sábado, 22 de agosto de 2015

Felipe González: Venezuela, al límite

Venezuela atraviesa una grave crisis socioeconómica; de seguridad ciudadana y de libertades básicas. El país necesita un Gobierno que “gobierne”, sin buscar culpables fuera de su ámbito de responsabilidad; que abra un espacio de diálogo con la oposición y con los sectores productivos para intentar enfrentar los desafíos con una visión de los intereses generales de todos los venezolanos. Un diálogo capaz de reconciliar a una sociedad fracturada que sufre el fracaso y el sectarismo de los gobernantes.
La inseguridad física de los ciudadanos —no hablemos de la jurídica— se está convirtiendo, tras el desabastecimiento alimentario, en la preocupación dominante del pueblo que se siente indefenso ante los asaltos, secuestros, robos y asesinatos. Caracas es una de las ciudades más violentas del mundo, incluidas las muertes de servidores públicos de las fuerzas de seguridad. El Gobierno habla de un nuevo plan de lucha contra la criminalidad que domina las calles. El llamado OLP, que es el número 26 de los puestos en marcha para atajar el problema, sin resultados reales.
También hay una crisis institucional. El Estado, que ha concentrado sus poderes en el ejecutivo, no funciona más que para hacer declaraciones responsabilizando a los demás de su fracaso. La Asamblea Nacional ha delegado en el presidente de la República que asume mediante decretos ley las funciones del legislativo. Pero la AN tampoco ejerce la función imprescindible de control de la acción de Gobierno, aplastando las voces de la oposición para que no haya críticas a los errores y la inacción del Gobierno. La justicia funciona al dictado del poder ejecutivo, o del presidente de la AN, incumpliendo todas las normas que garantizan un proceso válido. No hablamos de las normas internacionales de obligado cumplimiento para el Estado venezolano, sino de la propia Constitución de Venezuela y el marco jurídico que la desarrolla.

En Venezuela se vota. Pero no se cumple nada más. No hay legitimidad de ejercicio
La convocatoria de elecciones a la Asamblea Nacional abre una vía de esperanza, si se dan las condiciones razonables para que la contienda electoral sea justa, pero no resuelve por sí sola la crisis de gobernanza que atraviesa el país. Y para que la contienda sea justa, las instituciones deben garantizar que no se alteran a capricho los circuitos electorales, que exista una presencia de observadores creíbles desde ahora, porque se están tomando decisiones que pueden afectar a la razonable igualdad de oportunidades entre los contendientes. Y sobre todo debe garantizar la libertad de representación. Es decir, revertir el proceso de eliminación arbitraria de candidatos utilizando instrumentos judiciales y administrativos desde el poder ejecutivo. Es absurdo que haya presos por razones políticas, que haya candidatos exiliados por razones políticas, que se limite la libertad de representación ante los ciudadanos para que se sometan libremente al escrutinio del pueblo soberano.
El señor Maduro no puede seguir ocultando su fracaso inventando conspiraciones del “imperio”, de la extrema derecha interna e internacional, del “eje Madrid-Bogotá-Miami”. ¿Se imagina alguien a Obama intentando desestabilizar a Venezuela mientras trata de normalizar las relaciones con Cuba? ¿Le parece creíble ese cuento que repiten como un mantra?
Usted sabe que están haciendo un esfuerzo de normalización de las relaciones entre EE UU y Venezuela. Que extreman su prudencia a la hora de mostrar preocupaciones legítimas sobre las libertades y la crisis aguda del país. Usted sabe que en ese esfuerzo hay un obstáculo mayor: la existencia de presos y exiliados políticos y la necesidad de elecciones limpias. Y sabe que ese es tema de consenso en el Congreso de EE UU (casi el único) entre republicanos y demócratas.
Los ciudadanos, sobre todo las madres de familia más humildes, aguantan sin esperanzas las largas colas para acceder a los alimentos o las medicinas que necesitan. Y las ven acaparadas por los corruptos en el mercado negro a precios inaccesibles. No funciona la producción nacional, ni es suficiente la importación, ni hay eficacia en la distribución de estos bienes racionados. Están en una situación alimentaria de emergencia y el Estado no es capaz siquiera de distribuir con eficacia la escasez que sus políticas ha provocado.
Los salarios están siendo devorados por una inflación sin control. Incumpliendo los más elementales deberes de las instituciones ocultan las cifras, que todos los analistas sitúan por encima del 140%. Nadie, ni los más partidarios del Gobierno, desconocen que un dólar vale más de 700 bolívares en la calle, que es donde vive o sobrevive la gente, y no la ficción oficial de 6,30 bolívares por dólar.

Es inaceptable que Maduro hable de la “revolución” mezclando los votos y las botas
El aparato productivo del país ha sido destruido sistemáticamente en una carrera sin sentido de ocupación de la economía por un Estado ineficiente y corrupto. En nombre de la “revolución” han liquidado lo público y lo privado, desde PDVSA a la industria del acero, pasando por la producción alimentaria o la de medicamentos. Incautando lo que funciona y estatalizándolo han conseguido que todo se paralice, que la productividad desaparezca, que lo único que prospere sea la “boliburguesía” depredadora de los recursos y, ahora, de la escasez y la pobreza.
La democracia sigue siendo el sistema menos malo que existe. No garantiza el buen gobierno, pero sí garantiza al pueblo cambiar al Gobierno cuando no le gusta. La democracia se legítima en origen por el voto de los ciudadanos, como la condición necesaria, pero no suficiente. Porque necesita que el Gobierno cumpla con sus programas, que el Parlamento o asamblea lo controle y elabore leyes para todos, que se respete a las minorías, que la división de poderes sea real, que haya garantía de libertad de opinión y de información, así como de elección de los representantes de los ciudadanos.
En Venezuela se vota. Por eso son tan importantes las elecciones del 6 de diciembre. Pero no se cumple nada más. No hay legitimidad de ejercicio. El desafío del 6 de diciembre es más decisivo que una elección normal de la AN. Puede ser el comienzo del cambio para la gobernanza y la reconciliación a través del diálogo que necesita Venezuela. Pero la esencia de la democracia está en que la derrota —de quien decida el pueblo soberano— es aceptable, porque se dan las razonables condiciones de igualdad para competir. El presidente de la República debe garantizar que esto ocurra, porque es presidente de todos los venezolanos. Por eso tiene que renunciar a los discursos amenazantes y las decisiones que se derivan de ellos. Es inaceptable que hable de la “revolución” mezclando los votos y las botas. Las Fuerzas Armadas son de Venezuela y se deben a Venezuela, no al fracasado proyecto de su Gobierno. Los medios de comunicación públicos son de todos los venezolanos y el acceso a ellos debe reflejar la pluralidad de opciones políticas y no ser un monopolio de sus partidarios.
Usted, señor presidente, debe respetar y hacer respetar la libertad de prensa y de opinión, sin perseguir a los medios —ya muy escasos— que representan opiniones discrepantes.
Usted, señor presidente, que concentra todos los poderes del Estado, puede y debe ordenar la libertad de los presos políticos y la vuelta de los exiliados.
Usted, señor presidente, puede y debe invitar a observadores internacionales con experiencia, como los de la OEA y la UE, además de Unasur para que den legitimidad plena a la competencia electoral.
Si lo hace demostrará dos cosas: que es el presidente que representa a todos los venezolanos y que no teme a la contienda electoral limpia que su país merece.


Felipe González
Venezuela, al límite
El País, Madrid, 21 de agosto de 2015

Sebastiana Barraez: Quién es el coronel Raga

         
 CORONEL. Es el del Ejército José Martín Raga Garavito. Aun tiene parte importante de su familia en un pueblo del estado Táchira. Concedió una entrevista a la periodista Gitanjali Wolfermann de Nesweek en Español Venezuela. Hasta el martes era jefe del NUDE Bejarano. Se declaró chavista, pueblo, militar y crítico. No tenía comando. Confesó que estuvo en frontera. Habló de las cúpulas que “ahora controlan el poder”. Del descuido en la educación y la cultura del trabajo. Censuró la concentración de poder. Dijo que los militares eran parte de la guerra económica. Considera que la Fuerza Armada debe reconocer lo que sucede con la corrupción interna y agregó que hay militares que incluso van hasta 20 veces a EE.UU. Leyes hay, pero no se aplican, acotó el coronel. Y quizás lo que es una letanía en los cuarteles, lo reflejó claramente al criticar que los funcionarios corruptos no son sancionados, sino enrocados o enviados como agregados militares, para el servicio diplomático o como candidato a diputado o gobernador. Para él los responsables de que en Venezuela no se produzcan alimentos, es de Juan Carlos Loyo y Elías Jaua. “Berroterán ha sido el más inepto”. Y no faltó que hiciera público el malestar que hay en la FANB con el ascenso de Barroso ex presidente de Cadivi, “quien debería estar preso junto” con el grupo de civiles y militares que se lucraron con los dólares. Criticó el apoyo del ministro Osorio a la importación de alimentos, mientras los galpones en INUDE están vacíos por falta de pollos. A su juicio nada justifica que no se hayan mejorado las carreteras, las vías de penetración agrícola, que Agropatria no funcione y que el Estado siga actuando como si no tuviera 16 años en el poder. Pide que la Contraloría y la Fiscalía actúen con eficiencia y que el Presidente no hable tanto y gobierne. Considera a Maduro porque cree que tiene un entorno que debe depurar.
DETENIDO. El coronel Raga fue obligado a presentarse el martes en la Comandancia del Ejército en Fuerte Tiuna. Allí rindió declaración, donde asumió su responsabilidad lo publicado en Nesweek. De allí fue trasladado hasta la sede de la Dirección de Inteligencia Militar, donde permanece detenido. Ya se le inició el Consejo de Investigación. El problema sería determinar si Raga cometió una falta o un delito, porque si bien es cierto que los militares no podían declarar sin orden del Ministro de la Defensa, también lo es que Chávez, siendo presidente de la República, autorizó a los oficiales a pronunciarse políticamente.
HISTORIA. Raga ha sido retardado varias veces en los ascensos. Varios de sus compañeros reconocen que tiene una personalidad explosiva, “Incluso se ha caído a golpes con superiores y subalternos”. En el año 2012 insultó y golpeó a un capitán. Estuvo dos años preso. Seguramente le aplicarán el artículo 200 para darlo de baja por permanencia en el rango. En la FANB hoy la frase más común, entre los miembros de la FANB, al hablar de Raga es: “Se pasó de bocón, pero lo que dijo es la verdad, eso lo decimos la mayoría de los militares”.
BARINAS. Fue el 22 de julio 2015. Llegó al predio El retorno, en El Espinito, parroquia Dolores, municipio Rojas, el Fiscal II del Ministerio Público Wilmer Uzcátegui con funcionarios del Cicpc, a una inspección. Le dijeron al encargado Franklin Osorio que debía declarar y al dueño César Aure que había una investigación en su contra por denuncia que hiciera Javier Coromoto Gomes Abreu por Apropiación Indebida. El 4 de agosto llegó a El retorno el Fiscal de Investigaciones adscrito a la Fiscalía Superior, Ricardo Díaz con tres funcionarios de la Guardia Nacional y cinco civiles; no mostró orden de allanamiento, pero recogieron los enseres de Osorio; a su esposa y a sus dos niños los dejaron en la plaza Bolívar. El 5 de agosto Aure denuncia ante el Fiscal Superior, Alexander González Vizcaya, al Fiscal Díaz. El 7 de agosto llegan al predio los fiscales Díaz y Uzcátegui con una comisión del CICPC sub-delegación Barinas; luego de revisar la casa y galpones le dicen a Osorio que se vaya del predio, porque la próxima vez le pondrán “los ganchos”. Cuando Aure llega a su propiedad la comisión de la policía de Barinas y el hijo de Gomes Abreu le dijeron que no podía entrar por orden del Ministerio Público. Aure interpone, el 8 de agosto, Amparo Constitucional contra los Fiscales por violación del derecho a la defensa y al debido proceso. La Jueza María Camacho le da entrada al amparo tres días después, declinando la competencia al Tribunal II Agrario de Barinas. Lo peor es que el caso se ha convertido en una serie de rumores, en las que aparece el nombre de la Presidenta del Circuito Judicial Penal, de una supuesta llamada del diputado Pedro Carreño. El fiscal Díaz habría dicho que sólo cumplió órdenes del Fiscal Superior y del Vice-Fiscal General, Joel Espinoza Dávila.
REVISTA. Es la del Ministerio Público, que preside Luisa Ortega Díaz. Sus artículos dan una visión esperanzadora de la administración de justicia, a veces tan criticada. Tanto en los artículos como en las fotografías, de gran calidad, se encuentran datos, casos y referencias legales, que ayudan a comprender el deber ser del Ministerio Público. Quiero recomendarles una edición especial a la que llamaron Descubriendo a Bolívar. Ahí encontré detalles, entrevistas e historia no sólo sobre el padre de la Patria, sino todo el proceso que llevó a la exhumación de los restos de Simón Bolívar. He ahí la portada.
PASAPORTE. Es José Guevara Ocando (11.252.525). En octubre de le vence su pasaporte venezolano. Él está trabajando en España desde el año 2007. Desde el 7 de marzo trata de renovarlo, pero ni la fecha para presentarse al consulado le han dado. Si le expira el pasaporte no podrá viajar, quedando aislado hasta que tenga la renovación del pasaporte y corre el riesgo de perder el trabajo.
¿ABUSO? Ocurre con la presidencia del Círculo Militar. Denuncian concesionarios legalmente establecidos como prestatarios de servicios, algunos con contratos por 10 años. “No ha permitido sacar bienes e incluso ha cambiado cerraduras. A algunos los obligó a realizar reparaciones mayores para luego sacarlos y apoderarse de los locales”. En el expediente 14-3699 del Contencioso Administrativo de la región capital del 19 de agosto 2014, la empresa denunciante dice que en julio 2014 en la mañana se firmó a título privado la Renovación del Contrato de Arrendamiento y en la tarde del mismo día se le notificó que el contrato de arrendamiento había sido rescindido de forma unilateral y que tenía 7 días para desocupar el inmueble. El 4 de julio le impiden el acceso al local. Otro caso fue el de la dueña de la Luchería ubicada en las adyacencias de la piscina en El Laguito. Se le prohibió el acceso al local, dejando todo el inmobiliario adentro; el coronel Martínez Morillo le dijo verbalmente que no podía ingresar al local. El presidente del Círculo Militar también ha sacado al antiguo restaurant chino, la peluquería de El Laguito, cantinas, restaurantes en la parte del hotel del círculo, entre otros.
BENEDETTI. Es el más hermoso poeta del Uruguay, el que un día escribió: “A veces/ por supuesto/ usted sonríe/ y no importa lo linda/ o lo fea/ o lo vieja/ o lo joven/ lo mucho/ o lo poco/ que usted realmente sea./ Sonríe/ cual si fuese/ una revelación/ y su sonrisa anula/ todas las anteriores/ caducan al instante/ sus rostros como máscaras/ sus ojos duros/ frágiles/ como espejos en óvalo/ su boca de morder/ su mentón de capricho/ sus pómulos fragantes/ sus párpados/ sin miedo/…/ llorar/ solo llorar/ entonces su sonrisa/ si todavía existe/ se vuelve un arcoíris”.
Última Hora
-¿Será verdad que robaron la proveeduría de Transfalcón? ¿Cómo sacaron por el techo cauchos grandísimos y pesados, aceite y baterías?
-Más de un centenar de coroneles acaban de ser dados de baja de la Fuerza Armada.
-El problema de paracos y guerrilla en la frontera requiere mayor atención y menos habladera.
 
 


Sebastiana Barraez
Quién es el coronel Raga
Quinto Día. Caracas, 21 de agosto de 2015

José Domingo Blanco Mingo: ¡Pero dime algo bueno!

Atendiendo a las sugerencias de algunos lectores que se han comunicado conmigo para exhortarme a escribir cosas positivas y esperanzadoras sobre el país, decidí aceptar lo que para mí, en este momento, constituye un verdadero reto. Y comencé a buscar esas noticias o situaciones de las cuales los venezolanos pudiéramos sentirnos muy orgullosos. Debo confesarles que, en un principio, luego de someterme a un repaso mental de los acontecimientos, mis resultados no fueron nada alentadores. Y eso me alarmó. Pero, como no podía darme por vencido tan rápidamente, decidí que lo más prudente –y más objetivo- sería preguntar entre mis allegados, conocidos y amigos para que fuesen ellos y no yo, quienes dijeran las cosas que los hacen sentirse orgullosos del país y de nuestro gentilicio.
Así, con ese nuevo propósito, y la finalidad de brindarles a todos una lectura llena de optimismo, me lancé a la tarea de realizar una pequeña encuesta, para comprobar si mis “sensaciones” tenebrosas y oscuras del país eran tan solo un asunto de percepciones sesgadas, producto del Imperio Yanqui, capaz de torcer el rumbo feliz, de una nación que ocupa en ese ranking, los sitiales de honor.
Sin preámbulos ni introducciones, comencé a preguntarle a la gente que conozco, y a los que no también, cuáles cosas, en este momento, les hacen sentirse orgulloso de Venezuela. La verdad, no me sorprendieron las primeras reacciones que obtuve: caras de asombro, sorpresa, pensativas y silenciosas fue lo que abundó durante mi cuestionario improvisado y para nada apegado al método científico. La pregunta “los dejaba en el sitio”. Es más, debo confesarles que, con la mayoría de las respuestas de mis “consultados”, me entraba un fresquito al comprobar que no soy el único que siente que en el país no existe nada con lo que pudiésemos presumir ante el mundo hoy día. Me sorprendió constatar, por ejemplo, que nadie mencionó, como en otras ocasiones, los clichés de siempre. Ya ni siquiera el Miss Venezuela salió a relucir. La gente se quedaba pensando, largo rato, dándole un repaso mental a la lista de cosas, para intentar enumerar aunque fuera un buen atributo…Pero, nada. No había nada. No se les ocurría nada…No encontraban nada.
Para no darme por vencido, en mi afán de búsqueda de buenas y enaltecedoras noticias –que, estoy de acuerdo, nos hacen falta a todos– reformulaba la pregunta. Algunos, nacidos en otras naciones pero con muchos años en Venezuela, insistían que este sigue siendo el mejor país del mundo porque “además de sus paisajes hermosos, aquí reina la anarquía y todos pueden hacer lo que les da la gana”. Triste realidad, que sólo aprecian quienes vienen de cumplir en sus países de origen con las normas y leyes que los obligan a comportarse como debe ser.
Otros, después de mucho cavilar, sacaron a relucir a nuestros peloteros en las grandes ligas. Y es verdad. Esos muchachos han sabido llevar las camisetas de los Tigres de Detroit, Medias Blancas de Chicago, Cerveceros de Milwaukee, Yankees de New York y los Mets de ídem ciudad, poner el nombre de sus equipos en alto… En cada uno de esos equipos americanos hay, por lo menos, un venezolano que está destacándose…pero, allá, en el norte. En el país de Obama. En el Imperio desde donde, según Maduro, se gesta la escasez y el bachaqueo que padecemos.
La misma persona que recordó a los grandes ligas, se atrevió incluso a mencionar a Pastor Maldonado y Ruben Limardo; pero, luego, otros de los que escuchaban sus respuestas, le refutaron esas nominaciones porque afloraron las vinculaciones con el régimen de ambos deportistas y, por ende, eso les hacía perder méritos. Ni siquiera la medalla de oro de Limardo en la esgrima, lo salvó de la exclusión de la lista de “Motivos para sentirnos orgullosos de Venezuela”. "Ese muchacho va como diputado por el PSUV, y ya vemos lo que pasa cuando se mezcla deporte y política".
Pero, mí encuestado, el optimista, insistía: "quítense los lentes políticos para que vean que sí hay cosas buenas. Si no son los deportistas, piensen en los rones venezolanos. El chocolate. Esos ganan concursos internacionales y su calidad no tiene nada que envidiarle a los mejores del mundo. Piensen en El Sistema, esos músicos que en cualquier escenario que pisan, dejan el nombre del país en el alto”. Y tuve que concederle razón, aunque al rato me contó que en días pasados, un motorizado armado, lo “conminó” a entregarle el reloj… ¡Ah, esas paradojas de la venezolanidad!
Sin embargo, la respuesta más interesante la recibí de alguien que, sin titubear, me dijo: “para que puedas sentirte orgulloso del país en este momento, tienes que volverte chavista, pensar como chavista, vestirte como chavista. Entonces, solo en ese instante, comenzarás a ver cosas buenas en Venezuela. Habla con un chavista para que veas que la Venezuela de ellos no está jodida. En la Venezuela donde ellos viven, no hay escasez, ni malandros, porque están disfrutando de todo lo que este régimen les provee. Y el régimen les provee el caldo de cultivo perfecto para que la vagabundería, la flojera, la viveza, la trampa prolifere. Ya no es un asunto de que tenemos un clima maravilloso y unos paisajes perfectos. De qué nos sirve tenerlos si no podemos salir a disfrutarlos, si no es por costoso, es por el estado deplorable de las carreteras y si no es por las carreteras, es por el temor a que te maten en ellas. Este país está jodido Mingo. Y si quieres sentirte orgulloso de él, la única solución es esa: métete a chavista”.

José Domingo Blanco Mingo
¡Pero dime algo bueno!
El Nacional. Caracas, 22 de agosto de 2015

Fausto Masó: La salida sigue siendo Maiquetía, claro

Para un joven profesional su mejor decisión es embarcarse en uno de los pocos vuelos que van quedando hacía cualquier parte, donde le irá mejor que en Venezuela. En Chile, en México o en Estados Unidos, aspirará a una vivienda propia, casarse, tener hijos. En Venezuela hoy está condenado a vivir con sus padres, o precariamente. En  otro país saldrá a caminar sin temor a que lo maten. En cambio, hoy un profesional venezolano gana $ 200 o 500 mensuales, el peor salario de América Latina para una persona como él, hasta en África los ingresos de un universitario superan los de Venezuela.
A los mayores de 35 les tocan quedarse en Venezuela y luchar por un nuevo gobierno, consciente de que esto no mejorará demasiado aunque el chavismo sea derrotado en las próximas elecciones.  Esto va para largo, no hay salidas fáciles.
En el pasado en medio del militarismo surgió la ilusión democrática, en un país que estaba palúdico, lleno de enfermedades. Sobrevino la democracia y la prosperidad, hasta que inexplicablemente los venezolanos votaron por un militar. Con la muerte de Chávez el chavismo quedó sin futuro, a ratos parece que no sobrevivirá largo tiempo, pero Chávez dejó una obra, Una Venezuela arruinada. Todavía no reconocemos que Betancourt, Leoni, Caldera, Pérez, Luis Herrera, Lusinchi, fueron los mejores gobernantes que ha tenido Venezuela: crearon instituciones, aceptaron gobernar períodos limitados de tiempo, realizaron elecciones libres y honestas.
El futuro no es halagüeño. La  banca de inversión Barclays Capital en un informe reciente afirmó que por primera vez surge la posibilidad de que Pdvsa no pague sus deudas, de seguir las cosas como van. Es decir si no se toman decisiones, decisiones que agregamos no son fáciles.
Según Barclays Capital “la inacción” o la “falta de acción de las autoridades” en un escenario de bajos precios del petróleo puede llevar al país a no pagar sus deudas en el 2016.“De existir cesación de pagos la esperamos después del segundo trimestre del 2016, tanto para Pdvsa como para Venezuela”, afirmó el jefe de investigaciones económicas para América Latina de Barclays, Alejandro Grisanti en la red social Twitter.
Barclays agregó que la estatal petrolera puede cumplir con los pagos del 2015 y febrero del 2016. Es posible una recuperación de los precios del crudo y otros préstamos de China.
Ese es el futuro venezolano, negro. Una victoria de la oposición  en las elecciones de diciembre abriría una esperanza a mediano y largo plazo, porque inicialmente habría un conflicto de poderes y aunque la oposición se impusiera no sería fácil tomar las medidas que el país requiere. Algo mejorarían las cosas, pero ese profesional del que hablamos, aun así tendría más oportunidades en otro país, esa es la razón por la que no cesa la emigración de los venezolanos, un fenómeno único en nuestra historia. Esa es la verdadera herencia de Chávez, su huella fundamental en el país: la huida masiva de nuestros jóvenes.
El propio Chávez comprendió la necesidad de aumentar la producción de petróleo. No pudo hacerlo, fracasó. Hoy con una Venezuela con 125000 empleados es un monstruo sin futuro. Habría que crear otra empresa petrolera o volver a los tiempos previos e la nacionalización, invitar a volver a la Shell, la Creole, la Exxon.
¿Qué hacer?
No es fácil como decía un gran animador de la televisión, con el tiempo quizá en diez años, las cosas cambiarán, con la posibilidad siempre de que sea para peor. Por eso chavistas y oposicionistas mandan a sus hijos al exterior. Algo realmente insólito en Venezuela que en otra época recibió una valiosa inmigración y de donde nunca se marchaban los propios venezolanos. Esa, repetimos, es la verdadera obra de la revolución, el hombre nuevo que aspira a buscar trabajo en el extranjero.
Chávez detestaba la inversión, vio en los empresarios a sus enemigos, apostó a los lejanos chinos para desarrollar Venezuela, pero nunca creó condiciones para invertir en el país, al contrario alentó la fuga de capitales y la fuga de talentos.
Así nos va, catastróficamente.

Fausto Masó
La salida sigue siendo Maiquetía, claro
El Nacional. Caracas, 22 de agosto de 2015