domingo, 6 de julio de 2014

Carlos Raúl Hernández: Paseo en lomo de tigre

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Maduro tendría que ir más allá de lo posible para recoger los demonios que liberó Chávez y meterlos en el frasco, antes que se lo traguen y el destino sea una ruleta rusa con cinco balas. La cúpula civil y militar del Gobierno arrastra al país a las puertas del infierno y si dan el aldabonazo, pasan el dintel y continúan la marcha, se entrará en dominios tan tenebrosos que mejor no invocarlos. Podría ser la tragedia inenarrable de un Estado fracasado africano o europeo oriental, que rozó México y Colombia. Cuando colapsan los revolucionarios dejan como legado la violencia entre hermanos y la desintegración nacional. ¿Serán capaces de revertir tres lustros enajenados de costo tan grave para las mayorías? Pese a la inyección de odios fratricidas los venezolanos no se dejaron hasta ahora inducir inquinas raciales, regionales ni religiosas.

Lucen ocupados en triquiñuelas autoexculpatorias, guerra económica, guerra eléctrica, magnicidio o el cuento japonés de una pugna entre militares y civiles ¡y un cubano hace la reingeniería del Gabinete! La cúpula de gobierno es civil-militar y hay que eludir confusiones y errores políticos. La FFAA es el único apoyo sustantivo, además es "clase reinante" que suministra personal de gobierno, y la menor vacilación del aparato armado pondría a Maduro en órbita. Hay que leer con racionalidad lo que ocurre y actuar igual ante los episodios aledaños a la salida de Giordani, quién no cae "por civil" ni por "honesto", sino por el fracaso de su experimento mengeliano. Un radical es alguien con el cerebro paralizado y ojalá fueran los estertores del surrealismo económico chavista. Cuidado con creer que "¡el sistema se hunde: haz peso!", y ver con simpatía ¡caos institucional, intervenciones, militares o lucha contra la corrupción! Pero las fracciones revolucionarias parecieran no comprender que montan un tigre.

La chusma global

Según índice elaborado con 35 variables sociales de ONU, Venezuela está entre los 10 peores del planeta acompañada de escombros de estados hamponiles y revolucionarios. El último es Libia precedida por Vietnam, Iraq, Azerbaiyán, Angola, Zimbabue, Indonesia, Benin, Venezuela y Yemen. Otra vergonzosa tabla da al país una de las mayores inflaciones existentes, con Sudán, Bielorrusia, Sudán del Sur, Siria, Irán, Argentina, Etiopía, Malawi y Burundi. Los colectivismos se cayeron porque carecían de columna vertebral para soportar un Estado acromegálico. Gorbachev puso fin a la gran pesadilla del siglo XX, desapareció la Unión Soviética y quince naciones tomaron sus caminos, mientras Alemania y Vietnam se reunificaron. Checoslovaquia muere con el socialismo, en 1993 se fractura, y de Yugoslavia entre 1991 y 2003 surgen 7 banderas.

Los que colapsaron o se desintegraron en los siglos XX y XXI fueron casi todos estados revolucionarios. El llamado socialismo africano sirvió desde los sesenta a pensadores radicales de importantes universidades de Europa y Estados Unidos, para apuntalar avances totalitarios prosoviéticos disfrazados de fervor anticolonial, delirio tercermundista extremo que llevó parte de África casi a la extinción. Crearon el diferencialismo o multiculturalismo que rechaza la herencia jurídica, institucional y simbólica de occidente por servir a la opresión en el tercer mundo y por eso lo revolucionario era mantener las comunidades en su condición bárbara, fuera de la civilización. De allí surgió la insólita simpatía con atrocidades de musulmanes, negros, asiáticos o "pueblos originarios" a nombre de la identidad cultural. Se hizo mal visto decir que un velo femenino islámico es una porquería, como lo es.

La esperanza

¡Ojalá el chavismo salga del hoyo y deje salir al país!, porque los radicalismos ciegos querrán jugar al Apocalipsis. Es básico aunque nada fácil: que el Gobierno ejecute un programa integral de reformas económicas e institucionales, redefina sus relaciones con la sociedad y las encuadre en la Ley y la Constitución, procesos electorales transparentes, institucionalización de las FFAA y liquidación del paramilitarismo. Si no hacen lo que deben hacer, ahí están los abismos-traga-todo, desde los 10.000 muertos de Videla. Si hacen lo que deben hacer, pagarán los costos políticos pero crearán los fundamentos para que la vida renazca. Hay una confrontación en el chavismo, pero no entre civiles y militares, ni entre corruptos y honestos ni entre mejores y peores. Borges dijo que "... los peronistas no son buenos ni malos: son incorregibles". Ojalá estos no lo sean.

En el calendario -digo, es un decir- hay elecciones en 2015, y si la oposición supera ímpetus de la pubertad y trabaja para conquistar la mayoría, podrá jugar para ganar en imprevisibles escenarios futuros. La mayoría silenciosa, 80% que rechaza la violencia, y la comunidad internacional deben saber que Venezuela no es un país olvidado de Dios, sin alternativas, donde hay dos manadas de bestias carnívoras y tontas y que ninguna merece dirigir el país, como en Siria o Iraq. En algún momento el chavismo tendrá que pasar a la oposición, hacerse un curetaje moral para vaciar la semilla del Galáctico y convertirse en una fuerza moderna, como los socialistas chilenos y europeos, el PRD de Panamá, el MNR de Bolivia, el APRA de Perú, el PRI mexicano y muchos otros, que tanto daño hicieron, pero que después supieron redimirse.

@CarlosRaulHer


Carlos Raúl Hernández
Paseo en lomo de tigre
El Universal. Caracas, 6 de julio de 2014

Edgar C. Otálvora: Maduro se aferra al poder con recetario cubano

El presidente chino Xi Jinping y el ruso Vladimir Putin viajan por Latinoamérica a mediados del mes de julio para encontrarse en Fortaleza, Brasil. Ambos visitarán, cada uno por su lado, La Habana y Buenos Aires.
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Neutralizar a la oposición democrática, expulsar del gobierno a disidentes, fortalecer la alianza con sectores militares, tender puentes a grandes empresarios, ampliar la participación en el gobierno de cuadros (radicales de formación política y paramilitar cubana) del Frente Francisco de Miranda y correr la arruga de la crisis económica, es el recetario que el “comando de la revolución bolivariana” aplica a Venezuela.
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El modelo creado por Hugo Chávez para financiar su régimen hacía aguas al momento de su muerte, oficialmente registrada el 05MAR13. El Informe financiero de la estatal PDVSA del 27JUN14, muestra una gran reducción en los aportes de la petrolera para el financiamiento de los gastos que realiza el gobierno en paralelo al presupuesto del Estado. Los recursos entregados por PDVSA al gobierno (que es su propietario) no son impuestos a las ganancias, sino gastos en que incurre la empresa previa la contabilización de ganancias y pérdidas. En 2011 PDVSA transfirió al gobierno poco más de $30 mil millones de dólares. Los aportes en 2012 fueron de $17 mil millones y en 2013 de $13 mil millones. La caída de lo que la jerga oficial denomina “Aportes y Contribuciones para el Desarrollo Social” fue de 56% entre 2011 y 2013. Estos “aportes” sirvieron en la última década para financiar todo tipo de erogaciones desde la adquisición de armamento a Rusia hasta actos electorales del partido del gobierno.
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El agravamiento y muerte de Chávez colocó a su entorno en el control del Estado venezolano con total respaldo del régimen cubano. El círculo de poder optó mantener altos niveles de gasto público, con una moneda sobrevaluada, para garantizar respaldo popular a la transición de Chávez a Nicolás Maduro. La fuente de recursos frescos para lubricar el costoso régimen chavista sería China, con préstamos a cambio de futuras entregas de petróleo. Ese habría motivado el discreto viaje del canciller Elías Jaua, desde La Habana a Shangai el 01FEB13, para reunirse con Yu Zhengsheng, poderoso presidente del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo y miembro del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista chino.
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Mientras el llamado “comando de la revolución” se proponía continuar con el esquema económico de alto gasto, en el seno del chavismo cuajaban otras opiniones. Sectores radicales, como el representado por el teórico Toby Valderrama, proponían una profundización de la revolución hacia el socialismo con la liquidación del “capitalismo rentista”. El ministro Jorge Giordani, proponía un plan de choque económico con reducción del gasto y el endeudamiento externo, reducción del papel importador de la empresa privada, aumento del precio de la gasolina, entre otros. El 04MAR14, Maduro dirigiéndose al chavismo dijo: "dejémonos de gamelotes mentales, porque la construcción del socialismo se hace en el desarrollo de las fuerzas productivas de la economía real” y pidió “dinamizar y hacer productiva la economía mixta en todos los campos”. Para Valderrama, la política económica de Maduro es de carácter socialdemócrata y lo acusa de haber pactado con la burguesía. Para Giordani, Maduro traicionó la herencia de Chávez. Ambos quedaron fuera del chavismo gobernante
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El 28JUN14, Maduro anunció la llegada de dos mil contenedores con electrodomésticos adquiridos a China por el gobierno venezolano. Los equipos serán comercializados y, en muchos casos obsequiados, por el propio gobierno. El anuncio que no es novedad, se produce en medio de un debate en el seno del chavismo que denota el malestar creado por la situación económica (alta inflación y desabastecimiento, devaluación, caída del gasto público real, falta de pagos a proveedores, paralización de obras públicas) en la base política del chavismo. Los electrodomésticos publicitados por Maduro parecieran la señal del rumbo escogido por el régimen: a corto plazo mantener esquemas de consumo basados en importaciones (alimentos, medicinas, juguetes, etc.) realizadas directamente por el gobierno con alta participación del sector militar cogobernante. Reestructurar la deuda externa procurando reducir el monto de los pagos. Jugar con la tasa de cambio para garantizar más recursos en moneda nacional al gobierno. La esperanza del régimen, pareciera, que en dos o tres años la producción petrolera, a manos de empresas extranjeras concesionarias, se dispare y aumenten los ingresos fiscales.
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Maduro quiere reestructurar el gobierno y Cuba le asignó un asesor “económico” de bajo nivel, una personalidad con respetada trayectoria en la Cuba castrista dados sus lazos con Ernesto Guevara, pero de poca o nula influencia en el régimen que gobierna la isla. Se trata de Orlando Borrego Díaz, nacido en 1936 y quien, junto a Guevara, sin contar con formación académica, ocupó relevantes puestos de control de la economía en los primeros años del gobierno de Castro. Borrego, quien ejercía como Ministro de la Industria Azucarera a finales de los años sesenta, entró al anecdotario cubano cuando Raúl Castro lo habría calificado de “blandengue y sietemesino”. El menor de los Castro habría reaccionado ante un informe presentado por Borrego advirtiendo la imposibilidad de cumplir las metas de producción cañera de 1970 planeadas por Fidel Castro. Tras su tránsito por el alto gobierno cubano, Borrego se hizo de un título de economista en la Universidad de La Habana y de un doctorado en el Instituto de Economía Central y Matemática dependiente de la Academia de Ciencias soviética.
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Desde principios del régimen de Chávez, Borrego formó parte de grupos de “intelectuales” que masivamente visitaban Caracas para conocer de cerca la “revolución” y, a los cuales el embajador chavista Roy Chaderton bautizó como “Gorrones internacionales”. El libro de Borrego sobre Guevara, El Camino del Fuego, fue bautizado en el Teatro Municipal de Caracas el 08OCT04 y exaltado en reiteradas ocasiones por Chávez.
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En 2006, la cubana Editorial Nuevo Milenio publicó el libro Rumbo al socialismo: problemas del sistema económico y la dirección empresarial, que fue bautizado en la sede de PDVSA en Caracas. Borrego aborda temas generales de la construcción del socialismo asociados al “proceso bolivariano” lo que le valió reconocimiento dentro del chavismo. El gobierno venezolano realizó varias ediciones del texto de Borrego las cuales fueron distribuidas como guía de formación política en la organización chavista de base. El 11JUN09, Chávez mostró un ejemplar de este libro, como parte de las lecturas recomendadas en un programa de TV denominado Aló presidente teórico, que tenía como objeto “discutir temas importantes del socialismo, con la intención de ir engranando la teoría con base en la experiencia”. El libro de Borrego habría servido de guía al establecimiento en Venezuela del concepto de “propiedad social” mediante la Ley Orgánica de Participación y Poder Popular, impuesta por el chavismo en diciembre de 2009.
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A principios de 2008, Borrego fue contratado por la Fundación Che Guevara, dependiente del Ministerio para la Economía Comunal venezolano, como asesor para la Misión Che Guevara. El propósito de esa “misión” era dar “capacitación técnica de alta calidad y la formación ético-política” para “crear hombres y mujeres nuevos con conciencia revolucionaria y principios bolivarianos y socialistas”. Un boletín oficial del 31MAR08 informó que la contratación de Borrego permitiría “orientar en la gran tarea de insertar, organizar y capacitar a más 41 mil 700 lanceros y lanceras (…) al referir sus experiencias y su visión de lo que fue la vida de Ernesto Che Guevara”. Como parte de la reestructuración actual del Gobierno, Maduro emitió el 30JUN14 un decreto ordenando la disolución de la Fundación Che Guevara, denominándola Fundación Gran Misión Saber y Trabajo que dependerá de la Vicepresidencia Ejecutiva.
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Rogelio Polanco Fuentes, embajador de Cuba en Venezuela, fue el encargado de presentar el libro Rumbo al socialismo, de Borrego, en la Feria Internacional del Libro de La Habana en febrero de 2007. Polanco explicó que se trata de “un libro hecho para Cuba, para Venezuela” y resaltó una frase de Borrego: “La sustitución de la propiedad de los medios de producción no es un capricho producto de la mente calenturienta de ningún ultra izquierdista (…) es una condición histórica indispensable”. Borrego también advirtió que “un proceso revolucionario pierde el poder por errores de conducción o por comprobadas debilidades ideológicas”. Este es el asesor contratado por Maduro para reformar su gobierno. La arquitectura financiera, la reestructuración de la deuda, los contactos con el gran capital internacional, corren en manos de otros “asesores”…

Edgar C. Otálvora
INFORME OTALVORA
Maduro se aferra al poder con recetario cubano
Diario Las Américas. Miami, 6 de julio de 2014

Manuel Malaver: Asesinatos en el quirófano de un hospital de Caracas

No hubieran modelado mejor para aquel genio de la pintura barroca holandesa que se llamo Rembrandt van Rijn (1606-1669. Leyden. Holanda) cuando lidiaba con su insuperable “Lección de Anatomía”, los asesinos que la mañana del domingo pasado irrumpieron en el quirófano de la emergencia del “Hospital Clínico de la Ciudad Universitaria” de Caracas y dieron cuenta de las vidas - a balazo limpio- de un paciente que intervenían quirúrgicamente y de un hermano que lo acompañaba.

Estupefacción, gritos, terror entre los médicos y enfermeras que hacían su trabajo, destrozos en el techo, piso, paredes, en la cama y los sofisticados equipos que le costaron cientos de miles de dólares a la institución, en algún instante protestas y enfrentamientos con los asesinos, pero sin que pudieran evitar que el anestesiólogo también resultara herido.

De todas maneras, otro hecho de sangre que en cualquier país del mundo habría generado un enorme rechazo y olas de ira y pavor, pero que en la Venezuela del “hombre nuevo”, en la que, igualmente, llaman del “Socialismo del Siglo XXI”, solo gana unos pocos titulares en la prensa y medios audiovisuales (en un 95 por ciento controlados por el gobierno), hasta que son sustituidos por otro horror que casi siempre concluye con víctimas y escenarios cada día más insólitos e inimaginables.

¿De dónde salen tales criminales y cómo es que pueden operar con tan escandalosa comodidad e impunidad? ¿Quién los arma y dota de armas de destrucción incontrolable y procura los medios para que puedan dedicarse casi con exclusividad a esta afición o deporte que es asombro, perturbación y pánico para quienes los sufren y conviven con ellos.

Pues de las teorías que se fraguan en estados débiles, “fallidos”, y, decididamente “forajidos” (como los de Chávez y Maduro), que, sin apoyos políticos y militares consistentes, fuertes, ni de confianza, les encargan a estas bandas de civiles armados, irregulares y al margen de la ley, las tareas de reprimir a opositores democráticos, de acosarlos y perseguirlos hasta la tortura y la muerte.

Son los mecanismos que usan para decir que no fue el gobierno y sus cuerpos de represión, -ni mucho menos los oficiales y matones de la Guardia Nacional y el Ejercito- los que incurren en tamañas violaciones de los derechos humanos (blindándolos de acusaciones ante tribunales penales nacionales e internacionales) sino estos “espontáneos” que de “puro amor” por la revolución y sus caudillos matan y exponen sus vidas.

Sin embargo, con pruebas contundentes puede afirmarse que son organizados desde el Estado, se les paga como a siniestros mercenarios, se les da entrenamiento y equipos de exterminio, y hasta se les entregan barriadas populosas como feudos donde cobran impuestos, imponen la vigilancia, controlan los servicios, administran justicia y establecen “su Ley”.

Son los llamados “colectivos” que operan a lo largo y ancho del país, pero básicamente en las ciudades donde las debilidades del gobierno lo tienen huérfano de apoyo popular, expuesto a explosiones que pueden en cualquier momento expulsarlos del poder, y precisan de un refuerzo eficaz que, además, ejecute los trabajos más sucios.

Se vio en la represión que perpetraron la Guardia Nacional, la Policía Nacional y las tropas del Ejército contra las manifestaciones estudiantiles que se iniciaron el 12 de febrero pasado, y en las cuales, los paramilitares que llaman “colectivos”, no pocas estuvieron en la vanguardia y la GB, la PM y el Ejército en la retaguardia.

Pero no se piense que inactivas, sino tomando la ofensiva si los “paras” fallaban, o eran identificados en los medios, o prestando un utilísimo apoyo de inteligencia para saber dónde, cómo y a quién atacar.

Fue un manual coloreado y multidimensional de la “Guerra Asimétrica”, de aquella que se inició en los países del África subsahariana a mediados de los 80, pero que solo tomó cuerpo en la fragmentación de la exYugoeslavia después de la caída del comunismo y dio lugar a que ejércitos regulares disminuidos de aliaran a bandas de delincuentes de todo tipo (narcotraficantes, contrabandistas, mercenarios, terroristas) para llevar a cabo la “limpieza étnica” y las matanzas de exterminio cuyo recuerdo aun perturba al mundo.

Fue la guerra que llamó la atención de expertos como Mary Kaldor (“Las nuevas guerras”), Raúl Sohr ( “Las guerras que nos esperan”) y Robert D. Kaplan (“La anarquía que viene”), y que los forzó a la conclusión de que los nuevos conflictos bélicos no se regirían por las leyes y convenciones establecidas durante dos siglos, sino por un oleaje de inhumanidad e ilegalidad extremas donde “valía todo”.

Pero también de los cuerpos de inteligencia de las dictaduras sobrevivientes del fin de la “Guerra Fría” y del colapso de la Unión Soviética, los cuales percibieron, que el nuevo formato de la confrontación entre naciones y clases debía tomar nota de esta forma de sustituir unas fuerzas armadas desfasadas, y sin capacidad de acceder a la tecnología de los vencedores, por unos grupos de civiles armados, demenciales y delictivos que se podían prestar a cualquier tipo de violaciones de los derechos humanos.

Puede afirmarse sin pocos márgenes de error, que fue a través a de la inteligencia cubana como la “Guerra Asimétrica” llegó a los predios de la temprana “revolución” chavista, pero que hubo un acuerdo de conjunto para percibirla útil en un contexto en que el ejército regular heredado del “ancien regimen” se mantenía intacto y la doctrina internacional vigente condenaba (por lo menos en teoría) las transgresiones a la Constitución y los atentados contra el estado derecho.

Lo cierto es que, después de la frustrada intentona por derrocar a Chávez el 11 de abril del 2002, los chavistas empiezan a hablar de la “Guerra Asimétrica”, de que es necesario prepararse para la misma, y que, si no se recurre a tal diseño en los conflictos por venir, el imperialismo yanqui terminaría dando cuenta de la revolución, su caudillo y su gobierno.

Me acuerdo que al poco tiempo de introducida la novedosa estrategia, en el 2005, un irreconocible general Raúl Baduel, -oficiando como ministro de la Defensa-, patrocinó la publicación de un libro de moda entre la retroizquierda global, “La guerra periférica y el islam revolucionario: Orígenes, reglas y ética de la Guerra Asimétrica” del político y politólogo neofascista español, Jorge Verstringe; y que el difunto general, Muller Rojas, se explayaba en entrevistas, conferencias y declaraciones sobre “las características” de la “Guerra Asimétrica”.

Pero lo más significativo es que, en esos años, nacen los primeros “colectivos” de civiles armados, que reúnen activistas presuntamente revolucionarios a quienes se les permisa el porte de armas y que “para defender” la revolución.

Son financiados desde la alcaldía del municipio “Libertador” de Caracas, o de ministerios, o de empresarios particulares que pagan de esa manera los contratos que reciben de la administración.

Lo que no sabían “los revolucionarios”, fueran cubanos o venezolanos, es que en la medida en que el estado castrochavista se corrompe y debilita, los “colectivos” se convierten en miniestados que pactan con el hampa común y organizada, y a dos manos, controlan el negocio del narcotráfico, el contrabando de armas, los secuestros, y el total de ilicitudes que se desata cuando un gobierno desaparece.

Pero aun más: un estado “fallido y forajido” cuya única ideología es el miedo y la corrupción, los une a las fuerzas de ocupación cubana, y operan como un estado mayor que es el que trasmite las órdenes a los seudo-generales de la FAN: Rodríguez Torres, Noguera Pietri, Manuel Quevedo y López Padrino

Los asesinatos en el quirófano de un hospital de Caracas, son un modelo para medir el alcance del poder de estos criminales, pues reúne a un Colectivo, “El Divino Niño”, un barrio, “Los Sin Techos, y unos vecinos del mismo que no obedecen las órdenes de los cabecillas de “El Divino Niño” (unos expolicías) para que se retiren a sus hogares pues estaban fiesteando en una cancha y era ya de madrugada.

Hay una discusión que deviene en refriega y del “Colectivo” sale una bala que hiere gravemente en el estómago a un vecino. Este es recogido por un hermano que lo lleva en un auto al “Hospital Clínico” donde es ingresado de urgencia a un quirófano para ser intervenido y allá, siendo las 7,30 de la mañana, van a buscarlos los asesinos, cuyo nombres jamás sabremos, ni los móviles que los llevaron a dar su audaz “lección de anatomía”.

Como tampoco sabremos quienes asesinaron hace tres meses al concejal, Eliécer Otaiza; ni hace dos al sindicalista Marcos Bayón, “El Gordo”, a su salida de una reunión con Maduro en Miraflores; y hace uno, a un empresario alemán cuando se bajaba de una camioneta blindada, rodeado de guardaespaldas, a las puertas de hotel “Eurobilding”.

Son algunas de las últimas fichas del genocidio que se perpetra en Venezuela desde el gobierno, y que, solo en Caracas, para el mes de junio, ya se acercaba a las 5 mil víctimas.

Pasarán con creces los 25 mil del año pasado y a cuyo guarismo ya los venezolanos se acostumbraron a ponerle una etiqueta: “Hecho en socialismo”.


Manuel Malaver
Asesinatos en el quirófano de un hospital de Caracas
La Razón. Caracas, 6 de julio de 2014 (Noticiero Digital)

Carlos Blanco: Frag-men-ta-ción

Frag-men-ta-ción Hasta el año pasado el lamento colectivo, sobre todo en las fuerzas democráticas, era que Chávez había dividido el país en dos mitades irreconciliables. Luego, especialmente en lo que va de 2014, al lamento anterior se ha sumado otro tanto en el chavismo como en la oposición: estamos divididos. Los rojos conocen hoy los amargores del enfrentamiento y sus oponentes también; se dice que los primeros están divididos entre los de izquierda y los de la derecha endógena (según la versión de los marxistas de oído) o entre los zurdos "trasnochados" y los "pragmáticos (según la versión que ha puesto a circular la boliburguesía con Maduro al frente) En el campo opositor la polaridad pareciera darse entre los voceros de la MUD y Capriles, por una parte, y los promotores de "La Salida", las organizaciones de la sociedad civil y la mayoría de los partidos, por la otra. Se da por sentado que el chavismo está escindido y la oposición también. Dos por cada lado.

Tal visión yerra por superficial. En realidad no hay dos por cada lado sino muchos de cada lado, con tendencia a multiplicarse. Los partidos políticos están, a su vez, fragmentados; apenas sube la temperatura ambiental las agrupaciones más sólidas desatan sus querellas.



EL CHAVISMO FRACCIONADO. El chavismo ha estado fraccionado aun en vida de Chávez. Fue su poderoso liderazgo, el que tenía los votos para ganar o aparentar que ganaba, al lado del grifo petrolero y a una audacia descomunal, lo que permitió pegar civiles y militares, derecha e izquierda, mafiosos y pueblo llano, así como boliburgueses y burgueses de la vieja historia. Ese control de Chávez no impidió el caos sino lo multiplicó para poder reinar. No era cierto que el movimiento chavista estaba unido sino sometido a una jefatura poderosa que impedía la mínima discusión entre los enfrentados. Una vez desaparecido el dueño de ese movimiento, las tenues manifestaciones de disidencia se convirtieron en inmenso relajo que hace poco estalló.

El caso de la Fuerza Armada es ejemplo útil. La idea de que Chávez había logrado una unificación de la institución militar alrededor de su liderazgo es una ficción. Lo que ha ocurrido es que la institución fue dominada, y corroída en sus principios de obediencia, jerarquía y en su misión esencial de defensa nacional. La FAN no es monolítica, ni siquiera tienes dos bandos, sino múltiples; unos provienen de la tradición institucional, otros de la reciente partidización chavista, algunos de la Milicia, también concurre el de suboficiales convertidos en oficiales; de los que participan en la administración pública, y el de los que solo están en los cuarteles, sin dejar de considerar el bando cubano. La FAN es tan caótica como el resto.

La disgregación es el signo dominante en todas las fracciones del chavismo que, en ausencia del Jefe, comienzan a estallar sin remedio y sin recato, solo limitadas en la medida en que Maduro mantenga el residuo de poder coercitivo que se le deshace entre sus torpes manos.



LA OPOSICIÓN. En la oposición ocurre otro tanto. No hay ni hubo unidad en general. Ha habido momentos unitarios; causas unitarias; pero no ha habido unidad de fondo y de principios.

En los primeros años del régimen de Chávez la dirección opositora fue compartida por la CTV, Fedecámaras, diversas ONG, personalidades independientes, medios de comunicación y partidos políticos. Se compartía el objetivo común, ahora generador de arrepentimientos: "¡Chávez, vete ya!" Ese objetivo se logró y fracasó en abril de 2002. A partir de allí hubo búsquedas disímiles y otra vez se construyó la unidad en torno a las elecciones y exclusivamente en torno a ellas. El momento de mayor unidad opositora, aunque hoy se tenga como pecado mortal por unos cuantos, fue con ocasión de la abstención de 2005: los partidos, organizaciones de la sociedad civil y la mayoría ciudadana se unió en lo que se vio como un momento excepcional; se abstuvo 83% de los votantes.

Más adelante se construyó un mecanismo unitario en torno a las elecciones y cumplió parcialmente su objetivo, con victorias y derrotas. Sin embargo, el objetivo electoral fue la amalgama entre los grupos, dada la inexistencia de liderazgos sólidos y permanentes; pero en el seno de los formalmente unidos la pugna fue brutal no sólo entre los partidos y grupos, sino dentro de cada uno de ellos, entre las direcciones y los dirigentes medios, entre dirigentes que han confiscado sus organizaciones y las corrientes internas que pugnan por expresarse.

No son divergencias democráticas de una sociedad plural sino la disgregación por personalismos, debido a la fragmentación de los estamentos sociales. Por eso resulta hasta cómico que unos egos burocráticos ataquen a presuntos egos que no se someten a sus designios.



CAUSAS. No son razones exclusivamente venezolanas, producto de la coyuntura. Es la época. Tomemos el ejemplo de la CTV. Durante mucho tiempo fue la organización más representativa de los trabajadores porque éstos tenían una cierta homogeneidad en su función social, en la inserción en la producción, en sus aspiraciones y principios. En la medida en que la fuerza laboral se hizo más compleja se disgregó: no es lo mismo el trabajador en el campo de la ciencia y la tecnología, que el empleado de comercio, que el que atiende sofisticados servicios bancarios o de comunicaciones. Ya no hay una organización que pueda representarlos a todos porque se han hecho muy heterogéneos. Así ocurre en todas las áreas. Los partidos ya no son el mecanismo de organización y comunicación que fueron hace 50 años. Los partidos tienen una función, pero ya no son las herramientas primordiales y menos únicas para organizarse y comunicarse.

Cuando el tiempo es de fragmentación, disolución, radicalidad en las diferencias, diversidad extrema en las ideas, lo que sostiene a las sociedades son los principios de sus ciudadanos y sólidas instituciones con normas y valores reconocidos por la sociedad. En Venezuela, a la disgregación común al tiempo que se vive se le une una institucionalidad hecha ruinas a manos de unos facinerosos incapaces de construir una institucionalidad alterna o superior que permita unificarse en medio del caos. En el país la libertad, la propiedad privada, la solidaridad, no son principios ciudadanos comunes capaces de unificar en una sociedad fragmentada.

Al imponerse la fragmentación no es verosímil la existencia de una unidad real y profunda, aun en medio de la globalización. Cada cual en su vertiente y en su trinchera puede luchar por la libertad. Nadie puede meter en una faja burocrática una humanidad fragmentada, menos en Venezuela cuando se constata que se evaporan dueños y jefes. El encuentro, la convergencia, las concertaciones ofrecen salidas posibles más laxas, creíbles y efectivas.

www.tiempodepalabra.com
Twitter @carlosblancog

Carlos Blanco
Frag-men-ta-ción
El Universal. Caracas, 6 de julio de 2014