domingo, 28 de diciembre de 2014

Carlos Raúl Hernández: Apología del tránsfuga

imageRotateSe piensa que permanecer en un grupo es fidelidad a las ideas y se supone que eso por definición es virtuoso y ético, denota templanza, integridad, etc., pero es también lo contrario. La consecuencia con los principios implica que en momentos de decisión, lo que está en juego es defenderlos y romper, o sacrificarlos a la comodidad de estar en el vientre protector de la familia religiosa o política. Las sociedades democráticas son masivamente tránsfugas, porque salvo el lecho de roca que sigue uno u otro partido, los ciudadanos se cambian en los procesos electorales. En Francia el conservador Sarcozy le ganó a la socialista Segolene Royal y posteriormente el socialista Hollande derrotó a aquél.

Y podría ocurrir que Sarcozy destronara a Hollande en las próximas, si no emerge la out sider Le Pen, por ejemplo, lo que revelaría la volatilidad del electorado. Entre los más grandes cambiazos de la historia, brillan personajes como Constantino, San Agustín, Lutero, Sieyès, Fouché, Trotsky, Churchill y muchos otros. En Venezuela, o en cualquier otro caso, es imposible ser mayoría política si no se cuenta con desprendimientos de aquellos que pertenecieron al lado contrario. El problema es que la ingenuidad les ve como pecadores pestosos, que no tienen derecho a incorporarse al círculo de la virtud por haber estado en la otra fila. La Biblia, que contiene toda la experiencia humana y la transforma en símbolos, congeló en Judas para siempre al traidor, muy bien diferenciado del tránsfuga San Pablo. Éste fue perseguidor de cristianos y dirigió lapidaciones.

El más polémico

Su dedicación a combatirlos era tal que los estrechaba por ciudades a las que huían y, de hecho, su famosa epifanía se produjo cuando iba a Damasco en esa misión. A diferencia de los demás discípulos que acompañaron a Jesús en su magisterio, convivieron con Él y fueron sus amigos, Pablo se convierte bruscamente tres años después de la crucifixión y muy a posteriori conoce a los apóstoles. Mientras éstos, analfabetas, repiten el mensaje del Maestro, Pablo, que hablaba tres o cuatro lenguas, por su cuenta crea un Cristianismo propio. Existen dudas sobre la autoría de los Evangelios, pero no sobre las docenas de cartas y documentos de Pablo donde plasma su pensamiento y que componen parte sustantiva, si no la mitad, del Nuevo Testamento (Romanos, Gálatas, Tesalonienses... ). Es un pensador polémico, implacable en el debate, que no hace concesiones en el plano teórico.

Pero al mismo tiempo es asombrosamente flexible para llegar a acuerdos políticos, pragmáticos, una mezcla terriblemente difícil en un líder. Sabía dónde quería llegar y no abandonaba el objetivo, pero estaba dispuesto a negociar y conceder para acumular fuerza o evitar una derrota. De ser judío ultraortodoxo, termina por considerar la Ley Judía una maldición, ya que ningún hombre normal podía cumplir 613 mandamientos, por lo que propone una ruptura. Por eso la Iglesia Cristiana de Jerusalén aparece involucrada con su arresto y su posterior muerte en Roma. Sus líderes habían radicalizado el movimiento que degeneró al terrorismo zelota, asesinatos contra los romanos, que condujeron luego a la invasión y destrucción de Jerusalén. Fue el más combatido de los fundadores e incluso en la actualidad. Nietzsche llega a calificarlo de "morboso chiflado" y el nazi Rosenberg de "el perverso rabino Pablo".

Otro tránsfuga necesario

Por el contrario, la visión paulina es la forma más libre de Cristianismo ("Si os conduce el Espíritu, no estás bajo la ley") y según varios pensadores, todas las revoluciones religiosas comienzan inspiradas en sus ideas. Además de su aporte intelectual, se calcula que recorrió más de 30 mil Kms. predicando la Fe. El otro gran tránsfuga es San Agustín, uno de los pensadores más importantes, no de la Iglesia, sino de la cultura occidental. Su vida personal fue desordenada pues era pendenciero, mujeriego, bebedor e incluso amante de lo ajeno. En el plano filosófico era maniqueo y profundamente anticristiano. Cuando cambia de bando San Agustín enfrenta una doctrina que era obstáculo a la tolerancia: el maniqueísmo dividía a los hombres entre buenos y malos, herencia intelectual asiática que predominó posiblemente hasta que él la desbarató conceptualmente.

Agustín razona que, el bien y el mal están dentro de cada criatura, cada ser individual, en las profundidades del alma, donde se enfrentan a cada instante. Por lo tanto, dice Agustín, todo hombre es moralmente dual, capaz del mal y del bien. No se puede ser ciego a las debilidades mortales. Su madre Mónica, hoy Santa, le inculcaba ideales religiosos, pero el padre era pagano. ¿Era su madre "buena", su padre "malo" y su hogar campo de batalla de la confrontación contra el mal? Todo hombre es virtuoso y pecador a la vez y ese es punto de partida de una civilización que se basa en la convivencia y el perdón, en la que "quien esté libre de culpa, lance la primera piedra"... "no llamo a los justos sino a los pecadores. Entendió que el pecado estaba en todos y que la Iglesia no podía vivir en la mentira absoluta.

@CarlosRaulHer

La palabra tránsfuga suena a insulto, adjetivación depredadora, aunque sea un simple sustantivo. Define simplemente al que cambia de partido, religión o tendencia y, por lo tanto, no implica una calificación de bueno o malo.
Carlos Raúl Hernández
Apología del tránsfuga
El Universal. Caracas, 28 de diciembre de 2014

Mario Szichman: El arte de desenchufarlo

 

A Rafael Ramírez lo siguen echando a patadas escaleras arriba. El ex presidente de PDVSA y ex canciller continúa recibiendo las gracias por los importantes servicios prestados mientras lo despojan de los cambures más suculentos
Hace varios años, tuvo gran popularidad una comedia titulada “Si es martes es Bélgica”. Era la historia de un grupo de turistas norteamericanos que decidían visitar Europa en uno de esos ultrarrápidos tours donde se desayuna en una ciudad, y se almuerza en otra. El guion señalaba, con toques de humor, la pesadilla del viajero moderno.
Durante algo más de la última década de su vida, entre el 2002 y el 2014, Rafael Darío Ramírez Carreño (nacido el 4 de agosto de 1963 en Pampán) un ingeniero y político venezolano, según nos informa Wikipedia, se ahorró la tragedia de dormir cada noche en una ciudad diferente. Sólidamente atornillado a PDVSA, cuya junta directiva pasó a integrar en el 2002, designado ese mismo año ministro de Energía, y presidente, a partir de 2004, de Petróleos de Venezuela, fue el miembro per seculae seculorum del gabinete de Hugo Chávez.
Debido a sus valiosos servicios prestados como arquitecto del derrumbe de PDVSA, pudo eternizarse en el cargo. Chávez falleció, pero Ramírez siguió respirando y, hasta comienzos de este año, fue el zar del petróleo venezolano, el jano bifronte que tanto en la presidencia de PDVSA como en el ministerio de Energía administraba los recursos del estado.
PDVSA es Venezuela, pues sus ingresos representan el 95 por ciento de las divisas obtenidas por exportaciones. Además, los sectores de gas natural y petróleo constituyen el 25 por ciento del producto bruto interno. (Información del portal oficial de la OPEP).
Y de repente, en el lapso de escasas semanas, Ramírez, el timonel que ha hecho navegar PDVSA por aguas procelosas donde navegan sauditas y otros piratas del golfo Pérsico; el hombre indispensable a la hora de usar las arcas del ente petrolero estatal como caja chica de cuanta fantasía se le ocurrió al comandante eterno; el piloto de tormentas encargado de dirigir las labores de extinción de incendios en cuanta refinería estallaba por los aires a raíz de la falta de mantenimiento (en la jerga chavista eso ha sido bautizado como “sabotaje”)  empieza a despertar con susto, ignorando en qué ciudad ha pernoctado.
El 2 de septiembre de 2014, amaneció con la grata nueva de que ya no era el zar del petróleo sino el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela. Bueno, al menos en ese puesto continuó siendo representante del país ante la OPEP, que el 27 de noviembre decidió no mover un dedo ante la caída en los precios del crudo, y contribuyó a acentuar la crisis económica en países como Rusia, Nigeria, Irán y Venezuela.
El 26 de diciembre, el presidente Nicolás Maduro le propinó a Ramírez otra grata novedad: si bien le quitaba el cargo de canciller, lo recompensaba con el puesto de representante permanente de Venezuela ante las Naciones Unidas. Y con el honor adicional que su asistente sería María Gabriela Chávez, hija del fallecido presidente, y embajadora alterna en la ONU.
Ramírez es un hombre de familia. Y durante su estadía en PDVSA y en el ministerio de Energía, sacó a relucir la calidad de sus miembros. Su esposa, Beatrice Sansó de Ramírez, encabeza La Estancia, el centro cultural de PDVSA. Su hermano, Baldo Sansó, fue asesor especial del ministerio de Energía; y su suegra, Hildegard Rondón de Sansó, fue asesora externa de  PDVSA, además de escribir libros para la empresa. Por cierto, la información también es de Wikipedia. Y eso demuestra una de las desventajas de cambiar de puesto a un funcionario chavista. De inmediato Wikipedia, y las organizaciones periodísticas de turno deben actualizar sus archivos y extraen esqueletos de los armarios.
CIMBRONAZOS
Maduro ha dicho, y con razón, que Ramírez es indispensable en el nuevo cargo, como lo fue indispensable en cargos anteriores, hasta que lo echaron a patadas escaleras arriba. Su designación, dijo el jefe de estado venezolano, contribuirá a fortalecer la voz de Venezuela como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. ¡
Casi nada! Según la agencia Reuters, el gobierno chavista considera que su puesto en el Consejo de Seguridad “es una posibilidad de acrecentar su perfil internacional y servir como contrapeso a la influencia global de Estados Unidos”. Teniendo en cuenta que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad son China, Francia, la Federación Rusa, Gran Bretaña y los Estados Unidos, y que Venezuela será un miembro no permanente,  junto con otros nueve miembros no permanentes: Angola, Malasia, Nueva Zelanda, España, Chile, Lituania, Chad, Nigeria y Jordania, la lucha será épica.
Ramírez puede contar de manera irrestricta con los votos de China y la Federación Rusa entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, pero es difícil que reciba el apoyo de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos. En cuanto a los miembros no permanentes, España se la tiene jurada a Maduro luego que acusó al ex presidente del gobierno José María Aznar de haber ordenado el genocidio de 1,2 millones de iraquíes durante la invasión norteamericana a la patria de Saddam Hussein.
Nueva Zelanda siempre ha estado asociada con el imperialismo occidental, ya desde la primera guerra mundial, Jordania es aliada feroz de Estados Unidos, y aunque Chile es una nación latinoamericana nunca se sabe cómo van a votar los chilenos.
Por suerte, Ramírez puede contar con la simpatía o al menos neutralidad de Angola, Malasia, Lituania, Chad, y especialmente Nigeria otra nación petrolera con graves dificultades económicas.
De acuerdo a Reuters, la posible caída en desgracia de Ramírez, uno de los hombres más poderosos de Venezuela, sería consecuencia de algunas de sus propuestas: su idea de crear una tasa de cambios unificada, y ordenar un aumento en los precios de la gasolina fueron amablemente rechazadas por Maduro y varios de sus asesores.
El otro detalle que sorprendió fue la forma en que Ramírez se enteró de su promoción/defenestración: a través de un escueto mensaje de Maduro por Twitter. El chavismo tiene su propio lenguaje de signos. Quien es mencionado por Maduro en Twitter mejor que se haga el harakiri. El penúltimo que recibió las gracias por los importantes servicios prestados a través de canales extraoficiales fue el ex ministro del Interior Miguel Rodríguez Torres.
Como se recordará, Maduro envió a Rodríguez Torres a descansar durante dos semanas, antes de asignarle importantes labores nunca especificadas y jamás concretadas.
La única incógnita es saber si Ramírez continuará ejerciendo su rol en la OPEP, o si Maduro designará a otro funcionario para librar sus homéricas batallas a fin de derrotar la hegemonía mundial de Estados Unidos. “Acepto con disciplina revolucionaria la decisión del presidente Maduro”, dijo Ramírez también por Twitter cuando recibió el último baldazo de agua fría. “Desde cualquier lugar o posición que decida la revolución, lucharé por defender nuestra patria con honestidad y firmeza”.
Y entre tanto, el rotatorio funcionario aguarda a que caiga el otro zapato, el momento en que María Gabriela Chávez lo promueva  como embajador alterno ante la ONU, y le dé las gracias por los importantes servicios prestados.
 


Mario Szichman
El arte de desenchufarlo
Tal Cual. Caracas, 28 de diciembre de 2014

Elías Pino Iturrieta: Los tumbos recientes de la oposición

La actuación de la oposición en 2014 merece los mayores reproches, si se mide con las varas de la impaciencia y del fanatismo. Los que piden soluciones para mañana lanzan centellas contra la MUD y contra sus voceros, mientras los adoradores de las salidas radicales lamentan lo que consideran como una vacilación cómplice que no lleva a ninguna parte porque mantiene las cosas en el mismo lugar. En ambos casos estamos ante críticas que no se compadecen con una realidad difícil de mudar según el capricho de los reclamantes. La realidad tiene sus bemoles.
En buena medida tales conductas obedecen a la desinformación, o a la cera que tapa las orejas. En general la MUD trata de enfrentar las circunstancias de acuerdo a como vayan ocurriendo, pero los críticos aseguran que no hace nada. No hay pormenor relacionado con los asuntos del bien común que les pase inadvertido, aún los que parecen pequeños. Sin embargo, miles de guerreros apurados o de vehementes catecúmenos juran que no es así. El cortocircuito no se puede atribuir únicamente a quienes niegan el pan y la sal a la oposición agrupada en una mesa, sino a un estéril trabajo de comunicación. Se atienden los asuntos, pero pocos se enteran. Están los que no se quieren enterar, que son legión, pero es evidente que se ha fallado en el oficio de cacarear los huevos. Está el escollo de los medios controlados por el régimen, cada vez más cicateros con la política del adversario, y el espacio cada vez más reducido que puede ofrecer la prensa independiente, pero también la debilidad de los mensajes expuestos, la inconsistencia incapaz de mantener una clientela fiel o de hacerla crecer. También el hecho de que, tal vez, mucha gente no quiera escuchar a los que habitualmente se dirigen a ella. El mensaje parece adecuado si se somete a retoques que lo hagan más vigoroso, más digno de atención, pero no parece que suceda lo mismo con quienes lo desembuchan.
Tampoco la MUD ha podido controlar los proyectos personales de algunos dirigentes desesperados por estar a la cabeza de todos los movimientos, de todas las protestas y de todos los reclamos, en un empeño de confundir las necesidades colectivas con los intereses de un individuo o de un partido. Sin negar el derecho que tienen ciertos líderes de arrimar la brasa para su sardina y de utilizar a sus banderías para el cometido, es evidente el malestar que han causado en el seno del organismo colectivo hasta el punto de ponerlo en situaciones de gran aprieto cercanas a la desintegración. El problema se ha tratado de remendar con el auxilio de los paños calientes y de los reclamos soterrados, sin lograr el retorno de las aguas a un solo cauce. Se comprende que tales protagonismos se vuelvan un escollo para las decisiones compartidas, pero tal vez quienes los mueven y los sufren en una sala de reuniones que quiere ser hermética no han calculado la desilusión que producen entre los que observan desde prudente distancia, entre miles de destinatarios cada vez más agobiados y perplejos.
Si se agrega la conducta del gobierno, negada en todo trance a cualquier diálogo y a la posibilidad de una rectificación de su lamentable administración, se ven con ojos de mayor crítica las vicisitudes de la oposición. Se considera que no hace nada para que el régimen se compadezca de Venezuela, sin pensar que, por mucho que haga, el oficialismo se mantendrá en sus trece. Se considera que conviene una arremetida cuando la debilidad del madurismo es indiscutible, sin entenderse en el método para el ataque solicitado, proponiendo insólitas aventuras o pidiendo el azar de una sola apuesta en la veleidosa ruleta.
En medio de estos desafíos estuvo la MUD en 2014, y ha sobrevivido. Nadie sabe si saldrá con bien en el año que comienza, en especial cuando debe administrar el reto de las elecciones parlamentarias después de lidiar con las estrellas fulgurantes y con los encontrados intereses que pululan en su interior, después de hacer un inventario de errores y omisiones que sea menos benévolo que el presentado aquí. En todo caso, y de acuerdo con lo que se ha tratado de describir, parece que la mayoría de sus tumbos no se han dirigido a metas equivocadas. 
 
Elías Pino Iturrieta
Los tumbos recientes de la oposición
El Nacional. Caracas, 28 de diciembre de 2014