domingo, 15 de marzo de 2015

Carlos Alberto Montaner: Obama vs Maduro: historia secreta de un conflicto inevitable

 Barack Obama dijo que el régimen de Venezuela era un peligro para la seguridad norteamericana. ¿Por qué? Violaba los derechos humanos de la oposición democrática. En consecuencia, decretó algunas sanciones contra militares y funcionarios chavistas.
Extraño movimiento. Lo ha hecho pocas semanas después de haber iniciado la cancelación de las sanciones a la dictadura cubana, que desde hace más de medio siglo maltrata a los disidentes con la misma o mayor saña de lo que lo hace el gobierno de Nicolás Maduro con su magullada oposición.
Existe, además, una cuestión de filiación. Cuba es la madre del cordero. Venezuela se comporta de esa manera porque los asesores cubanos que mandan en el país así lo aconsejan. Esa es el expertise que Cuba le vende a Venezuela: inteligencia, control social y gobernabilidad de mano dura. Son los grandes constructores de jaulas del planeta. Aprendieron la técnica de los soviéticos y los han superado.
Naturalmente, Fidel y Raúl Castro salieron de inmediato en la apasionada defensa del chavismo. Con el pan no se juega. Los Castro saben perfectamente que más valen los 13 mil millones anuales de dólares en subsidios, ayudas y negocios que les proporciona su gran colonia política, que los nuevos arrumacos y promesas de Estados Unidos.
La nota oficial cubana establecía que “Venezuela no estaba sola”. Dentro de los códigos testiculares cubanos eso quiere decir que, si se trata de combatir, allí estarán los soldados de la madre patria cubana.
Por supuesto,  son vicios del lenguaje. Gestos para la galería. Los Castro saben que no hay el menor interés por parte de Estados Unidos en recurrir a la violencia para liquidar al chavismo. Nadie va a invadir a Venezuela.
Lo que suele ignorarse es por qué Obama ha dado este paso contradictorio que sólo sirve para construirle un pretexto nacionalista a Maduro, aumentar la represión y despertar el avispero latinoamericano.
Esto hay que explicarlo.
Venezuela sí es un riesgo para la seguridad de Estados Unidos, pero no por la violación de los derechos humanos de los demócratas –esa fue la coartada–, sino por tres actividades que aparecen codificadas en la definición doctrinaria que señala dónde comienza o se intensifica el peligro para la sociedad norteamericana.
Quien quiera conocer la visión que prevalece en Washington en este terreno debe asomarse al libro Reconceptualizing security in the Américas in the 21th Century, y leer, en especial, el capítulo “Venezuela: Trends in Organized Crime” escrito por el analista Joseph M. Humire.
El chavismo ha cruzado las tres rayas rojas.
En primer lugar, la complicidad venezolana con los terroristas islamistas de Irán. El hombre de los ayatolás de Teherán es el gobernador del estado de Aragua, Tareck El Aissami, de origen árabe, exministro del Interior. Ha utilizado sus cargos para crear en la región una red de terroristas del Medio Oriente alimentada con el narcotráfico. En Irán sueñan con que será presidente de Venezuela.
El otro límite violado por el chavismo es, precisamente, el narcotráfico. Hay generales venezolanos metidos hasta las cejas en ese turbio negocio. De las 700 toneladas de cocaína que anualmente se producen en el planeta, 300 pasan por Venezuela rumbo a Europa, vía África, o rumbo a USA vía Centroamérica. Diosdado Cabello, el presidente del Parlamento, ha sido acusado de ser el jefe del Cartel de los Soles.
Y el tercero es el inmenso lavado de dinero mal habido. PDVSA es el sitio en el que se suelen hacer la mayor parte de las transacciones torcidas, incluidas las emisiones de bonos. Más que una empresa, es la cueva de Ali Babá, pero con muchos más de 40 ladrones. Esa plata sirve para corromper políticos, comprar influencias y pagar sus servicios a los delincuentes.
La Casa Blanca sabe todo esto al dedillo. Se lo han dicho sus diplomáticos, los servicios de inteligencia y los desertores. A Walid Makled García, un capo venezolano del narcotráfico del tamaño de Pablo Escobar, antes de que sus captores colombianos lo deportaran a Venezuela, lo interrogaron profusamente los agentes de la DEA.
“El Turco” –así le llaman– cantó La Traviata. Lo dijo todo. Y luego parece que el último recién llegado, Leamsy Salazar, mano derecha de Diosdado Cabello y de Hugo Chávez, recientemente asilado en territorio norteamericano, lo corroboró y aportó nuevos datos. Ya no se podía seguir diciendo que “Venezuela no era un peligro, sino una molestia”.
Venezuela, realmente, es un riesgo para la seguridad de USA y del Hemisferio. El error de Obama ha sido no encarar de frente a su enemigo, y llamarle pan al pan y vino al vino, sino elegir una denuncia oblicua y formularla mal para que ni siquiera se entienda. Quería quedar bien con todos y ha conseguido exactamente lo opuesto. Una pena.



Carlos Alberto Montaner
Obama vs Maduro: historia secreta de un conflicto inevitable
Infolatam. Madrid, 15 de marzo de 2015

Edgar C. Otálvora: Nicolás Maduro se escuda en la movilización militar

La emisión de una orden ejecutiva por Barack Obama imponiendo sanciones a funcionarios del régimen venezolano el 09MAR15, se convirtió en una nueva fase de la confrontación entre ambos Gobiernos y, en justificación para nuevas acciones militaristas dentro de Venezuela y de amenaza de una nueva ola represiva contra sectores opositores amparada en una Ley Habilitante.   
La orden de Obama creó el “programa Venezuela” en la “Specially Designated Nationals List” del Departamento del Tesoro, la cual reúne miles de personas y entidades objeto de diversas sanciones. El aparte “Venezuela” de la lista SPN fue abierta con seis altos mandos militares y una fiscal, señalados por la Casa Blanca de violaciones a los Derechos Humanos y quienes no contarán con visa para ingresar a EEUU y verán congelados su bienes en ese país.
Los títulos de la base legal utilizada por Obama, declarando a Venezuela como una “amenaza a la seguridad nacional” de EEUU”, así como la condición castrense de los afectados, ha sido utilizada por el Gobierno Maduro para presentar las sanciones como preámbulo para una muy improbable invasión armada.
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La reacción de Evo Morales y Rafael Correa ante la orden ejecutiva de Obama fue solicitar la convocatoria de una reunión cumbre presidencial antiimperialista  de Unasur, previo a lo cual los cancilleres de los países miembros se reunirían con carácter de urgencia en Montevideo el 12MAR15. El pedido de Morales y Correa cayó en oídos sordos entre buena parte de los Gobiernos suramericanos, la mayoría dispuestos a emitir comunicados de apoyo a Maduro pero poco interesados en amargar sus relaciones con EEUU.
Pese a la presión de Ecuador, Bolivia y Venezuela, la reunión de cancilleres de Unasur no se realizó en la fecha indicada. Varios ministros alegaron compromisos previos para no viajar a Uruguay, evidenciando la baja relevancia que se le están asignando a lo que varias cancillerías califican como un nuevo episodio en el pleito entre Maduro y EEUU. A ello se sumó un impase entre los Gobiernos de Venezuela y Uruguay a raíz de insultos propinados por Maduro contra Raúl Sendic, el nuevo vicepresidente uruguayo. La reunión de cancilleres fue convocada nuevamente para el sábado 14MAR15, ya no en Uruguay (país que detenta la presidencia pro témpore) sino en la sede de Unasur en Quito. Fuentes de varias cancillerías suramericanas, consultadas para este Informe, coinciden en evaluar como improbable que Unasur convoque a una reunión cumbre presidencial. La aprobación debe ser por unanimidad y varios Gobiernos no respaldarían tal medida.
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El 10MAR15, Nicolás Maduro concurrió a la Asamblea Nacional para introducir un proyecto de ley que le permitirá legislar mediante decretos presidenciales. En esa ocasión anunció que, en respuesta a Obama, había ordenado la realización el 14MAR15 de un “ejercicio militar defensivo” por parte de las Fuerzas Armadas y de la Milicia Bolivariana. Por su parte, el presidente de la Asamblea Nacional y miembro del cogobernante Comando de la Revolución, Diosdado Cabello, convocó a las células chavistas denominadas “Unidades de Batalla Bolívar–Chávez” a sumarse a las “maniobras” militares convocadas por Maduro. Pareciera que ante la imposibilidad de concretar masivas movilizaciones de calle en su apoyo, Maduro optó por mostrar el respaldo militar, al cual se suma el de los “milicianos”, civiles uniformados involucrados en acciones castrenses. En realidad se trató de la segunda convocatoria que Maduro realiza para congregar civiles militarizados en menos de dos semanas.  
El sábado 07MAR15, antes de la Orden Ejecutiva de Obama, el Gobierno Maduro convocó a los miembros de la “Milicia Bolivariana” para un ejercicio definido por el ministro de la Defensa general Vladimir Padrino, como de “adiestramiento, motivación y patriotismo”. Oficialmente habrían participado 18.000 milicianos en los ejercicios “Escudo Patrio de Movilización Nacional”. Imágenes de la concentración realizada en Macarao, en las afueras de Caracas, muestran a personal con indumentaria de faena militar y algunos de ellos con vestimenta de  verde camuflaje, portando fusiles de asalto. A pocos metros de viviendas, violando elementales reglas de seguridad, fueron emplazadas varias piezas de artillería incluyendo lo que parece ser un cañón de 105mm M40.
Fotos: Maniobras militares de la Milicia Bolivariana, el 07MAR15, en Macarao al oeste de Caracas.
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El aparato propagandístico del régimen chavista procura crear una reacción antiestadounidense en la opinión pública venezolana, mostrando las sanciones como acciones contra “el pueblo” venezolano y vinculando a la oposición venezolana con la decisión de Obama. A propósito, en una encuesta realizada durante el pasado mes de diciembre a nivel nacional, ante la pregunta de quién dirige a la oposición venezolana, el 1,8% de los encuestados aseguró que se trataba de EEUU. Todos los que así opinaron se autodefinen como chavistas. Por cierto, el 3,2% de los entrevistados manifestó que los verdaderos líderes del chavismo son los hermanos Raúl y Fidel Castro.




Edgar C. Otálvora
Nicolás Maduro se escuda en la movilización militar
Diario Las Américas. Miami, 14 de marzo de 2015

Leonardo Pizani: La amenaza que revive a Maduro

No he encontrado a nadie cuya primera reacción no haya sido de risa e incredulidad.
La noticia de que el Presidente Obama había declarado “una emergencia nacional con respecto a la amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos planteada por la situación en Venezuela” es tan ridícula que parece un chiste.
Pero no es un chiste. Es una peligrosa declaración a través de la cual el gobierno norteamericano amenaza -nuevamente- a un país latinoamericano y que merece la terminante condena de todos, como en efecto ha sucedido.
Lo único que se necesita es algo de memoria para que semejante barbaridad nos recuerde inmediatamente las invasiones a Guatemala, Cuba, Santo Domingo, Panamá y Granada, el sangriento golpe de Estado en Chile y la interminable lista de dictaduras que  tantas muertes y atraso han significado para nuestro continente, siempre aupadas y sostenidas por los EEUU con  el inaceptable argumento de defender sus intereses en peligro.
Al mismo tiempo, en esta declaración hay algo fuera de lugar. Justamente cuando el gobierno norteamericano aparece como intentando corregir el error del embargo a Cuba -reconocido por el propio Obama como una estupidez sostenida durante 50 años- lanzar este absurdo ataque contra el gobierno venezolano resulta inconsistente hasta con las propias políticas del Departamento de Estado.
Inmediatamente se han hecho múltiples ejercicios  para encontrar las verdaderas razones de semejante barbaridad: el petróleo, Venezuela por Ucrania, que Maduro le ha cedido parte del territorio a China para instalar bases militares, los vínculos con el narcotráfico… en fin, muchas teorías que permitirían escribir varias novelas, porque lo que en América Latina nadie le puede creer a un gobierno de EEUU, es que semejante declaración y amenaza puedan tener algo que ver con la defensa de los Derechos Humanos de los venezolanos.
Tampoco cierra en la declaración de Obama que, después de semejante decreto, las medidas que anuncia sean retirarles las visas y prohibirles negociar en los EEUU a siete funcionarios chavistas. Es algo así como usar un misil para cazar moscas.
Otra explicación posible, y que cada vez toma más cuerpo, es que la declaración de Obama tiene más que ver con la política interna norteamericana que con posibles invasiones contra Venezuela.
Es un hecho conocido que el Sr. Obama ha quedado condenado a transitar sus dos últimos años de gobierno con un congreso dominado por el partido republicano, y eso es un problema para él. Según se ha informado, la declaración de una “emergencia nacional” constituye un formulismo legal que en los EEUU le permite al presidente de la república manejar posibles sanciones a algún país sin tener que pasar por el congreso.
Sea cual fuere la razón y los planes del Sr. Obama, lo que ha quedado claro es que nadie hasta ahora había hecho tanto por Maduro como él.
Maduro lo había intentado todo para tratar de cohesionar a su tropa y ocultar los desastres de su gobierno. En dos años ha denunciado 16 intentos de golpe de estado, todos con su respectiva tentativa de magnicidio. Para aterrorizar a la población, cualquier protesta ha sido brutalmente reprimida dejando un tendal de muertos, heridos, presos y torturados, siendo la última atrocidad el asesinato de un niño de 14 años cometido por la policía bolivariana a la vista de todo el mundo. Se inventó una guerra económica, volvió con el cuento del golpe, llevó a Samper de locutor e intentó utilizar a Unasur… en fin, acabó con todas las recetas de los manuales utilizados por los regímenes de fuerza.
Todo le había fracasado y su credibilidad nacional e internacional estaba por el suelo, hasta que Obama vino a su rescate con una declaración tan estúpida como el embargo a Cuba.
Lo que Galtieri buscó con una guerra, a Maduro se lo regaló Obama. Ya veremos qué costo tiene esa barbaridad para la gente en Venezuela.
Por ahora, ya a Maduro le sirvió para justificar su aprobación de una Ley Habilitante Antiimperialista -¡válgame Dios!- que de hecho sustituye la declaración del Estado de Excepción, con lo que seguirán asesinando niños aplicando la Resolución Nº 008610 que permite el uso de armas de fuego para reprimir protestas civiles. Unasur cerrará filas en apoyo al régimen y se llenará de discursos patrioteros. Si ya teníamos militares por todos lados, ahora los tendremos hasta en la sopa. Ni hablar de libertad de expresión. La censura a los pocos medios independientes encontró una nueva excusa y, por supuesto, ahora la acusación de traición a la Patria a los dirigentes de la oposición será el pan nuestro de cada día; y todo esto sucederá  en plena campaña electoral.
A pesar de estos y otros inconvenientes que seguramente sobrevendrán, la oposición va a ganar las elecciones y lo único que va a quedar como saldo positivo de este mal recuerdo, es que nadie va a poder decir que ganó gracias a los gringos. La oposición le va a ganar a Maduro, a Obama y a los golpistas. A todos juntos.

Leonardo Pizani
La amenaza que revive a Maduro
Infobae. Buenos Aires, 13 de marzo de 2015

El Mundo de Madrid: Banco Madrid, refugio de figuras del chavismo para blanquear

Venezuela encabeza la lista de países más corruptos de Latinoamérica, como corroboran los informes de Transparencia Internacional. Es una de las penosas consecuencias de la gestión del régimen chavista. Pero noticias como la que hoy publicamos dan la medida exacta de hasta qué punto algunos de sus dirigentes se llenan los bolsillos de forma ilícita a la vez que el país se sume por el agujero de la crisis económica, la desigualdad y el desabastecimiento de productos básicos.
Tal como revelamos, al menos media docena de altos cargos y empresarios ligados al círculo más próximo de Hugo Chávez están siendo investigados por blanquear fondos a través del Banco Madrid, la filial española de la Banca Privat d'Andorra (BPA) intervenida días atrás por cooperar con organizaciones criminales en lavado de dinero. Así se recoge en el informe sobre el Banco Madrid abierto por el Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac) -dependiente del Ministerio de Economía-, que fue remitido a la Fiscalía. El expediente descubre la operativa de este banco, que diseñó toda una estrategia que, como mínimo, facilitaba captar fondos procedentes de actividades delictivas. Los gestores de la filial del BPA deberán responder por un asunto tan grave. En cuanto a Venezuela, el actual Gobierno de Maduro está obligado, antes que nada, a dar muchas explicaciones. Sus habituales salidas de tono denunciando 'conspiraciones mundiales' sólo abundarían en mostrar la naturaleza corrompida del chavismo.
Los nombres señalados por el Sepblac nos sitúan en la misma 'guardia de corps' de Chávez. Destacan nada menos que el ex viceministro de Energía de Venezuela, Nervis Gerardo Villalobos, el ex viceministro de Seguridad Ciudadana, Alcides Rondón, o el ex director de Seguridad del régimen, Carlos Luis Aguilera. Este último, por ejemplo, participó estrechamente junto al llamado 'Líder Eterno' en su fallido intento de golpe de Estado de 1992. La investigación en marcha ofrece claros indicios de que todos usaron su posición de poder para hacer negocios al margen de su pueblo y, sobre todo, para recibir sobornos millonarios o comisiones en turbias operaciones del régimen a cambio de concesiones y adjudicaciones de obras. Yesas mordidas habrían sido blanqueadas a través de cuentas del Banco Madrid, aprovechando la laxitud de esta entidad y sus brazos abiertos a la hora de captar fondos y patrimonios de cualquier naturaleza y procedencia -muchos gestionados a través de Sicav-. Además de políticos, en la lista aparecen empresarios tan destacados como Omar Farias, que administra en España una sociedad de inversiones, y sospechoso de enriquecimiento ilícito gracias a sus redes con la cúpula bolivariana.
Las fuentes policiales consultadas por EL MUNDO consideran inaudito que Banco Madrid no realizara un seguimiento especial de estos clientes y, sobre todo, que no cumpliera con su obligación de comunicar al Sepblac actuaciones sospechosas cuando, por ejemplo, la entidad llegó a bloquear una operación de 13 millones del mencionado empresario Farias, sin realizar al mismo tiempo ninguna investigación ni poner en conocimiento de las autoridades competentes las posibles irregularidades detectadas. La Comisión de prevención del blanqueo, de momento, ya ha abierto expediente por "infracciones graves y muy graves" a los miembros del Consejo de la entidad. Ese 'modus operandi' de cerrar los ojos y no preguntar nada a los clientes tanto del BPA como de su filial española les habían convertido en una entidad mundialmente famosa por su opacidad. No extraña así que la familia Pujol decidiera cambiar el Andbank -otro banco andorrano- por el BPA para ocultar durante años al Fisco parte de su fortuna.
Cabe destacar que el Banco de España inició ya el año pasado una inspección sobre Banco Madrid de enorme ayuda para el Servicio antiblanqueo. La iniciativa contribuye, sin duda, a generar confianza entre la ciudadanía en las instituciones económicas. Una situación en las antípodas del triste escenario de Venezuela, donde hace semanas se supo por la 'Lista Falciani' que el Gobierno de Chávez ocultó al menos 15.000 millones de euros en el HSBC suizo, y ahora empezamos a conocer las tramas de sus prebostes para blanquear. Parece que el 'socialismo del siglo XXI' bolivariano se articula peligrosamente sobre las ansias cleptómanas de sus ideólogos.



El Mundo
Editorial
Banco Madrid, refugio de figuras del chavismo para blanquear
El Mundo. Madrid, 16 de marzo de 2015

Marta Colomina: Miedo de llamar las cosas por su nombre

La reacción de algunos “opositores”, y sobre todo del debilitado régimen de Maduro, ante la medida cautelar interna tomada por el presidente Obama contra  la violación de derechos humanos y delitos de narcotráfico en Venezuela, nos recordó cuando Rómulo Betancourt calificaba de “jingoísmo” y “patrioterismo” el intento de las dictaduras (para salvar su pellejo) de identificar a los ciudadanos en el poder con la nación entera. Se explica que Maduro grite que la medida de Obama “es una acción contra todos los venezolanos”, pero lo que no se explica es que en la Venezuela de hoy, asolada por la corrupción, la escasez, la represión contra la disidencia, las muertes de enfermos por falta de insumos, la confiscación de empresas cuyos dueños están encarcelados, y las pruebas de que Pdvsa y sus directivos estarían incursos en blanqueo de capitales por montos que podrían superar lo 4.000 millones de dólares, algunos “opositores” –por suerte pocos– se contagien del “síndrome de la planta insolente del extranjero” (Gustavo Coronel dixit).
Está claro que Maduro no es Venezuela y que los siete sancionados internamente en Estados Unidos, tampoco; o que Diosdado diga que “venezolano que no quiera defender al país deberá ser tratado como enemigo” (todo venezolano que disiente ha sido tratado por el régimen como “enemigo”). Hasta Tibi está buscando una excusa para suspender las parlamentarias cuando declara que “sanciones pretenden lesionar evento parlamentario”. El delirio oficial es de tal calibre que Maduro está acusando a Leopoldo López de ser el culpable de la decisión de Obama: “Las sanciones vinieron porque la justicia venezolana llevó a la cárcel al monstruo de Ramo Verde”.
Con el aislamiento de Maduro (apenas Rusia, no todos los del ALBA y los chavistas  de “Podemos”, han salido en su defensa), el vice Arreaza dice que “Venezuela quiere mantener las mejores relaciones con Estados Unidos” y hasta Villeguitas clama “por dejar de un lado las diferencias y formar una unión nacional para derrotar los ataques imperialistas”. Es decir, que olvidemos que “han matado a manifestantes; reprimido con violencia; perseguido, encarcelado y maltratado a miles” (dice Sergio Antillano). Que no recordemos que han “violado el derecho internacional sobre tortura en los casos de López, Ceballos, Scarano, Luchese” y Ledezma, como acusa el relator de la ONU. O la denuncia de la OIT sobre la detención de al menos “15 grandes empresarios en Venezuela”. Asombra que ante tantas violaciones (incluida la Ley Habilitante que instaura el estado de excepción) algunos “opositores” se adhieran a la tesis oficial de que las medidas serían contra Venezuela. Los que conocen el lenguaje internacional saben que cuando se nombra críticamente a países (Rusia, Corea del Norte, etc.) se hace en referencia a sus gobiernos. Así lo entendieron María Corina, Leopoldo López, Diego Arria, la MUD y varios partidos. Freddy Guevara, de VP, fue directo en su TL: “Yo no acepto lecciones de nacionalismo de quienes entregaron todo a los Castro y quien caiga en esa trampa es o se las da”. Los expertos Thaís Peñalver: “USA está en su derecho de rechazar que corruptos y violadores de un país, lleven dineros públicos robados a su territorio”. Luis Vicente León: “La realidad es que el gobierno de Estados Unidos aplicó sanciones a funcionarios venezolanos  específicos de manera individual. No es una sanción nacional”.
Quienes creen  exagerado decir que el régimen de Venezuela es un riesgo para la seguridad (financiera) de Estados Unidos que pregunten a los analistas de blanqueo de capitales y lean en La Patilla al experto Antonio de la Cruz, con datos oficiales sobre la decisión de Obama de pedir la intervención del Banco Privado de Andorra (BPA) y la medida cautelar sobre los siete venezolanos sancionados, que vienen precedidas de notificaciones del Departamento del Tesoro elaboradas por la red contra los delitos financieros (Financial Crimes Enforcement Network). En ese informe se revela que altos ejecutivos del BPA facilitaron transacciones financieras a grupos de lavado de dinero, contrabando y fraude (mafias rusas, chinas y venezolanas). Sobre Venezuela, “el documento señala que el lavado de capitales –producto de la corrupción gubernamental– se realiza a través de una red con cientos de empresas ficticias o de pantalla panameñas que manejan gran cantidad de negocios para obtener utilidades ilícitas e integradas por funcionarios de alto rango del gobierno de Maduro, agentes lavadores de dinero, residentes en Panamá con vínculos en Andorra.(…) El Departamento del Tesoro señala que el BPA facilitó el movimiento de 4.200 millones de dólares en transferencias relacionadas con el blanqueo de dinero venezolano a través de contratos falsos, con instituciones públicas venezolanas, incluyendo a Pdvsa” (…) Por eso “el Departamento del Tesoro podría poner sanciones a Pdvsa que le impedirían operar sus actividades comerciales en dólares (…) Además Pdvsa perdería el mercado de crudo estadounidense. Recordemos que 95% de las divisas que ingresan al país, provienen de la venta petrolera a Estados Unidos”. Y por si fuera poco –concluye De la Cruz– “existe el riesgo de que Pdvsa también salga como un medio para facilitar actividades terroristas (FARC, Hezbollah)”.
La prensa mundial ya ha hecho públicos parte de los informes sobre el blanqueo de capitales, cuyas vinculaciones delictivas no habrían hecho más que empezar. Están convencidos de que Obama tendría ya todos “los pelos del burro en la mano”.

Marta Colomina
Miedo de llamar las cosas por su nombre
Diario Las Américas. Miami, 15 de marzo de 2015

Thays Peñalver: Las bombas yankees sobre Venezuela

Cuando Hugo Chávez entre 1999 y 2002 optó por reeditar la guerra fría, no se le ocurrió mejor idea que hablar del final del imperialismo estadounidense y reagrupar al ‘hospital de los muñecos revolucionarios’ contra EE.UU. Bastaba que Bush emprendiera medidas contra Saddam Hussein para que Chávez apareciera retratado manejándole su carro al tirano iraquí, justo en el momento en que Saddam estaba por expulsar a los técnicos nucleares de la ONU. Para colmo, la primera amenaza de Chávez de suspender los envíos de petróleo a USA, llegó justo en el momento en que Saddam Hussein, pistola en mano, amenazaba también con cortar el suministro. Jamás llegaron los Marines, pero Bush en el Congreso lanzaría la primera bomba en el Discurso de la Unión: “Cuatro años es suficiente. Urjo al Congreso a que pase la Ley que garantice una menor dependencia del petróleo extranjero” (aplausos). Venezuela exportaba para ese momento 2,97 millones de barriles, de los cuales 1,7 era a los Estados Unidos, 350 mil a Europa y casi 250 mil a Asia (PDVSA, pág. 72).
Luego de tres años ininterrumpidos amenazando con los cortes de suministro y esperando los portaaviones, jamás llegó la flota de Marines. Simplemente en su siguiente Discurso de la Unión Bush advirtió: “Tenemos un serio problema, somos unos adictos al petróleo que es importado de naciones inestables, la mejor manera de frenar esa adicción es con tecnología. Así que esta noche anuncio la Iniciativa Avanzada de Energía” (aplausos).
Los años 2006 y 2007 estuvieron plagados de supuestas amenazas de invasiones “yankees” contra Venezuela, en sus discursos Chávez amenazaba de nuevo con cortarles el suministro y además los provocaba con agrupar a algunos países en contra de Estados Unidos, en uno de sus tantos delirios acusó a una nación que es profundamente religiosa, de tener “el diablo en casa”. Mientras enardecía con ofensas al gobierno norteamericano, expulsaba a funcionarios de la Embajada, ministros consejeros, agregados, oficiales de la DEA y hasta misioneros de ese país fueron detenidos y acusados de ser “espías del imperialismo”. Pese a las decenas de alocuciones de Chávez, en las que aseguraba la posibilidad de que los Marines desembarcaran y que llegaban siempre acompañadas por los anuncios de las maniobras de la Fuerza Armada en las costas de Venezuela, el silencio de los Estados Unidos fue absoluto. Al poco tiempo la prudencia norteamericana fue interrumpida por Bush quien sorprendió a todos con otro bombazo: “Por demasiado tiempo hemos sido dependientes y vulnerables a regímenes hostiles. Esta noche le pido al Congreso que se una a mi iniciativa de (..) cortar tres cuartos, de esa gasolina importada” (Aplausos). Al finalizar ese año, Venezuela había dejado de exportar 200 mil barriles de petróleo que nunca más podría colocar de nuevo en otro lugar.
Si hubo un momento álgido y propicio para un desembarco de Marines en la historia de las relaciones, fueron los años 2008 y 2009. En el medio de la crisis más grave entre Estados Unidos y Rusia desde la guerra fría, Chávez ofreció el territorio de Venezuela para establecer las bases para el despliegue de la flota estratégica y nuclear rusa, ordenó la movilización de tropas a la frontera colombiana, expulsó al embajador y a varios diplomáticos con el ridículo grito de: “Váyanse pal cara… Yanquis de m…” Hugo Chávez armaba aquel escándalo calculadamente el día de la conmemoración del 11 de Septiembre, fecha en la que la sensibilidad norteamericana está a flor de piel. Como para echarle más leña al fuego, el gobierno revolucionario iniciaba una ofensiva de expropiaciones masivas contra transnacionales estadounidenses en tiempos en los que del otro lado de la línea no estaba Ronald Reagan, del muro de Berlín solo quedaba un monumento y Rusia no era la Unión Soviética. Así que los ‘añorados’ Marines se quedaron en casa de nuevo y en el año 2009, un nuevo presidente de Estados Unidos también soltó una bomba: “Vamos a tomar duras medidas como abrir nuevas áreas offshore para producir más (..) Para ese momento, Chávez había logrado que 400 mil barriles más fuesen expulsados de USA y de estos solo 200 mil encontraron alguna cabida en Asia.
Y así llegaron los años 2010 y 2011, quizás los más intensos en materia de amenazas de cortar el suministro de petróleo. “"No enviaremos una gota de petróleo más a sus refinerías, ni una gota más" vociferaba Chávez mientras irresponsablemente acusaba al futuro presidente de Colombia, de estar implicado en un plan para asesinarlo. Ya las expropiaciones a los estadounidenses en Venezuela asemejaban a la Cuba de 1961, la revolución chavista arremetió contra empresas de alimentos, cristales, molinos y hasta contra los hoteles, como hiciera Fidel Castro. Aquello era surrealista, ver a la Fuerza Armada junto a milicianos haciendo ejercicios en las playas entrenando para un hipotético desembarco de unos Marines que  nunca llegaron. Lo que sí llegó fue un nuevo bombazo, que retumbó del otro lado del lado del continente, otra iniciativa mas, cuando Venezuela había dejado de exportar ya 500 mil barriles de petróleo, que nunca más encontrarían mercado.
Los Marines nunca vinieron ni vendrán porque fueron la excusa perfecta para engañar a una sociedad espantosamente inculta, en la que fue muy fácil ampararse detrás del falso patriotismo, para avanzar a la instauración de un estado marxista subsahariano en Venezuela. Sabemos que las bombas no caerán, así como sabemos que la verdadera guerra económica la crearon los chavistas quienes lograron que desde los Estados Unidos afirmen: “Nos hemos liberado de la opresión del petróleo extranjero cuando hemos importado menos que hace treinta años” y de los nueve millones de barriles que aún quedan, seis millones son de Canadá, México y Colombia. Por eso, más importante que las sanciones de Obama a funcionarios del gobierno venezolano, lo que debe causar alarma son las palabras del Departamento de Estado sobre nuestro país: “Venezuela ya no reviste mayor importancia para nosotros y cada vez será menor” (Jacobson).
Hoy, mientras una Venezuela desvencijada y arruinada después de 16 años de revolución se prepara por decimo año consecutivo para la guerra “en todo el territorio nacional”, anuncio utilizado solo como excusa para radicalizar la revolución marxista, sobre el escritorio de Obama hay dos enormes bombas que esperan por su firma y que significarán la expulsión de al menos otros 500 mil barriles de petróleo venezolano; mientras los chinos nos informan que más de la mitad de la economía venezolana está hipotecada, nada menos, que a los fondos de inversiones imperialistas. Hoy los revolucionarios hablan de cómo las bombas inteligentes no discriminan, sin entender que los fondos buitre que terminarán despedazando los pocos activos que le han dejado a Venezuela, son más inteligentes que los bocones revolucionarios.


Thays Peñalver
Las bombas yankees sobre Venezuela
NOTIMINUTO. 15 de marzo de 2015

Carlos Raúl Hernández: Imperialismo vegetariano

No se espera una intervención norteamericana en territorio venezolano

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Maduro y Obama lograron sus objetivos de política interna. El primero desde hacía rato intentaba que la oposición propiciara desórdenes como el año pasado, estallidos sociales, guarimbas o cualquier otra regorgalla, con el objeto de crear condiciones para imponer un régimen de excepción, suspensión de garantías, y que el gobierno pueda trabajar con las manos más libres a ver si se libra de la paliza electoral. Pese a la muerte de estudiantes, la detención de Ledezma y los atropellos contra Leopoldo López, se quedó con las ganas. Y aunque hay siempre algún noble brutus dispuesto a meter la pata, parece que el sentido de la realidad y la inteligencia se aguzan con la perspectiva de una diputación. El pronóstico electoral para el gobierno es terrible porque la oposición puede ganar las parlamentarias pese a su lastre interno, lo que aterra a la cúpula del poder y hace previsible cualquier cosa, como prevén los sabios.

La alternativa frustró los ardides y el gobierno dirigió las provocaciones a EEUU. Reducción sorpresiva de su personal diplomático en Caracas. Luego prohiben la entrada al país de siete personalidades importantes y por último decretan la exigencia de visa a los norteamericanos que viajen a Venezuela. En ese momento el gobierno de Obama se dejó de caras de póquer y astucias, perdió los nervios y sacó la mandarria, tal como Maduro quería. Gracias al "peligro inminente" el presidente de Venezuela se despierta con la materialización de su sueño dorado, como aquel Fidel Castro en la crisis de los cohetes (imitado luego por el galáctico con la declaración megalómana de "soy una hoja en el torrente revolucionario"). Debe ser placentero andar de David contra un Goliath discapacitado, al que escupen, le tocan la cara y le voltean la silla de ruedas.

Habilitar Estado de excepción

Y emocionante estar en el centro del universo, aunque sea para nada. Madonna decía que "la única pesadilla peor a que la persiguieran los paparazzi era que NO la persiguieran los paparazzi". Con la sangre saturada por chorros de neurotrasmisores y sensaciones agradables, Maduro se sale con la suya y establece un Estado de excepción, tal como lo quería, por medio de la Ley Habilitante "para la defensa de la soberanía", aunque la soberanía que no está en peligro. Todo el mundo sabe que no hay ni habrá ninguna intervención norteamericana en Venezuela, entre otras porque el mundo vive la etapa del imperialismo vegetariano. El canciller uruguayo Raúl Sendic, hijo del héroe Tupamaro del que heredó el nombre, se hartó de la farsa y le paró el trote cuando afirmó que no tenía evidencias de la supuesta agresión imperialista a Venezuela.

Si Paul Johnson calificó a los romanos de imperio liberal, cómo será este, que solo medio actúa cuando el bullying que le aplican los países pillos es tan insoportable que llegan a derrumbar sus edificios más renombrados. Todavía tienen a Castro diciendo disparates y sandeces a apenas 150 Kms. La Ley Habilitante es únicamente para efectos internos y la única agenda a discutir si hubiera conversaciones propiciadas por Unasur es no permita los abusos que prefigura. El guión es cubano y esa fue y ha sido la práctica de Fidel a lo largo de 56 años de desgracias para la isla. Cada vez que cometía un desafuero, se presentaba una hambruna o una epidemia por desnutrición, salía el "titán" a manifestar que los cubanos estaban dispuestos a morir en su lucha contra la nación más poderosa, en el altar de la libertad y el honor. El diputado Cabello decía que "los venezolanos estamos dispuestos a pasar hambre con dignidad".

Vacunas antirrábicas

Alguien podría preguntarse por qué pasar hambre, con dignidad o sin ella, un país que recibió la renta de las Mil y una noches y que ha llenado todos los dry cleaning del mundo de dólares petroleros ¿Por qué colombianos, peruanos, chilenos, bolivianos, uruguayos o ecuatorianos no tienen que sufrir hambre ni apelar a la dignidad y la pasan bastante bien? ¿Para qué tanto dramatismo? ¿Por qué tanta comedia antimperialista que los países de Unasur, -un sindicato socarrón de gobiernos- todos de excelentes relaciones con el Norte, observan con burla aunque también con complicidad. Todo el mundo sabe que las sanciones económicas o los embargos a los países sinvergüenzas son inoperantes y más bien remachan las autocracias. Y no es previsible que la estructura militar sobre la que se asienta el gobierno se quiebre o escandalice por la posible secuencia de denuncias como lo del Banco de Andorra.

Ingenuo que algunos crean que eso puede afectar seriamente la estabilidad. Lo único que crece es la imagen en el mundo de que Venezuela es un país cuestionable, como Cuba, Irán, Bielorusia, Zimbawe o Costa de Marfil, que pagan los ciudadanos con el desprecio recibido cuando viajan al exterior. La decisión del presidente Obama por su parte les tiró un huesito a los cubanos del senador Marco Rubio y al sector hidrofóbico de los venezolanos exilados que gritan en las madrazas de Aventura Mall "que ahora si se aproxima el fin del demonio", y no logra otra cosa que ponerle las papas más duras a quienes hacen todos los esfuerzos para mantener vivo en Venezuela el fuego olímpico en medio de ventarrones de todos lados.

@CarlosRaulHer




Carlos Raúl Hernández
Imperialismo vegetariano
El Universal. Caracas, 15 de marzo de 2015