domingo, 16 de noviembre de 2014

Color de Hormiga: Los aumentos de Maduro y el efecto bumerán

El énfasis que puso el presidente Maduro en anunciar que a los militares les regalaría un aumento salarial del 45% en vísperas de la Navidad cayó muy mal en el país que cada vez produce más pobres con una inflación del 70% y cuyo billete de más alta denominación, 100 bolívares, cuesta menos de un dólar estadounidense. Días más tarde ofreció un aumento a los trabajadores de solo un 15%. Por ello cayó muy mal en el seno de las Fuerzas Armadas lo que Maduro pensó alegraría a los uniformados. La percepción generalizada es que fue hecho “para tranquilizar el malestar que se expresaba a lo interno militar” ante la grave situación social, financiera y económica por la que atraviesa Venezuela. Más aún cuando el régimen no adopta las medidas necesarias para revertir el curso de la crisis pues sigue aferrado al fracasado socialismo comunista del siglo pasad. El aumento -que aunque exagerado está por debajo de la inflación- fue percibido por los ciudadanos como “una compra de lealtad”. Lo ven como discriminatorio al darle a las FABV un trato privilegiado. Un oficial nos relataba que Chávez los había enseñado que en momentos de crisis sus fuerzas armadas debían dar el ejemplo estando en situación similar a su pueblo.
Arde la Guardia Nacional
La propuesta del nuevo ministro de la Defensa, el Gral. Padrino López de fusionar la Milicia Bolivariana con la GNB trajo un enorme descontento al seno de este componente. Cuando el llamado “comandante eterno” tomó aquella medida de llevar a todos los suboficiales de carrera a homologarlos en grados de oficiales superiores creó un malestar aún no superado podemos imaginarnos hoy como se sentirán los Guardias Nacionales. Explicamos que un oficial de la GNB tiene una preparación profesional amplia que le permite actuar no solo en operaciones de orden público sino también de fiscalización y control aduanero con preparación administrativa y financiera además de que sus miembros participan en comandos aéreos, terrestres, marítimos y fluviales. El colmo sería asimilar esa milicia –incluye viejos y viejas en la tercera edad- sin perfil profesional a la Guardia. Menos del 5% podría estar apto para la guardia. Mientras el gobierno les paga sus salarios solo por uniformarse. Añádase el descontento que produjo el nombramiento del muy cuestionado General Néstor Reverol al frente de la GNB. Las acusaciones contra el militar que estuvo al frente de la agencia antidroga venezolana, ONA, lo vinculan estrechamente al hoy gobernador de Aragua, Tareck el-Aissami y sus acusaciones fueron muy cuestionadas. Se dice que la presencia en Washington como testigo protegido del ex militar del 4F y gobernador de Aragua, Rafael Isea, lo implica en hechos delictivos junto a su protector. La GNB pensaba que quien sería nombrado era el general Benavides quien no solo era el oficial más antiguo sino que pensaban sería recompensado por haber sido muy duro, dirigiendo la represión, en algunos momentos vividos en Caracas de conmoción social…
Como en la peluquería
Diosdado Cabello, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela se ha convertido en una copia mala del vulgar y estrellado (por los cubanos de Raùl) ex conductor "Mario Silva" de la TV Roja Rojita. Con su programa semanal "Con el mazo Dando" Cabello estimula las delaciones y acusaciones entre los venezolanos al ofrecer estímulos a los llamados "Patriotas Cooperantes" (una copia burda de los CDR cubanos) y asegurarles serán tomados en cuenta en las próximas asignaciones presupuestarias del gobierno. Cabello aparece en un lùgubre estudio al mejor estilo de la CMQ en sus comienzos en La Habana o a la TVN Canal 5 de Caracas que fue la estación emblemática del dictador Pèrez Jimènes. Cabello le hace honor a su apellido pues el programa con su monologo y con los invitados parece una buhardilla de chismes de peluquerías.
Guapa y apoyada
Tal como se los informe la semana pasada Delcy Eloina Rodríguez Goméz quiere ser Magistrada al TSJ y como tal acudió a llevar su solicitud al Comité de Postulaciones pero oh sorpresa le faltaban recaudos y que dijo la Doctorisima “tranquilo yo hablo con Nicolás”, que maravilla ser guapa y apoyada. Pero bueno vamos a ver como demuestra que calza todos los requisitos.
Otra guapa y apoyada que aspira ser magistrado es la secretaria de la comisión de política interior de la Asamblea Nacional Celeste Liendo quien no cumple con los requisitos pero es amiga de los miembros del comité de postulaciones a magistrado del TSJ, asi que ojo estamos pendientes.
Aquí les recordamos a los miembros del comité los requisitos para ser magistrado
Las Magistradas y Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia son elegidos por la Asamblea Nacional. Tienen una duración en sus cargos de doce (12) años, por un único período.
Artículo 263. Para ser magistrado o magistrada del Tribunal Supremo de Justicia se requiere:
1.- Tener la nacionalidad venezolana por nacimiento y no poseer otra nacionalidad.
2.- Ser ciudadano o ciudadana de reconocida honorabilidad.
3.- Ser jurista de reconocida competencia, gozar de buena reputación, haber ejercido la abogacía durante un mínimo de quince años y tener título universitario de postgrado en materia jurídica; o haber sido profesor universitario o profesora universitaria en ciencia jurídica durante un mínimo de quince años y tener la categoría de profesor o profesora titular; o ser o haber sido juez o jueza superior en la especialidad correspondiente a la Sala para la cual se postula, con un mínimo de quince años en el ejercicio de la carrera judicial, y reconocido prestigio en el desempeño de sus funciones.
4.- Cualesquiera otros requisitos establecidos por la ley.
No pueden ser simultáneamente Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, quienes estén unidos entre sí por matrimonio, adopción, parentesco en línea recta o en línea colateral dentro del cuarto (4º) grado de consanguinidad o segundo (2º) de afinidad. Tampoco podrán los Magistrados ejercer otros cargos, profesiones o actividades que sean incompatibles con sus funciones y que no constituyan fines públicos remunerados, tales como ser miembros de comisiones codificadoras, redactoras o revisoras de leyes, ordenanzas o reglamentos. Pueden ejercer cargos académicos y docentes, a menos que éstos sean a tiempo completo y sean incompatibles.



Color de Hormiga
Los aumentos de Maduro y el efecto bumerán
Diario Las Américas. Miami, 16 de noviembre de 2014

Leonardo Pizani: Venezuela, la tortura y el cono sur

Después de 10 años, el pasado 6 de noviembre Venezuela compareció ante el Comité Contra la Tortura de la ONU que escuchó la presentación de las diferentes ONGs nacionales e internacionales que se ocupan de estos temas y las explicaciones que tuvo a bien brindar el gobierno. Sólo voy a mencionar un dato que es suficientemente revelador de la gravedad de la situación y de la impunidad con la que actúan los cuerpos represivos: en 10 años hubo 9.000 denuncias de torturas y sólo 12 acusados de perpetrarlas.

En esos 10 años, además de la impunidad evidenciada en las cifras mencionadas, Venezuela se ha negado sistemáticamente a recibir la visita del Relator contra la Tortura, a ratificar el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes y se retiró del sistema Interamericano de Derechos Humanos dependiente de la OEA. No hay que ser mal pensado para ver en este conjunto de hechos una actitud premeditada dirigida a evitar el control y la condena de los organismos internacionales a costa de la indefensión de las víctimas y la impunidad de los represores.

Ta barato, dame dos.

Durante ese mismo lapso Venezuela disfrutó de los ingresos petroleros más altos de toda su historia, circunstancia que el Tte. Cnel. Chávez supo aprovechar.

Con un estilo simpático, dicharachero y campechano -muy venezolano, hay que decirlo- y seguramente con una interesada asesoría de la Habana, manejando con gran habilidad sus condiciones de caudillo en un país con débiles instituciones democráticas, el Tte. Cnel. desplegó una agresiva política internacional con el tradicional discurso integracionista y antiimperialista típico de nuestros gobiernos, pero respaldado por una abultada chequera.

En esos 10 años Venezuela promovió su incorporación a Mercosur y apoyó con decisión la creación de Unasur y de otros organismos subregionales como el Alba, más dócil a sus propias políticas. El problema está en que estos organismos –que entre sus principios constitutivos tienen la defensa de la democracia y de los DDHH- no cuentan con mecanismos independientes de supervisión y control en estas materias.

No es ninguna novedad el decir que en política internacional no hay ideologías sino intereses, pero cuando esos intereses cuentan además con una ideología y un discurso político común, realmente se tejen unas alianzas muy difíciles de derrotar, de otra manera no se explicaría cómo es que en todos estos años las grandes potencias del mundo no han logrado poner coto a los paraísos fiscales, al lavado de dinero y al tráfico de estupefacientes, o cómo es que Suiza -adalid mundial en materia de DDHH- se ha resistido tanto a terminar con el secreto bancario y a devolver a los judíos los depósitos de sus bienes robados que el nazismo hizo en sus bancos.

En nuestro caso, la alianza que Chávez logró forjar explica, aunque de ninguna manera justifica, el estruendoso silencio de sus socios regionales ante las terribles violaciones que su régimen ha hecho de los principios democráticos y de los DDHH en Venezuela.

Algo habrán hecho

Lo que resulta mucho más difícil de explicar, especialmente en el cono sur, es el mecanismo mediante el cual esas alianzas de intereses y poder bajan hasta ser aceptadas por las poblaciones de esos países y, más difícil aún, comprender cómo es que llegan a constituirse en verdaderos procesos de autocensura, e incluso complicidad, entre los comunicadores e intelectuales -defensores de los DDHH- que optan por callar antes que denunciar a un gobierno que consideran aliado de aquel al cual respaldan.

Salvo la notables excepciónes de la hija de Allende, la Senadora María Isabel Allende y de Fernando Mires quienes han fijado una clara posición de “tolerancia cero” frente a las violaciones de los principios democráticos y de los DDHH en Venezuela, hasta ahora no hemos visto dirigentes del Frente Para la Victoria en Argentina ni del Frente Amplio en Uruguay con posiciones claras al respecto.

Con relación a los medios de comunicación, comunicadores e intelectuales de los países del cono sur el panorama es aún más grave. Su silencio, muy parecido al famoso “algo habrán hecho” que imperó durante la dictadura de Videla y que llevó a mucha gente progresista a callar frente a las barbaridades del régimen, resulta incomprensible frente a hechos que han sido del dominio público durante años.

Parafraseando a Galeano, uno podría decir: ¿hasta cuando seguirá llamándose “no hacer el juego al imperio” el silencio de políticos, intelectuales y comunicadores ante gobiernos -que se proclaman anti-imperialistas y progresistas- pero violan sistemáticamente los principios democráticos y los DDHH ?

Leonardo Pizani
Venezuela, la tortura y el cono sur
Infobae. Buenos Aires, 12 de noviembre de 2014

Alberto Barrera Tyszka: Los infiltrados

La censura oficial siempre es una señal de debilidad. Cuando un Estado persigue y encarcela tuiteros, más que ejercer su poder, demuestra su vulnerabilidad. Cuando, cada semana, Diosdado Cabello aparece repartiendo insultos y amenazas en la televisión, no hace más que ofrecerle al país una imagen de la creciente fragilidad del gobierno.
Uno de los logros fundamentales del oficialismo ha sido frivolizar la revolución. Frivolizar la palabra, la idea, el sentido que tiene dentro del espacio simbólico. Con la misma puntualidad que han devaluado la economía, también devaluaron el lenguaje. En este país, la palabra socialismo terminará siendo sinónimo de chanchullo. Independencia y soberanía ya pueden significar lo mismo que autocracia o nepotismo. La palabra oligarquía solo ha cambiado de color. La palabra corrupción sigue igualita. Diciendo lo mismo. Pronunciándose siempre de la misma manera.
Ser revolucionario se convirtió en una fórmula de mercado. El manejo de cierta retórica de izquierda, aderezada con alusiones permanentes a Hugo Chávez, se ha transformado en un protocolo para acceder y surgir en la corporación. Trabucaron el discurso de izquierda en un procedimiento comercial tan eficaz como el manual de ventas a domicilio de Electrolux. El país está lleno de un palabrerío hueco, sin complejidad, que repite expresiones como si fueran recetas de éxito; una gran nada que suena y suena sin dirección ni sentido. Cada vez somos más ruido.
El programa Con el mazo dando es un ejemplo privilegiado. Se puede considerar el show estelar del chavismo. De alguna manera, hereda o prolonga la tradición televisiva del Comandante Eterno. También pretende ser un espacio de ejercicio de poder, donde la eficiencia mediática se imponga sobre la eficiencia del Estado y de las instituciones. Es, además, un programa promovido por la presidencia, tanto que ya se ha anunciado la creación de un periódico con el mismo nombre. Y, sin embargo, es de una superficialidad casi infinita. No hay nada más parecido a Chepa Candela que los mazazos de Diosdado Cabello.
No deja de ser sorprendente que un gobierno que invoque la transparencia y denuncie la guerra mediática construya su principal espacio comunicacional sobre chismes de los que nadie se hace responsable, sobre dimes y diretes anónimos. Los “patriotas cooperantes” del programa actúan de la misma manera que los informantes secretos de la farándula. Cabello denuncia y acusa basado en las confidencias que le dicen sus amigos “Mundo”, “Chef” o “Hierrito”. Se propone ser deliberadamente aguerrido y confrontador, pero el resultado logra lo contrario. Es un luchador solitario, haciendo maromas y gritando sobre un rin. Buscando contrincantes. Buscando público.
Todo esto podría ser gracioso si no fuera, a la vez, tan crudamente trágico. Nada es igual cuando se sitúa en el contexto de una sociedad cuyas instituciones han sido desmanteladas y que se encuentra cada vez más sometida por la lógica de la fuerza. En ese contexto, los “patriotas cooperantes” son una perversión muy peligrosa. Tanto como la pugna entre los grupos armados del país. Tanto como la presencia militar, cada vez mayor, en todos los ámbitos de decisión y desarrollo de la sociedad. Tolstoi decía que la violencia puede servir para reprimir al pueblo, pero no para gobernar. Estamos ante un gobierno que solo es capaz de pensarse desde la guerra. Su fuerza es también su debilidad.
Los enemigos también se gastan. Ahora el poder ha descubierto a los infiltrados. Esta semana, Francisco Ameliach ha dado un número telefónico para denunciarlos. Es el (0416) 942-5792. ¿Qué esperas? Llama.
—Aló.
—Buenos días. ¿Tienes dónde anotar?
—Sí, pero…
—Anota, pues: Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, Rafael Ramírez, Jorge Rodríguez, Elías Jaua…
—¡Epa, epa, epa! ¡Ya va! ¡Párate ahí! ¿Qué crees que estás haciendo?
—Cumpliendo con mi deber revolucionario, coño. ¡Estoy denunciando a los infiltrados!
 
Alberto Barrera Tyszka
Los infiltrados
El Nacional. Caracas, 16 de noviembre de 2014
 

Carlos Raúl Hernández: El capitalismo no existe

Cada vez que se quedan sin respuesta sobre el caos que crearon, -es decir, siempre- los revolucionarios apelan al comodín retórico perfecto: la lucha fogosa contra el capitalismo, es decir, el Príncipe del Mal. Así estamos condenados a la escucha permanente de disparates seudo ideológicos con aires de profundidad y adquiere épica la falta de papel higiénico a la hora crítica, porque es la venganza del Oscuro contra los que lo retan, o sea, patria. Alguno soltó hace poco la añagaza de que "consumo capitalista es insostenible" y lo cierto es que 85% de la producción mundial la realizan economías de mercado ¿O creen que sus iPhones los inventaron en Burundi? Según quienes acuñaron este término, en el capitalismo manda el capital contra la sociedad, y vendría el socialismo a voltear la tortilla para que gobernara la sociedad en bien de todos.

Marx estigmatizó la civilización europea del siglo XIX con ese epíteto, que convirtió en seudoconcepto con miles de páginas, plagado de necedades como la plusvalía. Es falso que en Occidente o el Oriente occidentalizado gobierne el capital y que exista la entelequia del capitalismo, salvo en las cabezas afiebradas de los que han bregado siglo y medio por imponer pesadillas totalitarias. Estos países son democráticos, sociedades libres, en los que gobierna un sector desclasado la odiada "clase política" a través de los poderes públicos, electa por medio del sufragio popular y en refriega con los poderes fácticos plurales, empresarios, medios de comunicación, sindicatos, sociedad civil organizada, mi- litares e Iglesia. Es la realidad en vez de esa caricatura grotesca de los que pretenden acabar crear Cubas o Coreas.

No es capitalista sino abierta

Ese término contaminado, perverso y denigrante de capitalismo es inaceptable en la lucha política moderna y muchos menos que algún líder democrático se deje atrapar en el corre-corre de si es procapitalista o anticapitalista. Tuvo razón la árida prosa de Robert Dahal es cuando explicó que gobierna una poliarquía, el consenso dinámico entre múltiples poderes. Para varios pensadores, la fuerza abrumadora del marxismo en la cultura logró que prácticamente todo su bagaje semántico pasara a ser lenguaje político corriente, incluso de aquellos que rechazaban la ideología. Pero en beneficio de dos grandes pensadores que configuraron la teoría de la libertad, ni F. Von Hayek ni Karl Popper usaron la palabreja capitalismo sino respectivamente sociedad extensa y sociedad abierta (Hayek solo lo tolera en un libro colectivo del que hace la presentación)

Quebradero de cabeza

En la mayoría de los países existen sistemas de seguridad social, educación, salud, protección social, vialidad, transportes, pensiones de retiro, financiados por el Estado, que más bien constituyen un quebradero de cabeza para el liderazgo porque precisamente son no financiables y fueron causal de la crisis de 2008 de la que Europa no termina de recuperarse. Es el Estado de Bienestar que apareció con Bismark y nuestros revolucionarios deberían preocuparse en saberlo. Existe, además una compleja legislación social. Algunos dirán que la odiosa palabra mercado es la encarnación del capitalismo diabólico, cuando solo encierra la más simple verdad de la vida: si la gente necesita condones, hay que suministrarle condones y el que los produce tiene que comer. Y si el mundo se mueve con petróleo, hay unos paí- ses que viven de ofrecerlo y los precios dependen que la abundancia del producto.

Capitalismo ridículo

Es de suponer que ningún bolivariano se sienta más comunista que Den Xiao Ping y él dijo que el mercado no era capitalista sino tan viejo como la Humanidad. Pero hablar de capitalismo en Venezuela es ridículo cuando 97% de los ingresos, una simple renta porque no hay producción de bienes, provienen de propiedades mineras del Estado. ¿Qué capital hay en este desventurado país, aparte de fábricas de una cerveza discutible -recuerda la de la taberna del Mariachi de Robert Rodríguez-, harina de maíz, ensambladoras quebradas, metalmecánicas ligeras, abastos de portugueses y licorerías de ron? Son tontos de capirote, bucéfalos quienes quieren destruir el capitalismo que no existe, como los cazadores que van incasablemente a buscar el Yeti, y un español, César Pérez de Tudela, hasta juró verlo en las montañas de Nepal en 1973 y casi que haber hablado con él.

Y como la mentecatez no es solo venezolana o ibérica sino que está bien repartida, un japonés, el señor Takashi, anduvo meses buscándolo apenas en 2008 en aquel frío. Pero igualmente hay quienes se enfurecen hasta el paroxismo porque los líderes de la oposición no salen en una especie de coro de mermados mentales a definirse capitalistas y "de derecha", como si declararse hemipléjico intelectual tuviera algún sentido político. El término capitalismo se rechaza por falso, creación de uno de los pensadores más brillantes y terribles que ha dado la Humanidad y cuya obra se tradujo en la mayor cuota de sufrimiento imaginable tanto para los que lo adversaron como quienes los siguieron. Popper habló de "la sociedad abierta y sus enemigos". Esos son los que la llaman capitalista.

Carlos Raúl Hernández
El capitalismo no existe
El Universal. Caracas, 16 de noviembre de 2014

Marta Colomina: Los privilegios de militares y “colectivos”

“La revolución es pacífica pero armada” fue amenaza repetida hasta la saciedad por Chávez y llevada a la práctica con el otorgamiento de privilegios económicos y ascensos a los militares y la creación de grupos armados por el gobierno, hoy “colectivos”, a los que se une una milicia, también armada, cuyo objetivo es la defensa de la “revolución” que “llegó para quedarse”como también repetía Chávez y ahora Maduro. El Plan Bolívar 2000, que apenas daba una pinturita a escuelas derruidas y pasaba facturas como si las hubieran reconstruido, fue señuelo que conquistó el favor de muchos militares que no fueron investigados sobre el destino de los miles de millones “gastados” en obras nunca hechas o con escandalosos sobreprecios. Ese plan produjo adhesiones castrenses hasta su conversión en el partido armado del régimen. El financiamiento de su última elección, ya Chávez enfermo con cáncer terminal, exacerbó el abuso de recursos públicos y mañas electoreras y posteriormente enormes violaciones avaladas por un TSJ al servicio del régimen, que le permitieron a Maduro ser candidato presidencial y vicepresidente en ejercicio con acceso a todos los recursos del Estado, incluida la negativa del CNE de realizar una auditoria exhaustiva de los resultados electorales que dieron “ganador” a Maduro (las aberraciones siguen siendo tales que la ex ministra de propaganda del régimen está postulada para ser magistrado del TSJ).
Con la agudización de la crisis a pesar de los enormes recursos petroleros recibidos en estos 15 años (superiores a la sumatoria de los ingresos de todos los gobiernos democráticos juntos) y el rechazo popular cercano al 80%, Maduro privilegia abusivamente a militares y paramilitares armados, sobre cuya capacidad de fuego descansa hoy su permanencia en el poder, mientras el resto del país sufre enormes penurias por la escasez de alimentos y medicinas e inflación de las más altas del mundo. No es solo el aumento salarial de 45% que casi triplica al del salario mínimo, sino que Maduro crea un generalato masivo (en la GNB hay cerca de 200 generales cuando tradicionalmente eran 8), a quienes da cargos que no están en la nomenclatura militar ni civil, esta última inundada también por militares. A pesar de la sequía de divisas y un presupuesto muy superior a los ingresos (con petróleo este viernes a 70 dólares y dólar negro a 119 bolívares), Maduro crea numerosas “empresas militares” con créditos adicionales (es decir, con más deuda), como AgroFanb, BanFanb, EmcoFanb, TVFanb y Tiuna FM, de transporte Emiltra y ConstruFanb, que constituyen la “Zona Económica Militar Socialista”. Los créditos para estos mirlos verdes suma miles de millones y “no rinden cuentas de su gestión” (El Nacional 12-11-14). Maduro no investiga sobre cosas tan graves como la reciente denuncia del general de la Aviación, Manuel Andara, quien señala que “militares activos queman evidencias penales de vuelos de la droga”, lo que hace que tal impunidad facilite que Venezuela se consolide como trampolín de la droga” (…) Generalmente —añade Andara— los aviones son destruidos antes de que los investigadores del Cicpc intervengan”. (El Nacional 03-11-14). Tampoco se sabe a qué manos pasan las armas robadas en cuarteles militares y policiales, ni se explica por qué el asesinado diputado Serra tenía en su poder dos fusiles de guerra, o por qué la niñera de Jaua llevaba en su maleta a Brasil una pistola, ni las razones de la abrupta salida del general Rodríguez Torres del Ministerio del Interior, después que ordenase el desarme de los “colectivos” y el asalto al grupo 5 de Marzo, en el que murieron 5 de sus miembros. Se cree que Maduro está presionado por los “colectivos” que se niegan a ser desarmados y por los militares que ven su poder amenazado por la protección que el gobierno da a estos grupos.
Todos recordamos las imágenes de los grupos del 23 de Enero con armas de guerra y la cacería que emprenden los motorizados armados hasta los dientes y pagados por organismos oficiales, contra estudiantes y testigos de mesas electorales. Estos días los “colectivos” armados y cuadros del PSUV reciben su “Dakacito” navideño, como editorializase magistralmente El Nacional (12-11-14). Por la noche comienzan a vibrar sus celulares (smartphones de alta gama) indicando los comercios que van a ser fiscalizados (léase arruinados) para que comiencen los rojitos a copar las colas de las “rebajas” que luego serán sobrevendidas 5 veces más caras..
Si observamos con horror las 11 muertes del Guárico a manos de la banda el Picure enfrentada a la banda de Juvenal, o los 8 asesinatos en la masacre del Catatumbo, en el Zulia, entre los narcos Rastrojos y los Urabeños, o las muertes de funcionarios para robarles su arma y los más de 25.000 homicidios al finalizar este año, llegamos a la conclusión de que muchas de las armas oficiales en Venezuela y la mal llamada justicia están para perseguir a la disidencia, cometer delitos y sostener en el poder a quien el pueblo rechaza masivamente.

Marta Colomina
Los privilegios de militares y “colectivos”
El Nacional. Caracas, 16 de diciembre de 2014