza en el voto, según ellos, única salida constitucional a la crisis. Tal como declaró hace pocos días Gerardo Blyde: “Cualquier salida constitucional pasa por cambiar el CNE”. O sea, por la vía electoral.

Lo cierto es, sin embargo, que para Chávez, y para Maduro mucho más, las elecciones siguen siendo el mecanismo perverso que le ha servido al régimen para legitimarse desde 1999 ante una comunidad internacional atenta solamente a las apariencias. En la práctica política de todos estos años, solo para eso han servido las elecciones en Venezuela. Para legitimar lo ilegitimable. Hasta ahora, con la colaboración activa de quienes, una vez más, temen quedar fuera del juego.

Armando Durán
Elecciones, ¿para qué?
El Nacional. Caracas, 21 de julio de 2014

Adolfo P. Salgueiro: Ante la venta de “El Universal”




Con motivo de la venta de “El Universal” algunos columnistas ya han fijado posición y además el nuevo Presidente de la Junta Directiva -Ing. Abreu Anselmi- expuso  la suya en entrevista que concedió a Roberto Giusti y que fue publicada el 12 de los corrientes. Quien esto escribe siente obligación ante sus lectores y ante el periódico (que viene dando acogida a nuestras opiniones desde 1974) de hacer lo propio.

Reconozco que “El Universal” es una sociedad anónima cuyo objetivo es explotar la actividad mediática y en tal carácter es libre de mantener, fijar o cambiar su línea editorial. Tambien afirmo que un periódico de la antigüedad y reconocida seriedad de “El Universal” tiene una responsabilidad social ineludible ante sus lectores, trabajadores y relacionados.

Nuestro ingreso a las páginas de “El Universal” ocurrió en 1974 de la mano del Dr. Manuel Palma Labastidas quien nos presentó a Guillermo José Schael, entonces coordinador de estas páginas. Posteriormente nuestro amigo y mentor Efraín Schacht Aristeguieta se vió en la necesidad de dejar su prestigiosa columna “Atalaya” tras haber sido designado Canciller por el Presidente Pérez y tuvo la generosidad de recomendarnos para colaborar con carácter permanente. De allí a hoy nuestra opiniones superan ampliamente el millar, algunas mejores, otras peores, pero siempre ofrecidas “ad honorem” con disciplina, esfuerzo y absoluta honestidad hacia el lector. Jamás sufrí censura ni sugerencia de una orientación particular.

Hoy “El Universal” es vendido a través de un esquema jurídico diseñado expresamente para que no se sepa quienes son los compradores. Mala señal en un país donde los últimos cambios accionarios en medios han sido preludio para convertir íconos del periodismo nacional en apéndices gubernamentales en busca de la cacareada necesidad de obtener la “hegemonía mediática”.

El Ing. Abreu Anselmi ha expresado que no habrá cambios sustanciales en la orientación. No tengo razón alguna para no creerle por que me dicen que es hombre serio. Pero tampoco tengo razón alguna para creerle vistos los vientos que soplan y sus propias declaraciones en las que afirma no conocer a los que desde ahora baten el cobre. Que peso puede tener entonces su mejor intención?

Este columnista –igual que otros- seguirá colaborando con la misma disciplina y entrega como hasta ahora en tanto y en cuanto se mantenga intacta la libertad de expresión entendida como derecho y como responsabilidad. No he solicitado ni aceptaré recomendación alguna con los nuevos dueños destinada a mejorar la posibilidad de mi permanencia. Si no me ven mas por acá será por que me botaron ya sea expresamente o a través de mecanismos mas sutiles.

Mientras los acontecimientos dictan la pauta esta es la oportunidad para agradecer a Andres Mata y su equipo, al Consejo de Redacción que me ofreció esta tribuna a la que debo gran parte de mi proyección pública, al nucleo directivo y  a Miguel Maita, coordinador de estas páginas cuya bonhomía y dictatorial exigencia de disciplina en las entregas ha ayudado a que esta sección sea una referencia en la opinión nacional.

 

Rafael Poleo: Tecleo (te creo en chino)


Rafael Poleo
Tecleo (te creo en chino)
El Nuevo País. Caracas, 21 de julio de 2014 (Blog Pedro Mogna)

Asdrúbal Aguiar: Un país para todos

Sea por las razones que fuesen, la urdimbre social y política de Venezuela quedó rota desde la década de los noventa del pasado siglo. No la restableció la constituyente de 1999, pues una parte del país, en mayoría relativa, se casa consigo misma excluyendo a la otra.

En cuanto a lo primero y para entenderlo, me basta la tesis del filósofo florentino Luigi Ferrajoli, quien observa que los Estados son demasiado grandes para las cosas pequeñas y cotidianas, a la vez insignificantes para resolver los asuntos de mayor catadura que afectan al género humano bajo la corriente de la mundialización.

Leviatán o artificio construido desde inicios de la modernidad para atar nichos o cavernas o nacionalidades culturales que caracterizan al Medioevo e inicios de la modernidad, el Estado degenera en cárcel de la ciudadanía. De allí que algunos políticos aún entiendan a la democracia como simple forma de organización del poder o procedimiento y se empeñen, en pleno siglo XXI, sólo en la defensa de sus oficios o experticias. Pero la política en la democracia exige de algo más, al servicio de lo que se encuentra su instrumental electoral, sea para elegir diputados, sea para convocar constituyentes.

A finales del pasado siglo, cuando los venezolanos nos hacemos críticos e irreverentes al descubrirnos desnudos de aquel sentido de ciudadanía que tiene por límites a los cuarteles militares o los mismos partidos civiles, y al vernos compelidos a la emancipación social, abandonamos nuestras casas y nos lanzamos a las calles para no regresar jamás, según lo aprecia con ojo agudo y me lo cuenta el fallecido expresidente Ramón J. Velásquez.

Ante un vacío sobrevenido de moldes institucionales que no son llenados pronto y menos entienden las élites del momento, y dada la pérdida de las certezas en esa hora agonal, cada quien opta por irse al reencuentro con sus “patrias de campanario” o localismos, o se deja arrastrar por las circunstancias, hojas que se lleva el viento en medio de la marea digital y su cosmovisión inmediatista: la realidad se basta con los 140 caracteres de un twitter y nuestro pueblo, en la orfandad, le abre sus puertas al tráfico de las ilusiones.

1999 es propicio, así, para una constituyente que se oculta tras el único propósito de su partero, Hugo Chávez: usarla como “destituyente” para el “reseteo” de nuestra memoria histórica. No recrea el molde social y político inédito que demanda la crisis de cambio en curso, que nos diese otra vez, como pueblo, sentido de pertenencia dentro de un proyecto nacional en común. La toma de la Justicia y la remoción de los jueces es apenas el abrebocas.

De modo que, al morir en 2013 (¿?) Chávez, como era de esperarse, cede la ficción “bolivariana” y todos, revolucionarios o contrarrevolucionarios, militantes o adversarios del régimen personalista que aquél instala, en un tris nos miramos como lo que éramos y no habíamos dejado de ser sobre el puente entre el siglo XX y el siglo XXI, un rompecabezas, una “caja de gatos” -uso la atinada expresión del maestro José Ignacio Cabrujas, dirigida sobre las izquierdas– que es la descripción cabal del gobierno colegiado hoy causahabiente y de la oposición variopinta que nos acompaña.

Si la urdimbre social del país no existe -calco los consejos del padre Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco– lo que se impone y cabe dialogar, es el deber de su reconstrucción impostergable, mediante consensos.

Median urgencias, económicas y sociales, urgidas de ser resueltas, es cierto. No era distinto el panorama de 1958 cuando nace el llamado Plan de Emergencia bajo una reflexión utilitaria y de coyuntura: “O plata, o plomo”, le dice el ministro del interior, Numa Quevedo, al almirante Wolfgang Larrazabal, presidente de la Junta de Gobierno. Pero a la sazón, poniendo sobre la mesa sus desencuentros y recelos intestinos recíprocos, sin abandonar sus personalismos, sus miradas parciales de la realidad venezolana, Betancourt, Caldera y Villalba consideran que la patria y la nación son algo más y mucho más que lo que ellos alcanzaban a ver desde sus patios propios.

Ese algo, como denominador, era el desafío de la experiencia democrática como hábito de vida imaginado en 1811 y 1830; valor susceptible de atarlos sin dejar de ser ellos partes en controversia. Ninguno renunciaría a su estrategia ni aspiraciones, pero todos se obligaban, para los momentos de peligro, a salir “de sus refugios para llegar a la trascendencia que funda”, dicho esto con palabras de Bergoglio. Fueron capaces de distinguir entre el drama y la tragedia que arrastra a toda empresa humana hacia el desastre. Optan por escoger entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal, y nos invitan a apostar al “proyecto de un país para todos”. Era lo esencial, como lo es en el presente.


*Exjuez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos



Asdrúbal Aguiar
Un país para todos
Diario Las Américas. Miami, 21 de julio de 2014

Iván Simonovis: El Prisionero Rojo

En su calabozo sentado en la cama con los pies en el borde y codos apoyados en las rodillas, Iván se recuesta en la pared, mira hacia arriba como buscando al Todopoderoso

Hoy quisiera compartir con ustedes, los PRELIMINARES de mi libro de confesiones El Prisionero Rojo. “El Comisario Iván Simonovis está preso; no sabemos exactamente por qué, pero lo único claro y verdadero es que está preso y que lo estará hasta cumplir los 30 años de condena que le sentenciaron el 3 de abril de 2009.

En su calabozo sentado en la cama con los pies en el borde y codos apoyados en las rodillas, Iván se recuesta en la pared, mira hacia arriba como buscando al Todopoderoso, pero sólo logra ver el techo de su aposento carcelario. Sonríe con dolor e ironía, cierra los ojos y entra en una especie de limbo.

Pasan por su cabeza las escenas más representativas de su vida, tal como ocurre cuando las personas sienten que están a punto de morir. Las repasa varias veces para que queden indelebles en su mente, porque esas imágenes son lo único que podrá llevar consigo a partir de este momento. El 3 de abril de 2009 estaba en Maracay, pues lo habían transferido para ir al Tribunal.

Ese día escucharía la sentencia sobre su caso. Iván se sintió como un concursante de un reality show que se prepara para escuchar el veredicto de su nominación y no sabía si recoger todo y hacer su maleta para irse, o dejarlo todo así para cuando regresara a su celda pocas horas más tarde. En el fondo, Iván es realmente parte de un reality show, una suerte de “Gran Hermano Judicial Venezolano”.

En este show de la realidad patrocinado por el Gobierno y ejecutado por el lado oscuro del Poder Judicial en el más crudo estilo de The Truman Show, una persona que todos imaginan quién puede ser, pero que al mismo tiempo es invisible al público, controla la vida de todos los participantes.

Se supone que lo haga a través de jueces, fiscales y testigos falsos, les pone obstáculos y conchas de mango, según como venda más al público, a su público claramente.

A los participantes -que no entendieron nunca cómo, cuándo ni porqué los llamaron a participar en este absurdo juego- los hace llorar y sufrir con saña, los mantiene en tensión por largo tiempo, los deja padecer de enfermedades y afecciones, los lleva al límite del agotamiento físico, emocional y moral, y cuando el público alcanza el punto máximo de atención y los participantes están conteniendo el suspiro, llega la estocada final en forma de sentencia.

Después los jueces y los fiscales, protagonistas sonrientes, salen por una puerta, aunque se piensa que la sonrisa no sea por el trabajo cumplido, sino por haber hecho bien el mandado, y aunque no es el mandado aquel por el que se juramentaron en la universidad, no; es por el mandado que les dio aquél, el que nadie ve, pero que todos imaginan quién es.

Por otro lado, salen los abogados ganadores sin sonrisa ni placer, porque saben que ganaron una batalla que no pelearon ellos, en un juicio donde su intervención más importante era para adherirse a los planteamientos de la fiscalía, donde no pudieron presentar ni una prueba demoledora ni contundente, donde la diligencia no quedó ni siquiera bien hecha.

Salen sorprendidos, sin saber cómo fue que pasó, pero pasó... e igual salen con la cabeza en alto y la cara al viento... Si esta justicia fuera una iglesia, ya hubiese pasado a manos de Lutero, porque igual que en la iglesia de aquella época, muchos de sus representantes ante el pueblo han perdido la habilidad de interpretar la Constitución y las leyes.

Después del dolor, del llanto, toca escuchar los aplausos del otro lado y a los que reclaman, y se forman de nuevo las discusiones. Pero la suerte está echada: el que ganó, ganó, y el que perdió que se devuelva para su calabozo... porque ésa es la única diferencia que hace de este caso una realidad y no un formato de TV, que aquí todos los participantes quieren salir, ninguno se quiere quedar hasta el final, ni mucho menos llevarse el premio mayor. Iván ganó en este reality show... una sentencia de 30 años de cárcel.

Simonovis tiene 54 años de edad, la mitad de ellos andados en las calles de Caracas y otras partes del país, arriesgando su vida de día y de noche, luchando por imponer la justicia, trabajando por mejorar las instituciones policiales.

Por las condiciones de reclusión en las que vive, sabemos que ésta no es una sentencia de castigo... es una sentencia de muerte, ordenada por el régimen revolucionario venezolano".

Iván Simonovis
El Prisionero Rojo
Diario Las Américas. Miami, 20 de julio de 2014

lunes, 14 de julio de 2014

Asdrúbal Aguiar: Venezuela ¡¡Quienes tengan oídos, oigan!!

Lo ha dicho la Conferencia Episcopal. Y lo dice, debo decirlo, contando entre los suyos a quien el propio régimen –Cabello y Maduro– tanto como la oposición variopinta le han dado una cordial bienvenida, como observador de un diálogo nacional sin destino, el nuncio apostólico de su Santidad.

¿Qué dicen los purpurados de nuestra Iglesia Católica, único factor de identidad cultural que nos queda –no sólo religiosa, pues la mayoría profesa su credo– una vez como han sido prostituidos hasta los símbolos patrios y nuestra modesta historia civil?

Bajo la orientación del papa Francisco, contenida en la Exhortación Apostólica Evangelium Gaudium –síntesis de su pensamiento–, el episcopado “lejos de cualquier interés personal o ideología política”, sin las palabras “de un enemigo ni la de un opositor” hace el diagnóstico crudo de nuestra enfermedad como país. Destaca “la violencia, inseguridad y criminalidad crecientes”, que afecta a los afectos y desafectos al Gobierno. Suman 196.465 los venezolanos asesinados bajo el Socialismo del siglo XXI, hasta 2013.

Observan preocupados, estos pastores, el drama del desabastecimiento, el alza del costo de la vida unida a las devaluaciones de la moneda, y la aplicación de controles excesivos a la actividad productiva; luego de que los actuales gobernantes reciben y dilapidan, hasta 2013, la cifra satelital de 1.248.894 millones de dólares, y habiendo desmantelado el Fondo de Estabilización Macroeconómica que nace en 1998, para el ahorro. Hoy la caja está vacía.

La pérdida de las esperanzas, las colas para obtener el sustento y el abandono del país, según la Conferencia, son la marca de la cotidianidad, tanto como (1) la pretensión por el Gobierno de imponer un modelo político totalitario y un sistema educativo fuertemente ideologizado; (2) la criminalización de las protestas; (3) la politización del Poder Judicial; (4) los presos políticos y jóvenes encarcelados por protestar; (5) la corrupción en todas las esferas del Estado.

Al paso, la deuda pública interna y externa, al término de 2012, suma 275,3 millardos de dólares; pero, entre tanto, otro país petrolero como nosotros, Noruega, ahorra para sus tiempos de vacas flacas 600.000 millones de dólares. Y nuestra inflación sobrepasa 1.200 %, como cifra acumulada desde 1999.

El contexto de todo lo anterior es asimismo ominoso. Si no es causa o efecto de la sintomatología descrita, su transversalidad impide o condiciona las soluciones. De allí que el episcopado destaque los elementos que son ejes del diagnóstico de Venezuela: (a) el militarismo dominante y totalizante del poder, (b) las mutaciones constitucionales a manos de jueces supremos que le hacen decir a la Constitución lo que no dice, y (c) la anomia política, la división entre los actores del Gobierno y de la oposición, por “apetencias e intereses particulares”.

¿Qué hacer?

Según el Papa, para que cambie el actual estado de cosas –pérdida de la memoria histórica y la identidad con el terruño, fragmentación social y ausencia de proyectos en común, en fin, “caída de las certezas”– corresponde a los responsables de orientar y dirigir los cambios necesarios “hablar con verdad, decir la verdad”.

El diálogo demanda, en todo caso, hacerlo cada uno consigo mismo y con los próximos, para luego procurar un diálogo creíble puertas afuera y con los otros. Ha de contar con políticos auténticos y rejerarquizar a la política: restableciendo el significado real de las palabras, mirando nuestras raíces constitutivas, abandonando los refugios partidarios o las cavernas de la localidad para trascender hacia lo que funda en la diversidad. Dejar de lado “el sincretismo conciliador” o la “cultura de collage” -lo dice Bergoglio- entendiendo que la pluriformidad debe asentarse –para ser real y duradera– en “la unidad de los valores”.

¿Cuál es la ruta?

“Refundar los vínculos sociales”, revitalizar la urdimbre de nuestra sociedad apelando a la “ética de la solidaridad”, tanto como buscar la unidad del pueblo en “la memoria de sus raíces”, obviando importar programas de supervivencia, es lo pertinente, sugiere el Papa antes de serlo, en La nación por construir (2005). Ello requiere de coraje y realismo.

Un pueblo sin coraje es “fácilmente dominable” afirma, y un pueblo que no es capaz de analizar y asumir la realidad se fragmenta, y es cuando “los intereses particulares priman sobre el… bien común”.

Asdrúbal Aguiar
Venezuela ¡¡Quienes tengan oídos, oigan!!
Diario Las Américas. Miami, 14 de julio de 2014 
Trabajar con la realidad, entendiendo los límites de los procesos, sin aislarlos de la conciencia moral ni a ésta de éstos, pero sin negarnos a la utopía en su más estricto sentido: “Lo que vemos… nos es todo lo que hay” y de allí la esperanza, nos aconseja el jesuita Jorge Mario Bergoglio.

* Ejerció como juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos

Edgar C. Otálvora: Militares y Maduro confirman alianza

El “comando de la revolución” y la cúpula militar confirmaron su alianza, neutralizando reacciones contra Nicolás Maduro dentro del chavismo. Maduro optó por ratificar a la ministra de la Defensa, la almirante Carmen Meléndez, quien realizó lo sustantivo de su carrera en cargos financieros en cercanía de Hugo Chávez.

El Comando Estratégico Operacional, que reporta al Presidente y controla el aparato bélico, seguirá bajo la jefatura del general Vladimir Padrino. El 05JUL14, en la usual sesión del parlamento con motivo del día nacional de la Independencia, por decisión del chavismo, Padrino fue el orador de orden. Su discurso, varias veces difundido por los canales de Tv oficiales, fue una exaltación a la alianza entre militares y el régimen gobernante, en lo que oficialmente se denomina “unión cívico-militar”.

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La acción represiva contra estudiantes que acampaban en Caracas a principios del mes de mayo fue el detonante para el fin del “diálogo” entre el gobierno venezolano y la alianza opositora MUD.

Esa es la conclusión de la diplomacia brasileña según una serie de “mensajes confidenciales” enviados por la Embajada de Brasil en Caracas a su Cancillería. Los documentos forman parte del denominado “Wikileak brasileño” o "ItamaratyLeaks", varias centenas de documentos extraídos de computadoras de la cancillería brasileña y puestos a disposición pública en un servicio de almacenaje gratuito en la nube.

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La última reunión entre representantes del gobierno y la MUD fue el 24ABR14. En un cable del 12MAY14, la Embajada brasileña en Caracas informó a Brasilia que “el ritmo del proceso de diálogo gobierno-oposición sufrió un revés la semana pasada, en la medida en que una nueva reunión fue convocada para el 6 de mayo y luego suspendida sin explicaciones”.

El mensaje firmado por el embajador Ruy Pereira agrega: “A eso ciertamente debe sumarse el impacto - a todas luces negativo - de la acción del gobierno contra los cuatro campamentos estudiantiles que se mantenían en Caracas desde hace varias semanas. Los cuatro campamentos eran, puede decirse, el vestigio remanente de las manifestaciones de protesta contra el gobierno en las calles de Caracas y su eliminación (que resultó en la detención de 243 jóvenes estudiantes, de los cuales 11 tuvieron prisión confirmada por la Justicia) fue realizada en la madrugada del jueves 8”.

A juicio del embajador brasileño una “acción represiva de esa envergadura y repercusión” no fue decidida por el ministro del Interior Rodríguez Torres, “sin el conocimiento previo del presidente Maduro”. A juicio de Pereira la decisión de Maduro de “limpiar las calles definitivamente” prevaleció sobre la “obvia, más que previsible, desventaja de perturbar el proceso de diálogo en curso”.

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El mismo día cuando Pereira enviaba ese informe a Brasilia, recibió una nota verbal de la Cancillería venezolana, convocando para la siguiente reunión del “diálogo” a la cual el canciller brasileño, Luís Alberto Figueiredo, era uno de los invitados. En su nota, la Cancillería venezolana se refirió a la reunión como el “diálogo político entre Voceros del Gobierno Venezolano, Representantes de la Oposición y Representantes de las Fuerzas Revolucionarias”. Es decir, el “diálogo” no era sólo entre el Gobierno y la MUD sino que incluía a “fuerzas revolucionarias” no identificadas. La reunión convocada por la Cancillería venezolana para el 15MAY14, nunca llegó a realizarse. La noche del mismo 12MAY14, la MUD declaró congelado el “diálogo”, por la “arremetida y represión injustificada contra manifestantes”, tal como lo había intuido pocas horas antes el enviado diplomático de Brasil en Caracas.

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Hugo Chávez se mostraba preocupado por el contenido de las computadoras capturadas por militares colombianos a las Farc en el ataque al campamento que mantenían en Angostura, Ecuador. En la acción militar del 01MAR08, tropas colombianas dieron de baja a Raúl Reyes, el número dos de las Farc y cabeza del aparato internacional de esa guerrilla.

El tema fue tratado en un desayuno de trabajo el 28ABR08 en la residencia del embajador de Brasil en Bogotá, con presencia del Ministro de Defensa brasileño Nelson Jobin y de personal diplomático y militar de ese país. Esta información forma parte de la relatoría de la visita de Jobin a Colombia, elaborada por el enviado del Departamento de Inteligencia Estratégica del Ministerio de la Defensa de Brasil. Se trata de uno de los documentos vaciados en el “Wikileak brasileño”.

El ministro Jobin aseguró a los presentes que el presidente Lula da Silva le había comentado que “Chávez tiene miedo de lo que los computadores contienen”. Chávez, según Jobin, “bajó los flaps porque quien debe, teme”. Por su parte, el entonces embajador brasileño en Colombia, Valdemar Carneiro Leão, afirmó que Ecuador y Venezuela buscaban acallar el contenido de las computadoras, que “son auténticos”.

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Carneiro, quien es el actual embajador de Brasil en China, aseguró en la reunión del 28ABR08 que Chávez era de los pocos que a nivel mundial brindaban apoyo a las Farc. Dijo que Chávez buscaba “tener un partido bolivariano actuando en Colombia, a fin de contribuir para el sueño de reestablecer la Gran Colombia”.

El Embajador expresó su opinión sobre las relaciones entre Álvaro Uribe y Chávez: “Los presidentes Uribe y Chávez, a pesar de ser de ideologías políticas diferentes, los dos tienen el mismo modus operandi, la misma manera populista de actuar, inclusive con programas de radio similares, aun cuando sus proyectos políticos son distintos”.

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“El establecimiento militar [colombiano] no desea la desmovilización de las Farc, lo que le quitaría los recursos que aportan los EEUU. No hay interés en acabar con la guerrilla, porque la bandera de combatir a las Farc rinde lucros a diversos actores. El presupuesto para combatir a la guerrilla es de casi el seis por ciento del PIB [colombiano], más de US$ 6 mil millones”. Estas fueron afirmaciones de Carneiro, el embajador de Lula ante Colombia, en aquella reunión celebrada el 28ABR08 en Bogotá. Llama la atención que el entonces embajador brasileño en Venezuela, Antônio Ferreira Simões, emitiera opiniones similares a las de Carneiro, durante una reunión análoga celebrada pocos días antes en Caracas.

El 14ABR08, el embajador Simões ofreció en su residencia un desayuno de trabajo al Ministro de la Defensa Jobin quien visitaba la capital venezolana.

En aquella ocasión los asistentes pasaron revista a las relaciones militares con Venezuela, su equipamiento y compras de armas, los conflictos con Colombia, la presencia de las Farc en territorio venezolano y el envío de tropas y equipos militares de Venezuela a Bolivia. Sobre la situación de las Farc, el embajador Simões dijo que “la sobrevivencia de las Farc interesa a todos, al presidente Bush, a los políticos estadounidenses y colombianos, al Ejército de Colombia, pues todos tienen intereses en mantenerlas para adquirir ventajas materiales”.

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En la reunión de brasileños en Caracas el 14ABR08, el general Augusto Heleno Ribeiro, Comandante Militar de la Amazonía y parte de la comitiva de Jobin, abordó el tema del envío de tropas venezolanas a Bolivia. Interrogó a los agregados militares presentes pidiéndoles datos sobre vuelos de aeronaves C-130 Hércules venezolanas hacia Bolivia.

Los agregados señalaron que no poseían mayor información porque las naves partían desde Maracay (al oeste de Caracas). Heleno afirmó que esas aeronaves estaban sobrevolando Brasil rumbo a Bolivia transportando tropa y agregó que en territorio boliviano “hay presencia no sólo de venezolanos sino de cubanos con interés operacional”.

En ese momento de la conversación, el Embajador de Lula en Caracas, Antônio Simões, alegó que “una denuncia brasileña de la presencia de tropas venezolanas en Bolivia podría empeorar la situación”. Simões es el actual Subsecretario General para América del Sur, Central y el Caribe de la cancillería brasileña.

Por su parte, el general Heleno, quien era un fuerte candidato a la Comandancia del Ejército de Brasil, fue amonestado por el presidente Lula poco después del viaje a Caracas. Entonces se dijo que la molestia contra Heleno obedeció a su denuncia sobre injerencia de grupos extranjeros izquierdistas en territorios indígenas brasileños.

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Según la edición del 09JUL14 de la revista brasileña Veja, el envío de tropas y vehículos militares venezolanas a Bolivia coincide con las protestas autonomistas que la oposición boliviana realizó en 2007. Chávez habría aportado, según Veja, personal militar para “masacrar las protestas populares” bolivianas.

Se recuerda que el 06DIC07, un avión militar venezolano (C130) fue apedreado en Riberalta, población amazónica boliviana, en protesta por la presencia de Venezuela. La aeronave tras despegar a toda prisa aterrizó de emergencia en Rio Branco, capital del estado brasileño de Acre.


Edgar C. Otálvora
Informe Otálvora: Militares y Maduro confirman alianza
Diario Las Américas. Miami, 13 de julio de 2014

Rafael Poleo: Déle, profesor


Rafael Poleo
Déle, profesor
El Nuevo Páis. Caracas, 14 de julio de 2014 (Blog Pedro Mogna)

Eduardo Semtei: María Corina

“Yo no estoy de acuerdo con lo que usted dice, pero me pelearía para que usted pudiera decirlo”, frase que se atribuye a François Marie Arouet universalmente conocido como Voltaire (1694-1778). Escritor y filósofo francés que figura entre los principales representantes de la Ilustración. Ya veremos las razones de la cita.
Cuando mis “años mozos” en el chavismo (por cierto, nunca congenié para nada con los jefecitos y menos con los jefezotes. no se tragaban mi independencia ni mis reclamos, recuerdo que siempre decía: “Vendo chaqueta roja con poco uso”), en otrora, comento, critiqué públicamente a María Corina. La acusaba de utilizar la plataforma de Súmate como un mero instrumento para incubar sus aspiraciones políticas. Le reclamaba que se lanzara al ruedo. Que asumiera su figura partidista. Que abandonara el cascarón electoral en donde hibernaba y fundara su organización. Ahora que María Corina es una dirigente política bien planteada. Con apoyos importantes. Con figuración internacional y con “aquellos” adminículos que Margaret Tatcher y Golda Meir exhibían en su intimidad, propios de otro género, no puedo menos que respetar su opinión, pero, sobre todo, defender su derecho de formular propuestas, fijar posiciones y promover políticas.
La democracia es fundamentalmente libertad. Debatir ideas para que sean juzgadas y ponderadas por el pueblo en su actividad deliberante y electoral.  Comparto las críticas y señalamientos formulados en torno a #lasalida.  Defiendo la tesis tantas veces expresada por Henrique Capriles y Henri Falcón. El camino es electoral. El diálogo es nuestro y necesario. No hay caminos cortos ni veredas violentas. Pero con igual o mayor empeño defiendo el derecho de María Corina de expresarse con libertad.
Algunos me dicen a voz queda y furtiva que la Machado tiene una agenda oculta. Si la tiene o no la tiene, no lo sabemos, por ser precisamente “oculta”, pero qué verdad tan simplona, es propia del doctor Pedro Grullo. De lo oculto no opino, pues no lo sé, pero de lo público y abierto, digo nuevamente que está dentro de su libérrisima gana y voluntad. No dudo ni por un instante de que participarán en las primarias para diputados y tienen todo su derecho, se lo han ganado. Tenderles emboscadas y trampas para que sus líderes no lleguen a la Asamblea Nacional es un chavismo de nueva cepa. Tampoco tengo dudas de que en las primarias para seleccionar nuestro próximo candidato opositor María Corina y Leopoldo López (insólito caso de presidio politiquero, pues se le acusa de tener pensamientos inconstitucionales, na’guará de abuso) se presentarán como una dupla presidente/vicepresidente. Y van a sacar votos. Y bastantes. No suficientes para ganarle a la posible combinación Capriles/Falcón.
Así que, amigos todos, no puedo reclamar ni criticar a María Corina sin antes abjurar, despreciar e indignarme por los atropellos descarados y miserables hechos contra ella, como son, entre otros, despojarla de su inmunidad y prohibirle salir del país. Prefiero la existencia de mil María Corinas debatiendo en la calle y defendiendo sus ideas a nuestras viejas amigas de la izquierda que callan y comen, que se arrodillan, que voltean para otro lado ante tanta corrupción, fracaso, exclusión y miseria. Que participan por acción o por omisión de un descalabro civil, de un hundimiento económico y de un salvajismo político.

Eduardo Semtei
María Corina
El Nacional. Caracas, 14 de julio de 2014

Pablo Aure: Directo al grano

Mientras al gobierno lo observamos más debilitado cada día, pareciera ocurrir lo mismo en los sectores “organizados” de la oposición. No es mentira, los comentarios son generalizados de un lado y de otro en el sentido de que están fraccionados ambos toletes, que por cierto representan un ínfimo sector de la población. Ni el denominado chavismo se siente identificado con las políticas gubernamentales, así como tampoco el grueso de los factores democráticos se consideran retratados con lo que expresan quienes fungen como voceros de la oposición.
Nos señalan que las diferencias entre la oposición deben dirimirse a puertas cerradas, que los trapos sucios se lavan en casa. Nada de eso. No escribo como ficha de ningún sector. Lo hacemos para tratar de presentar desde nuestra óptica lo que ocurre en el país. Por esa razón, es común recibir críticas de quienes nos acusan de antipartidistas o antipolíticos. Bien lejos de la realidad, somos convencidos de que para que exista democracia debe haber partidos robustos lo cual nunca se lograría alcahueteando lo que creemos puedan ser desafueros. Por eso nuevamente trataré de desenmarañar ese negro panorama que nos impide avanzar. 
Ausencia de sinceridad
Lo hemos dicho muchas veces: la Mesa de la Unidad Democrática cumplió una titánica labor en la organización de las primarias donde resultó victorioso Henrique Capriles (por cierto quizá único proceso transparente de la historia republicana). Luego se fajó y desarrolló una extraordinaria campaña presidencial. Hasta allí todo perfecto. Luego, como suele suceder en las instituciones, se produce el desgaste y en lo particular -creemos- cumplió su papel. Pero ya la situación es otra muy distinta. Después de aquel mensaje de Capriles en el que llamó a la gente a recogerse y manifestar tocando cacerolas se produjeron reacomodos dentro y fuera de la MUD. 
Una inmensa mayoría del país no se encuentra alineado a ninguna organización partidista, pero sí escuchan y se inclinan hacia los llamados de algunos líderes con los cuales se identifican en una situación determinada. Así fue como, cual volcán en erupción, en febrero, el pueblo opositor en su mayoría se identificó con la denominada “salida” convocada por Antonio Ledezma, Leopoldo López y María Corina Machado. No se llamaba a un golpe de Estado, pero sí a activar los mecanismos constitucionales para que el régimen durara el menor tiempo posible. Insisto: dentro del marco constitucional. Lo cual no debería ser considerado como una herejía, como lo intentaron hacer desde la acera oficialista y, lamentablemente, en algunos sectores internos de la MUD. 
Critican pero no aceptan las críticas
No es justo que desde la oposición se ataque inclementemente a quienes apoyan “la salida”, pero cuando hay expresiones contrarias a los factores dominantes dentro de la MUD se pretende descalificar como de antipartidistas a quien las manifiestan. No es contra los partidos las observaciones, es contra quienes a nuestro parecer no han interpretado la realidad de la situación y el sentir popular. Es tarea de los partidos canalizar las exigencias y reclamos de los pueblos y no utilizar una tarjeta -o una “franquicia”- para “negociar” el presente, o un futuro mezquino. Los partidos políticos deben tener visión colectiva. 
El escape Vs la salida 
Evidencia de las diferencia hay muchísimas. La última, por ejemplo, fueron las nefastas declaraciones de Ramón José Medina refiriéndose a Leopoldo López. No solo mostró las costuras, sino que evidenció lo que muchos sospechamos pero pocos dicen por temor a ser atacados como antipartidistas. ¡Por Dios! 
Estas declaraciones venidas del segundo a bordo de la Mesa de la Unidad Democrática, lejos de buscar la concordia entre la MUD y sectores no adscritos a la misma, generan un clima de confrontación dentro de las filas opositoras. Cierto: Ramón J. Medina se retractó, pero la herida la causó y repito develó lo que muchos piensan. Pareciera que existe una especie de entendimiento entre el oficialismo y personeros de la “oposición”. Lo digo con dolor: no sé si es política premeditada de la MUD no solidarizarse con sinceridad con presos y perseguidos, pero hay indicios que nos hacen desconfiar de algunos de sus integrantes que tienen un juego diferente, quizá es el mismo que han venido jugando desde hace rato, pero no queremos darnos cuenta. 
Con Leopoldo tenemos que ser solidarios por muchísimas razones: la primera, López está preso injustamente; y  otra, es un líder importantísimo de la oposición. Creo que esto último es lo que no le quieren perdonar ni el gobierno ni los que hacen cálculos internos en la oposición blandengue, “comeflor” y quién sabe si prevaricadora. 
Decir que Leopoldo López está preso porque él quiso, ya que no se escapó y por eso no se le apoyará, no solamente es infame sino que es aceptar que en Venezuela no hay justicia, pero sin embargo esos voceros “opositores” que critican su “entrega” le siguen haciendo el juego al régimen. Con Leopoldo inhabilitado o encerrado menos cuotas que repartir y un candidato menos a vencer.  
Unidad para salir del hueco
Hay tiempo para reunificarnos y trabajar por un mismo ideal donde lo colectivo prime sobre lo grupal o individual. No debo dejar de insistir en que siento que un sector de la MUD está haciendo algunos cálculos que no nos favorecen. Pero repito: hay tiempo. Las críticas son saludables en democracia, tenemos que entender que el pueblo espera un mayor desprendimiento. Hacer cálculos no es que sea malo, lo inoportuno y lo malicioso es que en esos cálculos de algunos conlleve el sacrificio de otros. Nada mejor que ganar unas elecciones donde todos participen en igualdad de condiciones. Pregunto: ¿en qué nos diferenciaríamos del régimen, si no nos oponemos a la inhabilitación de un compañero de las filas opositoras porque con ella ocuparíamos su lugar, o en el caso del gobierno que aparta a sus adversarios con artimañas fraguadas en los tribunales? 
Catarro sin pañuelo
Aunque les parezca trillado, debo volver a decirlo, el régimen pende de un hilo muy delgado y cada hora que pasa es mayor el peso. Si no nos organizamos a tiempo tendremos menos oportunidades de maniobra para participar en la inminente transición. Hay que apostar al éxito de los sectores democráticos, una transición sin la participación de opositores o demócratas está llamada al fracaso. 
Los números, de acuerdo a expertos en el área económica que he consultado y observando el comportamiento del panorama de los últimos meses, nos advierten que algo está por ocurrir. Que se aproxima un gran acontecimiento. No es descubrir el agua tibia decir que el gobierno no tiene una salida fácil a esta grave crisis económica, que en definitiva es la que dará al traste con las aspiraciones de Nicolás Maduro de mantenerse y terminar el período presidencial. Está entre la espada y la pared. A la vista tiene dos opciones. Una, el shock económico donde estaría en la obligación de liberar la economía, desmontar el control de cambio y relajar las leyes laborales; y la otra, intentar un “softlanding” (aterrizaje suave), es decir ir haciendo algunos ajustes poco a poco, manteniendo los niveles de escasez, las colas y las deficiencias extremas en los servicios públicos. No tengo dudas, Maduro preferirá la segunda opción, en una suerte de esperar la salvación que les llegará comprando ese tiempo adicional. Esa salvación no llegará y en su lugar aparecerá el catarro, por eso tenemos que tener el pañuelo en la mano amigos de la MUD, de la salida y no afiliados a ninguna de las anteriores. 
@PabloAure


Pablo Aure
Directo al grano
El Carabobeño. Valencia, 14 de julio de 2014

domingo, 13 de julio de 2014

Antonio Sánchez García: La oposición democrática en la encrucijada

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Allea iacta es.
 La ruptura entre los dos bloques de poder a los que por la fuerza de los hechos han derivado los factores opositores al gobierno de Nicolás Maduro y al régimen castrochavista: por una parte, los partidos principales que hacen vida dentro de la llamada Mesa de Unidad Democrática  a saber, AD y PJ, y aquellos que propugnan lo que ha dado en llamarse La Salida, representados más que por partidos, por las figuras de Leopoldo López (Voluntad Popular), María Corina Machado (Vente) y Antonio Ledezma, (ABP) respaldados por otras figuras y partidos, algunas de las cuales aún permanecen dentro de la alianza de la MUD, parece consumada. Las recientes declaraciones de Henrique Capriles, Henry Ramos Allup, Ramón Guillermo Aveledo, Ramón José Medina, Gerardo Blyde y otros que se irán expresando en este embate coordinado contra los promotores de la llamada salida pretende precipitar un distanciamiento al parecer irreparable. Las diferencias entre ambas fuerzas parecen, por ahora, irreversibles. Es lo que pretenden y dejan traslucir las vehementes declaraciones mencionadas. La acumulación de epítetos descalificadores, que van desde la consabida e indiferenciada acusación de radicalismo “de lado y lado”, en la que personeros como Henrique Capriles insisten desde su repentino abandono de sus denuncias contra el fraude, hasta la de fascismo, actualizada por Henry Ramos Allup en sus más recientes declaraciones a un canal de televisión supuestamente independiente, no parecen querer parar mientes en las consecuencias de dichas acusaciones verbales que confunden lucha ideológica con guerra, y de las más sucias.
Como en toda guerra, y ésta comienza a adquirir los visos de una de ellas, así sea de baja intensidad y por ahora sin consecuencias físicas que lamentar, la primera víctima es la verdad. Vale decir: la moral. O la inmoralidad en sustentar la mentira. Nadie miente al afirmar que los dos partidos en cuestión y los personajes mencionados practican una política de declarado apaciguamiento, se niegan a reconocer la naturaleza dictatorial y tendencialmente totalitaria del régimen,  apuestan a resolver la crisis – sin definir su naturaleza, a no ser la precipitación de la incompetencia de un mal gobierno inmanente al sistema democrático, por deficitario que sea – mediante una progresiva acumulación de fuerzas y la medición electoral a ser resuelta en diciembre de 2019, a más de cinco años plazo. Pero más que una falacia es una imperdonable ofensa afirmar que los 45 jóvenes asesinados por la violencia policial del terrorismo de Estado, como consta a los 28 millones de venezolanos y a los factores democráticos del mundo entero, que han tenido ocasión de seguir los hechos por los medios internacionales, debidamente suspendidos o sancionados por el gobierno de Maduro, fueron víctimas de la decisión de Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma, los tres principales inculpados por Capriles, Ramos Allup, Aveledo, Medina y Blyde al llamar a las protestas mediante acciones de callejera rebeldía perfectamente encuadradas en la Constitución Nacional contra gobierno y régimen. Que otra falacia, que bordea el sórdido terreno de la infamia, acaba de ser expresada incluso en tono de sarcasmo por uno de los máximos dirigentes de la MUD y destacado militante de Primero Justicia, al pretender que el encarcelamiento de Leopoldo López obedece a un plan perfectamente orquestado por el mismo López y que, siendo así, la MUD ni contempla plan alguno para exigir su liberación ni tendría por qué hacerlo.

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Tampoco es una falacia afirmar, como lo vienen haciendo los defensores de la estrategia que han denominado La Salida, que el diálogo convocado por el gobierno con el respaldo injerencista del Foro de Sao Paulo, de Unasur y las cancillerías de la región, y al que dichos sectores de la MUD se sumaran inmediatamente convocados después de desatada la carnicería de las fuerzas represoras del gobierno, militares y para militares,  y mientras ella se encontraba en pleno apogeo, no tuvo el más mínimo efecto positivo para el desarrollo de las fuerzas contestatarias, tales como suspender la represión,  liberar a los presos políticos, particularmente a los cientos de estudiantes encarcelados sin juicio previo y mediante la violación de todos sus derechos políticos y civiles, no digamos a Leopoldo López, que por lo dicho por Medina estaba preso y bien preso por propia decisión. Un diálogo que, como lo afirmara la Conferencia Episcopal Venezolana, que se retirara con las manos vacías, no tenía otro fin que fracturar y paralizar el movimiento insurgente en curso. Más nada.
Tampoco mienten quienes afirman que el fin último, único y exclusivo del diálogo al que se prestaron gustosamente los responsables máximos de la MUD era frenar las protestas y sostener y afirmar al gobierno dictatorial de Nicolás Maduro. Ni siquiera les importa a sus voceros reconocer que no se obtuvo satisfacción a ninguna de las legítimas exigencias políticas de corto, mediano y largo plazo que mal que bien se plantearon o bien pudieran haberse planteado, si es que existía el predicamento y la pretensión de que dicho diálogo era encaminarse a la paz, la normalización, la superación de la crisis y  la transición hacia un régimen democrático, incluso mediante la vía exclusiva de los procesos electorales: nombrar un nuevo CNE que obedeciera a la nueva correlación de fuerzas, liberar a todos los presos políticos – desde luego, en primerísimo lugar al rehén desde hace más de diez años del castrocomunismo hegemónico, Iván Simonovis, suerte de Huber Matus del castrismo venezolano, y obviamente a Leopoldo López – llevar a tribunales a los asesinos a bocajarro y a mansalva de muchachos y muchachas indefensas, redistribuir las comisiones del parlamento de acuerdo a los resultados de sus últimos comicios electorales y un largo etcétera que atendiera a las urgentes necesidades de nuestra población de más bajos recursos.
¿Se miente al señalar que ninguna de esas preocupaciones impulsaba a los dialogantes de la MUD encabezados por Capriles, Ramos Allup, Aveledo y otros a sentarse a la mesa de Miraflores, a salir con las manos vacías y a asegurar, en una prueba de intolerable entreguismo político y falta de moral ciudadana que siguen dispuestos a dialogar contra viento y marea, mientras se ceban en el ataque a los humillados y ofendidos de la Revolución de Febrero, sin tocar al dictador y su dictadura ni con el pétalo de una rosa?
¿Cómo sostener los esfuerzos unitarios con quienes no tienen el más mínimo empacho en traicionar los esfuerzos de cientos de miles de jóvenes, sus padres y madres y pueblos enteros, por reconstruir la Patria de sus ancestros, sin traicionarnos a nosotros mismos? Es la encrucijada en que nos encontramos.

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La piedra de tope que ha lanzado a millones de venezolanos a las dos orillas de un fatal desencuentro descansa en diferencias demasiado profundas, que hacen al análisis de nuestro pasado, al diagnóstico de la crisis que vivimos en el presente y a la visión de país al que aspiramos, situados, como estamos, en medio de una de las más profundas, si no la más profunda crisis existencial de nuestra historia republicana. Que afecta a la esencia de la venezolanidad y que vuelve a recapitular sobre lo que fuimos, lo que somos y lo que pretendemos llegar a ser. Por decirlo filosóficamente: en el Ser y en el Tiempo de la venezolanidad.
Puede que el tumor más maligno de esta crisis de orden terminal, por ahora diseminada por todo nuestro cuerpo social y supuestamente incurable, radique en el peso sobre determinante del militarismo caudillesco, salvaje y corruptor que impide, desde los tiempos fundacionales y los graves errores y desaciertos de nuestros padres fundadores, la auténtica emancipación de una civilidad capaz de asumir las riendas de nuestra sociedad y enrumbarla hacia la civilización y no a la reiteración cíclica de la barbarie. Que otro de esos males de profunda raigambre y odiosa reiteración sea la subordinación de la civilidad política al poder omnipotente de las armas, conformada en la recompensa mediante la inescrupulosa administración y disfrute del botín petrolero que desde La Rosa acicatea el deseo de hacerse con el control del Estado. No para avanzar en la construcción de la Nación, sino en el escandaloso expolio con fines de enriquecimiento personal y creación de nuevos núcleos oligárquicos. Enfermedad esta última hecha parte consustancial de nuestros complejos y desviaciones desde los años en que hiciera su irrupción la inconmensurable riqueza petrolera durante la dictadura del general Gómez. Profundamente articulada con dicha administración y expoliación de nuestros recursos, la lucha feroz entre civiles agavillados para hacerse con el botín. Fin último y primero de la política venezolana de todos los tiempos.
No hay quien pueda negar que todas esas taras, esos vicios ancestrales y esas enfermedades genéticas han encontrado su mayor y perfecta expresión en el régimen imperante desde hace 14 años. Que el chavismo llevó el militarismo caudillesco, el saqueo inmisericorde de los bienes de la Nación, la corrupción y la degradación moral de millones y millones de venezolanos a su máxima  e intolerable expresión,  empujando la Patria al abismo de sus peores iniquidades. Y amenazando, incluso, con la disolución de la nacionalidad y la pérdida absoluta de su soberanía.
El desacuerdo de los pragmáticos, Ramos Allup, Henrique Capriles, Ramón Guillermo Aveledo y de todos quienes se muestran sumisos al régimen y dispuestos a acordar formas de connivencia frente a esta dolorosa realidad, que aceptan y acatan como simples datos inamovibles de nuestra pervertida sociedad - traza un abismo en nuestras diferencias. Ellos quisieran seguir hundidos en el fango. Nosotros liberarnos de las garras de nuestra maldición primigenia.
Es la dolorosa, compleja y aparentemente irresoluble encrucijada en que nos encontramos.
@sangarccs


Antonio Sánchez García
La oposición democrática en la encrucijada
El Nacional. Caracas, 13 de julio de 2014

Carlos Blanco: Tiempo de Palabra

Obertura 1814-2014Habrá que agradecer a los patriotas de 1814 que no oyeran a los que decían que, ante el avance de Boves y los demás carniceros que lo acompañaban, había que renunciar a la independencia del imperio español. Si los acontecimientos se vieran en la exclusiva perspectiva de un instante, el de ese 1814, alguien podría haber dicho que el objetivo no se había logrado y que, por tanto, había que abandonarlo y seguir en la conservación de los derechos de Fernando VII. Similar situación le ocurrió a Chávez en 1992: los objetivos no se habían conseguido, "por ahora" y ya se sabe que el hombre no cejó hasta alcanzarlos.

Igual puede argumentarse de "la salida" que tanto temblor causa. Se planteó al país que había que reemplazar el régimen actual de manera constitucional y lo más pronto que fuese posible, para lo cual se propusieron asambleas ciudadanas que discutieran los métodos (renuncia de Maduro, constituyente, referendos consultivo y revocatorio, etc.) que pudieran conducir a unas nuevas elecciones presidenciales anticipadas, con un CNE decente.

El hecho de que todavía no se haya logrado el objetivo, en 6 meses, no quiere decir que no sea correcto plantearlo ni que no se pueda lograr en un futuro relativamente inmediato, ante el colapso ya obvio del régimen. En el marco de la reconstrucción de la unidad opositora la forma, la táctica, los modos, pueden y deben variar, pero ya se admite -de acuerdo con el padre Luis Ugalde- que es una irresponsabilidad pretender que la actual situación continúe hasta las próximas elecciones de 2019.

No se puede obviar la secuencia histórica. Hubo cuatro hechos no conectados inicialmente entre sí que crearon las condiciones para el estallido de las firmes manifestaciones de descontento nacional: la protesta estudiantil de enero en Táchira y Mérida, el llamado a "la salida" realizado el 2 de febrero, la manifestación convocada por los dirigentes estudiantiles para el 12 de febrero -apoyada por toda la dirección política democrática, incluida la MUD- y lo que ocurrió después de terminar la manifestación de ese día, cuando agentes asesinaron a dos ciudadanos. Esta conjunción imprevista de circunstancias determinó que se descorriera el velo del malestar y estallara ese majestuoso levantamiento, principalmente de la juventud, en los primeros meses de 2014.

¿Errores? Sin duda los hay. Pero, jamás se pueden atribuir las muertes generadas por la represión a los opositores que apoyaron las protestas, enmarcadas como están en inalienables derechos ciudadanos. Hubo un despertar al terrible costo de muertes, heridos y presos generadas por la represión de lo que solo pocos dudan en calificar de dictadura. Se movilizó la opinión internacional y emergieron liderazgos. El diálogo finalmente frustrado se presentó como una tenue posibilidad bajo el estímulo de esas protestas, porque la comunidad internacional, alarmada ante la represión oficial, se movilizó.

La protesta ocurrió en el marco de una fragmentación de lo que había sido la unidad opositora. A la crisis de la calle se añadió el debate, muchas veces áspero y agrio, dentro de los demócratas. Sin embargo, puede decirse que hoy en todos los sectores de la oposición hay una voluntad de entendimiento y reestructuración unitaria que, sin duda, debe llevar a ajustes y rectificaciones por parte de todos.



LA OPINIÓN PÚBLICA. Alfredo Keller es un respetable estudioso de la opinión pública. Realizó una encuesta el segundo trimestre del año, cuyo trabajo de campo ocupó la segunda quincena del mes de mayo. Es una encuesta de cobertura nacional urbana rural de 1200 casos. Allí este estudio detectó un deterioro del régimen mientras se desarrollaron las protestas:

1. La crisis generalizada ha acentuado el tono de la demanda de cambios. Si hace un año (marzo 2013) 73% de la población creía que era necesario hacer cambios en el país, ahora tenemos 79%. Este crecimiento no es relevante como sí lo es el tono de la demanda pues de 33% que aspiraba a que esos cambios fueran "radicales" hemos pasado a 55%; esto es, un crecimiento en la intensidad de los cambios de 22%.

2. Para mayo de este año 48% dijo que lo que hay que cambiar es al gobierno mismo mientras que 46% decía que lo que hay que cambiar son las políticas a las que se le atribuye la crisis. De esta manera, 94% de los venezolanos coincide en que las cosas no son como debieran ser y eso es, prácticamente, todo el mundo, incluyendo a buena parte del chavismo.

3. El 55% de los venezolanos cree que no basta con cambiar los líderes sino que es necesario cambiar también el modelo del sistema político y económico.

4. Para lograr estos cambios necesarios 43% admite que no basta esperar a unas próximas elecciones sino que es necesario hacer exigencias y protestas de calle, indicador que muestra el elevado grado de legitimación de los eventos que han ocurrido en el país desde febrero. En este sentido, solo 13% dice de manera espontánea que el objetivo de la protesta es el de crear un caos o un colapso en el país, siendo ésta una respuesta típica del chavismo más radical.

5. No es de extrañar, por tanto, que 65% esté justificando las protestas de calle; justificación que comparte 95% de quienes se dicen opositores, 79% de independientes o neutrales y 29% de chavistas que, indiscutiblemente, también sufren la crisis.

6. Es evidente que la protesta ha bajado su intensidad en comparación con febrero y marzo pasados. No obstante, hay 39% de los ciudadanos (75% entre los opositores) que creen que las protestas deben mantenerse como medida de presión ante el Gobierno; especialmente porque 44% cree que el diálogo no conduce a nada (65% entre opositores, 36% entre neutrales y 29% entre chavistas).

7. Finalmente, sobre el tema de la violencia, la gran mayoría de los venezolanos (62%) responsabiliza al oficialismo de ser el causante de los muertos y heridos mientras que solo 25% lo atribuye a la oposición.



RECONSTRUCCIÓN. Ni las luchas sociales ni la unidad se diseñan en laboratorios. Parece paradójico, pero no lo es: la exigencia unitaria emerge cuando existe división o fragmentación. La unidad no es un sólido bloque de metal sino un flujo constituido por miríadas de encuentros y desencuentros; hay unidad cuando prevalecen los primeros y no la hay cuando prevalecen los segundos. Ha ocurrido muchas veces en esta larga lucha. Ahora se impone un nuevo momento unitario, todos los factores están conscientes de la gravedad del momento, y trabajan en esta dirección. Hay iniciativas que se discuten entre todos los partidos y organizaciones de la sociedad civil. Existe ánimo convergente. Hay conciencia del derrumbe y las fuerzas democráticas tienen que estar unidas para la transición. Transición que será posible y pacífica con la participación de dirigentes de ambas aceras del conflicto.

Twitter @carlosblancog


Carlos Blanco
Tiempo de Palabra
El Universal. Caracas, 13 de julio de 2014

Marta Colomina: Qué sabe Ramírez que tanto teme el Gobierno

Acreedores aprietan, la banca y organismos internacionales exigen disminución del gasto público

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Un Maduro desesperado porque cada semana las encuestas revelan una nueva caída del apoyo popular, anunció al país que "va a cambiarlo todo, a revisarlo todo para servir al pueblo", con el propósito de aplacar las protestas que ya no son solo estudiantiles, sino de empleados públicos, beneficiarios de las misiones y militantes del PSUV, a las que se une todo el país por la escasez inhumana de alimentos, medicinas y otros; por la falta de agua y electricidad; el colapso de la salud y por una criminalidad desatada que coloca a Venezuela como el segundo país más violento del mundo, según la ONU.

Los cambios por la inviabilidad del modelo que ha llevado al país a la ruina han sido sugeridos por organismos como el FMI, el BM y la banca internacional, a los que silenciosamente ha acudido el Gobierno, ahogado por los problemas cada vez más estallantes. La alta concentración de deuda de la nación y de Pdvsa en el último trimestre exigirá pagos por unos $7 mil millones. Maduro ha venido corriendo la arruga porque el Paquetazo que se verá obligado a aplicar triturará su menguante apoyo popular. Pero los muchos acreedores aprietan y la banca y organismos internacionales exigen disminución del gasto público, aumento de la gasolina, despidos masivos, reforma fiscal, unificación cambiaria (es decir, otra devaluación, peor que las anteriores). Hasta en Aporrea escriben que "lo que viene es feo".

La salida de Giordani fue vista como el preámbulo de una "movida de mata" para "cambiarlo todo". Periodistas y políticos muy "dateados" filtraron la información de que Nelson Martínez, presidente de Citgo, sería el nuevo presidente de Pdvsa y Rafael Ramírez ocuparía la Vicepresidencia, en sustitución de Arreaza. A Maduro le mostraron que en 1998 la producción de Pdvsa era de 3,5 millones de bpd y las exportaciones de Venezuela a EEUU en 1997 eran de 2 millones bpd. Hoy la producción está en 2,4 millones y las exportaciones a EEUU, el único que paga de contado, bajaron hasta 771.774/bd en marzo de 2014. Comprobó también la chapuza presentada por Ramírez a la AN con ingresos por $116.256 millones mientras que la auditoría de KPMG registra $113.979, es decir $2.277 menos; $192.492 millones de Patrimonio de Pdvsa en su Memoria y Cuenta a la AN y KPMG registra solo $84.486 millones, es decir, una alarmante diferencia de $18.600 millones. El maquillaje de los estados financieros de Pdvsa de 2013 es descrito por el economista Alexander Guerrero, corroborado por Bloomberg y agencia Reuters: "las ganancias de Pdvsa en 2013 fueron las más bajas de la historia" a pesar del barril a $100. Pdvsa "vende" al quebrado BCV en $12 mil millones, una parte de sus acciones en una empresa aurífera fantasma (ENA), que le permitieron tener unas utilidades falsas. El Estado cómplice, a través de una ley especial, le regala a Pdvsa esa corporación minera, "empresa de papel que no produce ni un gramo de oro y cuyos empleados cobran en sus casas". Pdvsa "ganó" en 2013 por vender una mina de oro 3 veces más que vendiendo y procesando petróleo", acusa Guerrero.

Ramírez ha destruido las refinerías (por falta de mantenimiento), por eso en 2013 Pdvsa tuvo que importar 6.500.000 barriles de gasolina y 6.497 de diesel. El subsidio al consumo nacional es de $24 mil millones, de ahí la urgencia en subir la gasolina. Aquel millardito que pedía Chávez, se convirtió, según el acucioso diputado Elías Mata, en $116.716.349.102,05. Pdvsa entrega al BCV solo 48% de las divisas recibidas y el 52% va hacia esos fondos dilapidadores que han servido para la "regaladera", fines electorales y corrupción. Para importaciones, dice Mata se habrían entregado $250 mil millones, de los cuales $70 mil millones se fueron en sobrefacturaciones rojitas y empresas de maletín que no se investigan. Ramírez, narra Mata, habría "administrado" sin control, para gastos de producción (en caída constante) y "misiones" $360.486 millones. El sobreprotegido Ramírez jamás ha sido interpelado por la cómplice AN.

¿Qué sabe Ramírez que produjo tanto temor a Chávez y ahora a Maduro para dejar sin efecto su salida de Pdvsa? El dateado Nelson Bocaranda nos responde: "Ramírez es el único que sabe dónde están los reales, los de verdad y los de mentira, los que están en bancos y en oro y a resguardo en Cuba, Suiza, Andorra, China, Luxemburgo y en paraísos fiscales". Información explosiva que sería su moneda eterna de negociación. Por cierto que Maduro no solo ha reculado en el caso de Ramírez, sino que ha borrado de su discurso el tema de la corrupción ¿será por la bomba argentina que le ha explotado a una de las "infantas"?

mcolomina@gmail.com



Marta Colomina
Qué sabe Ramírez que tanto teme el Gobierno
El Universal. Caracas, 13 de julio de 2014