lunes, 29 de junio de 2015

Rafael Poleo: Absurda coincidencia

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Rafael Poleo
Absurda coincidencia
El Nuevo País. Caracas, 29 de junio de 2015 (Blog Pedro Mogna)

María Teresa Romero: ¿A que se deben los viajes internacionales de Diosdado Cabello?

Muchos dentro y fuera de Venezuela aseguran que Diosdado Cabello es el hombre que tiene el control de los militares, y que entre él y el presidente Nicolás Maduro desde hace años existe una pugna política y personal. Nunca ha habido prueba fehaciente de ello. Pero aunque así sea, entre estos dos herederos políticos del fallecido Hugo Chávez se ha venido forjando una alianza táctica de sobrevivencia.
En medio de las terribles condiciones socioeconómicas en que vive Venezuela y también de las situaciones nada fáciles que ellos enfrentan –Maduro una imparable baja de autoridad y popularidad; Cabello una desconfianza y desprestigio nacional e internacional sin precedentes- , ambos supuestos “enemigos revolucionarios” se necesitan mutuamente.
Esto explica que el pasado 15 de marzo en el marco de la llamada “Marcha por la Paz y la Vida y en apoyo a FAN” que sirvió de homenaje en el primer aniversario de la muerte de Hugo Chávez, Nicolás Maduro propusiera la creación de una comisión de alto nivel presidida por el presidente de la Asamblea Nacional y primer vicepresidente del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, para tratar la relación bilateral con Estados Unidos con base en la paz y el respeto de la soberanía nacional.
No parece casual que esa comisión fuera nombrada apenas seis días después que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, endureciera su posición ante Venezuela y, mediante orden ejecutiva, sancionara a cinco militares y una fiscal venezolana por presuntas violaciones a los derechos humanos. Al tiempo que declaraba la situación de Venezuela como amenaza extraordinaria e inusual a la seguridad nacional y a política de los Estados Unidos.
Que se conozca públicamente, la primera misión internacional de Cabello fue la visita que hizo a Brasil el 10 de junio, junto a una amplia delegación ministerial encabezada por los ministros de Economía y Finanzas, de Industrias Básicas y Minería, y por el presidente de la Corporación Venezolana de Comercio Exterior (Corpovex). Allí llamó la atención que sólo se reuniera -y en dos ocasiones- con el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, además de industriales brasileños. En su cuenta Twitter, Cabello señaló que iba a Brasil “por instrucciones” del presidente Nicolás Maduro con el fin de “impulsar las alianzas estratégicas” con Brasil” .
Luego, vino el viaje a Haití donde, en compañía de la canciller venezolana Delcy Rodríguez, se reunió con el también enviado especial pero del gobierno de los Estados Unidos, Thomas Shannon. Desde el punto de vista del gobierno venezolano, esa reunión oficial entre enviados especiales se dio “para seguir canalizando por las vías diplomáticas la regularización de relaciones con Estados Unidos, con el presidente Obama, porque nosotros creemos en la diplomacia de paz, en la diplomacia del respeto, en la diplomacia que apunte donde nos reconozcamos todos” (Ver noticia)
Se trató de una misión muy publicitada por el gobierno chavista que produjo sorpresa, y fuertes críticas tanto en Venezuela como en los EE.UU. Hasta algunos representantes del Congreso estadounidense confesaron que ni la Cámara de Representantes ni la del Senado estaba al tanto de la reunión Shannon-Cabello. Entonces, la gente se empezó a preguntar por qué el enviado de Maduro era precisamente Cabello, un hombre sometido a juicio con cargos de gravedad en los Estados Unidos.
Apenas dos semanas antes de la cita en Haití, salía a la luz pública nacional e internacional nuevos indicios que vinculaban a Cabello con la jefatura del llamado “Cartel de los Soles”, grupo élite de la Fuerza Armada Bolivariana insertos en el negocio del narcotráfico. El diario norteamericano The Wall Street Journal aseguró el 19 de mayo que Diosdado era el blanco principal de investigaciones por tráfico de drogas y lavado de dinero que realizan fiscales federales y la agencia antinarcóticos DEA de los EE.UU, según una fuente confidencial del Departamento de Justicia de ese país.
Y tras sus sorpresivos viajes a Brasil y Haití, a finales de junio Diosdado Cabello visitó Cuba donde se reunió con los hermanos Raúl y Fidel Castro. Este nuevo viaje causó aún más estupor ya que hasta ahora se suponía que el presidente de la Asambea Nacional y vicepresidente del PSUV no tenía buenas relaciones con el castrocomunismo y era de los militares chavistas que siempre habían rechazado la intervención cubana en los asuntos internos de Venezuela. De hecho, ha viajado muy poco a Cuba, al menos públicamente.
Sin embargo, el propio Cabello anunció en su cuenta twitter que encontrarse con Fidel Castro había sido “una experiencia extraordinaria, es fuente viva de sabiduría, de nobleza, de amistad eterna”. Además, ante la prensa cubana e internacional calificó de “amplio y fructífero” el encuentro con Raúl Castro donde hablaron sobre el “excelente estado de las relaciones bilaterales y su desarrollo ascendente” (Ver noticia)
¿A qué se debe esta especie de internacionalización en la que anda Cabello, supuestamente por orden de Maduro?. No creo que sea tan simple como que se está preparando para ser el próximo canciller del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI que parece más bien del siglo XIX. Hay otras explicaciones más probables. Por ejemplo, la que indica que el gobierno de Nicolás Maduro le esté tratando de “lavar la cara” internacionalmente -lo cual favorecería su imagen y estabilidad- debido a su creciente preocupación por el rechazo que Diosdado Cabello ha generado dentro y fuera de Venezuela, así como ante la posibilidad de que se ejerzan acusaciones firmes como narcotraficante en su contra. Sin duda, si este es el caso, el régimen cubano también está en la jugada.



María Teresa Romero
¿A que se deben los viajes internacionales de Diosdado Cabello?
Infolatam. Miami, 29 de junio de 2015

Claudio Nazoa: Allá nadie nos quiere

He visto con dolor a muchos venezolanos que, ilusionados y creyendo en pajaritos preñados, se fueron a otras tierras, y ahora están pasando muchísimo trabajo, paradójicamente por no tener trabajo, ni cariño, ni tierra, ni un café con una arepa obsequiada por un amigo.
Comprendo y comparto la desesperación y el dolor de los venezolanos que presencian cómo, día a día, se destruye nuestro país. Pareciera que hay un gigante loco que, con un martillote y en compañía de un ejército de enanos ciegos, sordos, aduladores y enfurecidos, acaba con todo. Esos enanos están a punto de ser pisados por ese gigante loco.
Vamos a sincerarnos. Los venezolanos queremos vivir en paz. Los venezolanos queremos trabajar e invertir aquí, en nuestra tierra, sin miedo, sintiéndonos seguros y felices. Los venezolanos no merecemos ser humillados con racionamiento, escasez y colas interminables. Los venezolanos tenemos derecho de trabajar en el gobierno sin tener que ser eunucos que no pueden expresarse por temor a que los boten.

Queremos sentirnos orgullosos de nuestro trabajo en la petrolera o en un ministerio. Queremos contribuir con el progreso del país, a pesar de que el presidente no nos guste. Queremos trabajar con dignidad y sentirnos respetados, como lo sentí durante 17 años cuando trabajé en el Consejo Venezolano del Niño, en el Ministerio de la Juventud y, junto a la gran Alicia Pietri, en el Museo de los Niños. En estas instituciones no importaba si yo era adeco, copeyano o comunista.
Lamento, profundamente, que estemos gobernados por los derechafascistacomunista que tenemos. Yo, como muchos, soñaba con una sociedad justa. ¡Qué ironía! Pensaba que algún día Venezuela sería gobernada por un hombre preparado, bueno y honesto… Aún lo sueño.
Retomando el tema. No se vuelvan locos. No es que yo piense que no deban probar suerte quienes creen que deben irse, pero sean sensatos. Piensen bien la vaina. En Venezuela, a pesar de todo lo malo, uno nunca está mal, siempre alguien nos quiere y nos tiende la mano.
No crean los cuentos de: “Yo tengo una tía que me dijo que me fuera y que puedo llegar a su casa…”, “yo tengo unos amigos que se fueron hace seis meses y ya tienen casa, trabajo y carro…”, “por más mal que me vaya, no puede ser peor que aquí…”.
Pelar bola en cualquier parte del mundo, incluso en Venezuela, es malo. Pero hacerlo en el extranjero, sin algo tan simple como un amigo, un marroncito corto y una arepa en la mañana, es muy triste.


Claudio Nazoa
Allá nadie nos quiere
El Nacional. Caracas, 29 de junio de 2015

Eduardo Semtei: Carta pública a López, Capriles, Falcón, Ledezma y Machado

Los pongo en ese orden en razón de que así aparecen como opciones presidenciales en todas las últimas encuestas, al interrogar a los ciudadanos sobre a quién elegirían como candidato opositor si las primarias fueran este próximo domingo. No hay dobleces ni intencionalidad oculta. El propósito de esta carta pública es preguntarles sinceramente, y que me contesten con el cerebro y no con el corazón, con las neuronas y no con las hormonas, si verdaderamente ¿han pensado en el vainón que se van a echar si llegan a ganar las elecciones presidenciales o si hay renuncia o recorte del mandato de Maduro y trepan por carambola a la silla?.
Voy a dar unos sencillos datos como plato de entrada. De asuntos internacionales. Eso que llaman la inversión externa. Y luego un repasito por el endeudamiento externo de la república y de Pdvsa, que son distintos pero son iguales. Pura dialéctica del socialismo del siglo XXI (concepto que cayó en desuso y en desgracia). Veamos el meollo del asunto.
Directv tiene entre cuentas corrientes, cuentas de ahorro, bonos del tesoro, plazos fijos y demás activos definidos como masa monetaria unos 3.035 millones de bolívares. Son las ganancias acumuladas durante los últimos 6 años. Los tiene en bolívares porque el gobierno no los autoriza a cambiarlos por dólares ni en Cencoex, ni en Sicad, ni en Simadi ni en el mercado negro o paralelo. Si el Ministerio de Finanzas y el Banco Central le dieran luz verde para cambiar esa pelota de dinero venezolano por los verdes billetes gringos Directv se vería confundido. Si lo cambia a 6,30 bolívares por dólar (Cencoex) tendría 481 millones de dólares. Si lo hace a 12 (Sicad) bajaría a la cantidad de 253 millones de dólares, si usa Simadi a 200 bolívares, casi todo se esfumaría y poseería solo 15 millones, y si finalmente es el mercado negro el marcador, el biyuyo se evapora y de su riqueza quedaría un repele de unos 7 millones de dólares.

Como Directv sabe que no hay dólares, que cuando el petróleo se cotizaba a más de 100 dólares por barril no le permitieron cambiar ni un piche bolívar para repatriar dividendos, menos lo harán ahora que el precio bajó a menos de la mitad, entonces esa empresa, prudente y lógica, registró una pérdida por efectos cambiarios de 435 millones de dólares. De acuerdo con el Código de Comercio vigente, Directv de Venezuela está en situación de quiebra salvo que reponga el capital perdido y es claro que bajo estas condiciones económicas nadie invertirá un céntimo en Venezuela.
Otras empresas que registraron pérdidas y se encuentran en igual situación son: Coca-Cola, con 135 millones de dólares de pérdidas. Schlumberger, con 49 millones (todo en dólares). Oracle, 23 millones. PepsiCo, con 160 millones.  Y las siguientes empresas también sufrieron el desastre económico pero todavía no han informado el impacto: 3M, American Airlines, Baker Hughes, Citigroup, Clorox, Colgate, Delta, DuPont, Estée Lauder, Ford, General Electric, General Mills, Pfizer, Procter and Gamble, General Motors, Goodyear, Halliburton IBM, Kellogs, Kimberly, Mattel, Johnson and Johnson, Merck. En resumen, 10% de las 500 empresas más grandes del mundo sufrieron pérdidas cuantiosas por los disparates y deformidades del control de cambios.
Calculan los bancos de inversión que a 6,30, otrora cambio original prometido por el gobierno, había unos 12.000 millones de dólares de dividendos represados en las arcas de las empresas multinacionales. Al ajustarlos al mercado negro, el único que funciona, la cifra se desploma a un suelo de menos de 200 millones de dólares, para una pérdida neta de los inversionistas extranjeros de 11.800 millones de dólares.
Entonces López, Capriles, Falcón, Ledezma y Machado estarían delirando, dementes, si piensan que los inversionistas extranjeros van a regresar rápidamente. Pasarán años, hasta que se recuperen, para traer dinero fresco.  En materia de deuda la cosa tórnase igual de espeluznante. Solo en 2016 y 2017 hay vencimiento de deudas de la República (llamada deuda soberana) y de Pdvsa por unos 16.000 millones de dólares que se remontan hasta 20.000 si le sumamos el pago de intereses. Esta sideral suma no incluye los pagos de los préstamos chinos y rusos, ni tampoco la deuda por compras militares. Si el agregado es total, estaríamos hablando de unos 30.000 millones de dólares tan solo en el bienio 2016/2017. ¿De dónde van ustedes, López, Capriles, Falcón, Ledezma y Machado, a obtener esa riqueza si llegan a  Miraflores el año entrante al ocurrir  una renuncia o un recorte de mandato? Yo no lo veo por ningún lado.
Hasta ahora les hablé de dos perlitas, porque lo que sí son verdaderamente cangrejos son la corrupción generalizada, los índices de violencia y la división de la sociedad. Como homenaje al Chivo Negro le digo: Chúpense esa mandarina. O si quieren compren una propiedad en las llamadas Zonas de Paz, la mejor forma de ganarse un rápido camino al cielo y la eternidad. Y seguramente Rafael Ramírez, Jorge Arreaza, Jesse Chacón y otros próceres están ya viviendo en esos nuevos paraísos de la felicidad (Míquiti).

Eduardo Semtei
Carta pública a López, Capriles, Falcón, Ledezma y Machado
El Nacional. Caracas, 29 de junio de 2015

Armando Durán: ¿Elecciones libres o simulacro electoral?

Primero fue el largo y provocador silencio de Tibisay Lucena sobre la fecha de las elecciones parlamentarias, infantil recurso de no nombrar siquiera lo que se desea eludir a toda costa, a ver si así se logra. De ahí el más que razonable temor a que no habría elecciones y la creciente presión desde dentro y fuera de Venezuela para obligar al régimen a fijar al menos el día exacto de su ingrato y crucial encuentro con la secreta voluntad de los venezolanos. Para iniciar entonces el intrincado tránsito hacia la restauración de la democracia o para hundirnos, ya sin disimulos posibles ni remedios a la vista, en una dictadura tan sombría como la de Cuba.  
En su complejo pulso con el régimen, la oposición exigía una fecha, que ya se tiene, pero también requería que representantes de la OEA y la Unión Europea vinieran a Venezuela como garantía, antes, durante y después del acto de votar, de la transparencia del proceso. Una ilusión a partir de este instante sin asidero en la realidad, pues Lucena, tras anunciar la fecha de los comicios, advirtió que en esta oportunidad tampoco tendremos esa imprescindible observación internacional, sino el simple “acompañamiento”, es decir, la presencia, distante y sin autorización para escudriñar en nada, de un grupito ocasional de amigos, seleccionados a dedo por la cúpula de Unasur.
El significado ominoso de este aviso no le ha bastado a Nicolás Maduro. Inquieto en extremo porque todas las encuestas registran más allá de cualquier duda la notable pérdida de popularidad del chavismo y el rechazo abrumador que hoy por hoy genera su pobre desempeño presidencial, reveló en cadena de radio y televisión lo poco de verdad que oculta en su alma. “Si la oposición ganara la Asamblea Nacional –amenazó, ya sin pudor político alguno– el 27 de febrero quedaría corto, pequeño, sería un niño de pecho, porque el pueblo no se va a entregar y va a luchar en la calle y (yo) sería el primero en lanzarme a la calle con el pueblo”.

En otras palabras, para Maduro existe, por una parte, la probabilidad de un triunfo sólido de la “derecha”; por la otra, que a pesar de que todavía flota en el aire su propuesta pública a la oposición de firmar conjuntamente el compromiso de reconocer desde ahora el resultado electoral sea cual fuese, él tiene la determinación de no respetarlo en absoluto, con la inadmisible excusa de que “el pueblo no se va a dejar quitar la revolución”. En realidad, que en el caso de que ese pueblo se deje, ellos no están dispuestos a ceder el poder político por las buenas. O sea, que el régimen gana las elecciones, o las gana. A cualquier precio.
Es pronto para apreciar con precisión las consecuencias que tendrán en el seno de las fuerzas opositoras las declaraciones de Lucena, la amenaza dictatorial de Maduro y las normas con que de aquí a diciembre el CNE irá deformando aún más las condiciones electorales, como esta imprevista paridad de género que acaban de aprobar. Sí puede sostenerse que Venezuela se halla ante una encrucijada dramática, porque están dadas las circunstancias, no solo para que la oposición gane las elecciones, sino que lo haga con mayoría suficiente para imprimirle a la acción legislativa una dinámica irresistible de cambio a fondo del actual sistema de gobierno. Entretanto, Maduro ha expresado, con claridad insultante, que el régimen, despojado al fin de su disfraz democrático, no aceptará esa victoria. O sea, que mírese como se quiera, el régimen ha puesto sus cartas finales sobre la mesa. Con todas sus evidentes consecuencias. La oposición tiene ahora la palabra.

Armando Durán
¿Elecciones libres o simulacro electoral?
El Nacional. Caracas, 29 de junio de 2015

Editorial DLA: Chavismo alardea de su control

El PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela) tendrá acceso a las listas de votación del Consejo Nacional Electoral para “saber quién vota y quién no”, admitió Nicolás Maduro después de ejercer el voto durante las primarias convocadas por los chavistas en la nación suramericana, este domingo.
En esta declaración del sucesor del fallecido Hugo Chávez, quienes mantienen su atención puesta en el deterioro de la institucionalidad en ese país, además de comprobar el autoritarismo con el que se gobierna Venezuela, encuentran otro argumento para criticar la torpeza política de Maduro.
Tras escuchar esas palabras, no solamente se confirman las evidencias de que el partido político en el poder manipula el voto, sino también la posibilidad de control sobre el electorado, y constituye una advertencia para los adversarios políticos de que harán cuanto sea posible para que no se alcance ningún avance hacia la democracia en los comicios parlamentarios convocados para diciembre.
Durante la jornada electoral de este domingo 28 de junio quedarían elegidos los candidatos oficialistas que aspiran a obtener escaños en el Parlamento, donde deben ser renovados los 167 escaños de ese cuerpo legislativo.
Pero muy a pesar de los aires de victoria anticipada que el gobernante venezolano intentó poner de manifiesto, los estrategas de su partido político no están ajenos al reto que enfrentarán ante la profunda caída de popularidad que tienen en los diferentes sectores del país debido a la crisis social y económica que padece la sociedad venezolana.
En sus ataques a la oposición, Maduro fustigó a los partidos políticos agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática y los culpó de lo que definió como “el sectarismo político” que enfrenta Venezuela

Editorial Diario Las Américas
Chavismo alardea de su control
Diario Las Américas. Miami, 29 de junio de 2015

Carlos Raúl Hernández: Mayoría parlamentaria para el diálogo

Qué pasaría si las fuerzas democráticas ganaran las elecciones parlamentarias? De "días oscuros" habla un representante del gobierno de la claridad. También dicen que eso significaría profundizar la crisis, como si la crisis no se profundizara minuto a minuto con la amenaza de destruir la integridad del país. No es muy recomendable la experiencia de Asamblea maniatada por el Poder Ejecutivo. Las variables económicas enloquecieron para hacer difícil la vida de todos y desvanecer la esperanza de las nuevas generaciones. Pero hay quienes acarician en ambos extremos el tonto sueño de un conflicto de poderes que se generalice a la sociedad y les permita reinar en el caos gracias a la participación de los aparatos coactivos. Esa alocada hipótesis tendría asidero si entre los opositores predominaran los rabiosos (enrage los llamaban en Francia revolucionaria) cosa que por fortuna no ocurre.

Y muy al contrario, esa nueva mayoría es el primer paso para resolver la crisis, si los protagonistas actúan adecuadamente, con firmeza e inteligencia. Así se podrán devolver al Parlamento sus funciones, hoy expropiadas para convertirlo en una especie de macroministerio. El cambio proyectado es volver a la normalidad, nada que no ocurra en Brasil, Chile, Uruguay, Panamá, México y todos los países democráticos, porque la separación de poderes es precisamente para eso. Una crisis como la de Venezuela impone el conflicto agudo -los conflictos que no rompen la armonía son normales- como situación general y se marcha a siniestros desenlaces. Desde Montesquieu hasta John Rawls se sabe que la relación habitual entre los tres poderes del Estado moderno es y debe ser de conflicto armónico, porque solo así, si se supervisan y se controlan mutuamente, ninguno puede ejercer tiranía.

¿Revocatorio, renuncia, constituyente?

La base del Estado moderno es electoral, pero Rawls especifica que las elecciones "deben ser regulares y confiables". Todo gobierno, particularmente si es autoritario, es un ente peligroso por su inmenso poder frente al ciudadano común y por eso la democracia existe para controlarlo por medio de los otros poderes ¿Deberían volver con la solicitud de renuncia de Maduro, o la recolección de firmas para la "constituyente", "la transición" o el revocatorio? Aparte de las dificultades técnicas, para bien del retorno a una vida normal y de progreso, esas opciones no lucen recomendables. Lo que debe plantearse una fuerza que tenga como estrategia la reconstrucción es llamar al entendimiento desde esa poderosa plataforma. En vez de confrontación de poderes, diálogo de poderes.

La Asamblea Nacional, lamentablemente hoy castrada, es el espacio para dar debates hacia las rectificaciones imprescindibles en materias económica, social e institucional y producir proyectos de reforma a los entuertos y la ranchería legislativa creada por la revolución. En primer lugar el modelo económico de monopolio de Estado cuya función ha sido destruir la economía productiva en manos de los ciudadanos, por medio de un cerco de leyes nocivas y venenosas. A pesar del pesimismo que cunde como una nube negra, la idea de que el país se perdió definitivamente, que tardará décadas en recuperarse, la experiencia demuestra que otros en peores condiciones que Venezuela, rápidamente levantan vuelo con una institucionalidad moderna. Casi todos los países latinoamericanos pasaron por condiciones atroces, peores.

Una rápida recuperación

Era la época en que Venezuela era una isla de la fantasía a la que venían los exilados de las dictaduras y los que migraban para construir una vida mejor. Inflaciones de hasta 40.000% vivieron Bolivia, Nicaragua, Argentina, Perú, Chile, y los tiranos, la violencia política y el populismo plagaban el continente con pocas excepciones. La situación regional era tan lamentable que en algunos círculos de los países desarrollados se decía con sorna que si Latinoamérica se hundía en el mar, nadie se daría cuenta porque a nadie le hacía falta. Una vez que amaine la violencia física y verbal del gobierno contra la gente y se produzca una reorientación de la estrategia económica, fluirán inversiones nacionales y extranjeras y se podrá sacar partido, como fue en la democracia, a las incalculables riquezas que hoy dilapida. Nada de enfrentamientos a muerte o buscar fantasmales vías rápidas que ampliarían la crisis.

Quienes gobiernan hoy deben enderezar y tomar las medidas correctas, pues lo más cómodo para ellos sería que lo hiciera un nuevo gobierno y así dedicarse a hacer una oposición irracional. Dilma Rousseff tiene el apoyo de la oposición en el Congreso para arreglar lo que dañó y correr los costos políticos. Se dice que su ministro de economía, Joaquim Levy, tiene más influencia que la propia Presidenta. La Asamblea Nacional soberana, base de sustentación de la paz y la tranquilidad, tendría que actuar para que un gobierno marchito pague su mal y dé los pasos que devuelvan la gobernabilidad. Cuando" François Mitterrand perdió la mayoría frente a la oposición de Jacques Chirac y surge este esquema que se denominó "cohabitación" y podría ser el camino para Venezuela. Que el gobierno comience a reconstruir lo que destruyó. Ojalá se superara la tirantez entre la alternativa democrática y pudieran discutirse con serenidad los pasos para enfrentar las difíciles coyunturas que vienen.




Carlos Raúl Hernández
Mayoría parlamentaria para el diálogo
El Universal. Caracas, 28 de junio de 2015