miércoles, 5 de noviembre de 2014

Nitu Pérez Osuna: ¿Babysitter+Hospital de Campaña=?

La injusticia tiene asiento en Venezuela y eso no es nada nuevo. Esta semana quedó probado, una vez más, como en nuestro país si eres parte del proceso...no te pasa nada. La Asamblea Nacional ha despachado ayer  martes de un plumazo, la NO investigación del caso de la colita en avión de PDVSA a Brasil de la niñera del Ministro Jaua, mucho menos, por qué ésta llevaba en el maletín un arma que, según el jerarca del régimen, es de su propiedad. La bancada oficialista, que tiene mas diputados con menos votos, dijo: "no se investiga y punto".
Es que estos rojitos en el poder se saltan a la torera la constitución, las leyes y sus propias palabras.  A comienzos del año, exactamente el 6 de Enero, el teniente convertido en presidente de la AN, Diosdado Cabello, afirmaba tajantemente lo siguiente: "El Gobierno Nacional ha mantenido una profunda lucha contra la corrupción sin importar las tendencias políticas...si algo ha demostrado la Revolución Bolivariana es que no anda con solidaridades automáticas. Hemos investigado a alcaldes, gobernadores, ministros. Hemos hecho cualquier tipo de investigaciones y jamás hemos puesto por delante que somos compañeros de partidos” (AVN) ¿Si? 
Y antes, en Septiembre del año pasado, ese mismo señor que anda con un mazo dijo en rueda de prensa del PSUV y en relación a la aprobación de la Ley Habilitante: "¿Quién puede oponerse a una Ley Habilitante para luchar contra la Corrupción... sólo quien es cómplice o beneficiario de la corrupción puede estar en contra de una Ley Habilitante contra la corrupción" (AN prensa)  Es decir, amigo lector, a confesión de parte relevo de pruebas. Con esta negativa del partido del régimen a investigar el peculado de uso presuntamente cometido por Jaua, ¿Diosdado queda cómo cómplice o beneficiario?
Y una se pregunta ¿dónde está la Fiscal, Contralor y Defensora del Pueblo? ¿No tienen nada que decir? ...son compatriotas, camaradas del Ministro de Comunas que utiliza babysitter.
En medio de este mar de corrupción y guisos, con la inflación más alta del continente, la escasez que nos tiene sin aceite, harina, café, leche, compotas infantiles, jabón para lavar la ropa y asearnos y lo peor, sin medicinas para la tensión, el colesterol, la diábetes, tiroides, cáncer o para atacar un simple resfriado o la fuerte chikungunya como el acetaminofén, aparece ahora Jorge Arreaza, anunciando la instalación de un hospital de CAMPAÑA, pero con tecnología de punta, para prevenir el virus del Ébola, y lo anuncia sin rubor, a pesar que el médico internista y ex-ministro de Salud, Félix Oletta ha dicho que en Venezuela se han registrado 1 millón 250 mil casos de fiebre aguda en las últimas 20 semanas que la administración de Maduro no ha querido reconocer y agrega "todos los indicadores nos señalan que esto coincide con la aparición de la Chikungunya en Venezuela; no son 9 mil 800 casos como el gobierno admite, tenemos muchísimos más”.
El galeno informó además que la malaria ha reaparecido en el país y maneja la cifra de 71 mil casos "probablemente se van a sumar muchos más en las próximas 10 semanas y cerraremos el año con 85 mil casos de malaria...en cuanto al dengue vamos a cerrar el año con la segunda epidemia más importante de los últimos 25 años”.
¿Arreaza a quién pretende engañar?  No han podido con el dengue, reaparecen enfermedades aniquiladas en la llamada cuarta y pretende vendernos unas carpas como hospital. Cuidado y es otro guiso más
PD: El Vicepresidente Arreaza mencionó en varias oportunidades que Venezuela no tiene casos de Ébola. 



Nitu Pérez Osuna
¿Babysitter+Hospital de Campaña=?
Diario Las Américas. Miami, 5 de noviembre de 2014

Charito Rojas: Gobierno devaluado

Un cielo tan sucio no se aclara sin una tempestad . William Shakespeare (1564 1616), dramaturgo, poeta y actor inglés considerado el escritor más importante en lengua inglesa.
De cómo Venezuela ha pasado de Simón Bolívar a Nicolás Maduro, es asunto que refleja con gran dolor la degradación que ha sufrido la educación, la inteligencia, la academia, el respeto, la majestad del poder. Bolívar decía que los pueblos ignorantes son instrumento ciego de su propia destrucción. Y Venezuela se ha ido auto destruyendo, eligiendo a los peores, a quienes no deben gobernar porque no tienen preparación, honestidad, generosidad ni nobleza para administrar el poder.

El drama resalta cuando vemos la capitis diminutio (término del derecho romano que significa rebajar el nivel o status) retratada en los funcionarios que han ocupado el lugar de hombres notables en la historia venezolana. Indudablemente también hubo funcionarios de poca preparación, llegados allí a punta de influencia, mecate o compadrazgo, pero la conducta de la mayoría de los gobernantes venezolanos ha sido escoger un gabinete que represente lo mejor del país en cada área profesional.

Comencemos a poner sobre el tapete nombres que seguramente les sonarán, porque dejaron una impronta en los despachos que detentaron. Por ejemplo, en el ministerio de educación, donde fue ministro el historiador Eduardo Blanco, el mismo que escribió Venezuela Heroica , en tono de epopeya pero con una gran cercanía a los personajes históricos, algunos de los cuales llegó a conocer.

También fue ministro de educación el historiador y diplomático Caracciolo Parra Pérez, quien tiene la gloria de haber recuperado y adquirido para la república, el archivo completo de Francisco de Miranda, llamado Colombeia, compuesto por 63 libros. A él lo sucedió en la cartera de educación el maestro y escritor Rómulo Gallegos, considerado el más grande de las letras venezolanas de todos los tiempos. Arturo Uslar Pietri, otra gloria de la literatura venezolana también fue ministro de educación entre 1939 y 1941. El gran maestro de generaciones, Luis Beltrán Prieto Figueroa fue también un preocupado ministro de educación entre 1947 y 1948.

Marcos Pérez Jiménez nombraba brillantes profesionales como ministros. El científico Humberto Fernández Morán, un médico venezolano que optó por el Premio Nobel de Medicina, porque fue el creador del bisturí con punta de diamante, contribuyó además al desarrollo del microscopio electrónico. Fue el fundador del Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales (IVNIC), precursor del actual Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC). Él fue ministro de educación.

Usualmente los ministros de educación eran personajes destacados en la enseñanza, escritores de libros, intelectuales destacados como José Manuel Siso Martínez, Rafael Pizani y Gustavo Herrera (sí, el epónimo del liceo más importante de Caracas), así que ustedes me dirán cómo llega a ser ministro de educación Héctor Rodríguez.

El actual titular del cargo, graduado de abogado hace 5 años, sin ninguna experiencia educativa, sin trayectoria intelectual, explicable a sus cortos 32 años. Eso sí, dirigente juvenil del PSUV. El detenta el ministerio que forma a los niños y jóvenes venezolanos con una orientación fundamental: ideologizarlos en la doctrina chavista revolucionaria, ayudado por las canaimitas y por el currículo bolivariano de la patria.

Caso más que vergonzoso es el de los ministros encargados de la construcción del país. Organismos como el Ministerio de Obras Públicas, el INAVI y el Banco Obrero cambiaron de nombre, pasando por Transporte , Vivienda y Habitat y ahora también le anexaron algo llamado ecosocialismo , que viene a sustituir el insustituible ministerio del ambiente.

Son los ministros de la infraestructura, de los núcleos habitacionales, de los complejos hidroeléctricos, de las comunicaciones. Del desarrollo en su más amplia acepción, pues. Como son varios organismos, que han cambiado frecuentemente de nombre, solo ofreceremos un ejemplo de un ministro de obras públicas, que ocupó la cartera durante los gobiernos de Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Carlos Andrés Pérez y Jaime Lusinchi: Leopoldo Sucre Figarella, el súper ministro de la era democrática. Comenzó en 1961 como gobernador de su estado natal, Bolívar, donde arrancó el complejo Siderúrgico, inició la construcción del puente Angostura, desarrolló viviendas y la zona industrial de Matanzas, entre otras. Cuando le nombran ministro de obras públicas acababa de fundar lo que es hoy Ciudad Guayana. El joven ingeniero se lanza a la construcción de autopistas, carreteras y vías rurales, su obsesión era comunicar hasta al pueblo más remoto. Leoni lo ratifica en el cargo y se construyen la primera etapa de la Cota Mil, los distribuidores el Pulpo, el Ciempiés y La Araña de la autopista del Este, la primera etapa de la avenida Libertador, la Valle-Coche, la autopista regional del centro, las represas La Vueltosa, Uribante-Caparo, Turimiquire. Su mayor orgullo fue el puente sobre el lago de Maracaibo.

En 1973 Carlos Andrés Pérez lo nombra ministro pero dos años después deja el cargo por desavenencias con el presidente, no sin antes dejar listo el Plan Ferrocarrilero Nacional, construir aeropuertos, el edificio de la CANTV e Ipostel, entre muchas obras. Cuando llega Jaime Lusinchi a la presidencia, vuelve a llamar a este gran ingeniero y lo nombra ministro de Estado para la CVG y empresas filiales. Además, asume la presidencia de Edelca y de Ferrrominera del Orinoco durante 9 años. Guri y Macagua producían electricidad suficiente para todo el país y para Colombia, dejó el Plan Hidroeléctrico Nacional para el desarrollo del Bajo Caroní. El país tenía exportaciones no petroleras por 3.5 mil millones de dólares. Las Industrias Básicas de Guayana generaban 33 mil empleos directos. Había 22 vuelos diarios desde y hacia Guayana. Sus amigos llamaban a Leopoldo Sucre Figarella el tractor con cerebro . Este constructor de la Venezuela democrática murió hace 18 años, dejando una importante deuda en la clínica que lo atendió. El que había manejado el presupuestos de construcción de Venezuela durante tres décadas, murió pobre.

Ni siquiera quiero hacer comparaciones con lo que tenemos ahora. Basta con mirar alrededor para ver la destrucción de un país sin vías de comunicación, sin electricidad, sin nuevos embalses, sin obras que hablen del desarrollo que debe tener una nación que en los últimos 15 años ha ingresado más petrodólares que en los 40 años de democracia anterior.

La política exterior venezolana no muestra mejor panorama: de tener en la Casa Amarilla a destacados hombres como Andrés Eloy Blanco, Ignacio Luis Arcaya, Marcos Falcón Briceño, Ignacio Iribarren Borges, Arístides Calvani, Simón Alberto Consalvi, Enrique Tejera París, Miguel Ángel Burelli Rivas, pasamos a Nicolás Maduro, Elías Jaua y Rafael Ramírez. Objetivamente una considerable degradación de rango, por decir lo menos.

Y si quieren llorar, les digo que en el ministerio de relaciones interiores hicieron labores de estado Gonzalo Barrios, Reinaldo Leandro Mora, Lorenzo Fernández, Nectario Andrade Labarca, Asdrúbal Aguiar. Distancias insalvables con los ministros revolucionarios Ramón Rodríguez Chacín, Jesse Chacón, Pedro Carreño, Tarek El Aissami.

Y así con todos o casi todos estos funcionarios revolucionarios que hasta ahora han demostrado gran capacidad destructiva hacia lo que la democracia había logrado: lo bueno lo han exterminado y lo malo lo han empeorado aún más.

Transitamos en picada de funcionarios brillantes, reconocidos internacionalmente, formados académicamente, con logros en su haber, a simples seguidores de un caudillo, a quienes poco importa realizar una buena gestión, cuyo currículo es generalmente desconocido o inexistente, porque eso no importa mientras sean incondicionales de la revolución antidemocrática.

De sentar en las Naciones Unidas al brillante Diego Arria, quien legó toda una doctrina desde la presidencia del Consejo de Seguridad, al atrevimiento de nombrar a una embajadora cuya única credencial es un apellido, grita ante el mundo la vergüenza y depreciación de esta Venezuela.


Charitorojas2010@hotmail.com

Twitter: @charitorojas

Charito Rojas
Gobierno devaluado
Notitarde. Valencia, 5 de noviembre de 2014