viernes, 28 de noviembre de 2014

Pompeyo Márquez: El futuro es la democracia

Hay quienes temen a los militares, que una caída de Maduro abra paso a la toma del poder por las Fuerzas Armadas. Pero una dictadura militar no debe ser sustituida por otra dictadura militar.

Hay que tener confianza que en el seno de las Fuerzas Armadas, donde conviven diversas corrientes, una de ellas sea institucionalista y respalde a un movimiento que rescate la democracia.

Estamos convencidos de que esta dictadura militar será sustituida por un gobierno de transición que abra paso hacia la democracia, a la República Civil. Esta es la fórmula para salir de esta dictadura militar. A Venezuela hay que reconstruirla y en ese proceso deben intervenir militares y civiles. Todos serán necesarios para esa tarea que se fundamenta en la democracia, en rescatar el funcionamiento de las instituciones y dar garantías a la propiedad privada dentro de una economía mixta tal como lo establece la Constitución vigente: combinanción de inversionistas nacionales y extranjeros e inversión estatal.

Hemos dicho que la crisis económica en curso se expresa en que muchas empresas están produciendo a la mitad de su capacidad por falta de insumos, consecuencia de los controles y de la falta de divisas para cancelar las deudas contraídas con sus proveedores, entre otros factores.

La idea de la democracia es fundamental. Tiene que ser la orientación de este poderoso movimiento. Cuando un pueblo se decide a luchar por la democracia es invencible. La democracia significa libertades para todos porque el gobierno que surja debe gobernar para todos, sin distinción. Tiene que unificar el país y ponerle fin a esa división odiosa que Chávez implantó y Maduro heredó.

Tratando de imitar a Chávez, Maduro no ha hecho otra cosa que profundizar la crisis.

Véase lo que ha sucedido en el año y tanto que tiene gobernando un escogido, un heredero como Nicolás. La causa fundamental es que mantiene un régimen dispuesto a acabar no solo con las libertades civiles sino con las libertades económicas, por tanto, la crisis económica no tiene solución si no hay un cambio de modelo económico.

Esta sustitución del modelo forma parte de los cambios democráticos que Venezuela necesita, que el país reclama hoy, ese país que se puede decir que es mayoría en contra de esta forma de gobernar. Esa mayoría llegará el momento en que habrá de expresarse y alcanzar el objetivo democrático.


Pompeyo Márquez
El futuro es la democracia
Tal Cual. Caracas, 28 de noviembre de 2014 

Laureano Márquez: Ítaca

En el estado de Nueva York, a mitad de camino entre Manhattan y el Ca- nadá, se encuentra un pequeño pueblo llamado Ithaca, que debe su nombre a la famosa isla griega de Ulises, cuyo viaje de regreso lleno de maravillas motivó a Kavafis a decir: "Cuando emprendas el viaje hacia Ítaca, ruega que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de descubrimientos". Allí fui a dar con la rectora de nuestra Alma Máter, la profesora Cecilia García Arocha, para una conferencia en la Universidad de Cornell --auspiciada por su decanato de estudios latinoamericanos-- sobre esta patria nuestra tan difícil de explicar para quienes no la han vivido desde las angustias cotidianas; esta patria nuestra llena de contradicciones: pobre en medio de riquezas; el país más hermoso pero lleno de fealdades; sin democracia en medio de tantas elecciones; una tierra llena de vida en el que la muerte se nos ha hecho costumbre.

Allí nos reunimos con un grupo de jóvenes venezolanos: Andrés, Antonio, Julio, Jorge, Gerardo y César, quienes apenas sobrepasan los veinte y ya llevan, algunos, como 15 años fuera.

Pertenecen a la Fundación La Visión Latinoamericana, que organizó la conferencia. Unos muchachos demasiado jóvenes para arrastrar con el peso de la culpa de haberse ido y que la mitigan organizando eventos, conferencias y formándose en la excelencia para volver a la edificación de la idea de Venezuela una vez que este tiempo de destrucción haya pasado. La rectora y yo nos sentimos conmovidos hondamente solo de percibir la nobleza de sus hermosas almas venezolanas, que se sientan al piano a ejecutar magistralmente un Pajarillo, usando el piano a modo de arpa. Una frase cayó como postre en la mesa de nuestro apresurado almuerzo, en esos momentos en que las lágrimas se tragan mejor con un baklava.  


Uno de nuestros muchachos dijo: "Aquí es donde yo vivo, pero solo cuando voy a Venezuela siento que estoy en casa" y cabalgó por mi cabeza una frase de uno de los guerreros de The warriors (película inspirada en la Anábasis de Jenofonte, donde se relata el regreso de los diez mil soldados a Grecia), cuando al ver el mar se emociona y dice: "When I see sea, men, I feel home", porque cuando los griegos ven el mar, sienten que están en casa.

Antonio me mostró la biblioteca y no pude contener el llanto y le expliqué que Borges, quien lamentaba que la Providencia le hubiese dado a la vez los libros y la noche, imaginaba el Paraíso bajo la forma de una biblioteca. Los libros. Solo los libros nos salvarán. "¿Qué es más importante, la libertad o los libros?" me reclamaba alguien esta semana. Mi respuesta: los libros, sin sombra de duda, porque antes de existir en las calles, la libertad existió en los libros. Sin ellos no hay libertad posible.

La Universidad de Cornell me dio un maravilloso viaje al alma. Le comenté a nuestra rectora: "Es bella esta universidad, está llena de libros, de aulas hermosas, de calles seguras y de jardines cuidados que invitan a pensar". Al conocer a Cornell aumentó mi admiración, no tanto por sus estudiantes, que la merecen, sino por los nuestros, que en medio de esta adversidad de la historia transitan los caminos de la excelencia y nos hacen sentir orgullosos de ellos.

En la madrugada me fui de la helada Ithaca en autobús, con la esperanza de que semillas venezolanas esparcidas en su campus florecerán cuando llegue la primavera. Tuve que ir a Panamá, porque ya no existen vuelos directos, o no se consiguen, y al final, en la siguiente madrugada, llegué a Maiquetía. "¡El mar! ¡El mar!", me dije feliz. Mientras el retrato del comandante me contemplaba, yo hacia mi cola de inmigración para volver a la dura realidad.

Y si la encuentras pobre, no creas que Ítaca te ha engañado.

Sabio como te has hecho, tan pleno de experiencia, habrás entendido lo que significan las Ítacas.


Laureano Márquez
Ítaca
Tal Cual. Caracas, 28 de noviembre de 2014
 

Fernando Luis Egaña: ¿Quién manda en el Psuv?

público y notorio que en el Psuv mandaba Chávez y punto. Pero ahora el tema del mando parece inclinarse a favor de Cabello, aunque las demás tendencias y tribus tengan sus cuotas, incluyendo, no faltaba más, la de los Maduro. Lo que sí está claro es que los jefes no quieren debates públicos ni márgenes de crítica interna. Si no que le pregunten a los disidentes, a quienes les han apagado la luz, literalmente hablando. En la proclamada combinación cívico-militar del oficialismo, lo segundo se nota bastante en los modos del Psuv. Y eso no puede gustar mucho en los ámbitos netamente políticos de esa parcialidad.
El reto del Psuv es sobrevivir a su fundador. Como el de la hegemonía es sobrevivir al hegemón. Ese partido es uno de los escenarios del conflicto endógeno de los jerarcas del poder. Han aprendido, por cierto, a guardar las apariencias. El terror de perder el control del Estado les modera la beligerancia. La procesión va más por dentro que por fuera. Al menos hasta el presente. Pero Cabello hace todo lo posible para imponerse en el Psuv. ¿Lo logrará? Según los partidarios de Maduro, no. Pero en eso andan. En el pulso constante para determinar quién manda en el Psuv.



Fernando Luis Egaña
¿Quién manda en el Psuv?
Quinto Día. Caracas, 28 de noviembre de 2014