domingo, 11 de octubre de 2015

Pompeyo Márquez: El papel de los militares

El comentario de la semana pasada dedicado al papel de los militares, en esta hora trascendente que vive el país, originó una serie de reacciones.

La mayoría favorables y de estímulo a planteamientos de similar naturaleza. Hubo lectores que se expresaron en sentido favorable y conozco solo de dos que opinaron en sentido desfavorable, pero fue tan abrumadora la opinión positiva que hoy queremos ratificar la argumentación.

La lectura que hemos hecho de la situación en el seno de las fuerzas armadas, en lo fundamental, es que hay sectores democráticos que estarían dispuestos a hacer respetar los resultados electorales si estos resultasen favorables a las fuerzas del cambio. Opino que esto hay que repetirlo las veces que sea necesario, no solo para el consumo de los militares sino también para la gran masa de civiles que tendrá que defender los resultados electorales. Hay que crear un clima de victoria y a la vez de defensa de esos resultados electorales favorables a la alternativa democrática.

Debemos evitar lo que ha sucedido en otras oportunidades que nos quedamos "con la pelota en la mano", para hablar en términos beisbolísticos. No. Es acción apoyados en esos sectores militares y en la inmensa mayoría de sufragantes. La cuestión está en que hay que votar, hay que derrotar el abstencionismo que favorece a la dictadura militar. Hay que ganarse a esos sectores que no están ni con el Gobierno ni con la alternativa democrática. Esto es importante. Tenemos dos meses para esta labor.

Una vez más nos dirigimos a la familia militar que sufre las consecuencias de las erradas políticas económicas que han derivado en alta inflación ­la mayor de todo el continente­, que haya tal escasez de los productos básicos que obliga a los compradores a mantenerse por horas en cola, y ni que hablar de los altos índices de criminalidad.

Igualmente, como lo expresa Luis Vicente León, el impacto de todos estos factores negativos en la clase media la convierte, en el mejor de la clase media en una clase "un cuarto", quien acota que la crisis no da espacio para seguir jugando a que no pasa nada, ni al discurso de culpables imaginarios como lo de la "guerra económica".

El deterioro económico afecta la situación de la población, que se torna más dramática en los sectores de menores recursos que ven diluirse su salario y la asistencia que le da el gobierno, ­todo ello se vuelve sal y agua ante la inflación y la escasez­, y no da ninguna muestra de querer aplicar ajustes económicos racionales. Así nunca garantizará ni abastecimiento ni estabilidad de los precios internos.

Pompeyo Márquez
El papel de los militares
Tal Cual. 11 de octubre de 2015

Sebastina Barraez: Declaran en la DIM pilotos de Sukhoi

PILOTOS. Son cerca de veinte oficiales que pilotean los Sukhoi. Han sido citados a declarar en la Dirección de Investigaciones de la DGCIM. Es por el caso de la aeronave siniestrada en la frontera y donde murieron dos pilotos. Están investigando al comandante de la operación, por haber regresado a la base. Ahora se sabe que no eran dos sino tres los Sukhois que salieron esa noche a cumplir una operación, aún no claramente determinada. Por ahora están declarando lo más selecto de los pilotos de Sukhoi: Primeros tenientes, tenientes y capitanes. El hecho ha causado molestia entre oficiales de la Fuerza Aérea.
AMAZONAS. Los salesianos del Don Bosco tienen problemas para recibir internos en su institución. ¿La razón? No ha llegado la comida que debe enviar el PAE. Por otra parte, los pasajes aéreos, casi la única manera de trasladarse entre Manapiare y Puerto Ayacucho, se han elevado astronómicamente; son Bs.10 mil sólo de ida.
PURURECHE. Es una hermosa pero olvidada parroquia del municipio Democracia del estado Falcón. Allí es donde hay una planta de leche, que cual elefante blanco, nunca ha funcionado. El pueblo clama porque el gobierno le reactive el funcionamiento de las antenas de wifi, tanto en la escuela como en el hospital, que están dañadas desde hace dos años. El servicio telefónico no existe. Para poder comunicarse con el Hospital Central de Pedregal, cuando ocurre una emergencia, por ejemplo, se hace a través de las redes sociales. En el caso de la escuela, desde preescolar hasta el liceo, no tienen como investigar en sus canaimas. En la tarde funciona una aldea universitaria de la Unefm y un infocentro comunal, pero no tienen acceso a internet porque se les dañó la antena. He ahí una de ellas.
SUDEBAN. A Leonardo Contreras le sacaron una importante suma de dinero de su cuenta del Banco Caroní. Hicieron una transferencia vía internet desde su cuenta a la de Jesús Román Romero Rivero (C.I. 24.980.983). Leonardo dice que tiene 8 años con esa cuenta en el Caroní y jamás ha podido hacer una transferencia. ¿Cómo es que el banco le permite a un desconocido que le vacíe la cuenta a Leonardo? Para mayor irregularidad, cuando a su email le llega la notificación, él llama al banco y le dicen que no pueden atenderlo porque la red está en mantenimiento.
POLICÍA. Es una funcionaria policial del estado Lara desde hace 6 años. “Los rangos desde Oficial hasta Oficial Jefe devengamos un sueldo menor al mínimo. Desde hace 3 años estamos con el mismo sueldo. La situación interna es de mucha molestia y apatía, las bajas cada día van en aumento. La gobernación vio una iniciativa para un aumento pero según cuentan a nivel de dirección “fue desestimado por Caracas”. Trabajamos con las uñas, reparamos unidades, compramos nuestros uniformes”.
GRANADAS. En el centro comercial El Tolón de Caracas dieron de baja a alias El Portugués. Le consiguieron una granada militar de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Las granadas tienen códigos que permiten saber a qué lote pertenecen, a que componente fue asignada y a que unidad. Ni la DGCIM ni el Sebin tienen interés en investigar de qué parque de armas fue sustraída. Hay que destacar que la granada lanzada en Higuerote también tiene su código, pero estaba vencida y por ello no asignada a las unidades. Podría haber en la calle granadas o material de guerra inoperativo.
CERNUDA. Es Luis el poeta sevillano nacido en 1902 y quien murió en México a los 61 años de edad. Fue él quien un día escribió: “Sé que a solas, aburrido/ De estar vivo y quedar muerto,/ Pasas el tiempo, o te pasa/ El tiempo sin tú quererlo./ Pues el fuego no la anima/ Sino en lumbre pasajera,/ Entiende la paradoja/ De tu existencia incompleta./ …/ Luego la vejez alcanza,/ Y con ella ese recelo/ De una falla, ajena o tuya,/ En el ciclo ya completo./ No digas que no esperabas/ Todo ello en el principio,/ Y acepta, como si iguales,/ Lo esperado y lo vivido”.
Última hora
-Una pensionada denuncia que en Punto Fijo tiene 5 meses comprando agua por cisternas a Bs.3.500 para llenar 5 mil 500lts.
-A la Reserva Activa, desde el 2008, no le pagan alimentación, diferencial del bono recreacional y otros beneficios.
-¿Por qué liberaron al libanés Youssef, a quien el Sebin detuvo en Los Teques (Miranda), el 10/7/15, por extraerle a Cadivi millones de dólares a través de empresas fantasmas?
-¿Qué pasó con las 72tn de alimentos incautadas en Las Vegas de Táchira? ¿Las desaparecieron? No hay ningún preso ni solicitados.
LIBRO. Es la historia de mi padre “Crónicas de un clandestino”. El autor es mi hermano Víctor Barráez Pérez, quien lleva su nombre. Hace días lo bautizamos con flores rojas en la Galería Sin Límite de San Cristóbal, dirigida por la mujer del arte Julieta Canto. Las palabras de presentación estuvieron a cargo de un académico probo y de un ser extraordinario: El profesor Temístocles Salazar. Dijo que aceptó ser el presentador, además de haber sido amigo de papá, “porque le guardo culto a los hombres leales, toda una vida, a sus ideales, como Vitico Barráez y no pierdo ocasión ni tribuna para exaltarlos, sobre todo en estos tiempos de estremecimiento moral que vivimos donde debemos sembrar y fortalecer la virtud de la fidelidad y verticalidad a los principios… Nadie se imaginaba aquí el valor histórico intrínseco que portaba aquel hombre, quién lo creería que estábamos frente a un héroe anónimo, por eso digo siempre que el hombre es una posibilidad. Este libro devela esa historia oculta, y no solo la historia de un hombre sino la del país en los últimos 60 años, y sobre todo la historia del movimiento revolucionario venezolano que en testimonio de Vitico adquiere un valor especial… Vitico pertenece a una raza que no llora en el suplicio, parafraseando a Rimbaud… El libro que presento es una compilación de testimonios de su padre donde su hijo pudo enlazar los tiempos en forma ponderada, sin caer en contradicción  y llevando una hilación certera… aderezó su descripción con argumentos históricos recogidos en fuentes de primera mano de otros testimoniales, de la prensa de la región donde el héroe enervó su clandestinidad… la comprensión histórica del momento en que Vitico cambio de rostro, pero no de alma. Eso lo captó muy bien el autor. No creo que hayas caminado, Vitico en un desierto como afirmas al final de tus memorias, porque quien abrazó el camino del socialismo como tú, no camina en un desierto. Jesús, también estuvo solo y clandestino en el desierto…”, concluyó diciendo Temístocles Salazar. He ahí parte del momento en que se presenta el libro y la portada del mismo, con la presencia de mis hermanos José Gregorio y Víctor, Julieta, el presentador y numerosos amigos. Ahí encontrarán la vida de mis padres y la de nosotros. Pueden adquirir el libro, en la Sin Límite de San Cristóbal y en Caracas en la librería Historia, a media cuadra de la Plaza Bolívar y en otras. Si quieren más información llamen al 0414-3051465. He ahí el bautizo.


Sebastina Barraez
Declaran en la DIM pilotos de Sukhoi
Quinto Día. 10 de octubre de 2015

Claudio Fermín: Militarismo de hoy

Para ellos no hay ley que valga. Lo importante es lo que ordene el jefe. Y el jefe ordena que para él no haya trabas.

Así ha funcionado el país. Las instrucciones de Chávez estaban por encima de la ley. Sus compañeros del Psuv le aprobaron cuatro leyes habilitantes y de 14 años que estuvo de presidente 10 de ellos estuvo habilitado para decretar leyes. Él era la ley.

Maduro y su pequeño anillo de poder han continuado la práctica según la cual el propio presidente legisla. Más influyen tres jefes militares y asesores cubanos que una Asamblea Nacional que renunció a su obligación de legislar.

Eso está muy lejos de una democracia, sistema en el que todos, incluidos los funcionarios públicos, se rigen por las leyes, no por los caprichos del jefe.

En democracia los períodos de gobierno son finitos. Así fue en 40 años de gobiernos civiles. Los presidentes gobernaban cinco años. Ni un día más. En el militarismo los jefes se quedan en el poder hasta que se mueren o hasta que otros militares los tumban.

La historia venezolana está llena de esas calamidades. Los dictadores cambiaron una y otra vez constituciones con el único fin de aprobar reelecciones. La Constitución de 1999 extendió el período presidencial a seis años y estableció la reelección inmediata. Después, Chávez estableció la reelección perpetua. Todo el poder a favor del continuismo.

La oposición es una función en la democracia. Para el militarismo, los críticos del gobierno no son sino conspiradores y por eso son objeto de diversos modos de represión, entre ellos el yugo de tribunales que sirven de verdugos a quienes señalan deficiencias y abusos de la cuerdita en el poder.

Profesionalismo y experiencia administrativa tampoco valen. En el militarismo la secta coloniza el aparato del Estado y así oficiales de cualquier grado y nivel de instrucción hacen de rectores de universidades, directores de hospitales, alcaldes, gobernadores, operadores de políticas alimentarias, diputados y, en fin, de cualquier rol que devengue sueldos y privilegios públicos.

Curiosamente las fronteras se abandonan, el crimen organizado controla el país, la inseguridad hace de las suyas y la soberanía se pierde. Y pensar que muchos creían que los militares servían para enfrentar esos males.
 
Claudio Fermín
Militarismo de hoy
Ultimas Noticias. Caracas, 8 de octubre de 2015

Tulio Hernández: Dilemas éticos de la supervivencia

Durante mucho tiempo Venezuela, vamos a decirlo así, fue un país importador de trabajadoras sexuales. Uso el término propuesto por el gobierno para “dignificar” los reunidos en el DRAE: prostitutas, mujeres públicas o meretrices.
Las crónicas hablan del prestigio de las trabajadoras de cama francesas entre las élites del siglo XIX. En “El inquieto Anacobero” de Salvador Garmendia, dos personajes claves, La Tamborito y Miss Panamá, provienen de vecinos países del Caribe. Y en el siglo XX el atractivo de las venidas de Colombia era tan grande como la cantidad de pesos equivalentes a un bolívar.
Ahora parece que la balanza comercial cambió. Además de petróleo y profesionales universitarios, Venezuela sería un país exportador de trabajadoras sexuales. La cortina la corrió el cierre de la frontera. Un periodista cucuteño cuenta que entre las consecuencias menos conocidas de aquella operación destaca la cantidad de venezolanas que quedaron atrapadas en los “chuchos”, como llaman en Cúcuta a las “casas de citas”.
Cuenta nuestro informante que aquellas venezolanas, que pasan la frontera por la tarde y regresan al despuntar el alba, son una competencia desleal para las locales. Suelen ser más jóvenes y cobran a mitad de precio. Es comprensible. Gracias al diferencial cambiario, una buena jornada de trabajo sexual en pesos un fin de semana le reporta el equivalente al salario en bolívares de tres meses de una secretaria o una cajera. “Es injusto con las locales, las venezolanas les hacen dumping”, concluye con cierta sorna nuestro amigo colombiano.
A Panamá también están viajando. Durante mucho tiempo en este país la mayoría de trabajadoras sexuales prestigiosas provenían de Colombia y Paraguay. Ahora, es vox populi, también de Venezuela. Pero al contrario de lo que ocurre en la frontera, en Ciudad de Panamá, respaldadas por la imagen de marca del Miss Venezuela, nuestras connacionales se han convertido en el top de la movida prostibularia de lujo.
No sabemos cuánto de legalidad o ilegalidad haya en la manera de ejercer estos oficios. Pero lo que sí está claro es que se trata de una de las tantas estrategias a las que nuestros y nuestras compatriotas están recurriendo para mantenerse a flote en medio de la debacle económica.
Recurrir a formas de comercio ilícito, el contrabando, el acaparamiento, la especulación, se han hecho prácticas frecuentes a las que recurren miles y miles de personas comunes. A los dramáticos efectos propiamente económicos de la inflación y el desabastecimiento hay que añadir como calamidad las repercusiones morales.
Las fronteras éticas entre lo legal y lo ilegal; lo permitido y lo delictivo; lo digno y lo indigno, se evaporan. Sin incluir a aquellos generales y guardias nacionales que hace mucho cruzaron la barrera del grado cero de la honradez, un bachaquero encuentra plenamente justo vender un producto a cuatro o cinco veces el precio en que lo adquirió dadas las horas de cola que hizo para legar a él. Y, lo peor, quien lo paga, en el fondo se siente agradecido. Consiguió el producto.  
La degradación por la subsistencia es un proceso conocido. Hace años Maruja Torres, desde la mirada severa de una feminista, publicó en El País de Madrid un conmovedor reportaje sobre el turismo sexual a Cuba. Con doscientos euros más un “combo” –compuesto por ropa íntima, cosméticos, toallas sanitarias, medias de nylon– un español promedio podía hacerse de una exuberante jinetera, como llaman en la isla a las trabajadoras sexuales, por una semana.
El cine también ha dejado excelentes testimonios. Hace años, en un festival de cine en La Habana, asistí al estreno de Adorables mentiras, una excepcional película crítica. En una escena clave, una jinetera veterana le dice a su amiga: “Es que cada vez que escucho a Fidel decir que el comunismo acabó con la prostitución en Cuba me dan ganas de tirarme por la ventana”.
En la sala se escuchó una exhalación coral de asombro contenido. Y algunos, discretamente, se atrevieron a aplaudir.
 
Tulio Hernández
Dilemas éticos de la supervivencia
El Nacional. Caracas, 11 de octubre de 2015

Leonardo Padrón: Un lento y feroz comienzo

Será un lento y feroz comienzo. Lento por lo eterno que todavía es. Feroz por todo lo que hay en el camino, dilapidado, roto, exánime. Por la gravedad de las heridas, por la cantidad de escombros, por la cólera que hay untada en las paredes. Un comienzo del tamaño de un día, de un año, de una generación. Ya no importa la dimensión. Importa que ocurra. Ya los venezolanos no pueden tener otra cara más honda que la desesperación. Es tiempo de resolver las estridencias. Hemos sido un atajo de errores. Un país equivocado. ¿Qué país no ha sido un error alguna vez? Hay errores que han costado seis millones de cadáveres. Hay errores que patean la historia y la rompen en dos. Nosotros también. Somos un error de la talla de los caudillos elegidos: enfermos de gloria y ego, intoxicados de resentimiento, frenéticos, deslucidos en su hacer. Somos un error tercermundista, con soluciones frágiles, inciertas y cambiantes. Pero debemos intentarlo otra vez. Ser mejores que nuestro último error. Ser enmienda. Rectificación. De eso nos va la vida hoy.   
                        Ya basta de escaldar nuestras lesiones con tanta saña, de desgastarnos hablando mal de nosotros mismos, enumerando nuestras miserias a voz en cuello, en televisión, en los restaurantes, en las colas de la farmacia o el supermercado. No aguardemos la foto unánime y feliz de nuestros dirigentes. La oposición entera no cabe en el ángulo de una cámara. La oposición son muchas caras, mucha gente, muchos lugares del país. Todo ciudadano de bien se opone a este paisaje de ruina que hoy somos. Todo obrero, maestro, vecino, artista, oficinista, ama de casa o estudiante se opone a  este cataclismo, a esta zona de guerra, a este punzante saqueo de nuestras arcas. Todo venezolano decente se opone a tanto agobio y sordidez. Todo venezolano cuerdo rechaza un nuevo triunfo de la incompetencia. Hoy, ¿quién lo duda?, legiones de simpatizantes del chavismo están alarmados ante este naufragio monumental.
 No esperemos por la aparición del hombre predestinado, del esclarecido que sacudirá a las masas como un flautista de Hamelín en clave de música latina. No dependamos de la llegada de una docena de expertos en campañas electorales, ni de la condena planetaria al régimen. No aguardemos por un futuro premio Nobel que invocará la perfecta estrategia de la redención nacional. Nuestro caos nos pertenece. Entre todos lo hemos hecho prosperar. Con la rapiña y ambición del régimen, con la desidia e impericia de muchos de nosotros. Por eso, entre todos toca remediarlo.
Y ya no importa si a algunos no les gusta la vehemencia de Chuo Torrealba, los arcaísmos de Ramos Allup o la intensidad de María Corina Machado en el flanco de la oposición. No se trata de seguir condenando a Henrique Capriles por lo que hizo o dejó de hacer o a Leopoldo López por la salida a la calle o la entrada a la cárcel. No importa si entre ellos existen desencuentros o apetencias propias. Ni si algunos son poco creativos o asertivos. No interesa ya si no nos entusiasma cómo habla uno o grita el otro. En todo caso, y he aquí el oro, son gente que cree en la alternancia y el disenso. Gente que propone otra forma de vida. Donde el mérito es un valor. Donde el conocimiento importa más que el color de la camisa que vistas. Donde la tolerancia se impone sobre los dogmas. Donde la libertad no es solo un sustantivo que calza en un himno. No interesa ya si este se ha dormido o aquel comete deslices. No importa si alguno suena a reliquia del pasado, a eslogan de derecha, a guerrillero arrepentido, a tecnócrata sin carisma. Importa que son ciudadanos fuera de un cuartel o de una trasnochada ideología (que termina también siendo un cuartel). No importa si señalan la luz en bosques distintos. Lo crucial es que creen en la luz. Y que cada día optan por apostar, no por claudicar. Nuestros líderes están plagados de defectos, como nosotros, como nuestras parejas o amigos. Pero se trata de que nos encontramos en estado de emergencia nacional. O nos salvamos o nos hundimos todos.
                                   Será un lento y feroz comienzo cuando por fin el noticiero, exhausto de su vaho eterno de malas noticias, de su olor a formol y granada, asome una noticia distinta a la de estos últimos 16 años. Una noticia que hable de una nueva oportunidad. Y el camarógrafo triste por la tristeza de todos los días será otro en su mirada. Y el redactor, y la productora, y los televidentes, la doméstica de pies hinchados, el ejecutivo expropiado, el maestro de ruinoso sueldo, el bachiller sin útiles, el mecánico sin repuestos, el médico sin insumos, en fin, todos, qué digo todos, el país entero, agotado en su aliento de animal herido, cansado de sus muertos, de la quejumbre, de las colas y la miseria y el arroz que no hay, que otra vez no llegó, que quizás mañana o tal vez más nunca,  y de la voz en cadena que recita mentiras, que decreta una felicidad imposible, un olor a rosas que no están, un mar que ya no es la utopía, sino una estafa más, como esta turbia historia de militares enriquecidos, de gente yéndose de donde no quiere irse, de gente agazapada detrás de sus puertas, con miedo a la vida porque ahora huele a muerte, de gente que ahora es menos, que ahora tiene un presente donde no cabe el futuro, de gente tensa hasta romperse, de gente que antes sonreía en sus pasillos de cerveza y salsa brava, de gente que no sabe dónde poner la esperanza, de gente que sencillamente no sabe y ya, que eso es mucho, de tan vacío, de tan desierto, gente que se está cansando de ser gente. Todos, sentirán la noticia de una nueva oportunidad.   
            Será un lento y feroz comienzo cuando todo lo que es empiece a no ser, cuando las marchas y las consignas galácticas se evaporen en el clima de una nueva multitud, cuando las amenazas y el oprobio se conviertan en afonía, cuando los carceleros renuncien a su faena, cuando las rotativas abandonen su ruido de mulo domesticado, cuando el odio se vaya volviendo humo y derrota.
Pero para eso habrá que registrar los rincones del país, atizar al perezoso, seducir al indiferente, convocar a los descreídos, a los indecisos, abrazar al decepcionado, insistir con el reticente y convertirnos todos en una tormenta inacabable de votos en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de este pavoroso 2015. Convertirnos en protagonistas de nuestro derecho a volver a ser un país.
Habrá que inventar la mañana. Habrá que hacer el mismo gesto y convertir a la sonrisa en un ejército de ocupación. Habrá que dejarse de silencios y miedos. Y así todas las puertas se abrirán de par en par. Y la vecina bailará sin música, y estremecerá sus ventanas, y todo aquel en la calle, en la orilla, en la calzada, será un gesto de bienvenida y euforia. Habrá que hacer una canción urgente, una melodía de recién llegados, y apurar un tren que aún no existe, un pasillo grande para el regreso grande de los que alguna vez fueron adiós.
            Será un lento y feroz comienzo cuando la niña que tose y la mujer que desanda la farmacia y la urgencia, y el padre colérico, expulsen un grito de fin de la pesadilla, y se toparán con una plaza habitada por abrazos de los que ya no había. Y cada quien,  lustroso en la alegría repentina, sudoroso a fiesta que se acerca, voluminoso en la sonrisa, asomado en sus propios ojos, dirá que todo pasó, que el huracán fue un mal rato de casi dos décadas, que la vida se estrena otra vez.  
Será un lento y feroz comienzo de diciembre. Lento por la larga cuenta regresiva que ya somos. Feroz por todos los obstáculos que tropezaremos. Será un día preciso. Está allí. Afuera. Se le puede señalar con el índice. Ese día es nuestro. Nadie nos lo va a quitar. Será apenas el comienzo. No la resurrección de los justos. No la multiplicación de los panes y las harinas y el café. No el acto final del odio. No la paz conclusiva. No la ultima marea. Será solo eso: el comienzo. Lo que necesitamos con urgencia. Un comienzo. Así sea duro, largo y difícil. Para dejar de ser un país fallido. Un territorio que no funciona para vivir.
Un comienzo. Nuestro comienzo. Lento, feroz y absolutamente posible.
 
Leonardo Padrón
Un lento y feroz comienzo
El Nacional. Caracas, 11 de octubre de 2015

Marta Colomina: Los miedos de Nicolás y Tibisay

A medida que se acerca el 6-D y sigue creciendo el incontenible rechazo al gobierno (su apoyo popular anda en 20%) las amenazas de Maduro y el nerviosismo de Tibisay Lucena, presidente del CNE, también se incrementan. Esta semana, casi al unísono, ambos destilaron amedrentamiento y afán de desestimular el voto que los sondeos vaticinan masivo: “Si la revolución perdiera el 6-D, es muy probable que tome otro carácter”, dijo Nicolás amenazante. Y añadió: “Si la oposición ganara las elecciones parlamentarias, vendría caos y violencia” (El Nacional 06-10). Cuando Maduro –en la Venezuela arruinada por el chavismo, corroída por la delincuencia, escasez e inflación– dice que “solo con nosotros se pueden superar las dificultades” porque “con la burguesía vendría el caos, vendría la violencia”, lo que nos está diciendo es que, de producirse esa violencia, sería un intento desesperado del oficialismo por seguir en el poder. Si Maduro quisiera la paz el 6-D, sería el primero en dar la “orden” a Tibisay (dado que no existe separación de poderes) de invitar a los observadores de la OEA, la ONU y la UE para garantizar la paz y justicia electorales antes, durante y después del 6-D, y no prohibir su presencia, como lo está haciendo. En su reciente discurso en la ONU pidió al mundo “estar muy atento ante cualquier intento de violentar la vida política en Venezuela”. Y por si no quedase claro su propósito de perpetuarse en Miraflores, aunque para ello deba apelar a la violencia que ha caracterizado a su régimen, Maduro añade: “Venezuela está dispuesta a continuar su curso por la vía de la democracia participativa, protagónica (...) y de la Constitución de 1999”. Sus amenazas son reiterativas. En febrero de este año Nicolás declaró que “no va a permitir que la oposición se presente en elecciones si van a promover la violencia” y conminó a que “si la derecha trata de llegar al poder por la vía de la violencia, le doy la orden al pueblo, junto con la FANB, a salir a las calles a defender la revolución (El Nacional, 25-02).
Aunque los abusos de Maduro constituyen un delito electoral (ha sembrado también dudas sobre el secreto del voto para amedrentar a funcionarios y beneficiarios de las “misiones”), Tibisay no ha abierto la boca en defensa de los electores. Un día después de las intimidatorias alarmas de Maduro sobre la “violencia” que ocurriría de perder la “revolución” el 6-D, una irascible Tibisay Lucena hacía un vano intento por recomponer la alicaída credibilidad del CNE, al que todavía pretende vender “como el de mayor transparencia y objetividad del mundo”. Tibisay se indigna cuando se habla de “fraude”, pero es ella la que asume decisiones fraudulentas. Aunque ya pocos creen en un CNE del que cuatro de cinco miembros son chavistas, se disgusta con lo que ella llama “matrices negativas”, a sabiendas de que todos los estudios nacionales e internacionales arrojan una pérdida de la confianza en el CNE superior a 60%. Lucena se queja de la “descalificación” del árbitro, pero la primera descalificadora es ella. Dice que “no se han creado nuevos circuitos, ni hubo alteración de las circunscripciones” y desmiente que el CNE haya anulado la candidatura de Carlos Vecchio, al culpar a la MUD de negligente “porque no hicieron los descargos contra la impugnación”. Añade que el CNE “es atacado de fraude, sin pruebas”. Veamos: el único rector independiente del CNE, Luis Emilio Rondón, sostiene que la sanción que anula la postulación a la AN de Carlos Vecchio (salvó su voto en plenaria del CNE) no tomó en cuenta la preeminencia de los derechos políticos que solo pueden ser disminuidos por inhabilitación política causada por una sentencia judicial firme, de acuerdo con la Constitución, en sus artículos 39 y 42”, y no por una simple decisión administrativa, como avaló Lucena. Sigamos. ¿No es Tibisay responsable del desequilibrio numérico que existe entre la cantidad de votantes inscritos en los estados y la cantidad de parlamentarios que se deben elegir en ellos?, ¿de la artificial migración en ciertos municipios y circuitos que supera la media nacional, y los arbitrarios cambios en numerosos circuitos de Barinas, Apure, Bolívar Guárico, Mérida y otros? Súmate denuncia que el INE y el CNE manipularon la proyección poblacional en 19 estados en beneficio del PSUV. Y a propósito de “fraude” ¿qué más pruebas quiere Lucena que su negativa a hacer la auditoría calificada de las presidenciales cantadas a favor de Maduro, auditoría que debía incluir los cuadernos de votación, y respecto a la cual ella, Maduro y los cómplices de Unasur se hicieron los desentendidos?
La comunidad internacional cuestiona que en Venezuela los poderes responden a las órdenes de Maduro, de ahí sus esfuerzos para que el 6-D haya observadores internacionales imparciales, derecho negado férreamente por Maduro y Lucena: “Cuando la FAN, el Poder Electoral, los togados del Poder Judicial hacen un juramento partidista, gritan consignas y usan símbolos partidistas, proclaman que están al servicio incondicional de la minoría gubernamental, mientras el país sufre la dictadura” escribe el sabio jesuita Luis Ugalde. Los tribunales son usados para castigar a quienes disienten. Esta semana un tribunal ordenó “buscar” a los directivos de El Nacional, Tal Cual y La Patilla, demandados por Cabello. Esa “incondicionalidad” de los poderes tiene relación estrecha con la corrupción. Mientras el pueblo pasa hambre y es masacrado por la delincuencia “los señores civiles y militares compran lujosas residencias en la Alta Florida, en Caracas, por cantidades en dólares que nunca soñaron poseer en vida. Habría que preguntarse con qué dinero un integrante del clan electoral compró la residencia de la señora Beracasa” (editorial de El Nacional 24-09-2015).
La arrogancia de Lucena al decir que el “CNE no cuenta encuestas, sino votos” es en realidad miedo, el mismo que acogota a Maduro. “Las encuestas castigan a Maduro a 2 meses del 6-D” (El Nacional 08-10). La oposición supera al chavismo en los últimos sondeos en 32 puntos, lo que le daría a la unidad más de las 2/3 partes de la AN. La comunidad internacional es consciente de que la oposición ganará holgadamente el 6-D, así que a Tibisay no le queda más remedio que contar como Dios manda los votos que vaticinan las encuestas, so pena de que el mundo en pleno grite ¡fraude! “La debacle en Venezuela con inflación de 200% y caída del PIB de 10%” registrada por el FMI es impulso para esa debacle electoral que se avecina, de ahí la prisa fraudulenta de Maduro en cambiar a una parte del TSJ antes del 6-D. Aunque el gurú de los sondeos chavistas, Schemel, pretende consolar a Nicolás diciéndole que 30% del chavismo es “una comunidad emocional”, en el fondo de su faltriquera sabe que “amor con hambre no dura”.

Marta Colomina
Los miedos de Nicolás y Tibisay
El Nacional. Caracas, 11 de octubre de 2015