viernes, 30 de octubre de 2015

Jean Maninat: Volver a soñar

Sí... tiene usted toda la razón, el título del artículo es un poco cursilón, tirando a marshmallow frente a la chimenea en invierno -allí donde hay estaciones, chimeneas y malvaviscos-, a folleto de autoyuda firmado a cuatro manos por Paulo Coelho y Arjona, a canción de Maná, el mejor grupo de rock infantil de la región. Pero aún a sus años uno se entusiasma, se alegra de sorprenderse a sí mismo cavilando, mientras espera frente a un semáforo, acerca de la factibilidad de un cambio que regenere a Venezuela. Ya está sucediendo en otros lados.

Tras 16 años de demolición de la convivencia social, de hostigamiento verbal, sicológico, y físico de toda disidencia política; de vaporización de la riqueza petrolera y desguace de la industria nacional, de dinamitar con cartuchos ideológicos todo atisbo de prosperidad y bienestar generalizado; el proyecto del socialismo del siglo XXI -una nave para regresar al pasado- hace aguas por todos lados sin haber logrado aplastar definitivamente -como siempre ha sido su objetivo- a quienes se han opuesto a sus designios hegemónicos.

Algún día se contará la epopeya de la oposición democrática venezolana -con sus confusiones y sus logros- en medio de la hostilidad abierta de algunos gobiernos y la indiferencia cómoda de otros en la región. El relato no dejará de ser doloroso, por las víctimas que quedaron en el camino, los presos políticos y los activistas inhabilitados o defenestrados. (Tantas vidas segadas por el hampa, un daño colateral producto de la ineficacia imperante). Pero queda el tesón democrático, la capacidad para no rendirse en medio de las diferencias, la voluntad de no cederle el país a una nomenclatura aferrada al poder. Y ese empeño está dando sus frutos.

Si las encuestas tienen razón, y la rabia e indignación contenidas que se percibe por doquier se transforma en una marejada de votos opositores -chavistas y no chavistas- la Venezuela que emergerá después del 6D será una obra en construcción. A la oposición democrática le tocará blindar un discurso inclusivo, que sea convincente para todos, que acerque a quienes -todavía imbuidos del discurso oficial- desconfíen del cambio, que albergue a los descreídos de lado y lado, que los hay. Sobre todo, habrá que desarmar -con paciencia y eficacia de especialista antiexplosivos- los mecanismos de odio de clase instalados, la división artificial y violenta de los venezolanos, el a por ellos azuzado desde el vértigo del poder.

A partir del lunes 7 de diciembre -una vez asegurados los resultados- la oposición democrática estará obligada a desplegar el dibujo del país alternativo que quiere avanzar desde la Asamblea Nacional. Con propuestas concretas y verosímiles, señalando las medidas y los medios para sustentarlas en el tiempo. Hablarle a todo el país, no sólo a los convencidos, y demostrar con contundencia que sí se puede cambiar, para mejor, en paz y convivencia.

Qué duda cabe que serán tiempos difíciles y quienes ostentan hoy el poder harán lo que esté a su alcance -y es mucho lo que tienen todavía a la mano- para mantenerlo. Por eso, la oposición democrática tiene que desechar la pulsión -fatal- de buscar de nuevo salidas inmediatas, dejarse llevar por la prisa y el desespero, que es la mejor manera de facilitarle la tarea a un contendor con pocos escrúpulos para forzar su permanencia en el gobierno. La reconstrucción del país será una obra paciente, ardua, frente a quienes ya han anunciado que no aceptarán, de manera alguna, los cambios que la sociedad requiere. Una obra que logre entusiasmar de nuevo a todos, que le sustraiga la pólvora a las desavenencias y le restituya a la gente la capacidad de volver a soñar con algo mejor de lo que tienen.

Jean Maninat
Volver a soñar
El Universal. Caracas, 30 de octubre de 2015

César Miguel Rondón: ¿Fracasamos como país?

La primera página de El Nacional trae una frase escalofriante: “Alarma por cifra histórica de malaria 105.757 casos”. Resulta que esta epidemia es peor que la que hubo en 1936. Y cuando uno dice 1936 habla del gobierno de Eleazar López Contreras. Según Mario Briceño Iragorry el siglo XX les entró tarde a los venezolanos, porque solo les entró a raíz de la muerte del general Gómez que ocurrió –según– el 17 de diciembre de 1935. Entonces, con retraso, como nos ha pasado tanto en nuestra historia, entramos en el siglo en 1936.
Hoy nos dice la prensa que la epidemia de malaria que padecemos es peor que la que tuvimos en ese lejanísimo año ya perdido en el tiempo y en la memoria. El Nacional: “El foco de la enfermedad que anteriormente estaba en Bolívar y Amazonas, se diseminó a Delta Amacuro, Monagas, Sucre, Apure, Zulia y Guárico. Señalan que el problema radica en que el gobierno dedica menos de 1% del presupuesto a enfermedades endémicas”.
La última frase es la que resulta lapidaria y dolorosa. Estamos ya en la segunda década del siglo XXI, han pasado tres lustros de este nuevo siglo y estamos peor que en 1936. Para el gobierno, evidentemente, esto no importa. Usted tiene todo el derecho de indignarse cuando lee que “menos de 1% del presupuesto se dedica a enfermedades endémicas”, y que la partida, por ejemplo, del Despacho de la Presidencia para que viaje el presidente, cuiden a su familia y se les permita a todos una vida dispendiosa se ha incrementado en un porcentaje exagerado con relación al año anterior.
Preguntábamos días atrás, ¿qué tiene en la cabeza el presidente Maduro? ¿En qué piensa? ¿Qué le importa o le angustia? Es evidente que para nada le importa el tema de la salud. Si le importase no habría una noticia como esta en la primera página de El Nacional. No tendríamos denuncias diarias, a toda hora, sobre falta de medicamentos, enfermos de cáncer y de todo tipo de males en penuria total. En el desespero, como si se clamara en el desierto, el Twitter y las redes sociales se han convertido en puntos de alarma y solidaridad: se necesita tal medicamento, urge tal otro. Pero esos tormentos no pasan por la cabeza del presidente.
Para él, por lo visto, solo tienen espacio en su cabeza los tormentos de una campaña electoral desesperada. Ayer, acompañado por Aristóbulo Istúriz, anunció aumento de 30% en el salario de los maestros, y de paso instruyó –y esto ha quedado en el aire porque no fue preciso– que se empiece hablar de la convención colectiva. En mayo de este año ya hubo una orden presidencial para tocar el tema. A esta fecha, sin embargo, no hay convención colectiva.
“Docentes exigieron que se discuta contrato colectivo”, leo hoy en El Tiempo de Puerto La Cruz. En El Nacional, en páginas interiores: “Nos pasaron de profesores a pobresores”. “4.824 bolívares quincenales es una vergüenza” y “Estamos por debajo del sueldo mínimo”, fueron mensajes que se leyeron en las pancartas. Ayer un grupo de maestros y representantes sindicales exigió en el Ministerio de Educación que comience de inmediato la discusión de la octava convención colectiva para dignificar sus salarios. Edgar Machado, presidente del Sindicato de Maestros de Caracas, exhortó al ministro a instalar las mesas de negociación del contrato y le recordó que en mayo en cadena nacional el presidente Nicolás Maduro ordenó que comenzara el proceso”.
Mayo y ya estamos terminando octubre. Estamos terminando 2015 y estamos peor que en 1936.
Suena fuerte pero… ¿será que hemos fracasado como país?


César Miguel Rondón
¿Fracasamos como país?
El Nacional. Caracas, 30 de octubre de 2015

Sebastiana Barráez: Un fiscal en apuros

FISCAL. Es Franklin Nieves, el que pidió cárcel para Leopoldo López. Hasta hace unos días era consentido del poder, tanto en la fiscalía como en el gobierno. Nieves dice que lo obligaron a actuar contra López, que las pruebas fueron alteradas, que se inventaron pruebas, incluso el incendio en el Ministerio Público. Ahora Diosdado Cabello dice que Nieves es “mafioso y traidor…” que le ofrecieron 850 mil dólares. Cuando se oye al fiscal 41 Franklin Nieves, al diputado Diosdado Cabello, a la fiscal general Luisa Ortega y al defensor del pueblo Tarek William Saab, la sensación es de una profunda amargura por lo que nos está pasando. Nieves nos da la certeza de en qué se ha convertido la administración de justicia en este país. Y Diosdado nos da la certeza que los fiscales tienen precio. ¿O es que acaso quienes han caído en ese sistema de justicia no son víctimas por las decisiones parcializadas de jueces y fiscales? Es triste admitirlo, pero nada tiene más desprestigio en este país, que la administración de justicia. Una inmensa soledad de valores, de principios y de probidad, recorre este país. Peligrosamente parece que las figuras más importantes del poder se debaten en un charco cada vez más peligroso para la gobernabilidad y para la credibilidad de las instituciones.
GOBERNADORA. Es Stella de Montilla, le encanta usar a los niños para sus apariciones en público. En un programa de televisión del sábado pasado presentó a una hermosa niña. Aunque la mandataria regional le aseguró a la audiencia que la niña cantaría, la verdad es que pusieron a la niña a doblar la canción, que además estuvo acompañada de un video.
BOVES. Es la casa del caudillo realista José Antonio Boves. Allí él vivió y ejerció el comercio. Era su pulpería. Está ubicada en el casco colonial más grande de Venezuela, calle 4 entre carreras 13 y 14 de Calabozo, estado Guárico. Está prohibido remodelar o restaurar esos espacios sin aprobación del Instituto de Patrimonio Cultural (IPC). Lo inaudito es que ingeniería municipal dio permiso para hacerle remodelaciones a la casa, con demolición, perforaciones con anclaje y el relleno del patio interior para la construcción de columnas con acero y concreto. Allí pretenden montar unas oficinas del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS). Ese Instituto habría pagado sobreprecio. No hay valla en la obra, así que nadie sabe quién está detrás de ella. Así pretenden acabar con el valor histórico de un pueblo que es primer plano en la historiografía latinoamericana. He ahí la casa de Boves.
DESTITUIDA. Así resultó la abogada María Luciria Cerrada, quien prestó servicios al Ministerio Público por 13 años. “Me juzgaron dos veces por la misma causa, con dos procedimientos llenos de barbaridades. Me destituyen porque no permití la salida de un expediente a la calle a manos de una persona ajena al Ministerio Público”. Desde el 2009 lleva una Demanda en la Corte Primera de lo Contencioso Administrativo de Caracas (Nro. AP42-R2011-001257). “Violaron mis derechos, hasta quitarme la hora del almuerzo, sacarme a un pasillo, me humillaron y cuando supieron que éramos del proceso revolucionario fue peor. En el Ministerio Público de Los Teques son opositores”. Asegura que hay allí muchas irregularidades, desde el Despacho de secretaría. “Me sacaron con falsedades. No he tenido la sentencia. El coordinador judicial de la Corte no da respuesta”.
BORGES. Es mi preferido Jorge Luis, el maravilloso e irreverente poeta argentino, quien murió en 1986 a los 87 años de edad. Fue él quien un día escribió: “De las generaciones de las rosas/ que en el fondo del tiempo se han perdido/ quiero que una se salve del olvido,/ una sin marca o signo entre las cosas/ que fueron. El destino me depara/ este don de nombrar por vez primera/ esa flor silenciosa, la postrera/ rosa que Milton acercó a su cara,/ sin verla. Oh tú bermeja o amarilla/ o blanca rosa de un jardín borrado,/ deja mágicamente tu pasado/ inmemorial y en este verso brilla,/ oro, sangre o marfil o tenebrosa/ como en sus manos, invisible rosa”.
ÚLTIMA HORA
*En Boca del Tocuyo (Falcón) 3 delincuentes secuestraron a una familia, entre ellos a un niño de 13 años; hasta los documentos se los llevaron. La zona es oscura y llena de maleza.
*Lo que ocurre con MRW ya es un descaro. Las quejas por los robos de las encomiendas incluyen de todo, hasta cauchos.
FAMES. Es la Fundación para el Servicio de Asistencia Médica Hospitalaria para los Estudiantes de Educación Superior. Su presidente Gilberto Antonio Gutiérrez Rodríguez le envió una carta al periódico, porque a él no le parece dirigirla a la autora de esta columna. Eso siempre pasa con quienes asumen “te voy a acusar con el jefe”. Su solicitud de réplica responde a la alusión que hice de FAMES en el caso de joven Miguel, quien murió luego de una terrible agonía. Dice que enmarca su proceder “sobre la base de los principios de igualdad, inclusión, celeridad, transparencia, rectitud, honestidad, eficiencia, vocación de servicio, buena fe, respeto, entre otros, motivo por el cual nos sentimos en la obligación moral de ejercer el derecho a aclarar el punto que se nos señala”. Gutiérrez Rodríguez hace una larga explicación de lo que es FAMES: “Desde el año 1989, no ha hecho más que ser el canal efectivo para que las y los estudiantes universitarios del sector público nacional, logren materializar su atención médica hospitalaria en los establecimientos de salud, tanto públicos como privados, ubicados en el territorio nacional…”. Luego dice que “no es cierto que Fames no haya atendido el caso del estudiante Luis Miguel Torres Sánchez; Fames conoció del mismo por intermedio de la comisión de Salud de la UNES (Barinas), procediendo a codificar el caso como especial, otorgando el beneficio solidario para la atención de Luis Miguel, suscribiendo de inmediato la carta aval a favor del consultorio del Dr. Enrique López Rojas, encargado de realizar el tratamiento indicado a Luis Miguel. Fames realizó el depósito de acuerdo con el presupuesto del 01 de junio 2015… lo que evidencia que FAMES cumplió a cabalidad con el trámite”. Dice que el comprobante de egreso fue el 30 de junio 2015, cuyo depósito se hizo el 2 de julio. Más adelante agrega: “Apreciamos en el artículo un manejo tendencioso, no objetivo de la información, se acusa precipitadamente a una institución y a su presidente como miserables difamando de esta manera nuestro nombre”. Y finalmente destaca: “Es inaceptable y repudiable que por no compartirse puntos de vista con el sistema de transformación que desarrolla el Gobierno Bolivariano, el Semanario Quinto Día se permita darle un porrazo a la credibilidad de sus lectores en detrimento de una institución que día a día durante 26 años viene dando respuesta a la masa universitaria de manera incluyente”. FIN DE LA REPLICA. Lo que no entendió Gutiérrez Rodríguez es que cuando dije que Fames fue el único que prometió una ayuda, estaba más bien reconociéndole que por lo menos se ocupó del caso. Y también dije algo totalmente cierto que la ayuda no le llegó a la familia ni al joven ahora muerto. No sé de dónde saca Gutiérrez Rodríguez que le hice señalamientos de descalificación, porque no los hice. En razón de esa comunicación me comuniqué telefónicamente con el Dr. Enrique López. Porque lo que no dijo el presidente de FAMES es que le están solicitando al Dr. López que le devuelva el dinero porque no fue usado. “Lo que sucedió es que el trasplante de células madres había que hacerlo máximo al mes, pero por cosas burocráticas cuando aprobaron el dinero era muy tarde y ya no se le podía hacer el trasplante. Le expliqué a la mamá de Miguel que ese dinero no se lo podía dar a ellos, porque como acaba de ocurrir Nereida Valero de Fames solicita su reintegro”. En resumen señor Gutiérrez Rodríguez no tengo nada contra usted ni contra la institución a su cargo. Lo que sí sentí fue una profunda indignación por la muerte absurda de ese joven. No use como argumento que estamos en contra del proceso de cambio, es una excusa mediocre, lo que sí enfrentamos y repudiamos es que un joven haya muerto por falta de humanidad, de atención y de diligencia, incluyendo la aprobación de un dinero que llegó de manera tardía.


Sebastiana Barráez
Un fiscal en apuros
Quinto Día. Caracas, 30 de octubre de 2015

Axel Capriles: El discurso de necrofilia de la revolución o el sambenito de la muerte heroica

 

Hay algo empalagoso, histriónico, en los gritos de patria o muerte de la revolución. Es como una muerte campaneada con un vaso de whisky Johnnie Walker, Blue Label, al borde de una piscina de hotel, una muerte sin horror, sin sentimiento, mediática. La revolución bolivariana, no importa el esperpento, ha instalado la necrofilia como lineamiento de mando, como forma de dominación y gobierno. Una necrofilia bullanguera que ha pasado de ser propagandística y simbólica a convertirse en literal y concreta. La atracción por la muerte aparece como fingida canción romántica en el uso reiterado de la retórica mortuoria, el culto a los héroes muertos o el imaginario revolucionario del sacrificio y el martirio en medio de un mar de dólares y artículos de consumo conspicuo, pero además ha tomado las calles y la sociedad entera para convertir el país en una capilla ardiente.
El poder es, en última instancia, la potestad para disponer de la vida del otro —la fuerza para acabar con el otro. No hay majestad ni dominio sin temor del fin de la vida. “Homo homini lupus”, el hombre es el lobo del hombre, locución de Plauto sobre la que Thomas Hobbes construyó su teoría sobre el origen y nacimiento del poder y el Estado. Por ello la imaginería de la muerte está tan ligada a la retórica arquetipal del autoritarismo y el totalitarismo. La sangre, la guerra y la muerte son temas recurrentes en el libro de Adolf Hitler, Main Kampf Mi lucha, en sus alocuciones y discursos. Ese embeleso con la sangre aparecerá expresado en el rojo de la bandera con la esvástica. Hitler tenía una especial fascinación por la conflagración apocalíptica y construyó un culto necrófilo con la sangre vertida en el putsch, el golpe fallido de 1923, como agua bendita del movimiento nacional socialista. Su canción favorita era la Liebestod Muerte de amor—, el aria final de Tristán e Isolda de Richard Wagner que celebra la muerte como supremo deleite, la misma gloria que solemnizan Sigfrido y Brunilda, la exaltación romántica de la muerte como aniquilación, triunfo, redención y trascendencia.
La veneración y conmemoración de los héroes muertos y el sacrificio conformaban el argumento central de la identidad y el ethos del Tercer Reich. Hitler encargó la construcción de las tumbas de la Königsplatz para los “Mártires del Movimiento”, templos con ocho sarcófagos cada uno con los caídos en el putsch enmarcados por grandes columnas de caliza amarilla. A Paul Ludwig Troost encargó el templo del Guardián Eterno y a Wilhelm Kreis las Totenburgen, Ciudadelas para los Muertos, una red de inmensos mausoleos que rodearía el imperio. Esa ética de la muerte tuvo, también, repercusiones escultóricas. Las obras de Arno Breker, el escultor preferido del Führer, expresaban los ideales de fuerza, voluntad de combate, virilidad, heroísmo y disposición a morir.

Los rituales políticos en torno a la muerte latían en el cuerpo interior de nazismo alemán tanto como en el fascismo italiano por lo que morir por el Duce o el Führer era la más excelsa meta a la que podían aspirar las juventudes hitlerianas o fascistas. No quedó atrás la Falange y el franquismo español con “el necrófilo e insensato grito”—Unamuno dixit— que hizo famoso al militar español José Millán-Astray: “Muera la intelectualidad traidora. ¡Viva la muerte! Una ridícula y repelente paradoja —otra vez, Unamuno dixit— que ni siquiera los más esclarecidos chavistas han logrado descifrar.
El padre y tutor de la necrofilia chavista ha sido, sin embargo, el gran Mefistófeles latinoamericano: Fidel Castro. En marzo de 1960, a las puertas del cementerio de Colón, en la Habana, Castro acuñó su consigna “¡Patria o Muerte!” como alternativa entre libertad y muerte en su discurso sobre las víctimas del atentado del buque francés le Coubre. Cuarenta años después, la disyuntiva cubana reapareció en Venezuela como “patria, socialismo o muerte. Venceremos”, expresión convertida en eje del diferencial semántico del florido discurso bolivariano. Desde entonces, todo buen revolucionario, todo abnegado seguidor del comandante supremo y líder eterno, rasga sus vestiduras y lanza melodramáticas proclamas con su voluntad y disposición a sacrificarse y morir para salvar el rumbo de la revolución destinada a la vida eterna.  Es la muerte del individuo por la inmortalidad de los ideales en medio de un ambiente rociado con pachuli edulcorado y reggaetón de fondo. Todo sea por el amor a la patria.

¿Es el culto a la muerte una novedad en un país subtropical tan dado a la rumba y el pachangeo? ¿Cuándo antes en nuestra historia había predominado un imaginario de la muerte, del héroe sacrificado, de la guerra y la destrucción, del sarcófago y el mausoleo, como el que prevalece en la actualidad? De entrada, pareciera contradictorio que la oscuridad de los ritos funerarios y mortuorios pudieran prosperar en medio de la luminosidad extrovertida del mar Caribe. Pero el hito referencial de nuestra identidad colectiva se ancla en la exaltación de los héroes muertos. Ya Simón Bolívar había demarcado los sentimientos de pertenencia e identidad colectiva con un decreto a muerte y de exterminio racial, pero, adicionalmente, la dirigencia política y la burguesía terrateniente y comercial venezolana se abocaron, desde el mismo siglo XIX, pocos años después de la independencia, a construir una ideología popular basada en la veneración del héroe, en primer término Simón Bolívar y luego la corte secundaria formada por todos los demás próceres de la guerra de independencia. El heroísmo, sin embargo, es, en su esencia, un código de guerra, pillaje, destrucción y muerte.
Él óbito y fallecimiento temprano constituyen a los personajes épicos. El paradigma es Aquiles, el más grande y prestigioso de los héroes Aqueos en la Ilíada. Advertido por Tetis del destino que le espera según sea su elección, una vida larga y sedentaria, rodeada de afectos, o una vida corta cubierta de gloria si va a la guerra de Troya. Escoge morir pronto en Troya. No visualizamos, obviamente, a los miembros del Partido Socialista Unido de Venezuela ni a los oficiales de charretera y dorados soles encarnados en el cuerpo de Aquiles, pero la mentalidad heroica persigue a los bolivarianos contemporáneos con el deslustre de una psicología anacrónica. Aquí, en nuestra tierra, en esta patria de enunciados y apariencias, el llamado a la muerte no pasa de ser una fanfarronada, una bravata vestida de bandera. ¿Qué buscan, entonces, los líderes de la revolución bolivariana con tan abundantes referencias necrológicas?
Después de la peste negra, en la Edad Media, en Europa, se hizo habitual que las personas llevaran pendientes o anillos con imágenes de la muerte. La multiplicación de Imago Mortis era un recordatorio constante de la finitud y fragilidad de la vida, de nuestro breve paso por este mundo, de nuestro sometimiento a la voluntad y justicia divina. Las imágenes de muerte producen, consciente o inconscientemente, inseguridad y sentimientos de debilidad. Por ello son representaciones favorecidas por los regímenes autoritarios. El poder necesita individuos decaídos, temerosos, exánimes. Las personas entusiastas, seguras de sí, confiadas en la vida, dispuestas a defender su existencia individual frente a los embates del colectivo, son una antipática amenaza para el poder.

Los trabajos de Ernest Becker y una inmensa cantidad de investigaciones empíricas en diferentes países han demostrado que pensar en la muerte aumenta la ansiedad residual y la necesidad de protección y seguridad. Incrementa la escogencia de líderes fuertes y visionarios en lugar de líderes orientados a tareas, instrumentalmente eficientes, responsables y dados al trabajo en equipo. El sentimiento de inseguridad que produce la consideración de la muerte nos hace sensibles a líderes carismáticos que resaltan nuestro valor y pertenencia a un grupo y nos hacen partícipes de una misión heroica. Las imágenes de terror y fallecimiento estimulan el espíritu gregario. El recuerdo de la muerte aumenta la identificación con el propio grupo e incrementa el rechazo de los grupos distintos, portadores de un mal que es preciso vencer. La mortalidad, la sóla idea de la inevitabilidad de la muerte, el hecho de que la muerte puede alcanzarnos en cualquier momento tienen efectos políticos y trabajan a nivel inconsciente en pro de la sumisión.

En el caso venezolano, sin embargo, el uso simbólico de la muerte ha desbordado el utilitarismo político para desembocar en una epidemia de violencia y de maldad que está diezmando a la población con tasas de homicidios pocas veces vistas en la historia de la humanidad. Ya no es asunto de una épica heroica. Ya no morimos por grandes causas. La muerte se ha convertido en un hecho banal, en un suceso cotidiano que nos persigue a diario mordiendo nuestros talones. Y es que el discurso tiene un poder constitutivo sobre la realidad. La vida social supone formas que fundamentan el orden y la convivencia. El culto a la muerte y la retórica mortífera y guerrera suponen la disolución de las formas constituidas —la destrucción de la estructura del ser.

El homo sapiens se caracteriza por ser el único animal que se ha impuesto a sí mismo un conjunto de interdictos y prohibiciones en torno al sexo y la muerte. En ello consiste nuestra humanidad. El culto heroico a la muerte, la guera, la épica, son formas rituales de transgresión. Pero vaciados de espiritualidad y cortapisas morales, usados como retórica melodramática, estereotipada y hueca para dar sentido al sin sentido y encandilar a las masas. La transgresión ha perdido sentido y se ha vuelto profana. Sin mitos y sin convicciones, las espadas ensangrentadas de los héroes terminaron en las manos de los adolescentes socializados en la forma de vida de la violencia delincuencial. Nos toca ahora cerrar el triste capítulo de la pérfida épica bolivariana para rescartar nuevamente las virtudes civiles de la vida republicana.

Axel Capriles
El discurso de necrofilia de la revolución o el sambenito de la muerte heroica
El estímulo. Caracas, 30 de octubre de 2015

viernes, 23 de octubre de 2015

Rafael Poleo: Grave error

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Rafael Poleo
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El Nuevo País. Caracas, 23 de octubre de 2015
 

Sebastiana Barraez: ¡Corran que nos invaden!

FRONTERA. El gobierno venezolano cerró la frontera. Ha disminuido la salida de alimentos y combustible. Ha detenido a algunos de los paramilitares que se creían dueños de nuestro territorio. Por Táchira y Zulia han pasado muchos funcionarios militares y civiles, que desconocen qué sucede ahí, pero están preocupados por aparecer por los medios de comunicación. Voy a confesar que creo en la buena intención del presidente Nicolás Maduro cuando decretó la excepción. Hacía falta un poco de orden en ese territorio sin ley. Pero eso no puede funcionar cuando en la gran industria del contrabando, participan altos funcionarios gubernamentales, oficiales con el brillo de sus soles y hay una marcada hipocresía para tratar con mano de hierro a los paracos y con la de seda a la guerrilla. Veamos un par de ejemplos. El ELN y las FARC se pusieron de acuerdo para dejar pasar el contrabando por Apure. Basta ir a El Nula para comprobar que el estado de excepción lo levantó ahí la guerrilla en las narices del Ejército venezolano. En San Antonio y Ureña se pasa para territorio colombiano si usted tiene Bs.3 mil en mano. A Táchira llegó el presidente de Conatel, William Castillo. Dijo que en Venezuela más de cien emisoras funcionan ilegalmente y que en la frontera han detectado 11: Ejército Nacional de Colombia (93.7); Radio de la Policía Nacional de Colombia (88.7); Radio Uno (91.7); Radio Tiempo (92.7); SI (95.2); Señal Radio Colombia (96.9) y La Mega (99.2); también W Radio (99.9); Tropicana (100.7); Antena 2 (102.7) y Araucana. Castillo ni siquiera mencionó la emisora del Ejército de Liberación Nacional (La Voz de la Libertad 95.5 FM, Antorcha Stereo 96.7 FM). Esos dobles discursos de los funcionarios gubernamentales le restan credibilidad a las acciones por muy buenas que parezcan. Qué va, ya para qué vamos a correr si ya estamos invadidos.
GNB. Es el Sgt1 Jarvin Alexánder Alarcón Parada de 24 años. Desapareció el 12/09/2013 en Isla Ratón de Puerto Ayacucho (Amazonas). Le llevaba los almuerzos a dos compañeros de Isla Morganito. Creyeron que se había ahogado. Días después los indígenas de la zona dijeron que Jarvin estaba vivo y en poder de la guerrilla que lo tenía en las minas. La madre y la hermana, han ido a Isla Ratón y a la comandancia de la Guardia Nacional en Puerto Ayacucho, pero allí no hay interés en el caso. A pesar de ello la fiscalía primera tiene la investigación.
PROTESTA. Fueron algunos pacientes oncológicos del hospital del IVSS Calles Sierra (Paraguaná). Ellos reclaman que los tratamientos para la quimioterapia oral llegan apenas para 25% de los pacientes. Ahí está la diferencia entre vivir o morir. “Nos atendió la directora y nos dijo que eso es a consecuencia del capitalismo salvaje y el bloqueo económico”, dice una dama con cierta tristeza. Esa es la misma directora que cuando una buseta de pasajeros sufrió un accidente se habría negado a que la ambulancia del hospital prestara auxilio.
KALASHNIKOV. El AK-103 es un fusil de asalto, nueva versión del AK-47 ruso, que tiene dos modos de disparo: Semi-automático y automático. El proyectil eyectado de esa arma tiene una capacidad de penetración mayor contra blindajes de más de 4 niveles. Es altamente letal. El caso es que los soldados Wilber González y Jonathan Abreu no las entregaron al parque de armas del batallón de Paracaidistas 421 José Leonardo Chirinos, Maracay. La Fuerza Armada no puede seguir ignorando lo que sucede con el robo de explosivos, granadas y armas de fuego. Son como el de la gráfica.
APARTAMENTEROS. Así llaman a una banda integrada por funcionarios y ex funcionarios del municipio Girardot en Maracay. Las víctimas son extorsionadas para darles permisos de construcción, habitabilidad o compra de terrenos. Luego solicitan que terminada la obra les asignen determinada cantidad de inmuebles. Tres mujeres de esa banda poseen 15 apartamentos y 5 locales comerciales en urbanizaciones San Isidro, El Bosque, La Soledad y La Floresta entre otras del norte de la ciudad. Una mujer recientemente destituida del cargo en el municipio, está a punto de mudarse a un apartamento a estrenar en el norte de Maracay. Basta con ver dónde vivían esos funcionarios y ex funcionarios de la alcaldía de Girardot y dónde viven ahora.
DAMNIFICADOS. Eran los que estaban en La Carlota. Personal militar y no militar. Les asignaron apartamentos en Ciudad Tiuna en el Fuerte Tiuna. Nada que se los entregan, aun cuando el Presidente de la República habría dado la orden.
HIDROFALCÓN. Es una empresa penetrada por la politiquería. Ha sido un desastre en lo que al servicio que presta se refiere. Habrían desaparecido del depósito 116 cajas de resmas de papel tipo carta. En otra oportunidad detectaron que faltaban 25 cajas de papel, que se habría llevado el jefe del almacén y un gerente. Los trabajadores piden que se investigue, más aún cuando un funcionario de ese ente es dueño de una librería y un cyber donde siempre hay papel. En el estacionamiento de la empresa fueron desvalijadas cinco camionetas para robarles la computadora.
CERNUDA. Es Luis, el poeta sevillano que nació en 1902 y murió a los 61 años en México. Fue él quien un día escribió: “Qué ruido tan triste el que hacen dos cuerpos cuando se aman,/ parece como el viento que se mece en otoño/ sobre adolescentes mutilados,/ mientras las manos llueven,/ manos ligeras, manos egoístas, manos obscenas,/ cataratas de manos que fueron un día/ flores en el jardín de un diminuto bolsillo./ Las flores son arena y los niños son hojas,/ y su leve ruido es amable al oído/ cuando ríen, cuando aman, cuando besan,/ cuando besan el fondo/ de un hombre joven y cansado/ porque antaño soñó mucho día y noche”.
 Última Hora
-A un general de fuerzas especiales de la GNB le preparan un expediente para sacarlo del camino y evitarle el paso hacia la Comandancia General.
-Yo sé que Ricardo Haussman y Lorenzo Mendoza pueden decir lo que quieran, pero ¿Quién los nombró para hablar en nombre del país?
-El uso de los recursos del Estado por parte de los candidatos del PSUV es un descaro. La Contraloría mira para otro lado.
-En Achaguas (Apure) el bachaqueo es pujante y un concejal y guardias nacionales son pieza clave. Para cobrar la pensión la cola es desde las 5:00am.
EMBAJADA. Es la de Venezuela en Irán. Cora Yrene Fernández preparó un informe. Ella era primer secretario en comisión de servicio en esa embajada, cuando Elías Jaua era canciller. Desde entonces hay serias denuncias contra el embajador Amenothep Zambrano. “Amenazas por parte del embajador de ejercer acciones en contra de mi cónyuge, Gian Paolo Bajón”. La obligó a trasladarse a Turkmenistán, creándole un problema a sus dos hijos menores de edad. “Suspensión de actividades inherentes al cargo. Retiro de herramientas de trabajo por instrucción de Nelly Rojas de Zambrano. Reiteradas faltas de respeto, atropello, utilización de vocabulario soez, por parte del Embajador Zambrano a la hora de dirigirse a los diplomáticos. Descalificación y descredito del equipo diplomático, así como señalamientos de incapacidad para desempeñar el trabajo dentro de la misión. Constantes y reiteradas amenazas por parte del Embajador Zambrano y su esposa. Solicitud de cancelación de la visa de Residencia. Coacción y amenaza que obligaron la salida de Irán de la responsable del cuidado de mis dos menores hijos. Desconocimiento de las funciones, niveles, rangos diplomáticos y procesos administrativos a la hora de asignar actividades. Presencia de familiares directos del embajador Zambrano dentro de la misión, que giran instrucciones y con responsabilidades definidas. (Esposa, Hijastra, hijastro, yerno y hermana). Solicitud de gratificaciones por hasta 2.500 dólares para la asistencia de Elena Santiago, ex asistente del Embajador, a quien no le fue aprobada su postulación al cargo de Consejero dentro de la misión, etc.” Fernández fue obligada a renunciar antes de los tres años para los cuales había sido nombrada. La dama se atrevió a denunciar ante la cancillería la actuación del embajador Zambrano. Pero gran cantidad de funcionarios confirman lo que la dama ha dicho en su informe y que hoy sigue ocurriendo.

Sebastiana Barraez
¡Corran que nos invaden!
Quinto Día. Caracas, 23 de octubre de 2015

Luis Ugalde s.j.: ¿Y los militares qué?

El siguiente gobierno no debe ser antimilitar por el hecho de que el actual es militarista. Todo lo contrario, son los militares los que deben demostrar su civilidad democrática en correspondencia a una sociedad que les confía en exclusividad las armas para ser guardianes del bien común. Armas que no son de ellos, ni de los policías, como las de cualquier matón que abusa del vecino desarmado, sino de la sociedad cuya vida garantizan y cuya confianza y gratitud ganan por sentirse seguros y liberados del asalto traidor.
Los militares no son extraterrestres, sus esposas e hijos sufren las mismas penurias del venezolano cuyo bolívar de ayer hoy vale menos de un real, con la locura de que un cartón de huevos o una lata de atún –cuando se consigue– cuesta más que 10.000 litros de gasolina. Serán unos centenares los altos militares que disfrutan de modo privilegiado y escandaloso de la apropiación privada del bien público de todos los venezolanos. Por las manos de una minoría corrupta han pasado más de 1 millón de millones de dólares, sin recibo ni obra realizada: enormes recursos públicos de pertenencia común, apropiados por unos pocos, en un “socialismo” al revés, que convierte lo público de todos en botín privado de unos pocos. Mientras decenas de miles de familias de militares honestos pasan penurias, por ejemplo, con un seguro de salud de pobre cobertura y con ingresos, que no alcanzan para las necesidades básicas de su vida.
Todo venezolano –también los militares– tiene derecho de soñar con una Venezuela mejor y a haberse ilusionado con un cambio que prometía el paraíso. Lo imperdonable sería aferrarse al error evidente y no querer contribuir a enderezar el disparate actual que tanto sufrimiento está produciendo a 30 millones de venezolanos, con excepción de una “cúpula podrida” en el privilegio mal habido. Está clara la falsedad de la propaganda oficial que contradice la dura y evidente realidad cotidiana. Causas del desastre: el estatismo en economía y la concentración anticonstitucional del poder, que ha fracasado aquí y en todos los países donde se ha intentado. En Cuba, luego de 65 años de dominio total, es evidente la incapacidad de producir prosperidad económica y vida civil digna en libertad con pluralidad de opiniones y de iniciativas. Décadas antes en decenas de países de otros continentes, el partido único convertido en “dictadura del proletariado” mostró su verdadera naturaleza de dictadura sobre la sociedad sometida a la penuria y al terror policial. Hoy es necesario hablar –también en los cuarteles– con plena libertad de ese hecho evidente, con ánimo de liberación, de superación y de unión.
Tenemos en nuestra América ejemplos de salidas razonables y pacíficas de dictaduras diversas. En Brasil luego de 20 años de dictadura (1964-1984); en Perú cuando Fujimori  o años antes cuando Velasco Alvarado –luego de haber creído que la vía militarista era el camino para superar exclusiones seculares y agravios históricos contra el mundo indígena–; en Chile y Uruguay… Fueron los propios militares que obedeciendo a la población abrieron la transición hacia la democracia, sin enfrentamientos armados.
Hoy está claro lo que para muchos no lo era hace cinco años y no hay que recurrir a aventuras golpistas que siempre terminan mal, solo hay que defender la Constitución vigente y la voluntad de la inmensa mayoría de los venezolanos. Coincide el clamor del país por un cambio con la próxima elección democrática (aunque amenazada) y con el papel no partidista exigido a los militares en nuestra Constitución. Como pocas veces antes, la República exige que se restablezca el monopolio legítimo de las armas, hoy violado por los grupos fuertemente armados que se hacen llamar “colectivos” y fueron indebidamente fomentados y protegidos desde el poder. Una república no es solo de civiles, sino que necesita de los militares civilistas garantes de la justicia, de las fronteras y de la paz desarmada de la población; sus armas nos permiten, a todos menos a los delincuentes, andar desarmados y tranquilos.
¿Qué pueden hacer los militares? Simplemente sacar las conclusiones de lo que ven sus ojos y su conciencia y defender decididamente el tránsito pacífico hacia la democracia social. Recordar su deber establecido en la Constitución: “La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la nación (…) En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna” (art. 328).
Las elecciones venideras son una gran oportunidad para iniciar un cambio a fondo de esta locura suicida.



Luis Ugalde s.j.
¿Y los militares qué?
El Nacional. Caracas, 22 de octubre de 2015

Laureano Márquez: Brevísimo manual de economía

Introducción:
Leo dos titulares, uno le sigue al otro:
* "Maduro: Productores deben controlar y gobernar el precio del petróleo".
* "Vamos a apretar las tuercas en la Ley de Precios Justos, dice Maduro".
 
Pareciera, a primera vista haber una ligera contradicción entre ambas declaraciones, realizadas -aparentemente- en un mismo acto. En este brevísimo manual me propongo demostrar por qué.
 
Cap. I: de la producción.
Veamos: todo el que produce algo quisiera que aquello que produce se vendiera al más alto precio posible, un precio que produzca un buen excedente. Este excedente debería cubrir los costos de producción (para seguir produciendo) y una cantidad adicional para que el productor siga con vida (la vida de los productores es cara), es decir una ganancia.
Los productores son gente mala y egoísta, en esto tiene razón el gobierno: a un productor le gustaría ser el único productor de un bien, porque así puede poner el precio que le dé la gana porque todo el mundo está obligado a comprarle. Eso se llama monopolio. Se considera que el monopolio es algo malo, porque distorsiona el precio de un producto, lo vuelve mucho más caro de lo que tendría que estar.
Los que saben de economía dicen que si hay muchos productores de un producto, ellos van a competir entre sí para vender más y eso hará que el precio del producto se acerque lo más posible al costo de producción. Parece que es una regla que los precios no pueden estar por debajo de los costos de producción. Es decir, produciendo a pérdida, hasta el Papa Francisco quebraría y por muy bondadosa que sea su alma, en algún momento tendría que cerrar su fábrica.
 
Cap.II: de los precios justos.
 
¿Qué es el precio justo?
 A- Un programa de la TVE.
B- regalado es caro.
C- lo más barato que pueda conseguir.
D- todas las anteriores.
 
Vamos a ver: cuando compro quiero lo más barato, cuando vendo quiero vender lo más caro posible. En el primer mundo, hacer mercado es una tortura: cien marcas de leche, cien precios diferentes. Si en Caracas perdemos dos horas en la cola de la leche, en el primer mundo pierden al menos una averiguando cuál es el producto que más conviene, comparando precios y calidades.
Sería razonable que el "precio justo" lo estableciese un juez, que sabe de justicia, pero la justicia del precio es de otra naturaleza, porque entran en juego muchos factores, entre otros: cuántos lo quieren, cuántos lo producen, cuánto cuesta producirlo. Un producto puede ser muy bueno, pero si nadie lo quiere, su precio justo está por debajo de cero, es decir, "regalado es caro".
Si el gobierno regula un producto por debajo de los costos de producción, crea un precio "artificialmente justo", es decir injusto para el que produce. Los consumidores son gente mala y egoísta, en esto tienen razón los neoliberales: si yo veo que algo tiene un precio "demasiado justo" voy a querer ese producto, aunque no lo necesite. Como sé que se va a agotar pronto, porque todos somos malos, entonces lo compro y lo guardo y cuando los bolsas que no pudieron comprar lo quieran, se los vendo no al precio justo, sino a un precio requetejusto para mí: tres veces más  el precio que lo compré. De allí el llamado bachaqueo.
 
Cap. III: del petróleo y otras siembras.
Según las últimas cifras oficiales (2013) producir un barril de petróleo costaba 11 dólares. Digamos que este año sean 15. Si se vende a 40 (40-15= 25). La "ganancia" es 62,5 %. Cuando estaba a 100$ , la ganancia era de 909%, casi el 1000% que se establece usualmente como de usura dantesca. ¿Era un precio justo? Totalmente: ¿gasolina gratis con el petróleo a 100? No creo que pueda haber algo más justo, para nosotros en nuestra historia. Sin embargo, los costos de producción barril de petroleo en Arabia Saudita están entra 4 y 5 dólares. Por mala suerte, ellos son nuestros competidores y son gente muy mala, quieren quedarse con el negocio, porque les gusta vivir muy bien, de donde viene el adjetivo "saudita".
Conclusiones:
Hay ya mucho petróleo en el mercado y pocos pollos. Se llama ley de la oferta y la demanda, presidente, y no la puede derogar el Tribunal Supremo.


Laureano Márquez
Brevísimo manual de economía
Tal Cual. Caracas, 23 de octubre de 2015

martes, 20 de octubre de 2015

José Vicente Carrasquero: Develando la conspiración

uy orondo apareció el presidente la Asamblea Nacional, en su semanal programa que financiamos los venezolanos, comentando una conversación privada entre dos ciudadanos a quienes la Constitución les garantiza el secreto de sus comunicaciones. No explicó el ancla del bodrio televisivo el origen de la grabación que uno debe suponer respaldada por una orden judicial y además amparada por el secreto procesal. Es entonces claro que estos dos sujetos terminan siendo el objetivo de una conspiración para oír lo que pudieran decir en cualquier momento y que los conspiradores puedan usar la conversación para mal ponerlos ante el público. Por ahí ya va una conspiración urdida y puesta en marcha por quienes tienen el deber de garantizar los derechos de los venezolanos.
El asunto no se queda allí. Los ciudadanos de nuestra maltratada patria son víctimas permanentes de conspiraciones que tienen sus orígenes en el alto poder. Por ejemplo, los que fingen dirigir los asuntos económicos tienen como prioridad máxima, cumplir con el pago del capital y los intereses de una deuda contraída con propósito desconocido. Y es una conspiración porque esa decisión atenta directamente contra el soberano que no fue consultado sobre la contratación de esa deuda y ahora tiene que asumirla en escasez, devaluación, pérdida del poder adquisitivo e inflación. En otras palabras, para la humanista nomenclatura del régimen es más importante atender a los acreedores nacionales e internacionales que garantizar un flujo de divisas que permita el funcionamiento moderno y adecuado de la economía.
Este gobierno, producto tal como lo sostiene el padre de la creatura, de las conspiraciones que llevaron al lamentable 4F del 92, sigue montado en maquinaciones e intrigas para llevar a cabo su plan hacia el desastre. Uno de estos complots consistió en ir ahorcando paulatinamente al empresariado venezolano hasta reducirlo a su mínima expresión. Y el objetivo de tal urdimbre no puede haber sido otro que sustituir al productor nacional por el extranjero al que le pagan en dólares a cambio de jugosas comisiones que explican la inmensa cantidad de nuevos ricos que exhibe la Involución del siglo XXI.
Y por aquello de estar permanentemente montados en una conjura contra el pueblo, armaron a grupos de supuestos seguidores para tener un cuerpo paramilitar que defendiera el proceso político. Esta conspiración explica la cantidad de armamento de guerra en manos de civiles que los usan para delinquir o para imponer su ley en distintos territorios. Como producto de esta irresponsable actuación, hoy miles de familias lamentan la pérdida de uno de sus miembros. Es esta misma trama la que permite tener un país sui generis en el que los grupos delictivos están mejor armados y disponen de más recursos que las policías de un país con inmensas riquezas en el subsuelo.
No es otra cosa que una conspiración la que ha puesto en tela de juicio nuestra demanda sobre el Esequibo. Un contubernio entre Fidel Castro y Hugo Chávez para echar al olvido nuestra reclamación, buscaba consolidar las relaciones exteriores del comunismo cubano en el Caribe y América Latina. Se pensaba que con esta traición a los derechos venezolanos sobre esos vastos territorios se garantizaba la continuidad del proceso revolucionario. Una vez más, la victima de esta conspiración termina siendo un pueblo que puso sus destino en unas manos que no eran dignas de confianza, tal como ha demostrado el devenir de los hechos.
Se conspira permanentemente desde un CNE que no cumple con el mandato constitucional de generar confianza a los venezolanos. Es más que sabido que la gente desconfía de una dirigencia burocrática que no esconde su simpatía por el gobierno de turno. Que hace todo lo que está a su alcance para impedir que el proceso electoral sea debidamente observado, que ha permitido el vicio del voto asistido a personas que evidentemente no necesitan tal ayuda, que no pone freno al uso corrupto de los bienes de la nación al servicio del partido gobernante. Nuevamente, la victima de semejante intriga resulta ser el pueblo soberano al que se le irrespeta permanentemente.
Termina siendo una asquerosa conspiración poner presos a políticos y a ciudadanos por expresar su oposición al gobierno que más ha merecido críticas en la historia del país. Es así como se inventan juicios insostenibles para sacar del medio a personas que pudieran terminar promoviendo y capitalizando el descontento contra el peor desempeño de gobierno en todo el hemisferio occidental. Conspiración que empantana a esos poderes que supuestamente se crearon en 1999 para defender a todos los ciudadanos por igual.
Y es que no podía ser de otra manera. La precaria clase política llega al poder a caballo de multitud de procesos conspirativos. Chávez permanentemente se vanagloriaba de todas las conspiraciones en las que había participado. Y típico de su poca catadura moral, calificaba de conspirador a cualquiera que osara levantar la voz frente a su autoritarismo.
Fue por la vía de la conspiración que un gobierno electo en las urnas terminó siendo una vulgar dictadura con ínfulas de izquierda pero de claras expresiones fascistas. Por la vía de la conspiración pretende permanecer en el poder. Pero, el pueblo ha despertado y todas las encuestas indican que tiene una factura que presentar el 6D.

José Vicente Carrasquero
Develando la conspiración
Runrunes. Caracas, 20 de octubre de 2015

domingo, 11 de octubre de 2015

Pompeyo Márquez: El papel de los militares

El comentario de la semana pasada dedicado al papel de los militares, en esta hora trascendente que vive el país, originó una serie de reacciones.

La mayoría favorables y de estímulo a planteamientos de similar naturaleza. Hubo lectores que se expresaron en sentido favorable y conozco solo de dos que opinaron en sentido desfavorable, pero fue tan abrumadora la opinión positiva que hoy queremos ratificar la argumentación.

La lectura que hemos hecho de la situación en el seno de las fuerzas armadas, en lo fundamental, es que hay sectores democráticos que estarían dispuestos a hacer respetar los resultados electorales si estos resultasen favorables a las fuerzas del cambio. Opino que esto hay que repetirlo las veces que sea necesario, no solo para el consumo de los militares sino también para la gran masa de civiles que tendrá que defender los resultados electorales. Hay que crear un clima de victoria y a la vez de defensa de esos resultados electorales favorables a la alternativa democrática.

Debemos evitar lo que ha sucedido en otras oportunidades que nos quedamos "con la pelota en la mano", para hablar en términos beisbolísticos. No. Es acción apoyados en esos sectores militares y en la inmensa mayoría de sufragantes. La cuestión está en que hay que votar, hay que derrotar el abstencionismo que favorece a la dictadura militar. Hay que ganarse a esos sectores que no están ni con el Gobierno ni con la alternativa democrática. Esto es importante. Tenemos dos meses para esta labor.

Una vez más nos dirigimos a la familia militar que sufre las consecuencias de las erradas políticas económicas que han derivado en alta inflación ­la mayor de todo el continente­, que haya tal escasez de los productos básicos que obliga a los compradores a mantenerse por horas en cola, y ni que hablar de los altos índices de criminalidad.

Igualmente, como lo expresa Luis Vicente León, el impacto de todos estos factores negativos en la clase media la convierte, en el mejor de la clase media en una clase "un cuarto", quien acota que la crisis no da espacio para seguir jugando a que no pasa nada, ni al discurso de culpables imaginarios como lo de la "guerra económica".

El deterioro económico afecta la situación de la población, que se torna más dramática en los sectores de menores recursos que ven diluirse su salario y la asistencia que le da el gobierno, ­todo ello se vuelve sal y agua ante la inflación y la escasez­, y no da ninguna muestra de querer aplicar ajustes económicos racionales. Así nunca garantizará ni abastecimiento ni estabilidad de los precios internos.

Pompeyo Márquez
El papel de los militares
Tal Cual. 11 de octubre de 2015

Sebastina Barraez: Declaran en la DIM pilotos de Sukhoi

PILOTOS. Son cerca de veinte oficiales que pilotean los Sukhoi. Han sido citados a declarar en la Dirección de Investigaciones de la DGCIM. Es por el caso de la aeronave siniestrada en la frontera y donde murieron dos pilotos. Están investigando al comandante de la operación, por haber regresado a la base. Ahora se sabe que no eran dos sino tres los Sukhois que salieron esa noche a cumplir una operación, aún no claramente determinada. Por ahora están declarando lo más selecto de los pilotos de Sukhoi: Primeros tenientes, tenientes y capitanes. El hecho ha causado molestia entre oficiales de la Fuerza Aérea.
AMAZONAS. Los salesianos del Don Bosco tienen problemas para recibir internos en su institución. ¿La razón? No ha llegado la comida que debe enviar el PAE. Por otra parte, los pasajes aéreos, casi la única manera de trasladarse entre Manapiare y Puerto Ayacucho, se han elevado astronómicamente; son Bs.10 mil sólo de ida.
PURURECHE. Es una hermosa pero olvidada parroquia del municipio Democracia del estado Falcón. Allí es donde hay una planta de leche, que cual elefante blanco, nunca ha funcionado. El pueblo clama porque el gobierno le reactive el funcionamiento de las antenas de wifi, tanto en la escuela como en el hospital, que están dañadas desde hace dos años. El servicio telefónico no existe. Para poder comunicarse con el Hospital Central de Pedregal, cuando ocurre una emergencia, por ejemplo, se hace a través de las redes sociales. En el caso de la escuela, desde preescolar hasta el liceo, no tienen como investigar en sus canaimas. En la tarde funciona una aldea universitaria de la Unefm y un infocentro comunal, pero no tienen acceso a internet porque se les dañó la antena. He ahí una de ellas.
SUDEBAN. A Leonardo Contreras le sacaron una importante suma de dinero de su cuenta del Banco Caroní. Hicieron una transferencia vía internet desde su cuenta a la de Jesús Román Romero Rivero (C.I. 24.980.983). Leonardo dice que tiene 8 años con esa cuenta en el Caroní y jamás ha podido hacer una transferencia. ¿Cómo es que el banco le permite a un desconocido que le vacíe la cuenta a Leonardo? Para mayor irregularidad, cuando a su email le llega la notificación, él llama al banco y le dicen que no pueden atenderlo porque la red está en mantenimiento.
POLICÍA. Es una funcionaria policial del estado Lara desde hace 6 años. “Los rangos desde Oficial hasta Oficial Jefe devengamos un sueldo menor al mínimo. Desde hace 3 años estamos con el mismo sueldo. La situación interna es de mucha molestia y apatía, las bajas cada día van en aumento. La gobernación vio una iniciativa para un aumento pero según cuentan a nivel de dirección “fue desestimado por Caracas”. Trabajamos con las uñas, reparamos unidades, compramos nuestros uniformes”.
GRANADAS. En el centro comercial El Tolón de Caracas dieron de baja a alias El Portugués. Le consiguieron una granada militar de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Las granadas tienen códigos que permiten saber a qué lote pertenecen, a que componente fue asignada y a que unidad. Ni la DGCIM ni el Sebin tienen interés en investigar de qué parque de armas fue sustraída. Hay que destacar que la granada lanzada en Higuerote también tiene su código, pero estaba vencida y por ello no asignada a las unidades. Podría haber en la calle granadas o material de guerra inoperativo.
CERNUDA. Es Luis el poeta sevillano nacido en 1902 y quien murió en México a los 61 años de edad. Fue él quien un día escribió: “Sé que a solas, aburrido/ De estar vivo y quedar muerto,/ Pasas el tiempo, o te pasa/ El tiempo sin tú quererlo./ Pues el fuego no la anima/ Sino en lumbre pasajera,/ Entiende la paradoja/ De tu existencia incompleta./ …/ Luego la vejez alcanza,/ Y con ella ese recelo/ De una falla, ajena o tuya,/ En el ciclo ya completo./ No digas que no esperabas/ Todo ello en el principio,/ Y acepta, como si iguales,/ Lo esperado y lo vivido”.
Última hora
-Una pensionada denuncia que en Punto Fijo tiene 5 meses comprando agua por cisternas a Bs.3.500 para llenar 5 mil 500lts.
-A la Reserva Activa, desde el 2008, no le pagan alimentación, diferencial del bono recreacional y otros beneficios.
-¿Por qué liberaron al libanés Youssef, a quien el Sebin detuvo en Los Teques (Miranda), el 10/7/15, por extraerle a Cadivi millones de dólares a través de empresas fantasmas?
-¿Qué pasó con las 72tn de alimentos incautadas en Las Vegas de Táchira? ¿Las desaparecieron? No hay ningún preso ni solicitados.
LIBRO. Es la historia de mi padre “Crónicas de un clandestino”. El autor es mi hermano Víctor Barráez Pérez, quien lleva su nombre. Hace días lo bautizamos con flores rojas en la Galería Sin Límite de San Cristóbal, dirigida por la mujer del arte Julieta Canto. Las palabras de presentación estuvieron a cargo de un académico probo y de un ser extraordinario: El profesor Temístocles Salazar. Dijo que aceptó ser el presentador, además de haber sido amigo de papá, “porque le guardo culto a los hombres leales, toda una vida, a sus ideales, como Vitico Barráez y no pierdo ocasión ni tribuna para exaltarlos, sobre todo en estos tiempos de estremecimiento moral que vivimos donde debemos sembrar y fortalecer la virtud de la fidelidad y verticalidad a los principios… Nadie se imaginaba aquí el valor histórico intrínseco que portaba aquel hombre, quién lo creería que estábamos frente a un héroe anónimo, por eso digo siempre que el hombre es una posibilidad. Este libro devela esa historia oculta, y no solo la historia de un hombre sino la del país en los últimos 60 años, y sobre todo la historia del movimiento revolucionario venezolano que en testimonio de Vitico adquiere un valor especial… Vitico pertenece a una raza que no llora en el suplicio, parafraseando a Rimbaud… El libro que presento es una compilación de testimonios de su padre donde su hijo pudo enlazar los tiempos en forma ponderada, sin caer en contradicción  y llevando una hilación certera… aderezó su descripción con argumentos históricos recogidos en fuentes de primera mano de otros testimoniales, de la prensa de la región donde el héroe enervó su clandestinidad… la comprensión histórica del momento en que Vitico cambio de rostro, pero no de alma. Eso lo captó muy bien el autor. No creo que hayas caminado, Vitico en un desierto como afirmas al final de tus memorias, porque quien abrazó el camino del socialismo como tú, no camina en un desierto. Jesús, también estuvo solo y clandestino en el desierto…”, concluyó diciendo Temístocles Salazar. He ahí parte del momento en que se presenta el libro y la portada del mismo, con la presencia de mis hermanos José Gregorio y Víctor, Julieta, el presentador y numerosos amigos. Ahí encontrarán la vida de mis padres y la de nosotros. Pueden adquirir el libro, en la Sin Límite de San Cristóbal y en Caracas en la librería Historia, a media cuadra de la Plaza Bolívar y en otras. Si quieren más información llamen al 0414-3051465. He ahí el bautizo.


Sebastina Barraez
Declaran en la DIM pilotos de Sukhoi
Quinto Día. 10 de octubre de 2015

Claudio Fermín: Militarismo de hoy

Para ellos no hay ley que valga. Lo importante es lo que ordene el jefe. Y el jefe ordena que para él no haya trabas.

Así ha funcionado el país. Las instrucciones de Chávez estaban por encima de la ley. Sus compañeros del Psuv le aprobaron cuatro leyes habilitantes y de 14 años que estuvo de presidente 10 de ellos estuvo habilitado para decretar leyes. Él era la ley.

Maduro y su pequeño anillo de poder han continuado la práctica según la cual el propio presidente legisla. Más influyen tres jefes militares y asesores cubanos que una Asamblea Nacional que renunció a su obligación de legislar.

Eso está muy lejos de una democracia, sistema en el que todos, incluidos los funcionarios públicos, se rigen por las leyes, no por los caprichos del jefe.

En democracia los períodos de gobierno son finitos. Así fue en 40 años de gobiernos civiles. Los presidentes gobernaban cinco años. Ni un día más. En el militarismo los jefes se quedan en el poder hasta que se mueren o hasta que otros militares los tumban.

La historia venezolana está llena de esas calamidades. Los dictadores cambiaron una y otra vez constituciones con el único fin de aprobar reelecciones. La Constitución de 1999 extendió el período presidencial a seis años y estableció la reelección inmediata. Después, Chávez estableció la reelección perpetua. Todo el poder a favor del continuismo.

La oposición es una función en la democracia. Para el militarismo, los críticos del gobierno no son sino conspiradores y por eso son objeto de diversos modos de represión, entre ellos el yugo de tribunales que sirven de verdugos a quienes señalan deficiencias y abusos de la cuerdita en el poder.

Profesionalismo y experiencia administrativa tampoco valen. En el militarismo la secta coloniza el aparato del Estado y así oficiales de cualquier grado y nivel de instrucción hacen de rectores de universidades, directores de hospitales, alcaldes, gobernadores, operadores de políticas alimentarias, diputados y, en fin, de cualquier rol que devengue sueldos y privilegios públicos.

Curiosamente las fronteras se abandonan, el crimen organizado controla el país, la inseguridad hace de las suyas y la soberanía se pierde. Y pensar que muchos creían que los militares servían para enfrentar esos males.
 
Claudio Fermín
Militarismo de hoy
Ultimas Noticias. Caracas, 8 de octubre de 2015

Tulio Hernández: Dilemas éticos de la supervivencia

Durante mucho tiempo Venezuela, vamos a decirlo así, fue un país importador de trabajadoras sexuales. Uso el término propuesto por el gobierno para “dignificar” los reunidos en el DRAE: prostitutas, mujeres públicas o meretrices.
Las crónicas hablan del prestigio de las trabajadoras de cama francesas entre las élites del siglo XIX. En “El inquieto Anacobero” de Salvador Garmendia, dos personajes claves, La Tamborito y Miss Panamá, provienen de vecinos países del Caribe. Y en el siglo XX el atractivo de las venidas de Colombia era tan grande como la cantidad de pesos equivalentes a un bolívar.
Ahora parece que la balanza comercial cambió. Además de petróleo y profesionales universitarios, Venezuela sería un país exportador de trabajadoras sexuales. La cortina la corrió el cierre de la frontera. Un periodista cucuteño cuenta que entre las consecuencias menos conocidas de aquella operación destaca la cantidad de venezolanas que quedaron atrapadas en los “chuchos”, como llaman en Cúcuta a las “casas de citas”.
Cuenta nuestro informante que aquellas venezolanas, que pasan la frontera por la tarde y regresan al despuntar el alba, son una competencia desleal para las locales. Suelen ser más jóvenes y cobran a mitad de precio. Es comprensible. Gracias al diferencial cambiario, una buena jornada de trabajo sexual en pesos un fin de semana le reporta el equivalente al salario en bolívares de tres meses de una secretaria o una cajera. “Es injusto con las locales, las venezolanas les hacen dumping”, concluye con cierta sorna nuestro amigo colombiano.
A Panamá también están viajando. Durante mucho tiempo en este país la mayoría de trabajadoras sexuales prestigiosas provenían de Colombia y Paraguay. Ahora, es vox populi, también de Venezuela. Pero al contrario de lo que ocurre en la frontera, en Ciudad de Panamá, respaldadas por la imagen de marca del Miss Venezuela, nuestras connacionales se han convertido en el top de la movida prostibularia de lujo.
No sabemos cuánto de legalidad o ilegalidad haya en la manera de ejercer estos oficios. Pero lo que sí está claro es que se trata de una de las tantas estrategias a las que nuestros y nuestras compatriotas están recurriendo para mantenerse a flote en medio de la debacle económica.
Recurrir a formas de comercio ilícito, el contrabando, el acaparamiento, la especulación, se han hecho prácticas frecuentes a las que recurren miles y miles de personas comunes. A los dramáticos efectos propiamente económicos de la inflación y el desabastecimiento hay que añadir como calamidad las repercusiones morales.
Las fronteras éticas entre lo legal y lo ilegal; lo permitido y lo delictivo; lo digno y lo indigno, se evaporan. Sin incluir a aquellos generales y guardias nacionales que hace mucho cruzaron la barrera del grado cero de la honradez, un bachaquero encuentra plenamente justo vender un producto a cuatro o cinco veces el precio en que lo adquirió dadas las horas de cola que hizo para legar a él. Y, lo peor, quien lo paga, en el fondo se siente agradecido. Consiguió el producto.  
La degradación por la subsistencia es un proceso conocido. Hace años Maruja Torres, desde la mirada severa de una feminista, publicó en El País de Madrid un conmovedor reportaje sobre el turismo sexual a Cuba. Con doscientos euros más un “combo” –compuesto por ropa íntima, cosméticos, toallas sanitarias, medias de nylon– un español promedio podía hacerse de una exuberante jinetera, como llaman en la isla a las trabajadoras sexuales, por una semana.
El cine también ha dejado excelentes testimonios. Hace años, en un festival de cine en La Habana, asistí al estreno de Adorables mentiras, una excepcional película crítica. En una escena clave, una jinetera veterana le dice a su amiga: “Es que cada vez que escucho a Fidel decir que el comunismo acabó con la prostitución en Cuba me dan ganas de tirarme por la ventana”.
En la sala se escuchó una exhalación coral de asombro contenido. Y algunos, discretamente, se atrevieron a aplaudir.
 
Tulio Hernández
Dilemas éticos de la supervivencia
El Nacional. Caracas, 11 de octubre de 2015

Leonardo Padrón: Un lento y feroz comienzo

Será un lento y feroz comienzo. Lento por lo eterno que todavía es. Feroz por todo lo que hay en el camino, dilapidado, roto, exánime. Por la gravedad de las heridas, por la cantidad de escombros, por la cólera que hay untada en las paredes. Un comienzo del tamaño de un día, de un año, de una generación. Ya no importa la dimensión. Importa que ocurra. Ya los venezolanos no pueden tener otra cara más honda que la desesperación. Es tiempo de resolver las estridencias. Hemos sido un atajo de errores. Un país equivocado. ¿Qué país no ha sido un error alguna vez? Hay errores que han costado seis millones de cadáveres. Hay errores que patean la historia y la rompen en dos. Nosotros también. Somos un error de la talla de los caudillos elegidos: enfermos de gloria y ego, intoxicados de resentimiento, frenéticos, deslucidos en su hacer. Somos un error tercermundista, con soluciones frágiles, inciertas y cambiantes. Pero debemos intentarlo otra vez. Ser mejores que nuestro último error. Ser enmienda. Rectificación. De eso nos va la vida hoy.   
                        Ya basta de escaldar nuestras lesiones con tanta saña, de desgastarnos hablando mal de nosotros mismos, enumerando nuestras miserias a voz en cuello, en televisión, en los restaurantes, en las colas de la farmacia o el supermercado. No aguardemos la foto unánime y feliz de nuestros dirigentes. La oposición entera no cabe en el ángulo de una cámara. La oposición son muchas caras, mucha gente, muchos lugares del país. Todo ciudadano de bien se opone a este paisaje de ruina que hoy somos. Todo obrero, maestro, vecino, artista, oficinista, ama de casa o estudiante se opone a  este cataclismo, a esta zona de guerra, a este punzante saqueo de nuestras arcas. Todo venezolano decente se opone a tanto agobio y sordidez. Todo venezolano cuerdo rechaza un nuevo triunfo de la incompetencia. Hoy, ¿quién lo duda?, legiones de simpatizantes del chavismo están alarmados ante este naufragio monumental.
 No esperemos por la aparición del hombre predestinado, del esclarecido que sacudirá a las masas como un flautista de Hamelín en clave de música latina. No dependamos de la llegada de una docena de expertos en campañas electorales, ni de la condena planetaria al régimen. No aguardemos por un futuro premio Nobel que invocará la perfecta estrategia de la redención nacional. Nuestro caos nos pertenece. Entre todos lo hemos hecho prosperar. Con la rapiña y ambición del régimen, con la desidia e impericia de muchos de nosotros. Por eso, entre todos toca remediarlo.
Y ya no importa si a algunos no les gusta la vehemencia de Chuo Torrealba, los arcaísmos de Ramos Allup o la intensidad de María Corina Machado en el flanco de la oposición. No se trata de seguir condenando a Henrique Capriles por lo que hizo o dejó de hacer o a Leopoldo López por la salida a la calle o la entrada a la cárcel. No importa si entre ellos existen desencuentros o apetencias propias. Ni si algunos son poco creativos o asertivos. No interesa ya si no nos entusiasma cómo habla uno o grita el otro. En todo caso, y he aquí el oro, son gente que cree en la alternancia y el disenso. Gente que propone otra forma de vida. Donde el mérito es un valor. Donde el conocimiento importa más que el color de la camisa que vistas. Donde la tolerancia se impone sobre los dogmas. Donde la libertad no es solo un sustantivo que calza en un himno. No interesa ya si este se ha dormido o aquel comete deslices. No importa si alguno suena a reliquia del pasado, a eslogan de derecha, a guerrillero arrepentido, a tecnócrata sin carisma. Importa que son ciudadanos fuera de un cuartel o de una trasnochada ideología (que termina también siendo un cuartel). No importa si señalan la luz en bosques distintos. Lo crucial es que creen en la luz. Y que cada día optan por apostar, no por claudicar. Nuestros líderes están plagados de defectos, como nosotros, como nuestras parejas o amigos. Pero se trata de que nos encontramos en estado de emergencia nacional. O nos salvamos o nos hundimos todos.
                                   Será un lento y feroz comienzo cuando por fin el noticiero, exhausto de su vaho eterno de malas noticias, de su olor a formol y granada, asome una noticia distinta a la de estos últimos 16 años. Una noticia que hable de una nueva oportunidad. Y el camarógrafo triste por la tristeza de todos los días será otro en su mirada. Y el redactor, y la productora, y los televidentes, la doméstica de pies hinchados, el ejecutivo expropiado, el maestro de ruinoso sueldo, el bachiller sin útiles, el mecánico sin repuestos, el médico sin insumos, en fin, todos, qué digo todos, el país entero, agotado en su aliento de animal herido, cansado de sus muertos, de la quejumbre, de las colas y la miseria y el arroz que no hay, que otra vez no llegó, que quizás mañana o tal vez más nunca,  y de la voz en cadena que recita mentiras, que decreta una felicidad imposible, un olor a rosas que no están, un mar que ya no es la utopía, sino una estafa más, como esta turbia historia de militares enriquecidos, de gente yéndose de donde no quiere irse, de gente agazapada detrás de sus puertas, con miedo a la vida porque ahora huele a muerte, de gente que ahora es menos, que ahora tiene un presente donde no cabe el futuro, de gente tensa hasta romperse, de gente que antes sonreía en sus pasillos de cerveza y salsa brava, de gente que no sabe dónde poner la esperanza, de gente que sencillamente no sabe y ya, que eso es mucho, de tan vacío, de tan desierto, gente que se está cansando de ser gente. Todos, sentirán la noticia de una nueva oportunidad.   
            Será un lento y feroz comienzo cuando todo lo que es empiece a no ser, cuando las marchas y las consignas galácticas se evaporen en el clima de una nueva multitud, cuando las amenazas y el oprobio se conviertan en afonía, cuando los carceleros renuncien a su faena, cuando las rotativas abandonen su ruido de mulo domesticado, cuando el odio se vaya volviendo humo y derrota.
Pero para eso habrá que registrar los rincones del país, atizar al perezoso, seducir al indiferente, convocar a los descreídos, a los indecisos, abrazar al decepcionado, insistir con el reticente y convertirnos todos en una tormenta inacabable de votos en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de este pavoroso 2015. Convertirnos en protagonistas de nuestro derecho a volver a ser un país.
Habrá que inventar la mañana. Habrá que hacer el mismo gesto y convertir a la sonrisa en un ejército de ocupación. Habrá que dejarse de silencios y miedos. Y así todas las puertas se abrirán de par en par. Y la vecina bailará sin música, y estremecerá sus ventanas, y todo aquel en la calle, en la orilla, en la calzada, será un gesto de bienvenida y euforia. Habrá que hacer una canción urgente, una melodía de recién llegados, y apurar un tren que aún no existe, un pasillo grande para el regreso grande de los que alguna vez fueron adiós.
            Será un lento y feroz comienzo cuando la niña que tose y la mujer que desanda la farmacia y la urgencia, y el padre colérico, expulsen un grito de fin de la pesadilla, y se toparán con una plaza habitada por abrazos de los que ya no había. Y cada quien,  lustroso en la alegría repentina, sudoroso a fiesta que se acerca, voluminoso en la sonrisa, asomado en sus propios ojos, dirá que todo pasó, que el huracán fue un mal rato de casi dos décadas, que la vida se estrena otra vez.  
Será un lento y feroz comienzo de diciembre. Lento por la larga cuenta regresiva que ya somos. Feroz por todos los obstáculos que tropezaremos. Será un día preciso. Está allí. Afuera. Se le puede señalar con el índice. Ese día es nuestro. Nadie nos lo va a quitar. Será apenas el comienzo. No la resurrección de los justos. No la multiplicación de los panes y las harinas y el café. No el acto final del odio. No la paz conclusiva. No la ultima marea. Será solo eso: el comienzo. Lo que necesitamos con urgencia. Un comienzo. Así sea duro, largo y difícil. Para dejar de ser un país fallido. Un territorio que no funciona para vivir.
Un comienzo. Nuestro comienzo. Lento, feroz y absolutamente posible.
 
Leonardo Padrón
Un lento y feroz comienzo
El Nacional. Caracas, 11 de octubre de 2015

Marta Colomina: Los miedos de Nicolás y Tibisay

A medida que se acerca el 6-D y sigue creciendo el incontenible rechazo al gobierno (su apoyo popular anda en 20%) las amenazas de Maduro y el nerviosismo de Tibisay Lucena, presidente del CNE, también se incrementan. Esta semana, casi al unísono, ambos destilaron amedrentamiento y afán de desestimular el voto que los sondeos vaticinan masivo: “Si la revolución perdiera el 6-D, es muy probable que tome otro carácter”, dijo Nicolás amenazante. Y añadió: “Si la oposición ganara las elecciones parlamentarias, vendría caos y violencia” (El Nacional 06-10). Cuando Maduro –en la Venezuela arruinada por el chavismo, corroída por la delincuencia, escasez e inflación– dice que “solo con nosotros se pueden superar las dificultades” porque “con la burguesía vendría el caos, vendría la violencia”, lo que nos está diciendo es que, de producirse esa violencia, sería un intento desesperado del oficialismo por seguir en el poder. Si Maduro quisiera la paz el 6-D, sería el primero en dar la “orden” a Tibisay (dado que no existe separación de poderes) de invitar a los observadores de la OEA, la ONU y la UE para garantizar la paz y justicia electorales antes, durante y después del 6-D, y no prohibir su presencia, como lo está haciendo. En su reciente discurso en la ONU pidió al mundo “estar muy atento ante cualquier intento de violentar la vida política en Venezuela”. Y por si no quedase claro su propósito de perpetuarse en Miraflores, aunque para ello deba apelar a la violencia que ha caracterizado a su régimen, Maduro añade: “Venezuela está dispuesta a continuar su curso por la vía de la democracia participativa, protagónica (...) y de la Constitución de 1999”. Sus amenazas son reiterativas. En febrero de este año Nicolás declaró que “no va a permitir que la oposición se presente en elecciones si van a promover la violencia” y conminó a que “si la derecha trata de llegar al poder por la vía de la violencia, le doy la orden al pueblo, junto con la FANB, a salir a las calles a defender la revolución (El Nacional, 25-02).
Aunque los abusos de Maduro constituyen un delito electoral (ha sembrado también dudas sobre el secreto del voto para amedrentar a funcionarios y beneficiarios de las “misiones”), Tibisay no ha abierto la boca en defensa de los electores. Un día después de las intimidatorias alarmas de Maduro sobre la “violencia” que ocurriría de perder la “revolución” el 6-D, una irascible Tibisay Lucena hacía un vano intento por recomponer la alicaída credibilidad del CNE, al que todavía pretende vender “como el de mayor transparencia y objetividad del mundo”. Tibisay se indigna cuando se habla de “fraude”, pero es ella la que asume decisiones fraudulentas. Aunque ya pocos creen en un CNE del que cuatro de cinco miembros son chavistas, se disgusta con lo que ella llama “matrices negativas”, a sabiendas de que todos los estudios nacionales e internacionales arrojan una pérdida de la confianza en el CNE superior a 60%. Lucena se queja de la “descalificación” del árbitro, pero la primera descalificadora es ella. Dice que “no se han creado nuevos circuitos, ni hubo alteración de las circunscripciones” y desmiente que el CNE haya anulado la candidatura de Carlos Vecchio, al culpar a la MUD de negligente “porque no hicieron los descargos contra la impugnación”. Añade que el CNE “es atacado de fraude, sin pruebas”. Veamos: el único rector independiente del CNE, Luis Emilio Rondón, sostiene que la sanción que anula la postulación a la AN de Carlos Vecchio (salvó su voto en plenaria del CNE) no tomó en cuenta la preeminencia de los derechos políticos que solo pueden ser disminuidos por inhabilitación política causada por una sentencia judicial firme, de acuerdo con la Constitución, en sus artículos 39 y 42”, y no por una simple decisión administrativa, como avaló Lucena. Sigamos. ¿No es Tibisay responsable del desequilibrio numérico que existe entre la cantidad de votantes inscritos en los estados y la cantidad de parlamentarios que se deben elegir en ellos?, ¿de la artificial migración en ciertos municipios y circuitos que supera la media nacional, y los arbitrarios cambios en numerosos circuitos de Barinas, Apure, Bolívar Guárico, Mérida y otros? Súmate denuncia que el INE y el CNE manipularon la proyección poblacional en 19 estados en beneficio del PSUV. Y a propósito de “fraude” ¿qué más pruebas quiere Lucena que su negativa a hacer la auditoría calificada de las presidenciales cantadas a favor de Maduro, auditoría que debía incluir los cuadernos de votación, y respecto a la cual ella, Maduro y los cómplices de Unasur se hicieron los desentendidos?
La comunidad internacional cuestiona que en Venezuela los poderes responden a las órdenes de Maduro, de ahí sus esfuerzos para que el 6-D haya observadores internacionales imparciales, derecho negado férreamente por Maduro y Lucena: “Cuando la FAN, el Poder Electoral, los togados del Poder Judicial hacen un juramento partidista, gritan consignas y usan símbolos partidistas, proclaman que están al servicio incondicional de la minoría gubernamental, mientras el país sufre la dictadura” escribe el sabio jesuita Luis Ugalde. Los tribunales son usados para castigar a quienes disienten. Esta semana un tribunal ordenó “buscar” a los directivos de El Nacional, Tal Cual y La Patilla, demandados por Cabello. Esa “incondicionalidad” de los poderes tiene relación estrecha con la corrupción. Mientras el pueblo pasa hambre y es masacrado por la delincuencia “los señores civiles y militares compran lujosas residencias en la Alta Florida, en Caracas, por cantidades en dólares que nunca soñaron poseer en vida. Habría que preguntarse con qué dinero un integrante del clan electoral compró la residencia de la señora Beracasa” (editorial de El Nacional 24-09-2015).
La arrogancia de Lucena al decir que el “CNE no cuenta encuestas, sino votos” es en realidad miedo, el mismo que acogota a Maduro. “Las encuestas castigan a Maduro a 2 meses del 6-D” (El Nacional 08-10). La oposición supera al chavismo en los últimos sondeos en 32 puntos, lo que le daría a la unidad más de las 2/3 partes de la AN. La comunidad internacional es consciente de que la oposición ganará holgadamente el 6-D, así que a Tibisay no le queda más remedio que contar como Dios manda los votos que vaticinan las encuestas, so pena de que el mundo en pleno grite ¡fraude! “La debacle en Venezuela con inflación de 200% y caída del PIB de 10%” registrada por el FMI es impulso para esa debacle electoral que se avecina, de ahí la prisa fraudulenta de Maduro en cambiar a una parte del TSJ antes del 6-D. Aunque el gurú de los sondeos chavistas, Schemel, pretende consolar a Nicolás diciéndole que 30% del chavismo es “una comunidad emocional”, en el fondo de su faltriquera sabe que “amor con hambre no dura”.

Marta Colomina
Los miedos de Nicolás y Tibisay
El Nacional. Caracas, 11 de octubre de 2015

martes, 6 de octubre de 2015

Pompeyo Márquez: Mensaje a las fuerzas armadas

Dirijo este mensaje a las fuerzas armadas porque si en algún momento el papel del estamento militar ha sido determinante para conquistar la democracia y la República civil es ahora. No es retórica, es con toda la fuerza y la convicción que hablamos a la institución castrense, justamente para salvarla pues será en la democracia y en la República civil donde radiqué el porvenir de ellas.

Tiene que haber en su seno sectores que no comparten lo que hace una cúpula militar con un barniz de civil. De esto no tenemos dudas. La experiencia histórica contemporánea da pie para pensar en que en el seno de las fuerzas armadas se agiten tendencias. La trayectoria de las fuerzas armadas no ha sido lineal, jugó un papel con López Contreras e Isaías Medina; actuó en el golpe de 1945 y los mismos que dieron ese golpe fueron los actores del Golpe de Estado de 1948. Siempre Pérez Jiménez jugando el papel predominante en el liderazgo militar, por ejemplo, ya es evidente quien fue el actor del secuestro de Delgado Chalbaud aunque no pensó en que los acontecimientos iban a concluir en el asesinato. Pero tuvo que retroceder y traer a Germán Suarez Flamerich que era el embajador de la dictadura en el Perú y además convocar a elecciones en las cuales sufrió una derrota aplastante, y la carencia de unidad y de un propósito de poder condujo al Golpe de Estado del 2 de diciembre de 1952.

A partir de entonces, la represión desatada fue feroz, no había paz para los disidentes hasta que entre el 1956 y el 57, como escribe Simón Alberto Consalvi... "Venezuela perdió el miedo." Se constituye la Junta Patriótica que agrupaba a todos los sectores políticos del momento. Se producen los levantamientos militares de Hugo Trejo y Martín Parada el primero de enero de 1958 y ello abre un boquete por el cual se metió la acción civil. Esa discusión sobre que las masas salieron a la calle después de las FFAA no tiene sentido. Son 10 años de resistencia civil y de luchas callejeras, más la huelga del 21 de enero, el factor que dio al traste con la dictadura, dando paso a un gobierno encabezado por el Contralmirante Larrazábal.

Como se puede observar en esta breve reseña, las fuerzas armadas actuaron para bien y para mal y esto hay que tomarlo en cuenta históricamente para reafirmar la confianza en que en el seno de esas fuerzas se agitan tendencias democráticas que actuarían a favor de la democracia ante una votación mayoritaria que exprese los deseos de cambio del pueblo venezolano agobiado por la crisis.



Pompeyo Márquez
Mensaje a las fuerzas armadas
Tal Cual. Caracas, 6 de octubre de 2015

lunes, 5 de octubre de 2015

Armando Durán: ¿Qué va a pasar en Venezuela? (Y III)

¿Expectativas? ¡Por favor! Conviene seguir la evolución del precio del dólar en el llamado mercado paralelo para entender por qué solo muy pocos y afortunados venezolanos duermen tranquilos y tienen confianza en lo que les espera el día de mañana.
Ese precio, que es el dato que regula la velocidad con que nuestra economía marcha hacia la nada, rondaba a finales del año pasado los 170 bolívares. El 22 de mayo, su precio ya había llegado a 400 bolívares. Y ahora, apenas 3 meses después, roza los 830 bolívares y se dirige, a ritmo vertiginoso, rumbo a los 1.000 bolívares por billete verde, un horizonte que marcará, más allá de cualquier duda, el fin de casi todas las esperanzas.
Desde esta perspectiva de agobio y desesperación extrema, de “insomnio absoluto”, como hace pocos días calificó Leonardo Padrón la situación de una Venezuela hundida en una crisis sin remedio a la vista, con cortes sistemáticos de agua y electricidad, con una inflación galopante y fuera de control, sin capacidad de producir nada excepto unos cada vez más escasos barriles de petróleo, con un desabastecimiento de alimentos y medicinas cuya magnitud anuncia la inexorable catástrofe por venir y con una mezcla pavorosa de criminalidad, corrupción e impunidad como principales señas de identidad de la realidad nacional, nadie, absolutamente nadie, tiene la menor ilusión de prosperar y ser feliz.
Quizá por lo que significa sentir al país al borde del abismo, la inmensa mayoría de los venezolanos de todas las tendencias han depositado en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre lo poco que le queda de aliento en el futuro. Ominosa certeza de que es ahora o nunca jamás, y que a pesar de que el escenario no sea precisamente el más propicio para celebrar esa fiesta democrática de la amistad que deben ser y no lo han sido desde el referéndum revocatorio de 2004 la celebración de elecciones en Venezuela, la consigna del momento es ir a votar.
En esta encrucijada, me parece acertado que la dirigencia de la oposición exude por todos sus poros un optimismo exuberante. Eso es lo que esperan los electores venezolanos de sus dirigentes. A sabiendas de que si lo que realmente deseamos es darle a Venezuela un vuelco decisivo hacia la restauración de la democracia como sistema político y forma de vida, no basta acudir a las urnas dentro de un par de meses. Ni siquiera basta sacar más votos, muchísimos más votos, que los candidatos rojos rojitos. Para ganar estas elecciones se necesita bastante más que derrotar aritméticamente al régimen a punta de votos.
En este sentido, no debe olvidarse que Maduro y sus lugartenientes han repetido hasta la saciedad que el deber de todo revolucionario es salir a la calle a defender la revolución hasta con los dientes, el propio Maduro al frente del pueblo en su lucha por la victoria siempre, camaradas, si el imperio y sus lacayos se alzaran el 6-D con el triunfo.
En otras palabras, lo que es de esperar el próximo 6 de diciembre, si a fin de cuentas se celebran las elecciones previstas para ese día, es que el régimen no acepte de ninguna manera su derrota. En realidad, no puede hacerlo sin dejar de ser lo que es, sencillamente porque, como desde Cuba le recuerdan a Maduro diariamente, las revoluciones no se hacen para dejar que el enemigo se la arrebate así como así con unos voticos de más.
Todas las preguntas que nos hemos hecho y nos hagamos sobre lo que va a pasar en Venezuela se reducen a este hecho a todas luces inevitable. Y, sobre todo, a lo que haría en esta ocasión la dirigencia opositora. Por fortuna, el pasado jueves Jesús Chúo Torrealba despejó esta incógnita con una firme advertencia. Si el régimen no reconoce su derrota, anunció, “pararemos al país”. Una afirmación escueta y suficientemente terminante que, si en verdad se cumple, permitirá que el 6-D comience en efecto a enderezarse este entuerto de 15 años mal llamado revolución bonita.
 
Armando Durán
¿Qué va a pasar en Venezuela? (Y III)
El Nacional, Caracas, 5 de octubre de 2015 

Claudio Nazoa: Guerrilleros de Twitter

Antes no lo hacía, pero ahora sí: estoy bloqueando a los insultadores de Twitter.
Cuando algunos tuiteros alcanzamos cierta cantidad de seguidores, nos transformamos en víctimas de los guerrilleros de Twitter. Estos guerrilleros, generalmente, pertenecen a organizaciones radicales de derecha o de izquierda. Son insultadores anónimos quienes, a veces por cuenta propia y otras veces organizados en grupos, atacan cual buitres hambrientos a determinado usuario.
Acepto todo tipo de críticas con respecto a lo que digo y escribo. Parto del hecho de que mis lectores tienen derecho de discrepar de mis ideas o de mis proyectos. Lo que no acepto más son insultos y amenazas, que curiosamente llegan por toneladas, cuando sostengo que la única forma de comenzar a cambiar este desastre es salir a votar en masa el 6-D.
La intolerancia de estos grupos no tiene límite, incluso arremeten en contra de familiares del insultado, sobre todo si es conocido o tiene alguna influencia sobre la opinión pública.
A veces, los insultos y agravios son por cosas insólitas, tal como ocurrió un domingo en el que Laureano Márquez cometió el pecado de publicar un selfie desde el balcón de su apartamento. La foto iba con una notica: “Aquí, amaneciendo. Tomándome un cafecito mientras miro el Ávila”.
¡Más vale que no! Le llovió todo tipo de insultos y descalificaciones: “Claro, escuálido de m… como tú eres rico”…, o “mientras tú te tomas un café, hay presos políticos y el país se está cayendo”.
He de destacar también la agresión que recibió el poeta Leonardo Padrón, cuando protestó ante el intento de unos pendejos que querían sabotear una feria del libro en la plaza Altamira. Todo el que osó defenderlo también fue vejado por estos fascistas de izquierda y de derecha, quienes se comportan igual y tienen el mismo mazo.
Muchos de estos guerrilleros del agravio por Twitter viven en Miami y, desde allí, a punta de 140 caracteres de insultos y blasfemias, pretenden dirigir la resistencia en Venezuela y están prestos a destruir a quienes convocamos a votar. Otros, aparentemente, viven aquí y desde una cómoda poltrona, la mayoría de las veces en anonimato, despotrican, vociferan y atacan.
También quiero agradecer a los cientos de miles de seguidores que, de buena fe, me saludan o critican decentemente. ¡Muchas gracias!
A los guerrilleros del insulto: como yo también soy muy malo y vengativo, además de bloquearlos, les deseo… ¡Ay, se me acabó la página! 


Claudio Nazoa
Guerrilleros de Twitter
El Nacional. Caracas, 5 de octubre de 2015

domingo, 4 de octubre de 2015

Carlos Raúl Hernández: El inframundo: pasiones entre bobos y vampiros

La revolución bolivariana sella la fusión de dos visiones contrahechas de la realidad latinoamericana, que durante el siglo XX se mantuvieron separadas y cuyo matrimonio dio origen a esa laguna de oxidación que Hans Dieterich teorizó y bautizó como socialismo del siglo XXI. Estas dos pesadillas se integraron en una sola perspectiva letal, las ideas del marxismo leninismo y el populismo nacionalista, el populismo revolucionario. Entre las hilachas de pensamiento de los movimientos de Getulio Vargas en Brasil desde los 30 y Juan Domingo Perón en Argentina en los 50, por un lado y los grupos marxistas por otro, existió un abismo. Los primeros hasta mitad de siglo eran simples desórdenes autoritarios que perseguían torpemente mejorar con dádivas y reivindicaciones ilimitadas las condiciones de vida de los sectores populares, con lo que desmoronaban la producción.

Argentina estuvo hasta 1950 entre las tres primeras economías mundiales y desde Perón no sale de la sentina miserable. Los populistas mantenían la sociedad relativamente abierta pero generaban un caos por su incomprensión de las reglas básicas para que la sociedad satisfaga sus necesidades. Con un vago antiimperialismo que coexistía con la presencia de los capitales extranjeros y la propiedad privada, no creaban una dictadura del proletariado. No tenían eso que los seguidores de Lenin y Stalin denominaron un proyecto de sociedad. Eran folclóricos, malos administradores, autoritarios, improvisados y se preciaban de tener lo que Hegel llamó "el monopolio del corazón". Amaban a los pobres de la manera más nociva e idiota. Sus relaciones con los comunistas y derivados siempre fueron tensas, en primer lugar porque los populistas conquistaron rápidamente "las masas".

Fastidioso como un comunista preso

Los camaradas, enfrascados en problemáticas esotéricas, en difundir la producción de acero de la Unión Soviética, pretendían crear "partidos de cuadros", con conciencia de clase, al estilo bolchevique ("los mejores entre los mejores") mientras para los líderes populistas la noción de partido era vaga y difusa. Les interesaba "el movimiento" y eran caudillistas en tanto el iluminado no se sometía a disciplina de una organización, horma de su zapato. Los comunistas se comportaron fieramente en la lucha contra las dictaduras tradicionales y eran lo más fastidioso imaginable en las cárceles, porque llegaban a imponer cursos de formación política, lecturas aburridas y jornadas de adoctrinamiento a los demás presos. Publicaban heroicos periodiquitos sobre la URSS que nadie leía y que carecían del más elemental sexappeal para los trabajadores de los que se decían representantes.

Para colmo pretendían crear partidos obreros en países en los que no había casi obreros sino campesinos y sectores medios. Por eso la revolución fue imposible hasta 1959, cuando un carismático líder fascista, Fidel Castro, triunfó militarmente en una parada insólita y sin mucha política de por medio, Castro se hace un dictador comunista, totalitario, con un proyecto claro: destruir la sociedad existente y edificar su castillo de Drácula en la Transilvania del Caribe. Liquida la propiedad, la libertad de expresión, el derecho a pensar y crea un régimen totalitario unipersonal, como Stalin, Hitler y Mao. Se reserva el derecho a la vida y anula la vigencia de los Derechos Humanos. Rómulo Betancourt desarticuló y anuló esa monstruosa experiencia, derrotó la guerrilla latinoamericana y el espectro dejó de recorrer el continente.

Drácula ataca de nuevo

Pero en 1998 aparece un nuevo caudillo carismático en Venezuela, que cautiva a las elites y los sectores populares (Castro, aunque lo hizo después, no necesitó eso porque su triunfo fue militar) se apoya en las tradiciones nacionales, la música folclórica, el liquilique y la "defensa de la patria". Usa así los elementos exitosos de Perón, Vargas y varios otros, pero inicia el proceso la aplicación del proyecto castrista-marxista. Pero al haber triunfado por vía electoral, la consecución de ese objetivo estaba frenada por la existencia de un complejo institucional que no manejaba. La operación comenzó con la "asamblea constituyente" y a partir de ahí, paso a paso, y gracias a los cinco errores monumentales, descomunales, de la antipolítica, consolidó su poder en las condiciones del siglo XXI, sin paredones y con procesos electorales. El proceso funcionó mientras tuvo dinero para despilfarrar en su locura y comprar al electorado.

Solo que Venezuela no es una isla pequeña y desventurada en los sesenta. Si en Cuba no comían era culpa del "bloqueo imperialista a un país pobre y digno". Pero... ¿a qué bloqueo echar las culpas de la ruina de una nación que manejó la riqueza más fabulosa del continente en el siglo XXI, y que podría ser hoy día Dubai? Ya no existe la cortina de intelectuales, artistas y medios de comunicación globales que apañó a Castro, y todo se desmorona. El populismo revolucionario está al borde de destruir ese prodigio de la naturaleza y convertirlo en una nación fallida. Y lejos de las deposiciones ideológicas del supuesto teórico Dieterich, el comunismo como propósito de justicia siempre ha sido inviable porque es la sumatoria de estupideces y elucubraciones malignas que en todas partes han resultado un horror similar.



Carlos Raúl Hernández
El inframundo: pasiones entre bobos y vampiros
El Universal. Caracas, 4 de octubre de 2015