domingo, 21 de junio de 2015

Marta Colomina: Régimen raspa la olla y desborda la represión

El desbordamiento de la violencia, la represión y el frenético saqueo oficial de los bienes del país, han adquirido esta semana récords catastróficos. Maduro y sus radicales están fuera de control. Para dar una idea de cómo se acelera la destrucción de Venezuela y se multiplican las solicitudes internacionales sobre la urgencia de liberar a los presos políticos –varios de ellos, como Leopoldo López, en huelga de hambre que ya registra más de 26 días– y el anuncio inmediato de la fecha de las elecciones parlamentarias, narraremos solamente los hechos ocurridos esta última semana, en la que Maduro se ha desbocado rematando activos de la Nación y solicitando otros cuantiosos préstamos a Rusia y China, que se añaden a la gigantesca deuda adquirida durante su gobierno y el de Chávez, mientras la escasez, inflación, pobreza e inseguridad, presentan índices espeluznantes.
La salvajada oficial de caerle “a pedradas y trancas” a los senadores de Brasil que llegaron para visitar a los presos políticos y pedir al CNE que fijase la fecha de las parlamentarias, recorrió el mundo como prueba de que “en Venezuela no se cumplen las reglas democráticas”, como dijera Felipe González. Primero retuvieron a los senadores por 20 minutos dentro del avión en Maiquetía, luego el minibús en el que se dirigían a la capital fue apedreado por furibundos oficialistas aupados por el gobierno, y luego devuelto al aeropuerto por funcionarios de la PN (El Nacional). El Congreso de Brasil reaccionó de inmediato ante la barbarie, al aprobar una “moción de repudio contra el gobierno bolivariano por agresión a sus senadores”, como tituló la prensa mundial. “Hay informes de asedio a la delegación, la hostilidad, intimidación, insultos y lapidación del vehículo donde los senadores brasileños, nuestra delegación, se desplazaba”, reza parte del comunicado. Y añade: “El presidente del Congreso Nacional rechaza y aborrece los acontecimientos narrados y se encargará una reacción del gobierno brasileño por los gestos de intolerancia narrados. Las democracias reales no permiten vivir con demostraciones incivilizadas y medievales. Ellas deben combatirse enérgicamente para evitar su repetición”. Con anterioridad habían denunciado que en la noche del lunes 15, Venezuela no autorizó el aterrizaje de una aeronave de las Fuerza Aérea Brasileña que los trasladaría a Caracas. “El senador Caiado consideró una afrenta tal prohibición: Es algo inimaginable que solo existe en las dictaduras”. Ante la negativa tuvieron que alquilar un avión privado que llegaría a Venezuela el jueves, donde ocurrió la agresión. Los senadores se quejan de que la presidente Dilma Rousseff no hizo nada para facilitar la gira a Venezuela. El senador y excandidato presidencial, Aécio Neves,  aclaró que “no es una comisión de opositores, es de senadores de oposición y de la base oficialista”.
A casi 24 horas de esa vergüenza (11:00 am del viernes 19) Dilma Rousseff no ha abierto su boca para protestar por tal vejamen, a diferencia de sus recientes sonrisas y abrazos con Diosdado Cabello. Como también ha ignorado, con la complicidad de Maduro, las denuncias de que “un kilómetro del Metro de Caracas nos cuesta tres veces más en Venezuela, $ 273 millones (El Nacional 14-06-2015) cobrados por la brasileña Odebrecht, gracias a la estrecha relación entre Chávez y Lula. Mudez también (¿lo conversaría con Diosdado?) sobre la banda de narcotraficantes que lavó millones de dólares a través de Venezuela con importaciones ficticias promovidas por empresas brasileñas. Por cada vuelo pagaban hasta 400.000 dólares a militares de Venezuela, que permitían las operaciones de narcotráfico”. (EN)

Las solicitudes para que se investigue la violación de derechos humanos en Venezuela, se libere a los presos políticos y se anuncie la fecha de las parlamentarias, aumentaron esta semana: nueva solicitud de la ONU; de la Comisión Europea que pide elecciones transparentes; activistas de 33 países solicitaron al secretario general de la OEA que la situación de Venezuela sea debatida en la 45ª Asamblea General; el Nobel de la Paz Desmond Tutu criticó el silencio de los países vecinos; 70 expresidentes del Club de Madrid activaron una fuerza operativa para lograr elecciones limpias y liberación de los presos políticos, y muchos más. También el Departamento de Estado pedía el 4 de junio la “liberación inmediata de López y de Ceballos” a causa de su deteriorada salud y el general John Kelly, jefe del Comando Sur, denunciaba que “Venezuela no ayuda en lucha antidrogas, pues la cocaína que va a Estados Unidos y a Europa sale del territorio nacional” (El Nacional). Sin embargo, sorprendentemente, una semana más tarde el consejero de ese mismo departamento, Thomas Shannon, se reunía en Haití con Diosdado Cabello, lo que muestra, por decir lo menos, una muy errática política exterior, como han expresado  congresistas de ese país.
Venezuela es un barco saqueado, a la deriva. Pdvsa es una ruina que está rematando sus ya escasos activos: por apenas $ 322millones está vendiendo (“raspado profundo de olla”, diría Giordani) la refinería Chalmette en Estados Unidos; negocia otro préstamo de $ 5 millardos con la rusa Rosneft, a cambio de multiplicar las acciones en Petromonagas ( Rosneft anuncia que logró contrato para exportar petróleo ruso a Venezuela. ¡Fin de mundo!). Por segunda vez en un año la pequeña Suelopetrol informa que prestará a Pdvsa $626 millones. A tanto saqueo sin rendición de cuentas, se añade otro préstamo de China por $ 5.000 millones más. Sumemos la voracidad del gobierno con sus dos retiros parciales del FMI, de 1.500 millones de dólares cada uno; las reservas en oro pignoradas en Estados Unidos; los $9 millardos en demandas en el Ciadi; los tramos enormes de deuda externa que amenazan default según el Deutsche Bank, los 12 millones de pobres y los anaqueles vacíos, y estaremos ante la debacle más gigantesca de la historia venezolana.  



Marta Colomina
Régimen raspa la olla y desborda la represión
El Nacional. Caracas, 21 de junio de 2015

Sadio Garavini Di Turno: La crisis con Guyana

Recientemente la Exxon Mobil hizo un hallazgo importante de petróleo en la concesión Stabroek, en un punto que está en aguas guyanesas, pero la concesión abarca también áreas tanto de la Zona en Reclamación del Esequibo como de la fachada atlántica del estado Delta Amacuro. La Cancillería venezolana envía una nota de protesta a la Exxon, alegando que está violando el Acuerdo de Ginebra de 1966. Obviamente, la nota de protesta debería haber sido enviada a Guyana. El Acuerdo de Ginebra es un tratado entre Estados y obliga sólo a las partes firmantes. Pero la intención del gobierno Maduro es política: hacer aparecer que el enfrentamiento es con una transnacional norteamericana. Es interesante notar que en el proyecto Stabroek, la Exxon está asociada con la Nexen Petroleum Guyana Limited, que es propiedad de China National Offshore Corporation (CNOOC), socia de PDVSA en la Faja del Orinoco y en el proyecto de gas costa afuera Mariscal de Ayacucho.
En la Gaceta Oficial del 27 de mayo aparece el decreto 1787 en el cual se crean y activan unas Zonas Operativas de Defensa Integral Marítima e Insular (ZODIMAIN). En la ZODIMAIN Atlántica, se incluye además de las áreas marinas y submarinas de nuestra fachada atlántica y de la Zona en Reclamación, buena parte de la fachada atlántica guyanesa, pero también aguas correspondientes a Surinam y Guayana francesa, violando además el límite marítimo entre  Guyana y Surinam, fijado en el Laudo Arbitral de la Corte Internacional de Justicia del 2007. El decreto tiene el aspecto positivo de demostrar que en la Fuerza Armada y en el gobierno, por fin, hay preocupación por las acciones de Guyana, tanto en la Zona en Reclamación como en nuestra fachada atlántica. Que el decreto incluya aguas que, en estricto derecho, deberían ser guyanesas, podría verse como un mecanismo de presión para negociar, dado que Guyana también incluye en su plataforma continental áreas que deberían ser claramente venezolanas. El aspecto negativo es la extralimitación del decreto al afectar Surinam, la Guayana francesa y violando un arbitraje de la CIJ. En Gaceta Oficial del 8 de Junio se reimprimió el Decreto por “fallas en los originales”, agregándole un párrafo al final de fijar las líneas de la ZODIMAIN atlántica que dice: “Sin embargo existe un área marítima por delimitar que será determinada una vez se resuelva la controversia entre la República Bolivariana de Venezuela y la República Cooperativa de Guyana según el acuerdo de Ginebra de 1966, la cual está definida por los puntos “T” “U” “V”. “ Los puntos y las líneas en el mapa no cambian. El párrafo fue incluido evidentemente para controlar parte de los daños que el decreto original causa en la comunidad internacional.
Guyana, en un comunicado oficial del 07-06-2015 afirma que el Decreto N ° 1.787 es una violación flagrante del derecho internacional y su nuevo Canciller Carl Greenidge anuncia que denunciará ante la comunidad internacional la agresión venezolana y solicitará la intervención del Secretario General de la ONU, para que, en el marco del Acuerdo de Ginebra, se logre una solución definitiva a la reclamación venezolana y propone la Corte Internacional de Justicia.
La Cancillería venezolana responde rechazando “las afirmaciones falsas del comunicado guyanés” y afirma que se debe “proseguir con el mecanismo del Buen Oficiante bajo la figura del Secretario General de las Naciones Unidas”.
Esta crisis puede convertirse en una oportunidad para reactivar la negociación prevista en el Acuerdo de Ginebra. Venezuela debe aprovechar el nuevo e intenso interés de Guyana de delimitar definitivamente con Venezuela para replantear la negociación. Insistir en los buenos oficios cuando Guyana ya los descarta, no creo que sea una opción conveniente. Guyana en el marco del Acuerdo de Ginebra puede solicitar unilateralmente al Secretario General de la ONU de proceder a escoger otros de los medios de solución pacífica previstos en el art. 33 de la Carta de la ONU.
Mientras tanto, frente a la nueva posición del gobierno guyanés, Venezuela debe:
  1. Reafirmar públicamente que la salida libre al Atlántico no es negociable.
  2. Nombrar, con urgencia, un negociador-facilitador por Venezuela a tiempo completo. El actual encargado Embajador Roy Chaderton tiene otros cuatro cargos que atender.
  3. Mantener el patrullaje tradicional de la Armada en nuestra fachada atlántica.
Espero que el decreto 1787, que implica un cambio de actitud muy relevante respecto al desinterés e  inacción de los últimos años, no tenga sólo el objetivo político interno de distraer la atención de la grave crisis socioeconómica y política que padecemos.
 
Sadio Garavini Di Turno
La crisis con Guyana
El Columnero. Caracas, 18 de junio de 2015

Miguel Salazar: ¿Qué tiene Maduro ? – ¿ Salud en vilo ?

La salud del Presidente. En cualquier parte del mundo el estado de salud de un mandatario es del interés colectivo, en todo caso, ni los Papas llegaron a ocultar sus dolencias; sólo en los Gobiernos dictatoriales el estado físico de los gobernantes constituye un misterio, aunque no son pocos los ejemplos de los mandatarios que estaban más allá del bien y el mal; pero, aún así la historia es irreversible; tenemos el caso de Fidel Castro, cuyo resbalón en un acto público hizo que el cubano descubriera que el barbudo no era infalible. El quebranto de un Presidente no es poca cosa. Nuestro Gobierno presume de democrático, entonces qué tiene de malo que el país sepa si el jefe de Estado estornuda. No quiero insinuar siquiera que la salud de Maduro sea endeble, pero, no olvidemos que Chávez sabiendo que no se encontraba en buenas condiciones (según Castro) guardó por diez años sus dolencias. ¿Pudo haberse curado? Quizás sí, pero, prefirió el sacrificio, probablemente bajo la falsa creencia de lo supra terrenal de un Presidente. Una vez, en una revelación que a los opositores les pareció escatológica, Chávez admitió que también los presidentes podían sufrir de cólicos y contó su desventura buscando un sitio donde poder dar rienda suelta a su intestino sin evacuarse en los pantalones; no obstante, a la hora de la chiquita, Chávez quiso pasar por superhombre y calló una dolencia más grave. Por eso, hoy vale la pena recordar que también los presidentes se enferman. No hay humanos eternos, inclusive, cuando pensamos que sus legados lo son, también erramos, porque hoy puede parecerlo, pero mañana puede estar cuestionado y dejar de tener vigencia. Si no lo advertimos así entonces no somos dialécticos. Todo cambia, todo se transforma. Todo está en movimiento. ¿Maduro está enfermo? Razones tiene para estarlo, salvo que sea un pata é rolo. Hay que pensarlo bien para estar en su pellejo. La preocupación debilita y en Venezuela hay cosas por las cuales intranquilizarse. Para colmo de males, rebasando el vaso tenemos esa vasta e impenetrable madeja que se teje a la sombra de la lucha por el poder. Es inquietante acostarse sin dejar de pensar (en el mejor de los casos) en que una tropera lo saque a uno de la cama y lo monte en un avión con destino desconocido. Sin duda que el mortificarse (según los médicos) conlleva a debilitar las defensas, de tal manera que un simple catarro puede convertirse en una riesgosa pulmonía. Si Maduro está enfermo, que el Gobierno diga cuál es su verdadero estado. Él no es Cipriano Castro (aunque sobra quien quiere serrucharle la silla), pero es mejor un reposo a tiempo; acá en Venezuela un jefe de Estado no suele tomar vacaciones, algo verdaderamente incomprensible. Antes, al menos en los feriados y asuetos largos, el Presidente se iba a Kanavayen (la Gran Sabana) o a La Guzmania si no quería estar muy lejos de Miraflores; hoy es costumbre ver al gobernante con grandes ojeras y el rostro sudoroso dando cuenta de noches de insomnio. Mientras, en la calle se piensa que si éste no duerme es porque trabaja. Como antítesis tenemos a Luis Herrera, cuyas siestas eran motivo de burla en el pueblo. Un hombre familiar y común mortal no es el estereotipo de presidente que esperamos los venezolanos, todo lo contrario, admiramos a aquel mandatario insomne y de amoríos agazapados. ¿Maduro está enfermo? Sí, probablemente resfriado.

Miguel Salazar
Salud en vilo?
Las verdades de Miguel. Caracas, 21 de junio de 2015

Thays Peñalver: ¿Qué le importa a un chavista?

“El candidato es colombiano” gritaban los furiosos de turno en plenas elecciones, “los documentos están forjados”. “Su padre es colombiano” él tiene la doble nacionalidad” gritaban otros. “Es un blandengue con Colombia, porque es colombiano” vociferaban otros más sobre Carlos Andrés Pérez. ¿Quiénes gritaban esas cosas? Pues nada menos que la Juventud de COPEI en 1973 esgrimiendo una supuesta partida de nacimiento colombiana que ‘demostraba’ que CAP era colombiano. Esto, claro está, fue resaltado por la verdadera conspiración mediática que había tomado por asalto a los medios, ese montón de comunistas trasnochados que imperaban en la opinión pública y que terminaron siendo los primeros ministros de Hugo Chávez Frías.

Pero pronto se les revirtió su truco publicitario, cuando Carlos Andrés Pérez salió en un mitin y dio las señas exactas donde se encontraba su verdadera partida de nacimiento que fue encontrada sin alteración posible por los periodistas. Digo, se le revirtió, porque el 10 de Julio de 1978 los principales diarios de Caracas reseñaron: “No aparece partida de nacimiento de Luis Herrera Campins” y para colmo de males la “Registradora Principal de Portuguesa, ratificó la inexistencia de partida de nacimiento del doctor Luis Herrera Campins”. Lo importante de estos dos cuentos fue la forma en la que se atacó el problema, porque para Venezuela al menos la de gente de bien, este tema siempre fue de suma importancia y los más interesados fueron los del CEN de Acción Democrática, quienes le exigieron a Carlos Andrés Pérez las respectivas explicaciones y luego de una rueda de prensa en pleno, se entregaron a todos los venezolanos, las pruebas irrefutables de la nacionalidad del futuro presidente.

Fue el propio Luis Herrera Campins, también en rueda de prensa, quien se apresuró a entregar su partida de nacimiento junto a los datos filliatorios, no sin antes protestar la campaña de guerra sucia por parte de “gentes malintencionadas”. Lo importante de todo esto, es que fueron los adecos y los copeyanos, no solo los primeros interesados en explicarles a los venezolanos tan vital asunto, sino los primeros alarmados. De allí la importancia de la no presentación de los datos filiatorios de Nicolás Maduro a lo que no haré alusión en este artículo por ser un tema desgastado, sino a la razón del título de este artículo.

¿Qué carrizo le importa a un chavista? Está demostrado que un chavista no necesita explicaciones de ningún tipo. Chavista que pide explicaciones, es un contrarrevolucionario. Pero está demostrado que si a la mayoría le dan un carguito o un contratito, pueden hacer añicos la Constitución, pueden endeudar a sus nietos o destruir la Republica. El mismo chavista que rugía que adecos y copeyanos habían endeudado al país en 30 mil millones de dólares, y que aplaudían a Chávez cuando gritaba que ese monto no era “una deuda externa sino eterna”, hoy se justifican una deuda impagable de 130 millardos que cuadruplicaron en apenas una década.

Su propio presidente del Banco Central les explica que: “hasta 20 millardos de lo asignado el año pasado responden a una especie de demanda artificial” y que esa “cantidad considerable de divisas” fue la que “se llevó a empresas de maletín” mientras su Ministro de Finanzas le explica que “se escaparon 25 millardos” por “empresarios que importaron chatarra” y luego, en efecto, en Brasil cae una mafia que se robó casi uno de esos millardos (literalmente robados),  Pues a un chavista, esto le entra por un oído y le sale por el otro. ¿Que con Chávez aplaudían una producción de cemento de 9 millones de toneladas y a Maduro  le aplauden 7 millones? Les importa lo mismo. ¿Que a Chávez le aplaudían la exportación de 3,1 millones de barriles de petróleo y a Maduro hay que aplaudirle sus 2,3 millones? Aplauden con la misma cara. Que a Chávez le aplaudieron los 20 millones de toneladas de hierro, pues a Maduro el chavismo le aplaude a rabiar las 11 millones. Que a Chávez le aplaudían las 120 mil toneladas de aluminio, histéricamente hoy le aplauden a Maduro las 29.000.

Sobre el chavismo, como fenómeno de masas, tengo claro que no existe. Confluyen los más necesitados mediante listados de neveras, lavadoras, casas, carros, televisores y cheques. Pero ¿hay un chavismo pensante? Lógicamente entiendo al que en realidad le importa y se ha distanciado de la locura, (una minoría selecta y culta). Puedo entender, pero nunca justificar, al comunista tercermundista que piensa que una vez que destruya toda la industria y la productividad, esos de las misiones y listados se levantaran a construir la potencia soviética (una minoría histérica). El comunista educado que paga por ver, pero que sacó a sus hijos del país, usualmente a Estados Unidos. A los que tienen una gigantesca fortuna a “mal recaudo” y sabe que en lo que esto se acabe Estados Unidos pasara su aplanadora, así que la defensa es en realidad a su cuenta bancaria (una minoría más selecta aun). Entiendo lógicamente al pillo que esta con el proceso por pura conveniencia y dice: “¿Y es que acaso en la 4ta no robaban?” es decir que le parece bien que roben y lo justifica con el pasado. Al chavista que salió del rancho a la camionetota, la guaya de oro y los viajes al exterior y que con un sueldo de 1 dólar diario mantiene a tres familias a cuerpo de rey. ¿Pero al resto? En serio pregunto ¿Qué carrizo es lo que le importa a un chavista?


Thays Peñalver
¿Qué le importa a un chavista?
notiminuto. Caracas, 21 de junio de 2015