sábado, 17 de mayo de 2014

Bárbara Lira: ¿Sabe cuánto dinero debe PDVSA?

Rafael Ramírez había declarado en agosto de 2013 que PDVSA no emitiría más deuda en dólares, “porque es una tontería”. Dijo que las emisiones serían en bolívares “porque nos resulta mucho más fácil pagar en bolívares que en dólares”. Tres meses más tarde anunció la emisión del bono PDVSA 2026 por 4.500 millones de dólares, que le iban a “permitir cumplir con nuestros compromisos hasta el final del año”. Es decir, que a pesar de que no es tan fácil pagar en dólares, PDVSA tenía unos compromisos que cumplir y necesitó endeudarse para poder cumplirlos. Una emisión de bonos –como cualquier decisión de pedir prestado- se hace cuando hay una necesidad de financiamiento, y ahora en mayo de 2014 PDVSA ha anunciado una nueva oferta privada de bonos por 5.000 millones de dólares, así que las necesidades continúan.
¿Cuánto dinero debe PDVSA? Según lo indica su propio Informe de Deuda,  PDVSA al cierre de 2013 acumulaba 43.384 millones de dólares de deuda financiera. Este monto representa aproximadamente el 51% del patrimonio de la petrolera estatal. A manera de referencia, ese monto equivale al 38% de la deuda pública de Venezuela (que, al cierre de 2013, ascendía a 115.282 millones de dólares). Otra manera de verlo en magnitud es que esa deuda equivale al doble de las reservas internacionales (que son 20.972 millones, al cierre de abril de 2014). Pero la deuda financiera no es el único compromiso que tiene PDVSA, porque además tiene entre sus pasivos otros elementos como los beneficios de los empleados y las cuentas por pagar a los proveedores. Sólo éstos últimos alcanzaron los 19.625 millones de dólares en 2013.
A estos montos se suma ahora la nueva emisión de 5.000 millones de dólares, que está dirigida a la banca pública y tiene un cupón de 6,0% y vencimientos anuales, iguales y consecutivos en los años 2022, 2023 y 2024.
¿Para qué se utilizan los fondos del endeudamiento? Según informó PDVSA, los fondos que se obtengan por esta nueva emisión de bonos serán destinados a “fines corporativos, para financiar proyectos de inversión incluyendo la inversión para el desarrollo social e integral del país”. Uno de esos “fines corporativos” que debería ser natural es que los fondos levantados se utilizaran para la inversión en aumentar la capacidad de producción de PDVSA. Sin embargo, la experiencia de los últimos años demuestra que los aumentos en el endeudamiento no se han convertido en aumentos en la producción petrolera. Entre 2006 y 2013, la deuda financiera de PDVSA se multiplicó por 15 (en 2006 era de 2.194 millones de dólares), mientras que la producción petrolera cayó 460 mil barriles diarios.
Esto lleva a la idea de que el endeudamiento se ha destinado más bien al cumplimiento de otros compromisos de PDVSA y el Estado. Una buena referencia para lo que podría, efectivamente, ser el destino de los fondos de esta nueva emisión es el uso que se le dio a lo recaudado con la emisión del bono PDVSA 2026, anunciada en noviembre de 2013 con una estructura similar. En aquel momento, PDVSA hizo la operación por 4.500 millones de dólares también con cupón de 6,0% y amortizaciones iguales y consecutivas los años 2024, 2025 y 2026. Del total de la emisión, según reporta PDVSA, 900 millones de dólares fueron adjudicados directamente al Banco Central de Venezuela, 800 millones de dólares a proveedores y contratistas para la cancelación de cuentas por pagar, 116 millones de dólares a proveedores de la Corporación CASA como aporte al desarrollo social, y el resto de los bonos los mantuvo la petrolera (hasta el cierre del 2013).
¿Cuáles son los compromisos que tiene PDVSA en 2014? Varios analistas consideran una buena parte de la nueva emisión puede destinarse al Banco Central de Venezuela (como sucedió con el bono PDVSA 2026, emitido en noviembre de 2013), específicamente para la cancelación de unas deudas acumuladas con el sector privado que alcanzan al menos 12.000 millones de dólares en divisas autorizadas para importaciones.
Más allá de eso, es claro que actualmente en Venezuela hay crecientes necesidades de divisas. Esto en gran parte se debe a los altos requerimientos de importaciones para tratar de sostener la actividad económica. Una emisión como la del Bono PDVSA 2024 puede ser utilizada para alimentar los sistemas oficiales de asignación de divisas Sicad 1 y Sicad 2 en los que, además de ofrecerse efectivo, se ofrecen bonos que son intercambiados por divisas en los mercados secundarios. De hecho, se estima que al menos 60% de la oferta de divisas en el Sicad 2 corresponde a bonos, muchos de los cuales estaban en las tesorerías de entes estatales (como es el caso del Bono PDVSA 2026).
La nueva emisión de PDVSA podría estar respondiendo, al menos en parte, a que en las últimas semanas el aumento en la demanda de divisas en Sicad 2 no ha podido ser satisfecho con la oferta disponible. Y eso ha traído como consecuencia asignaciones incompletas, solicitudes sin respuesta y, además, que los compradores hayan recurrido al mercado paralelo y esto impulsara el alza de ese tipo de cambio.
Además, en la lista de compromisos para 2014, se cuentan que en deuda externa PDVSA debe cancelar alrededor de 3.931 millones de dólares y la República 2.629 millones de dólares, y la mayor parte de los compromisos se concentran a finales del año. Es por esto que algunos estiman que pueda haber nuevas emisiones más adelante.
¿Cómo se convierten los bonos en divisas? La respuesta es sencilla: se venden en el mercado secundario. PDVSA asignará los papeles inicialmente a la Banca Pública y luego ésta podrá irlos incorporando al mercado de forma paulatina, a medida que vaya ofreciendo los papeles a través de Sicad, por ejemplo.
Un elemento más: PDVSA informó que el bono “no ha sido ni será registrado bajo la Ley de Títulos Valores de los Estados Unidos de América”, por lo que sólo puede intercambiarse bajo ciertas condiciones impuestas para la protección del público. Condiciones que incluyen ser ofrecidos solo fuera de Estados Unidos y adquiridos por inversionistas catalogados como “comprador institucional calificado”, lo cual afecta en algo la liquidez (y en consecuencia el valor) del bono. Además, tanto PDVSA como Venezuela tienen actualmente percepciones de riesgo que superan al promedio de sus pares, así que los instrumentos de deuda que emiten se intercambian a precios bajos o, en el mejor de los casos, demandan rendimientos (intereses) muy altos para ser atractivos.
En cambio, los instrumentos de otros países con fechas de vencimiento similares, como el bono México UMS-2026 o el Colombia Global-2033 por poner dos ejemplos, tienen precios en el mercado secundario de 163,5% y 157,25% respectivamente. El Bono PDVSA 2026 emitido en noviembre del año pasado tiene un precio de 59%. Es decir, por un papel de US$ 1000 en el que PDVSA se compromete a cancelar todo el capital en el año 2026 más intereses de 6% pagaderos semestralmente, los compradores en el mercado están dispuestos a dar hoy sólo 590 dólares. Por este papel de ejemplo, PDVSA tendrá que ir cancelando hasta 2026 US$ 1.000 más intereses, pero quien tiene el bono hoy, puede conseguir en efectivo (si no desea esperar hasta 2026) solo 590 dólares. En vista de que la nueva emisión se hace en condiciones similares a la de noviembre, es de esperar que PDVSA 2024 también tenga un descuento considerable.

¿Sabe cuánto dinero debe PDVSA?
Bárbara Lira
PRODAVINCI. 16 de mayo de 2014

César Batiz: Relatos de la represión


La tarde del sábado 10 ocurrió en el Tribunal 48 de Control de Caracas un hecho histórico. “Es la audiencia más grande en la historia de Venezuela que se ha realizado en un solo tribunal”, dijo ese día el director del Foro Penal de Venezuela, Alfredo Romero, al referirse al acto de presentación de 118 jóvenes detenidos en el campamento ubicado al frente de la sede del Programa de las Naciones Unidades para el Desarrollo (Pnud), el 8 de mayo. Casi ocho horas después se conoció la decisión del juez Nelson Moncada. A 108 se les aplicó medida sustitutiva con libertad y presentación cada 15 días; siete fueron privados de libertad y tres salieron a la calle tras el pago de una fianza.
Dos horas antes, en el Tribunal 2 de Control, el juez Néstor Herrera, falló que de los jóvenes capturados en la plaza Alfredo Sadel el 10 de mayo, 48 deben presentarse cada 30 días en el juzgado, tres fueron privados de la libertad, entre ellos la presidenta del Centro de Estudiantes de la Escuela de Trabajo Social, Sairam Rivas, y uno tiene que buscar quien pague una fianza.
A las 2 de la madrugada del mismo sábado, mientras funcionarios de mantenimiento limpiaban los alrededores de Altamira con agua y cepillo, el Tribunal 51 de control dictó medida sustitutiva de la libertad a 31 muchachos detenidos en Chacao, quienes deben presentarse cada 15 días ante el juez. Otros cinco jóvenes fueron enviados, con libertad plena, a rehabilitación por drogas.
Todos ellos, los que salieron a la calle o lo que se quedaron en las celdas del Sebin, forman parte de la cifra oficial de 243 jóvenes, de variopinto estilo, color de piel y procedencia social, quienes se mantuvieron más de mes y medio acampando, reducidos en zonas de dos municipios del Este de Caracas, en la continuidad de las manifestaciones en contra del presidente Nicolás Maduro, quienes fueron capturados, sin que mediara orden de detención, por la Guardia Nacional Bolivariana y la Policía Nacional Bolivariana el día 8 de mayo.
Esa madrugada mojada del jueves 8 de mayo, comandos de la Guardia Nacional Bolivariana y de la Policía Nacional Bolivariana llegaron para detener a los jóvenes, destruir los campamentos y llevarse pertenencias de los muchachos. El relato recogido por El Nacional, señala que los efectivos militares emboscaron a los muchachos que dormían. Con navajas rompieron la tela de las carpas y, como si se tratara de animales de caza en el resguardo de la espesura del sueño, sacaron a los manifestantes a rastra hasta autobuses de transporte público, en los cuales los trasladaron Comando Regional N° 5.
Horas más tarde, la fiscal superior de Caracas, Marisela Lucena, reconocería que el Ministerio Público no recibió una notificación a tiempo para practicar el procedimiento efectuado contra los campamentos, donde de acuerdo con el ministro de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, se hallaron dos pistolas, dos escopetines, lacrimógenas, molotov, dinero en moneda extranjera y hasta porciones de drogas. Además, señaló el funcionario al diario Últimas Noticias, vecinos y trabajadores de los sectores donde estaban los campamentos denunciaron que había molestia y angustia por lo que allí ocurría.
“Son detenciones arbitrarias sin que medie ninguna orden de allanamiento o aprehensión”, destaca la presidenta de Fundeci, Elenis Rodríguez, quien compara la situación del jueves 8 con lo que sucedió este sábado 10 en un edificio de Los Palos Grandes, donde todos los apartamentos fueron allanados sin cumplir con los trámites legales, en búsqueda del responsable del asesinato del oficial de la PNB, Jorge Colina.
Rodríguez considera que tras la decisión de la Sala Constitucional del 24 de abril de este año, la cual regula el derecho a la protesta, se incrementó la represión y las arbitrariedades de las autoridades nacionales, por lo que alerta: “Ninguno estamos exentos de esta cacería de bruja”.
Castigos ejemplares. Este lunes 12 de mayo se cumplieron tres meses del punto más álgido de esta reciente historia de protestas que comenzó el 4 de febrero de este año. El 12 de febrero en Candelaria, cerca de la sede de la Fiscalía General de la República, fueron asesinados en circunstancias muy parecidas, con certeros tiros en la cabeza, pero no esclarecidas del todo, el dirigente de colectivos del 23 de Enero, Juancho Montoya, y el joven Bassil Da Costa, iniciando un proceso que hasta el domingo 11, acumula un saldo de más de 2.869 detenciones, 165 de privados de libertad (cifras del Foro Penal), cerca de 600 heridos y 42 muertos.
Para el coordinador de Investigación de Provea, Rafael Uzcátegui, tras tres meses de iniciados los eventos de calle, “el Gobierno quiere dar castigos ejemplares a las protestas por razones políticas para impedir el previsible incremento de las manifestaciones por razones sociales, debido al impacto negativo para la población de la aplicación de medidas económicas”.
El viernes 9, el director de Provea, Marino Alvarado, en una entrevista en Televen, destacó que la detención de los 243 jóvenes en los tres campamentos de Baruta y Chacao, demuestra que el Gobierno maneja muy antidemocrática la crisis del país, “echando gasolina al fuego de las protestas”, las cuales a su juicio no se detendrán.
Uzcátegui coincide con Alvarado. Precisa que tras la represión, “quizás algunos de los mecanismos que conocemos actualmente, como las escampadas, desaparecerán, pero surgirán otros”. Para el coordinador de investigación de Provea, la clave radica en que el Gobierno intenta que la protesta política y social no coincidan en el terreno. Pero advierte que la gente se está despolarizando y uniéndose en los problemas que les son comunes.
“Nosotros nos hemos acercado a reuniones de lado y lado, del Este y Oeste, y nos ha sorprendido el nivel de análisis de la gente sencilla, algo que no vimos en 2002, por ejemplo. Quizás la gente no comparta algunas estrategias de protestas como la guarimba, pero salvo una que otra opinión, coinciden en que sobran las razones para protestar. En las bases del chavismo repiten: ‘Soy chavista, pero no madurista´. Allí hay un nivel de descontento que es importante reconocer”, afirma Uzcátegui.
De acuerdo con un estudio efectuado por la firma Croes, Gutiérrez & Asociados, en abril de este año, que incluye la realización de 1.200 encuestas en zona rural y urbana del país, 61,3% de los entrevistados considera que sí ha habido violación de los derechos humanos en las protestas. Sin embargo, si se divide por simpatía política, da otra lectura. 62% de los chavistas niegan que eso haya ocurrido, contrario a 65,4% de los autodefinidos como neutrales y 87% de los opositores que sí ven violación de los derechos humanos. El estudio de campo fue contratado a la empresa Ivad

El muchacho que caminó sobre la policía. Hacía 73 días de aquel episodio. El muchacho con suéter blanco, jean y morral blanco y negro se acercó al piquete policial apostado el 12 de febrero en las cercanías de la Fiscalía General de la República en Parque Carabobo. En un momento el joven andaba, como si de una caminata lunar se tratara, haciendo equilibrio sobre los escudos de los funcionarios de la brigada de orden público de la Policía Nacional Bolivariana (PNB). En otro instante se encontraba en el suelo, sometido por los efectivos. Luego, la imagen del programa Zurda Konducta de Venezolana de Televisión, lo muestra cuando era entregado a una señora que dijo ser su mamá, aunque su verdadera madre estuviera a más de seis horas de viaje de ese lugar. En aquel instante se pensó que era un infiltrado.
Su nombre: Douglas Edoardo Morillo Bonive, de 22 años, estudiante del octavo semestre de Comunicación Social en la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA), dirigente estudiantil y militante del partido Un Nuevo Tiempo.
73 días después de aquel episodio, la tarde del sábado 26 de abril, un videoaficionado capta cuando dos polinacionales se llevan a quien se identifica como Douglas Morillo en una moto. Iba sin camisa, en jean y con guantes en las manos. Desde entonces pasó por una celda de la PNB en Catia y de allí a la sede de Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en Plaza Venezuela, donde se encuentra tras ser  imputado por los delitos de asociación para delinquir, instigación pública y tenencia de artefactos explosivos.
Douglyana Morillo, hermana del apresado, contó al diario Tal Cual que el lunes 28 de abril lo llevaron al juzgado, donde afirma se realizó un “juicio amañado”, en el cual el Ministerio Público, representado por la fiscal Nereida Correa, debía consignar pruebas, cosas que “nunca sucedió”. Pero ese mismo  día se elaboró una nueva boleta de detención con los mismos cargos.
La jueza Carrillo había ordenado recluir al estudiante en la cárcel de Coro, pero dos días después se presentó nuevamente en el tribunal y, tras escuchar a las partes, decidió atender la solicitud del Foro Penal y dejarlo en la sede de Sebin, donde debe esperar el transcurso de los 45 días que tiene la Fiscalía para realizar la investigación y proceder a la acusación, según contó Douglyana Morillo en su cuenta Twitter.
En un momento dado se corrió la versión, sustentada en un tuiter del director del Foro Penal,  Alfredo Romero, de que Morillo había sido enviado a Tocuyito, pero no fue así, a diferencia de otros grupos de jóvenes capturados también que sí fueron encarcelados en prisiones donde se encuentran delincuentes comunes, como Yare y la cárcel de mujeres Inof, en Los Teques.
El presidente de la Fundación Un Mundo Sin Mordaza, Rodrigo Diaminti, contó el sábado a través de su Twitter, que hasta el viernes compartió celda con Morillo y Rosmit Mantilla. “Ahí me contaron todas las injusticias que han vivido”, señaló el ya liberado dirigente de la organización de derechos humanos. La familia de Morillo dice que para los órganos de seguridad el joven encarcelado es un trofeo.
Tratos crueles y tortura. En un informe elaborado por el diputado Miguel Pizarro, se recogen testimonios de torturas y malos tratos de jóvenes apresados. Señala el diputado que la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, informa que el Ministerio Público ha recibido 145 denuncias por presuntas violaciones de los derechos humanos.
La mayoría de los autores de los malos tratos son funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana. Ocurren en el momento de la captura de los manifestantes o cuando los llevan a prisión. En muchos casos, la violencia provoca heridas y los manifestantes son trasladados hacia centros de salud para luego continuar detenidos. Resulta frecuente la tortura psicológica, las acusaciones de siembra de evidencias y de pérdida de las pertenencias de los ciudadanos.
“Fui golpeado brutalmente (patadas en el cuello, golpes en las costillas, golpeado con el casco del guardia y luego apuntado con una escopeta en mi cabeza) mientras me decía “Caprilito, Caprilito aquí está tu libertad”, contó Ariel Abreu, estudiante zuliano, residente del sector La Paragua de Maracaibo.
Con el paso de los días, nuevos casos se suman a los relatos que componen la sinfonía de denuncias sobre la represión de las autoridades venezolanas a la protesta, un acto continuo que se inició el mismo día de gloria del chavismo, el 4 de febrero, pero que, por ahora, no marca fecha de vencimiento.
 
Relatos de la represión
César Batiz
PRODAVINCI. Caracas 13 de mayo de 2014

El Nuevo Herald: Venezuela entre la farsa y el atropello

La subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, dijo este miércoles que se había confundido al afirmar que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de Venezuela había pedido a Estados Unidos que no impusiera sanciones a los funcionarios chavistas para dar tiempo a que el diálogo con el gobierno tuviera resultados. La organización opositora siempre negó haber hecho esa petición a Washington.
Ahora la MUD suspendió las reuniones que estaban previstas para los pasados lunes y martes. La decisión fue una respuesta a la represión del régimen de Nicolás Maduro, que recientemente desalojó cuatro campamentos que los manifestantes pacíficos habían montado en distintos puntos de Caracas, y encarceló a más opositores.
Este paso no significa el fin de las conversaciones con el gobierno. Pero la MUD parece haberse dado cuenta de que Maduro ha estado utilizando el diálogo simplemente como un instrumento para mejorar su imagen y quedar bien con los gobiernos sudamericanos que le pidieron que escuchara a la oposición. Y también como una cortina de humo para tratar de ocultar la represión contra las protestas.
La coalición opositora piensa que la actitud del gobierno es una burla. Al fin la MUD ha abierto los ojos a la realidad: el régimen venezolano no está interesado en escuchar seriamente a la oposición, sino solamente en seguir habitando el Palacio de Miraflores.
Entretanto, la crisis se agrava con el hecho de que a muchos opositores detenidos los están encerrando en las tristemente célebres prisiones para delincuentes comunes. Esos presidios están llenos de criminales endurecidos, y en muchos centros penitenciarios la verdadera autoridad la ejercen bandas de hampones con poder de vida y muerte sobre la población penal.
El régimen ha enviado a muchos detenidos a estas prisiones, y en varios casos ha colocado a los opositores presos en cárceles lejos de su lugar de residencia, para dificultar las visitas familiares. Es una medida punitiva copiada de los métodos de represión en Cuba.
Maduro está empleando dos estrategias para conservar el poder: la farsa de las conversaciones con la oposición por una parte, y el atropello contra los manifestantes pacíficos por la otra. Pero la arbitrariedad tiene un costo: su índice de popularidad ha caído en picada. Es hora de que Estados Unidos y la comunidad internacional den pasos firmes e impongan sanciones para castigar los abusos del gobierno en Venezuela, y conseguir que el régimen dialogue en serio con la cada vez más creciente oposición.

Venezuela entre la farsa y el atropello
Editorial de El Nuevo Herald
Miami, 16 de mayo de 2014

Ediaorial
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Francisco Olivares: ¡Nicolás, pregúntale a Correa!

Nicolás Maduro debería preguntarle al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, cómo conciliar el socialismo del siglo XXI que le legó su padre ideológico, con el bienestar económico del que disfruta Ecuador, a pesar de profesar y alinearse al pensamiento socialista. ¿Por qué a ti si te funciona, Rafa? Debería sentarse un día de estos Maduro con Correa y llevar a sus más destacados ministros de la economía para que su aliado ideológico les dé las claves de cómo conducir un país.

El pasado miércoles, así como de ladito, Rafael Correa le dijo a Maduro: "En Venezuela se han cometido errores económicos", aclarando que es su punto de vista y que lo hacía "con mucho respeto".

Ecuador ha sido un destino muy buscado por funcionarios y chavistas de bases que, aprovechando los planes vacacionales y paquetes que ofrece Conviasa, visitan la capital de ese país aliado. Algunos con la intención de "raspar" sus tarjetitas y otros para evitar ser vistos en el imperio.

Lo cierto es que cuando pasan por Quito quedan maravillados al encontrar una ciudad ordenada, limpia, en la que se pueden caminar hasta las dos de la madrugada, en donde el dólar circula libremente y el auge económico se observa en cada esquina. No pueden creer que un país del socialismo del siglo XXI funcione. "Ahora sí creo en el socialismo", afirman algunos limitando un tanto la euforia.

¿Por qué Correa se atrevió a hacer tal señalamiento, aún a riesgo de perder los beneficios que le reporta ser exportador de comida hacia Venezuela? Muchos nos preguntamos. Correa, a pesar de ser un mandatario que ha restringido libertades y se ha convertido en una figura hegemónica, ha respetado las leyes económicas.

Y es así que una de las preguntas que debería hacerle Maduro es cómo logró que la inflación en su país sea de 0,30% para el mes de abril.

Correa también lanzó una pregunta temeraria: "Venezuela era la Arabia Saudita del mundo ¿A dónde se fue ese dinero? Desde luego nadie le responderá.

Pero solo tendríamos que mirar cómo viven los magnates del "proceso" rodeados de escoltas y privilegios; el despilfarro en propaganda; los millonarios recursos destinados a la FANB, instrumento de represión contra el descontento; y la extendida corrupción que eliminó a casi todas las empresas nacionales para adquirir del exterior todo lo que requiere el país.

Sobre este último punto nos dice la Unión Empresarial del Comercio del Zulia, con cifras tomadas del INE, que 490.192 empresas han desaparecido en 15 años.

Señores de la cúpula, antes de que el país termine de hundirse, pregúntele a Correa.

Twitter: folivares10




¡Nicolás, pregúntale a Correa!
Francisco Olivares
El Universal. Caracas, 17 de mayo de 2014

Fernando Luis Egaña: Cuando Venezuela era Venezuela

“Cuando Caracas era Caracas”, escribió recién Rafael Poleo, al encabezar uno de sus polémicos “Corto y profundo”. Y agregaría al veterano editor: “Cuando Venezuela era Venezuela”, para expresar algunas ideas sobre ese país de posibilidades que se ha hecho tan inasible.
¿Estamos condenados a que la Venezuela del presente sea la Venezuela del futuro? No lo creo. Y por una razón de pura lógica. Hubo tiempos en que se logró formar un país mejor que el actual. Y aunque ese país fue dejando de ser para transmutarse en el de ahora, la experiencia demuestra que fue posible un progreso sustantivo, aunque también seguido de un deterioro sostenido.
Por eso muchas veces, muchos venezolanos tenemos la impresión de que este no es el país que tanta merecida consideración –y envidia– llegó a despertar en América Latina y más allá. El país inclusivo y hospitalario para con el inmigrante y el extranjero. El país festivo y ganado para la convivencia de su gente. El país que poco a poco fue construyéndose y que sabía permanecer abierto y dinámico, a pesar de las adversidades y de las muchas crisis. No un país idílico, claro que no, lejos de eso. Pero sí un país donde se podía vivir con la mirada en el futuro.
¿Dónde está ese país? No es fácil encontrarlo en el de los 25.000 asesinatos al año. O en el de la represión y el terrorismo del Estado. O en el que ha sido saqueado por comandos político-militares que han contado con reconocido apoyo popular. O en el país cuya cultura democrática es pisoteada sin descanso por una hegemonía despótica y corrupta. O en el país donde los jóvenes quieren irse para buscar un destino de provecho. Este país que tenemos en el presente es una caricatura menguada de sí mismo. Una fotografía real pero ripiosa y vencida por el descuido.
No es el propósito de estas líneas entrar en los porqués. Bien sabemos que las naciones tienen épocas de ascenso, de estancamiento, de caída y hasta de ruina. Y la época que padece Venezuela debe estar por los lados de la caída destructiva, por la sencilla razón de que ya nuestro país está dejando de ofrecer una vida humana a su población. Lo que se reparte es violencia, es odio político, es penuria económica, es resignación social, y todo eso deshumaniza, le quita humanidad a la vida personal, familiar y social. Todo eso acaba con la calidad y dignidad humana de una nación.
En esta Venezuela la gente sobrevive llena de temor. Las noches parecen desiertos y casi todo el mundo anda apurado para guarecerse temprano. Y repito casi, porque hay miles de bandas armadas que imponen su fuerza de muerte y se despliegan soberanas al amparo doloso y negligente del poder. Un poder que se ufana de su mandonería, de su continuismo, y de su control arbitrario de los recursos nacionales en nombre de ideologías oxidadas y propagandas fraudulentas.
Un poder que desprecia la democracia, a pesar de que utiliza sus ropajes para disfrazar su naturaleza despótica. Un poder al servicio de factores foráneos, como los hermanos Castro de Cuba, o las necesidades petrolíferas de China, que tienen nuestro potencial energético subordinado a sus intereses. Un poder que ha malbaratado la más auspiciosa posibilidad de desarrollo que haya contado Venezuela en toda su historia. La proporcionada por la prolongada bonanza petrolera mundial del siglo XXI.
Todo esto debe y puede cambiar. No para restaurar etapas o períodos que pertenecen a la historia, sino para desarrollar un país posible y promisorio para su pueblo. Y eso no se inventa del aire ni se crea de la nada. Necesita fundamentos. Por todo ello es que para pensar en un futuro afirmativo y sobre todo para construirlo, en necesario ponderar sin nostalgia y sin desprecio los tiempos de cuando Venezuela era Venezuela.

Cuando Venezuela era Venezuela
Fernando Luis Egaña
El Nacional. Caracas, 17 de mayo de 2014

Rafael Poleo: Pero... ¿Quién manda?


Pero...¿Quién manda?
Rafael Poleo
El Nuevo País. Caracas, 17 de mayo de 2014 (Blog Pedro Mogna)

Arnaldo Esté: El fraude lento

Temas para el diálogo
La crisis está en la vía de convertirse en crisis general, en cuanto que en ella convergen, como condimentos detonantes, las crisis sectoriales en lo económico, social, político, institucional… A estas se agregan los cuestionamientos de la legitimidad del gobierno y los procesos electorales.
Los reclamos electorales han estado centrados en el número de votos finalmente colocados en las urnas. En general, en esto no estuvo el fraude. El fraude fue lento y mantenido, con plena conciencia y complicidad de la mayoría del CNE. Ese fraude se puede repetir. Veamos algunos términos que no agotan el tema:
Ventajista: “Adj. y com.  Aprovechado (persona) sin escrúpulos que intenta obtener ventaja ilícita en cualquier situación: hay que ser un poco ventajista para llegar tan alto”. http://www.wordreference.com/definicion/ventajista.
“El CNE debe ponerse los pantalones y hacer cumplir la Constitución, dice el rector Vicente Díaz. Advierte que las cadenas de Chávez deben regularse así como castigar la participación del canal del Estado y las empresas como Cantv y Pdvsa, en la campaña electoral”. www.quintodia.net/seccion/entrevista/2808/confesiones-de-vicente-d-az/
“La competitividad democrática en Venezuela está afectada por el ventajismo institucional en los procesos comiciales. Esta es una de las conclusiones que sobre el caso venezolano se aborda en el libro Campañas electorales, ventajismo y reelección presidencial en América Latina, presentado por el Centro Carter”. http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad/politica/centro-carter-advierte-sobre-el-ventajismo-en-comi.aspx
Editorial Alfa y el Centro Carter
“Cadenómetro indica ventajismo en medios del Estado
Campaña mediática de Nicolás Maduro antes de la campaña:
•        130 horas de Nicolás Maduro en cadena nacional.
•        156 transmisiones.
•        30 minutos cada día (promedio).
Campaña mediática de Nicolás Maduro en época electoral:
•        9 horas de Nicolás Maduro en cadena nacional.
•        9 transmisiones.
•        49 minutos cada día (promedio).
Ventajismo electoral en VTV antes de la campaña:
•        259 horas de Nicolás Maduro en VTV, canal del Estado.
•        169 transmisiones.
•        1 hora y 33 minutos cada día (promedio).
Ventajismo electoral en VTV en época electoral:
•        28 horas de Nicolás Maduro en VTV, canal del Estado.
•        16 transmisiones.
•        1 hora y 48 minutos cada día (promedio).
monitoreociudadano.org/cadenometro/

Proselitismo: “Muchas colectividades religiosas tienen como premisa la conversión de las personas a su doctrina, bajo la creencia de que su fe es aquella que respeta los mandatos de Dios.” http://definicion.de/proselitismo/#ixzz31bd2Y0PN
“Según viceministra eliminarán proselitismo político de textos escolares-oficiales…”. http://www.noticierodigital.com/2014/05/

Clientelismo: “El clientelismo político es un intercambio extraoficial de favores, en el cual los titulares de cargos políticos regulan la concesión de prestaciones, obtenidas a través de su función pública o de contactos relacionados con ella, a cambio de apoyo electoral”. es.wikipedia.org/wiki/Clientelismo político
“El clientelismo político es la consecuencia de la utilización de las relaciones de clientela en el marco de la política… La corrupción es el término que más se relaciona con el clientelismo político, incluso identificándolos”. http://www.icps.cat/archivos/WorkingPapers/wp206.pdf

Compra de conciencia: “La relación entre las personas (del gobierno con los electores) adopta el carácter de una cosa, y, por lo tanto, adquiere una ‘objetividad fantasmal” György Lukács http://www.uca.edu.sv/revistarealidad/archivo/4c6    019cc039072.reificacion.pdf

El gobierno sabe, sobre todo sus sectores más informados, que esta crisis está en curso, que el juego electoral lo llevó a los extremos de moverse en el filo de la navaja y que los errores no son simplemente errores, sino sus características constitutivas.
Hay que recordar que Venezuela está en el vértice de muchos intereses y vigilancias. Todas las naciones que tienen intereses aquí los acompañan con custodios y policías. Ni Cuba –quien los tiene, y muchos– ni Estados Unidos escapan de esas necesidades.
Es nuestra tarea no solo salir de la crisis, sino también preservar nuestra soberanía. Ese es el sentido del diálogo.

El fraude lento
Arnaldo Esté: El fraude lento
El Nacional. Caracas, 17 de mayo de 2014

Fausto Masó: Tiempos de desastre...

El mundo se encoge para la Venezuela chavista: Correa marca distancias, recalca su éxito económico en Ecuador en comparación con la ruina venezolana, sigue apoyando aparentemente a Maduro, pero señala el desastre de un país petrolero; Pepe Mujica y Obama se reúnen amigablemente en la Casa Blanca, al presidente norteamericano no le asusta el izquierdismo del uruguayo ni le hace caso a las declaraciones de Caracas.
Se ocultan nuevas estadísticas oficiales que muestran un aumento pasmoso de la pobreza en estos meses, el gobierno sepulta esa información que de todas maneras se divulga por los caminos verdes. Al gobierno solo le queda una respuesta frente a un país enguerrillado: una represión mayor, aplastar la protesta, a pesar de que la MUD señalara frente a los cancilleres de Unasur la brutalidad policial como una de las razones para abandonar la mesa del diálogo. El gobierno confía en su única arma verdadera, una brutalidad apenas disfrazada por supuestos paramilitares que agreden locales oficiales, lanzan piedras contra negocios particulares, buscan intimidar y acusar a los estudiantes de la violencia, pero ¿quién creerá que a Los Palos Grandes lleguen 12 encapuchados sin protección oficial? Nos esperan tiempos duros, y solo queda una respuesta, la unidad total de la oposición. Una unidad que abarque desde los partidos políticos a los grupos civiles, los estudiantes, todos los que protestan, pero ¿cómo estructurar esta nueva oposición? ¿Cómo organizarla? Quizá la respuesta sea lograr que todo el país opositor coincida en unas demandas mínimas de esa unidad sin fisuras, donde cada movimiento posea vida propia, se exprese como quiera, pero coincida en la gran exigencia, en la gran propuesta.
Con cierta precipitación Nicolás Maduro pone las cartas en la mesa: reemplazará la habilidad del extinto presidente con represión abierta; frente al desabastecimiento, la crisis, cuenta con la Guardia Nacional Bolivariana. Por ahí van los tiros y le plantean al país una pregunta: qué hacer, porque, además, están desapareciendo los medios independientes; la oportunidad de la protesta disminuye.
Por ahora no hay intención de llegar a un acuerdo. Las protestas no terminarán ni tampoco la represión. Al contrario, aumentarán, porque si uno examina los rostros de los muchachos que llevan detenidos comprueba que muchos de ellos provienen de barrios humildes, en los que ya son frecuentes los cacerolazos y en los que no falta mucho para que ocurran protestas mayores.
En el chavismo hay quienes quieren radicalizar al gobierno, defienden la necesidad de aumentar las expropiaciones, encarcelar a los líderes de oposición, consideran que liberar a Simonovis en una traición; hay otros, quizá la mayoría, que comprenden la necesidad de un cambio de política, de poner a producir las fincas expropiadas, pero al salir la noticia en la prensa de que se están devolviendo algunas a sus propietarios, inmediatamente hubo una reacción del sector afirmando que las fincas expropiadas por Chávez seguirán en manos del “pueblo”, a pesar de que haya una conciencia cada vez mayor del desastre de la CVG, las plantas cementeras, de la necesidad de que Agropatria sea tan eficiente como era Agroisleña.
El tiempo juega en contra de Maduro que no entiende lo que ocurre, ni impone su autoridad, pero lo está ayudando, y mucho, la falta de unidad en la oposición.
Hay que insistir machaconamente en el tema de la unidad, porque no hay otra respuesta frente al desastre nacional.
Unidad, diálogo y calle son las armas de la democracia en esta Venezuela trágica donde la miseria, la enfermedad, la violencia criminal avanzan, miles de profesionales emigran al extranjero y nos quedamos sin médicos, ingenieros jóvenes. Maduro carece de respuesta frente a este drama, lo ignora y el país se vuelve ingobernable, a menos que surja una gran unidad a favor del ideal democrático, como ocurrió después del gomecismo, cuando todos los venezolanos rechazaron el militarismo y se expresaron políticamente a través de grandes partidos.

Tiempos de desastre...
Fausto Masó
El Nacional. Caracas, 17 de mayo de 2014