domingo, 13 de abril de 2014

Carlos Alberto Montaner: La oposición venezolana arrasa

La oposición venezolana arrasa
CARLOS ALBERTO MONTANER
El Blog de Montaner. 12 de abril de 2014


A Nicolás Maduro le salió muy mal la primera ronda de conversaciones en el palacio de Miraflores. No sólo de consignas vive el hombre. Él, su gobierno, y media Venezuela, por primera vez debieron (o pudieron) escuchar en silencio las quejas y recriminaciones de una oposición que representa, cuando menos, a la mitad del país.
El revolucionario es una criatura voraz y extraña que se alimenta de palabras huecas. Era muy fácil declamar el discurso ideológico socialista con voz engolada y la mirada perdida en el espacio, tal vez en busca de pajaritos parlantes o de rostros milagrosos que aparecen en los muros, mientras se acusa a las víctimas de ser fascistas, burgueses, o cualquier imbecilidad que le pase por la cabeza al gobernante.
El oficialismo habló de la revolución en abstracto. La oposición habló de la vida cotidiana. Para los espectadores no dogmáticos el resultado fue obvio: la oposición arrasó.

Es imposible defenderse de la falta de leche, de la evidencia de que ese pésimo gobierno ha destruido el aparato productivo, de la inflación, de la huida en masa de los venezolanos más laboriosos, de las pruebas de la corrupción más escandalosa que ha sufrido el país, del saqueo perpetrado diariamente por la menesterosa metrópoli cubana, del hecho terrible que el año pasado fueron asesinados impunemente 25 000 venezolanos por una delincuencia que aumenta todos los días.
¿Por qué Maduro creó esa guarimba antigubernamental en Miraflores? ¿Por qué pagó el precio de dañar inmensamente la imagen del chavismo y mostrar su propia debilidad dándole tribuna a la oposición?
Tenía dos objetivos claros y no los logró. El primero era tratar de calmar las protestas y sacar a los jóvenes de las calles. El “Movimiento Estudiantil” –la institución más respetada del país, de acuerdo con la encuesta de Alfredo Keller—había logrado paralizar a Venezuela y mostrar las imágenes de un régimen opresivo patrullado por paramilitares y Guardias Nacionales  que se comportaban con la crueldad de los ejércitos de ocupación y ya habían provocado 40 asesinatos.
El segundo objetivo era reparar su imagen y la del régimen. Las encuestas lo demostraban: están en caída libre. Ya Maduro va detrás de la oposición por unos 18 puntos. Lo culpan (incluso su propia gente) de haber hundido el proyecto chavista y de ser responsable del desabastecimiento y de la violencia. Casi nadie se cree el cuento de que se trata de una conspiración de los comerciantes y de Estados Unidos. La inmensa mayoría del país (81%) respalda la existencia de empresas privadas. Dos de cada tres venezolanos tienen la peor opinión del gobierno cubano.
Ese fenómeno posee un alto costo político internacional. Ciento noventa y ocho parlamentarios sudamericanos de diversos países, encabezados por la diputada argentina Cornelia Schmidt, se personaron ante la Corte Penal Internacional de La Haya para acusar a Maduro de genocidio, torturas y asesinatos.  Eso es muy serio. Puede acabar enrejado, como Milosevic.
Ser chavista sale muy caro. Lo comprobó el candidato costarricense José María Villalta. Esa (justa) acusación lo pulverizó en las urnas. En una encuesta realizada por Ipsos en Perú se confirmó que el 94% del país rechaza a Maduro y al chavismo. Eso lo sabe Ollanta Humala, quien hoy pone una distancia prudente con Caracas. Ni siquiera al popular Lula da Silva le convienen esas amistades peligrosas. Sólo Rafael Correa, quien padece una notable confusión de valores y no entiende lo que son la libertad y la democracia (en Miami se empeñó en defender a la dictadura de los Castro), insiste en su inquebrantable amistad con Maduro.
La oposición, como dijo Julio Borges, va a seguir en las calles y, por supuesto, continuará dialogando con el régimen. ¿Hasta cuando? Hasta que suelten a los presos políticos, incluidos los alcaldes opositores, restituyan sus derechos a María Corina Machado y Leopoldo López. Hasta que el régimen renuncie al tutelaje vergonzoso e incosteable de La Habana, configure un Consejo Nacional Electoral neutral y le devuelva la independencia al Poder Judicial. Hasta que el gobierno desista de la deriva comunista y admita que los venezolanos no quieren “navegar hacia el mar cubano de la felicidad”. En definitiva, hasta que celebren unas elecciones limpias, con observadores imparciales y se confirme lo que realmente quiere el pueblo: que se vayan Maduro y sus cómplices.

Edgar C. Otálvora: Cómo se armó el “diálogo” entre Maduro y la oposición

Cómo se armó el “diálogo” entre Maduro y la oposición
Informe Otálvora
EDGAR C. OTÁLVORA
Diario Las Américas. Miami, 13 de abril de 2014


El liderazgo de Henrique Capriles se mantiene alto dentro de los opositores, mientras la imagen de Leopoldo López mejoró tras su encarcelamiento

Realizar un “debate” con Nicolás Maduro fue desde mediados del mes de febrero pasado el plan público del líder opositor venezolano Henrique Capriles Radonski. Su objetivo era recolocarse como cabeza indiscutida de la oposición, en respuesta al reto lanzado por Leopoldo López y María Corina Machado, quienes el 23 de enero de 2014 lanzaron su propuesta de acciones de calle en paralelo a la MUD. El escalamiento de las protestas políticas en Venezuela y el impacto de ellas en la prensa mundial y en Gobiernos de ambos lados del Atlántico, crearon condiciones para que el Gobierno Maduro y la MUD tendieran puentes. Viejos dirigentes políticos, chavistas, opositores, exchavistas actualmente opositores y viceversa, actuaron como facilitadores iniciales en esta tentativa.

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Tras dos meses de protestas, en un país donde el Gobierno y la oposición operan con fuerte apego a las encuestas, éstas revelaban que la popularidad de Maduro está en picada y que incluso sectores chavistas lo señalan como responsable del deterioro de su forma de vida. El liderazgo de Capriles se mantiene alto dentro de los opositores, mientras la imagen de López mejoró tras su encarcelamiento. Si hoy se celebraran elecciones el chavismo perdería pero ninguno de los líderes opositores individualmente aparece como claro beneficiario en esa hipotética carrera presidencial. Las encuestas de finales de marzo revelaron igualmente un mayoritario rechazo a las protestas violentas. Con este telón de fondo el Gobierno Maduro iniciaba, además, la ejecución de un paquete de ajuste económico no declarado, con fuerte impacto en la capacidad de consumo de la población.

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La posibilidad de abrir conversaciones públicas con el gobierno fue analizada por los partidos que conforman la alianza opositora MUD desde finales del mes de febrero. En su seno fue elaborado un listado de temas bajo el título de “Propuesta de Mano tendida”. Ese documento enumeraba cinco puntos: la “libertad para Leopoldo López, Iván Simonovis y para todos los presos políticos”, “Justicia para TODAS las víctimas de la represión”, “Alto al Hambre, al racionamiento y a las colas”, entre otros aspectos. El quinto punto planteaba “diálogo verdadero, con una agenda clara, en igualdad de condiciones y con transmisión en vivo por los medios de comunicación con presencia de un tercero de buena fe, nacional o internacional, que garantice, facilite o medie”. Este listado fue mostrado por la MUD como sus condiciones previas para ir a una mesa de diálogo con el gobierno. Ya con la intervención abierta de gobiernos extranjeros mediante UNASUR, dentro de la MUD se produjo el deslinde de posiciones. Un sector liderizado por los partidos Primero Justicia (el partido de Capriles) y Acción Democrática convirtió las “condiciones previas” en listado de “temas de la agenda” a discutir con el gobierno. Sólo el punto quinto prevaleció como condicionante. En tanto Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma no se sumaron a esta línea.

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La MUD aspiraba que el “diálogo” con el gobierno se realizara en un lugar “neutral”, tal como la Conferencia Episcopal. El gobierno se opuso objetando la neutralidad de la institución que reúne a los obispos de Venezuela, por lo que prevaleció el Palacio de Miraflores como sede del primer encuentro. El gobierno impuso el formato: Maduro no sería una “parte” en la mesa, lo que pudiera interpretarse como una señal de debilidad al presentarse en condiciones de igualdad con la oposición. Tanto en una reunión preparatoria previa, así como en el evento televisado el 10 de abril de 2014, Maduro se colocó presidiendo la mesa, con la oposición a su derecha y los suyos a la izquierda. La primera cita pública MUD-Gobierno arrancó en horario primetime, en cadena de radio y TV, se extendió por seis horas, sin que Capriles fuera el epicentro opositor. En total once voceros expusieron sus quejas contra el régimen. Nuevas reuniones se realizarán a partir del 22 de abril de 2014 con presencia de tres cancilleres de UNASUR y el Nuncio Apostólico.

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Durante la reunión celebrada el 8 de abril de 2014 entre Nicolás Maduro, voceros de la MUD y enviados de UNASUR, los opositores solicitaron conversar algunos minutos sin testigos extranjeros. Los nueve cancilleres abandonaron la sala situada en la planta alta de la Casa Amarilla. Según fuentes diplomáticas, la oposición manifestó su rechazo a la pretendida incorporación del canciller argentino como parte del grupo integrado por Brasil, Colombia y Ecuador, encargado del seguimiento y facilitación de las gestiones de UNASUR en Caracas. La oposición venezolana habría vetado a Héctor Timerman el canciller de Cristina Kirchner.

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“Rebelión civil” es el delito que el régimen venezolano está señalando contra sectores de la oposición. El delito fue incluido en el 2005 como una reforma al Código Penal venezolano, como parte de una armazón jurídica aprobada por el chavismo para punir opositores. Esa normativa fue activada ahora con el anunciado propósito de ilegalizar el partido político Voluntad Popular, cuyos principales dirigentes, Leopoldo López y Carlos Vecchio, están presos o con órdenes de detención luego de las protestas del 12 de febrero de 2014.

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En entrevista concedida a la BBC el pasado 4 de abril, la Fiscal General de Venezuela, Luisa Ortega, aseguró que el destituido y encarcelado alcalde de la ciudad de San Cristóbal, Daniel Ceballos, habría incurrido en delito de rebelión civil al “llamar a protestar en la calle para que el presidente renuncie o cese en sus funciones”. Según Ortega, existiendo en Venezuela “mecanismos democráticos para cambiar un gobierno” Ceballos quien es militante de Voluntad Popular, “incurrió” en una “actitud hostil” tipificada en el Código Penal. La interpretación de Ortega quedó plasmada en la acusación formal de la Fiscalía contra Leopoldo López: según ella el partido Voluntad Popular es “una estructura criminal”. La solicitud de ilegalización de Voluntad Popular ya fue introducida en el Tribunal Supremo por el colectivo Tupamaros, organización prochavista con vestimenta de partido político, la cual usualmente es señalada como uno de los brazos paramilitares del gobierno.

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Brasil va a elecciones presidenciales el 5 de octubre de 2014. En poderosos medios empresariales que han brindado su respaldo y se han beneficiado de la era petista, la idea de un cambio de liderazgo se estaría imponiendo. Las encuestas preliminares indican que Dilma Rousseff sería reelecta pero las protestas de junio del 2013 asomaron un creciente malestar en los grandes conglomerados urbanos. El alto gobierno brasileño mantiene como una hipótesis posible que la Copa del Mundo, a ser inaugurada el 12 de junio de 2014, podría generar una nueva ola de violentas y masivas protestas que perjudicarían a Russeff. La pupila de Lula da Silva muestra una popularidad alta pero en caída, con 43% de apoyo según la más recientes mediciones de Ibope y Datafolia. La aprobación de su gobierno es de 36% al comenzar el mes de abril y los señalamientos de corrupción estarían impactando negativamente a Rousseff: según Ibope el 78% de los encuestados cree que en la petrolera estatal Petrobras existe corrupción y el 40% le atribuye responsabilidad a la Presidente. Sobre estos números se apoya la estrategia electoral opositora.

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El opositor PSDB decidió apelar al expresidente Fernando Henrique Cardoso como refuerzo de la imagen de su poco conocido candidato presidencial. En las campañas electorales, tras su salida del gobierno a finales del 2002, Cardoso fue intencionalmente obviado por su partido. Ahora, cuando el abanderado tucano es el exgobernador y actual senador Aécio Neves, la figura de Cardoso fue retomada por el PSDB como parte de su estrategia comunicacional. Cardoso impulsó la opción de Neves dentro del partido y fue quien lo proclamó candidato el 19 de noviembre de 2013 en un acto celebrado en Poços de Caldas (estado de Minas Gerais).

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El estratega electoral de los tucanos, Paulo Vasconcelos, pretende mostrar a Neves como una mezcla de la eficiencia de Cardoso y el carisma de Lula. Cardoso está dispuesto a participar activamente en la campaña y ya grabó imágenes destinados a spots publicitarios y a un programa del PSDB que será televisado, a nivel nacional, el 17 de abril de 2014. Estima Cardoso que la popularidad de Rousseff seguirá en caída.
@ecotalvora

Marta Colomina: "Diálogo" ¿Salvavidas de Maduro?

"Diálogo" ¿Salvavidas de Maduro?
MARTA COLOMINA
El Universal. Caracas, 13 de abril de 2014

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Que Maduro y medios públicos insultasen a la oposición el mismo día de la reunión entre Gobierno y la MUD para iniciar el "diálogo" con la mediación de Unasur y el Nuncio Apostólico, (Maduro aseguró que paramilitares colombianos y narcotraficantes capturados en las barricadas, asesoran y financian a quienes protestan); y que la Fiscal declarara que el partido de Leopoldo López, "Voluntad Popular es un grupo criminal", avalando así la solicitud de los tupamaros que están pidiendo su disolución, comprueba el dicho popular de que "quien nace barrigón, ni que lo fajen chiquito".

Durante 5 horas y 46 minutos los venezolanos estuvimos pendientes del desarrollo del evento marcado por la violencia verbal, pocas veces contenida, de la mayoría de los integrantes del Gobierno. Maduro, quien debía intervenir en condiciones de igualdad con los participantes de la MUD, tomó para sí la conducción del "debate", labor que correspondía a uno de los mediadores. Intervino en 5 oportunidades, de las cuales la tercera duró 39 minutos y la última 40, mientras que representantes de la MUD solo dispusieron de 10 minutos cada uno. El vice Arreaza cometió los mismos abusos de Maduro, así que el tiempo oficial fue 9 veces mayor. La asistencia como representante del régimen del tupamaro mayor, José Pinto, (sus miembros son el brazo armado del gobernador de Mérida para arremeter contra las protestas estudiantiles y "allanar" y hasta saquear viviendas) y que mientras ocurría el "diálogo", la GN y los violentos rojos estaban con tanquetas y lacrimógenas reprimiendo a estudiantes en Chacao, Valencia y Bolívar, prueba que el Gobierno no tiene propósito de enmienda.

Maduro quiere borrar la convicción de la comunidad internacional de que la violencia no es de los estudiantes, sino de su régimen. Por eso Eekhout, Cabello y Jaua insistían en culpar a los estudiantes del incendio de un colegio con niños adentro, o de quemar universidades, cuando está comprobado que los encapuchados rojos se infiltran en las marchas pacíficas para cometer atrocidades, de las que luego acusan a los estudiantes. Lo aprendieron de Hitler (culpando a los judíos) y hasta de Nerón (acusando a los cristianos de la quema de Roma). El incendio de la Unefa se habría hecho con complicidad oficial, dada la vigilancia extrema de sus instalaciones. Cientos de videos sobre muertes, heridos o asaltados por la GN o los escuadrones rojos circulan en las redes y sin embargo Maduro los atribuye aviesamente a la "derecha fascista". En las excelentes intervenciones de la MUD les faltó desmentir que la violencia y las muertes no son por culpa de la acción de quienes protestan. A Maduro lo conmueve que hayan caceroleado a sus dos "estrellas", pero ni una palabra sobre las muertes atroces de tantos estudiantes inocentes, asesinados por los escuadrones oficiales.

La MUD demostró que la ruina del país expuesta en estadísticas oficiales y de organismos internacionales desmienten al enterrador de Pdvsa, sobre que el modelo económico oficial ha sido profundamente exitoso. Las cifras y observaciones de Barboza, Enríquez, Velásquez, Borges, Ramos, Falcón y otros, evidenciaron la catástrofe nacional. Valientemente Capriles recordó a los cancilleres de Unasur su omisión, al no exigir la auditoría prometida, que habría probado el posible fraude electoral. Que hayamos podido ver este jueves en cadena nacional a 11 opositores censurados por la hegemonía mediática durante 15 años. ¡¡No tiene precio!!

Maduro debería ser el más interesado en que el "diálogo" no sea un simulacro para ganar tiempo, porque la violencia, escasez, inflación, corrupción e ineficacia oficiales, están minando mortalmente a su gobierno. Datos registra apenas un 25% de apoyo a Maduro y más del 65% lo hacen culpable de la ruina económica, escasez, inflación y violencia. El jueves los venezolanos de uno y otro signo, palparon los deseos de que el país tome el rumbo del progreso y de la paz: sin represión, sin presos políticos y con los alcaldes y parlamentarios elegidos por el pueblo al frente de sus alcaldías y curules; con seguridad en las calles; mercados y farmacias abastecidos, hospitales que funcionen; grupos paramilitares desarmados y una Comisión de la verdad objetiva y neutral y no roja como ahora.

"Este proceso se salva -dijo Ramos Allup- si el jefe del Estado resuelve. Si no resuelve, murió al nacer". Y a juzgar por el debut del jueves, Maduro está botando por la ventana su gran oportunidad de tener un salvavidas que neutralice su caída y el descontento masivo sobre su gobierno. De la amnistía Maduro dice que es "tiempo de justicia, no de perdón". Mucho nos tememos que para él y sus radicales, seguirán siendo tiempos de venganza. Dios ciega al que no quiere ver.

mcolomina@gmail.com

El Nuevo Herald: EN NUESTRA OPINION: Maduro debe parar la represión

EN NUESTRA OPINION: Maduro debe parar la represión

EL NUEVO HERALD

El Nuevo Herald. Miami, 13 de abril de 2014

Al fin el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha reconocido que la mitad de la población no está de acuerdo con sus políticas ni con el socialismo del siglo XXI y se ha sentado a conversar con la oposición.
El propio Maduro dijo antes de la reunión con los opositores que se trata de un encuentro entre dos modelos: “el del socialismo bolivariano del siglo XXI y el modelo que representa la oposición venezolana”.
El debate del viernes por la noche abrió las puertas a un diálogo que ambas partes esperan que sea constructivo. Un intento por poner fin a la aguda crisis que sufre Venezuela y a la extrema polarización de su sociedad.
Ahora bien, las protestas callejeras persisten, y el jueves alcanzaron algunos barrios pobres de Caracas, que se habían mantenido en calma hasta ese día. Y ha habido más muertes.
Las protestas y la violencia indican que aún falta mucho para resolver la crispación que sufre Venezuela. Las políticas de Maduro han causado una inflación descontrolada y una escasez de productos de consumo básicos, al mismo tiempo que el gobierno se ha mostrado incapaz de reducir el alto índice de crímenes que sufren los venezolanos y que ha convertido a Caracas en una de las ciudades más peligrosas del planeta. Esa crisis es insoportable y requiere una solución urgente.
Al inicio de la reunión con la oposición, Maduro dijo que “el primer llamado es a reconocernos, a respetarnos”. Pues bien, con ese espíritu, y si de verdad desea que el diálogo fructifique, puede tomar medidas que reducirían la tensión. Entre ellas: poner en libertad inmediatamente al líder opositor Leopoldo López, encarcelado desde febrero y todavía sin haber ido a juicio, y a los estudiantes presos; detener la represión violenta contra los manifestantes, y poner freno a los “colectivos” de motorizados armados que han agredido a los opositores.
No puede haber un diálogo real si se encierra en la cárcel a personas que no siguen la línea oficialista y solo quieren mejorar el país. Tampoco puede haber una conversación positiva si las autoridades siguen reprimiendo las protestas pacíficas. Por eso una parte de la oposición no ha acudido al llamamiento de Maduro al diálogo y mantiene su clamor de libertad en la calle.
El primer paso debe ser detener la violencia y la represión sin más dilaciones. Maduro puede hacerlo. Está en sus manos crear el clima de reconocimiento y respeto mutuo que él mismo ha pedido.

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Marcos Tarre: Mal comienzo, pésima continuación…

Mal comienzo, pésima continuación…
MARCOS TARRE
El Nacional. Caracas, 13 de abril de 2014

La escalada de violencia, iniciada por la policía política el primer día de las manifestaciones, ha continuado

El 12 de febrero pasado, Día de la Juventud y primera fecha de manifestaciones y protestas, ocurren en ellas tres muertos con armas de fuego. Uno de los asesinatos, el del estudiante Bassil Dacosta, ya se sabe que fue perpetrado por agentes del Sebin, la policía política del régimen. Sobre el homicidio del dirigente de colectivos Montoya solo se sabe lo dicho por el presidente Nicolás Maduro, de que fue utilizada la misma arma con la que se ultimó a Dacosta. El tercer asesinato, horas después en Chacao, también se presume que fue realizado por funcionarios o miembros de grupos armados y fue cometido por el parrillero de una moto de gran cilindrada.
Si bien el presidente Maduro al día siguiente dijo que los funcionarios del Sebin habían desobedecido la orden de acuartelamiento y sustituyó al director de ese cuerpo, no dio ninguna explicación sobre las razones que le llevaron a tomar la decisión. Todo quedó en una nebulosa de chismes y rumores de pasillo. Si esos funcionarios desobedecieron las instrucciones del presidente y dispararon a matar, infringiendo todas las normas de uso progresivo de la fuerza, violando abiertamente los derechos humanos, ¿quién les impartió la orden de estar en el sitio y proceder de la forma como lo hicieron? Un grupo de funcionarios está, según información de la Fiscalía, detenido por el asesinato de Bassil Dacosta, pero a la investigación le ha faltado transparencia… La ausencia de información y de explicaciones al país ha sido una constante durante estos duros días que han arrojado 41 personas muertas, cientos de heridos y cerca de 2.000 detenidos.
Pero no fue suficiente con ese terrible mal inicio represivo el 12 de febrero.  Las muertes absurdas de ese día primer día de manifestaciones dieron pie a una escalada de rabia, odio y violencia. En lugar de corregir errores, pedir disculpas a las familias de las víctimas y velar por evitar abusos o mal uso de la fuerza, la represión del gobierno ha sido brutal, excesiva y despiadada. A grupos armados amparados bajo la figura de “colectivos” se les ha ordenado actuar contra las manifestaciones y agredir de forma inclemente y desmedida a la Universidad Central de Venezuela, en donde estudiantes han sido salvajemente golpeados y vejados, las instalaciones y recinto universitario, patrimonio cultural de la humanidad, ha sufrido destrozos, daños y vandalismo.
Las fuerzas de control del orden público, Guardia Nacional y Policía Nacional, bien equipadas y protegidas con corazas, cascos y escudos, y supuestamente suficientemente entrenadas para estas funciones, han incurrido en múltiples y graves fallas, ampliamente documentadas y registradas en fotografías, videos y testimonios, que van desde el uso de armas de fuego prohibidas en este tipo de eventos, despliegue sin control de gases lacrimógenos, destrozos e incendio de vehículos, golpizas y denuncias fundadas de torturas a detenidos, a tal punto de que la Fiscalía ha tenido que reconocer que existen más de 120 casos de posible violación de los derechos humanos que están siendo investigados.
¿Vale la pena preguntarse por qué un gobierno que se llena la boca hablando de paz, ha sido tan brutal en la represión? ¿Por qué las palabras no se corresponden con las acciones que se ejecutan en la calle?  ¿Será que no se cumplen las instrucciones del gobierno? ¿Será que existen facciones distintas en el alto gobierno que se contradicen con agendas propias?
La escalada de violencia, iniciada por la policía política el primer día de las manifestaciones, ha continuado, y los muertos con armas de fuego aumentan tanto del lado de las autoridades, con siete funcionarios asesinados, como por parte de los manifestantes. Violencia genera más violencia, y la represión desmedida lo que genera es más rabia, odio y venganza. Al gobierno le corresponde, si realmente quiere diálogo y paz, reducir al máximo la represión y llevar a la justicia a quienes infrinjan la ley, en procesos justos, transparentes y aportando pruebas.

Elías Pino Iturrieta: Las patadas históricas

Las patadas históricas
ELIAS PINO ITURRIETA
El Nacional. Caracas, 13 de abril de 2014

La crisis de desabastecimiento es ya un hecho incontrovertible, pero especialmente entre la clientela de la oposición. El equilibrio no se encuentra en el mercado. No hay mesura en los estantes. Ni con tarjeta electrónica aparece la paciencia. Se pierden las horas en las colas de las bodegas tras el empeño de encontrar cordura. O se ganan, según sea la orientación de los señores de la fila. Ni siquiera aparecen esos bienes en la lista de los productos regulados, mucho menos en el registro de las mercancías importadas, especialmente si provienen de ciertos conciliábulos establecidos en Miami. Pero a los usuarios no les falta Dios: hay otros productos en abundancia. Por ejemplo, la murmuración y la calumnia, cada vez más al alcance de la mano por la influencia de la prisa o por el consejo de intereses inconfesables. Nada de qué preocuparse, en todo caso, porque no se trata de reacciones inesperadas en situaciones de turbulencia. Son moneda corriente cuando se experimentan los desgarramientos de una división de la sociedad. ¿No existe esa división en la actualidad?
Tratar el tema es peligroso, porque se puede considerar que el opinador se erige como sujeto imperturbable y vanidoso que observa desde el palco las maromas suicidas del prójimo y se va a descansar en paz cuando termina la función mientras el resto del circo vive en la agonía. Por desdicha, la función no termina a una hora determinada de antemano, ni se pueden dejar de lado las angustias colectivas, ni pretende uno tener vara infalible para juzgar a los demás. La cosa es más complicada, realmente difícil de analizar, pero también oportuna para llamar la atención sobre su calidad necesariamente transitoria, sobre cómo tendrá que pasar algún día después de dejarnos los huesos molidos, la reputación trompicada y maltrecha la vida. Algo tendrá que salir, pensado cabalmente o como producto de la casualidad, para que lleguen vicisitudes nuevas y distintas.
Pero si lo sucedido tuvo importancia, si el futuro le pasa cuentas al pasado, es evidente que los hombres de la actualidad tendrán que enfrentarse mañana a las consecuencias de su conducta. No creo que se trate de una inquietud capaz de quitarles el sueño a los ciudadanos corrientes, a quienes no tuvieron oportunidad de tomar las grandes decisiones del lapso, sino a los líderes a los que correspondió lidiar con los sucesos desde la cúpula e influirlos con su presencia y desde su interés. No solo toparán con el tribunal del porvenir por su notoriedad, sino también porque fueron o quisieron ser responsables del rumbo que los hechos tomaron. Las pasiones pierden el fuelle, los huracanes se aquietan, la calma se sobrepone a la tempestad y entonces llega la hora de las facturas ineludibles. Se habla pomposamente del juicio de la historia, pero quizá resulte mejor hablar de la memoria de los ciudadanos corrientes que tenían puestas sus esperanzas en lo que sucedía e hicieron lo que pudieron para que se convirtieran en realidad. Ellos calcularán la estatura de esa dirigencia, ellos pesarán sus pequeñeces y sus aciertos, ellos darán la patada histórica.
Y ahora aterricemos. Aunque ingredientes propios de una situación proclive a la combustión, buena parte de las diferencias y de las asperezas aludidas al principio se deben al cálculo de algunos dirigentes de la oposición. Muchas de tales posiciones son compartidas por el pueblo, que no necesita que los líderes soplen desde sus reuniones herméticas para incrementar la candela, pero salta a la vista la existencia de maniobras divisionistas, encubiertas la mayoría, que no puede agradecer una sociedad a la cual interesa como materia de urgencia la terminación de una dictadura; que no se compadece, por ejemplo, con el esfuerzo llevado a cabo por los estudiantes en la búsqueda de un mejor destino. A esos estudiantes no les dará la posteridad una patada histórica, sino la obligación de una memoria agradecida hasta el infinito. Pero, para dejar la grandilocuencia a estas alturas, cuando el papel no da para más, se puede uno parar frente al espejo a imaginar que también los opinadores somos susceptibles de un puntapié olímpico.

Pedro Llorens: Hit Parade del “diálogo”

Hit Parade del “diálogo”

PEDRO LLORENS

El Nacional. Caracas, 13 de abril de 2014

Bigotón tiene un programa de radio que transmite por Venezolana de Televisión y todas sus repetidoras oficiales, quizá para que se le vean los potentes audífonos de radiodifusor que probablemente lo hacen sentir todo un veterano narrador como Marco Antonio “Musiú” Lacavalerie o un locutor polifónico como Juan Manuel “Fulchola” La Guardia, lo que no estaría mal para alguien que hasta ahora solo se ha dedicado a imitar exclusivamente al pésimo crooner Corazón de mi Patria…
El colmo del Bigotón por radio es que, como se afirma (no me consta porque ni Cilia Flores se puede calar tanto abuso en los medios de comunicación) se estén pasando videos de TV por radio, especialmente si estos ya han sido utilizados (refritos) en espacios de VTV con muy mala fama, como Zurda Konducta y otros que equivalen a esos avisos clasificados, tramposos, racistas, que ponen unas señoras que ofrecen supuestos servicios de primera: “blanca, delgada, con hermosos glúteos”, ilustrados con fotos de unos rabos que no son los suyos.
Seguimos en el aire
Bigotón inició el famoso diálogo gobierno-oposición (¿qué habrán pensado el nuncio apostólico y los cancilleres invitados?) con un total de más de tres horas de discurso, el mismo de los repartidores de amor vs los distribuidores de odio y del “gigante” que convirtió a Venezuela en potencia mundial en todos los terrenos (si no fuera por el respeto que merece su investidura, diría que el suyo es el mismo caletre que se mete Blanca Eekhout)… lo cual me hizo perder una apuesta: “¡A que comienzan a pararse los de la MUD y advierten que si la vaina es así, lo dejamos para otra ocasión!”, aunque en verdad no la perdí porque nadie me la tomó. 
Los peores de la noche: después de Bigotón, por exceso de patarata, y la Eekhout con su “democracia participativa y protagónica”, el tercer puesto en el podio tiene que ser para Diosdado Cabello, a punto de ser noqueado por Henry Ramos Allup, antes de subir al ring.
El mejor sin duda fue Ramos Allup, especialmente por la forma como abordó el tema militar, y lo siguieron Julio Borges y Omar Barboza por haber desmontado el discurso tramposo de Rafael Ramírez.
Fin de la transmisión
Entre los peligros de los programas de radio está el del cuento del periodista Jesús Lossada Rondón sobre un locutor valenciano que, al finalizar su narración de los funerales de José Rafael Pocaterra, invitó a un “programa similar” (y al darse cuenta de que había metido la pata intentó corregir), “cuando muera otro ilustre escritor carabobeño”.
Ojalá el diálogo del martes no sea “similar”.      

Carlos Blanco: El diálogo que no ha sido...

TIEMPO DE PALABRA

El diálogo que no ha sido...

CARLOS BLANCO
El Universal. Caracas, 13 de abril de 2014

"La protesta permanece, ya nadie se desmarca de ésta ni de un diálogo genuino"

 
 
El diálogo que no ha sido... No hubo diálogo. Hubo debate y lo ganó ampliamente la representación opositora que asistió. Desde la elocuencia de Henry Ramos Allup hasta la parquedad documentada de Omar Barboza, que le dijo a Rafael Ramírez el tipo de fracaso monumental del cual era responsable. La gestualidad de los dueños del poder demostraba con profusión que sólo saben hablar en cadena cuando nadie los contradice o les responde, y que quedan colgados de sus frases hechas, refranerías y lugares comunes en el momento en que se requiere dialéctica argumental. No es que no saben hablar sino que no saben de qué ni cómo, cuando de debatir se trata.

El gobierno tuvo que aceptar esta situación porque está con el agua al cuello. La calle, la protesta encendida, lo obligó a buscar oxígeno con un diálogo que, hasta el momento, no es tal, aunque pudiera ocurrir en la medida en que se apuntara a resultados específicos como los que el movimiento estudiantil y diferentes voceros democráticos han planteado. Los del gobierno es claramente una patraña; dialogar implica negociar, ceder, cambiar, rectificar, sobre todo del lado de quienes ejercen el poder, y sus voceros ya han dicho que no están dispuestos a "ceder", y sólo han cedido -sentarse a un debate ante las cámaras de televisión- porque la calle los ha puesto en ese brete. Si este encuentro inicial se encaminara al diálogo no sería sobre la base de desmontar la protesta sino de acentuarla en los términos democráticos y no violentos que sus dirigentes han planteado; ya se sabe de sobra que al régimen se le obliga por la acción ciudadana y no por la potencia de los razonamientos, por más contundentes que sean.

El procerato rojo maniobra. Busca ganar tiempo para salirse de la asfixia que le han producido sus propios gases tóxicos, la represión y las muertes de las cuales es autor. Aparenta diálogo y busca que las diferencias en la oposición se transformen en división. Por tanto, resulta un contrasentido que algunos dirigentes opositores que asistieron al debate y que acusan a otros dirigentes de la oposición de ser los responsables, por radicales, de las protestas, no asuman que si así fuera, esos radicales les habrían permitido el escenario del debate que ganaron. Si María Corina, Leopoldo López, Antonio Ledezma y los demás dirigentes fuesen "los culpables" del levantamiento que hay en el país también lo serían de haber obligado al gobierno a sentarse con el otro sector de la oposición en cadena nacional, parte del cual ha condenado las protestas que despejaron el camino para decirle unas cuantas cosas a Maduro y su séquito.

Es claro que el gobierno y algunos miopes quieren que las diferencias en la oposición se transformen en ruptura entre los "sensatos" y los "exagerados". Sin duda, le haría más fácil al gobierno la represión contra los dirigentes de #lasalida, Leopoldo López y Voluntad Popular, María Corina y Antonio Ledezma, y también en contra de los estudiantes independientes y de los líderes populares que protestan, pero sería un negocio suicida; los "sensatos" quedarían sin base social significativa a merced del régimen que en ese preciso instante evaporaría estos amagos conversatorios. No hay que olvidar en estos días de abril lo que hizo Chávez después que los militares que le pidieron la renuncia -"la cual aceptó"- lo repusieron: diálogo y mareo, mareo y diálogo, hasta que se sintió fuerte y mandó todo al diablo. Luego de las elecciones municipales de diciembre pasado, hubo un par de reuniones con algunas intervenciones sólidas y otras lamentables, pero cuando el poder sintió que las piernas no le temblaban, volvió a las andadas hasta que la protesta iniciada el 12 de febrero le paró el trote.

La situación ahora es diferente. La protesta permanece, no hay dirigentes que se desmarquen abiertamente de ésta, no hay quienes se opongan a un diálogo genuino, existen exigencias compartidas y los resultados se verán en los próximos días.



LA DIVISIÓN DEL GOBIERNO. Las fisuras en el régimen florecen, son graves y crecientes. Las diferencias entre los miembros del cogobierno rojo se hacen cada vez más evidentes, especialmente entre Maduro y Cabello, en un pleito en el que el otro factor, el general Rodríguez Torres, se aleja unos centímetros para no ser salpicado. La intervención incoherente de Diosdado Cabello en la reunión comentada no refleja sólo un problema conceptual sino también político; posiblemente todos quieran impedir cualquier amago de diálogo, pero además el Capitán quiere sustraerle todo poder a Nicolás mediante el procedimiento de marcarle la pauta con medidas, desafíos y agresiones que no le consulta.

Esa división al interior del poder rojo aunque viene de lejos, de la decisión sucesoral que salvo Maduro todos sus pares consideran como absurda, se ha incrementado en la medida en que las bases chavistas y niveles importantes de la dirección media, muestran signos de impaciencia por la tragedia económica y la descomposición política. En los corrillos del poder se comentan, ya con algún descaro, las tratativas para que una transición que reemplace al que funge ahora de jefe se realice pronto dentro de los próceres rojos, hacia los más moderados, antes que el poder se desplace a los que consideran de "derecha", es decir, los opositores más firmes.



LA VERDAD ANDA EN COMISIÓN. La designación de la Comisión de la Verdad en la Asamblea es otro capítulo no por grotesco, menos importante dentro de las estratagemas oficiales. América Latina tiene experiencia en la materia. Una comisión de esa naturaleza no puede estar integrada por los victimarios y, sin duda, sus miembros deben llenar requisitos éticos para la sociedad en su conjunto. El proceso de establecer lo que se denomina "la verdad", requiere que las víctimas o sus relacionados hablen directamente; además, demanda el establecimiento de reparaciones, tanto simbólicas y morales, como pecuniarias y judiciales. Su nacimiento y desarrollo es en extremo complejo y no puede ser decidida ni su composición ni su operación por uno de los principales inspiradores de las agresiones perpetradas contra los demócratas.



LA PRUEBA. La prueba de todo este proceso se medirá en resultados. Así como el gobierno tuvo que buscar un burladero para aparentar diálogo, en el cual salió corneado, así buscará otros. Por esta razón los motivos de la protesta nacional en marcha se mantienen. La necesidad del reemplazo constitucional del régimen se mantiene. El papel de los dirigentes políticos y de los estudiantes que así piensan es sólido. De todos modos, ahora que los dirigentes democráticos, tanto los que las apoyaban como los que se les oponían respaldan las protestas, se puede decir que la agenda de demandas al gobierno se ha vuelto compartida hoy por toda la oposición. La unidad tiene extrañas formas de florecer, pero florece.

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