domingo, 3 de mayo de 2015

Alberto Barrera Tyszka: La invención de la realidad

Lo del mango es francamente extraordinario. No puedes dejar de verlo. Es insólito. El presidente recibe la fruta directo en la cabeza. Se agacha un poco. Luce azorado. No se lo cree. ¿Un mango? La gente se ríe, comenta, lanza al aire expresiones, grita. Él parece confundido y, al final, devuelve la fruta. A la distancia, Maduro parece incluso un poco avergonzado. Y probablemente tiene razón. Ese pequeño suceso también es un dato estadístico. Es una encuesta que tal vez jamás mencione Hinterlaces. Es una contundente opinión sobre su gobierno, sobre su figura. A Chávez jamás le hubieran lanzado ni siquiera una semilla de parchita. ¿Qué está pasando? ¿Acaso ya no lo respetan? ¿Qué significa esto? ¿Alguien recuerda cuando a George W. Bush le lanzaron un zapato?
En la siguiente escena, el presidente está en Anzoátegui. Fresco, sonreído. Parece otro. Cuenta la experiencia, habla de la cantidad de mensajes que recibió en ese acto y, de pronto, menciona el mango. De lo más seguro, de lo más McLuhan: el mango es el mensaje. Habla con naturalidad y muestra la fruta con un texto escrito en gruesa tinta negra. Un nombre, un teléfono, una llamada de auxilio. Resulta entonces que dentro del mango hay una mujer que, como premio, recibirá un apartamento. Olvídate de Twitter. La naturaleza ofrece una poderosa red social, mucho más efectiva y directa. La vida es un guacal. Si quieres resolver tus problemas, lánzale una patilla al presidente.
Lo que realmente me parece extraordinario es lo que no podemos ver. Lo que existe entre esos dos mangos. Esa línea de sombra y silencio que va de una fruta a otra. Ahí se oculta un equipo de genios anónimos, una feroz agencia de publicidad que combina tres elementos letales: mucha creatividad, mucho dinero y ningún escrúpulo.

¿Quiénes son? ¿Dónde están? ¿Cómo actúan? Tienen una capacidad de reacción admirable. Trabajan con una velocidad y con una eficacia sorprendentes. En menos de 24 horas inventan y producen una ficción que convierte una burla al poder en una breve telenovela que promueve al poder. Publicitariamente, trabucan las debilidades en fortaleza. Son unos maestros del engaño masivo. Con gente como esa, podrían realizarse muchas temporadas más de Mad Men. Son los verdaderos reyes del capitalismo salvaje. Los profesionales del marketing político. Los que día a día convierten la mentira en una renovada verdad nacional.
No se trata de simple propaganda. Es algo mucho menos artesanal. Se trata de un ejercicio permanente de creatividad, de producción de sentidos. Se trata de una continua invención de la realidad. El mango vacío cruza como una pedrada inquieta y luego regresa domesticado, lleno de un significado distinto, transformado en una nueva promesa.
Es un procedimiento que puede aplicarse a casi todos los ámbitos. Las supuestas denuncias de Leamsy Salazar contra Diosdado Cabello se devuelven convertidas en un supuesto todavía mayor, en un tal Jim Luers, un vocero invisible que citan VTV y Telesur, que sirve para legitimar que el poder demande judicialmente a unos medios de comunicación. El oficialismo es, cada vez más, una inmensa compañía actoral. Debe salir a escena a vender los nuevos mangos. Para ser un buen revolucionario se requiere más oratoria que ideología, más telegenia que disciplina, más histrionismo que moral. La revolución es una ficción sin límites.
Entre lo que ocurre y lo que el gobierno dice que ocurre hay siempre un acto imaginativo, una ejecución virtual. Toma al azar cualquier caso: los asesinatos de Otaiza o de Robert Serra; la crisis eléctrica y la reducción del horario laboral de todas las dependencias públicas; la reservas de oro empeñadas en un banco extranjero; la muerte de nueve personas en uno de los edificios de la Gran Misión Vivienda… La realidad es un mango. Un mango que hay que pintar rápidamente. Un mango que requiere otra historia. Una nueva piel, un maquillaje diferente. Un mango que necesita urgentemente ser inventado.



Alberto Barrera Tyszka
La invención de la realidad
El Nacional. Caracas, 3 de mayo de 2015

Marta Colomina: Gobierno tiene las armas y la oposición los votos

A propósito del ventajismo y abuso de poder del gobierno y su ministerio CNE, para inclinar el resultado de las elecciones parlamentarias a su favor, María Corina Machado recordaba estos días lo dicho por Fidel Castro en 2001 en la isla de Margarita: “Las revoluciones solo hacen elecciones cuando saben que las van a ganar”. Un inequívoco indicador que exhibe la debilidad electoral del gobierno –además de las encuestas– fue la decisión de la AN roja de eliminar las elecciones directas al Parlatino y  sustituirlas por el dedazo de la presidencia de la AN , con el fin de que la inevitable derrota no se convirtiera en la antesala de la paliza electoral que se avecina para los rojos en los comicios parlamentarios, a pesar de todas las sucias maniobras que hacen Tibisay Lucena –descalificada por causas como la vergonzante certificación de unas firmas contra Obama, logradas con amenazas y represión– y hasta el INE, organismos que justifican la adulteración de los circuitos por la “masiva mudanza de electores de zonas altamente pobladas, hacia otras, gracias a las maravillas urbanizadoras de la Misión Vivienda”.
Los índices poblacionales del INE han descubierto – reseña el editorial de El Nacional (16-04-2015)– la disminución de pobladores en Baruta y Chacao, que pierden 127.831 habitantes entre junio y diciembre, mientras advierten la multiplicación de ciudadanos dispuestos para votar en jurisdicciones como los Valles del Tuy. En las primeras ha ganado siempre la oposición, mientras que en los otros se ha impuesto el oficialismo. Lo insólito es que estos municipios opositores “recuperan” la población después de las elecciones.
La pobreza crece (48%) y la debacle económica no solo se mide por las infames colas para comprar alimentos, sino por el ocultamiento del BCV de las cifras de escasez, inflación y caída de 7% de la economía, en la creencia de que los venezolanos no sentimos en nuestro magro presupuesto familiar el peso de la inflación más alta del mundo (el aumento de la cesta básica ya entró en los 3 dígitos) todo ello adobado por la violencia salvaje de la delincuencia que asesina impunemente y asalta a la desvalida población para robarle las pequeñas bolsas de comida que ha logrado adquirir después de largas horas en cola.

La caída vertical del apoyo al régimen pretenden suplirla aumentando la represión y violación de los derechos humanos. Los poderes públicos al servicio de Maduro intentan torcer el rumbo de la elecciones legislativas no solo por las trampas ya enunciadas, sino por querer usar las primarias de la oposición “para preparar la trampa en esas parlamentarias”, según denuncia María Corina Machado, quien exige al CNE –y la MUD debe apoyarlo en masa– que se elimine el uso de las captahuellas y del cuaderno electoral electrónico y que se cuente 100% de las papeletas en las primarias. El CNE lo que pretende “es usar las primarias opositoras para incorporar y legitimar nuevas y muy graves condiciones para que después ya estén incorporadas a las parlamentarias (...) El golpe más grave es la eliminación del cuaderno electoral en papel, porque ese registro, más la papeleta, permiten verificar el adecuado funcionamiento de la máquina Smarmatic y comprobar que el número de electores se corresponda con el número de sufragios. Sin ello podría alterarse la participación electoral en todos los centros de votación del país”.
Muchos demócratas del mundo reconocen que en estos comicios Venezuela podría enfrentar la última elección de la década y quizás la más importante de las batallas electorales. Si el chavismo se impone en las próximas elecciones por las trampas en las que es experto y por la abstención de quienes repiten que a “las dictaduras no se sacan con votos”, la esperanza de recuperar la democracia y el bienestar será imposible. A quienes en las redes dicen que con votos no salimos de esta pesadilla les preguntamos ¿de cuántos misiles, tanques y armas de guerra disponen para luchar contra quienes tienen todos los artilugios bélicos y a militares rojos armados hasta los dientes? El arma de los demócratas es el voto, aunque en regímenes como el de Maduro haya sido sometido a trampas continuas. Quedarse inermes esperando que el gobierno termine con lo que queda del sector privado, controle totalmente la educación, nos deje sin medicinas y alimentos e inermes en manos del hampa, es suicida. Debemos demostrarle al mundo que este gobierno es una minoría y aprovechar el rechazo mundial a la violación de los derechos humanos en Venezuela –incluyendo el apoyo a unas elecciones limpias– para que la MUD masivamente apoye el documento de Ciudadanía Activa en el que solicita a organismos internacionales 20 garantías electorales, como el regreso de la observación internacional calificada, auditoria del RE, supervisión internacional del acceso a la inscripción electoral; prohibición de cadenas y publicidad gubernamental durante la campaña, como ocurre en todo el mundo, acceso opositor a los medios públicos y otras.
La MUD debe abandonar su tradicional ocultamiento de las trampas y de los riesgos electorales del gobierno en la creencia de que esa verdad genera abstención. Los electores debemos ir a votar masivamente porque tenemos la posibilidad de ganar, a pesar de las trampas No ir a votar es reglarle a Maduro el control “legal” del país y su total destrucción. No descartemos que el gobierno decida no convocar a elecciones con la excusa de que se está planificando el magnicidio imaginario número 20, porque Maduro también sabe que aunque ellos tienen las armas, la oposición tiene los votos.



Marta Colomina
Gobierno tiene las armas y la oposición los votos
El Nacional. Caracas, 3 de mayo de 2015