viernes, 15 de agosto de 2014

José Domingo Blanco (Mingo): ¿Chávez vive? No, ¡El cáncer!

Misión “Territorio Libre de Cáncer”. Esta debería ser una de las metas primordiales de los chavistas que nos mal gobiernan. Es más, como un gesto de misericordia y verdadera devoción a su líder súper galáctico –a quien no dejan descansar en paz- deberían donar parte de los recursos que sin explicación alguna –ni contraloría que los frene- han desviado a sus jugosas cuentas personales, y destinarlo –como obra de caridad y compasión- para erradicar la enfermedad que sufrió, padeció y mató a su “amado líder”. Esa es una de las razones por la que en nuestro país los pacientes se mueren de mengua, porque está gobernado por un grupete de incapaces que tomaron por asalto el timón y que sólo se han dedicado a desarrollar una mega campaña propagandística para demostrar cuán devotos son de Hugo Chávez, creando una especie de culto y autodenominarse adoradores del difunto presidente. La invasión propagandística del gobierno de Nicolás ha tratado de vendernos que Chávez es eterno, supremo, que vive y sigue gobernando desde el más allá. No me extrañaría que dentro de muy poco tiempo promuevan su santificación, incluso antes que la del propio Venerable, José Gregorio Hernández.
Maduro y su combo, en vez de abocarse a lo verdaderamente sustantivo e importante, se han dedicado a inyectarle a las personas sin mucho arraigo religioso, una especie de espiritismo o santería donde Chávez es el Tótem o Gurú. Algo así como, “no importa qué problemas tengas, si el hampa mata a tu familia, si no tienes qué comer o no encuentras las medicinas: sigue creyendo en Chávez y en nosotros, sus representantes en la Tierra”. Y, con este cuento, pretenden perpetuarse en el poder. Apalancándose en la imagen de un difunto presidente, cuyos cuadros siguen engalanando todas las instituciones del Estado.
Chávez murió de cáncer, sin duda una enfermedad penosa, dolorosa, que lo debe haber hecho sufrir mucho. A pesar del secretismo que rodeó su enfermedad, a pesar de estar atendido por la crema de la crema de la medicina cubana, brasilera o de quién sabe qué otro país, ¡Chávez murió de cáncer! un mal muy de nuestros tiempos, que sigue causando estragos en la población venezolana, que la sufre terriblemente porque los medicamentos que se necesitan para combatirlo, o los reactivos que se usan para diagnosticarlo, no llegan a donde deberían llegar. La enfermedad avanza- al igual que muchas otras- y está matando a los venezolanos, que fallecen ante la mirada indiferente de Nicolás.
Por eso, yo le propondría a Maduro – sobre todo a él, el autoproclamado hijo de Chávez- que si quiere subir un poco en las encuestas, se diera a la tarea, en un lapso prudencial, de hacer de Venezuela un territorio libre de cáncer. Si aquí hay tanto dinero, como lo repite hasta la saciedad Ramírez, ¿por qué no crear una partida presupuestaria para combatirlo, invertir en los equipos más sofisticados del mundo, inyectarle recursos a fundaciones y organismos que hoy subsisten a duras penas e intentan mantenerse en pie? En nombre de Chávez, Nicolás debería jugarse la “batalla final contra el cáncer”.
Está comprobado que el cáncer puede prevenirse, controlarse, mantenerse al margen, incluso curarse cuando se detecta a tiempo. Y si Chávez murió de esta enfermedad ¿por qué resulta tan cuesta arriba que se haga una verdadera revolución para combatirla? Deberían, en honor al difunto presidente, proponerse un futuro promisorio y hacer que Venezuela sea la referencia mundial en la erradicación del mal.
La tarea es titánica. ¿Desde cuándo los especialistas no han propuesto salidas para enfrentar los problemas de salud pública? Han repetido hasta la saciedad cómo deben atenderse los servicios de salud pública. Nos han explicado que el gobierno central se tiene que ocupar de establecer el marco legal para su funcionamiento, los Estados que conforman el conglomerado federal tendrían la reserva administrativa de la red hospitalaria y los municipios tendrían que estar a cargo de las redes ambulatorias. Es decir, todos los proyectos, se inclinan por la descentralización de la salud.
Sabemos que deben desarrollarse políticas públicas en materia de salud, que necesitamos programas de atención intergubernamentales; que lo centralizado deben ser las normativas, el financiamiento y supervisión; y lo descentralizado, su funcionamiento. Los ambulatorios deben estar en manos de los municipios. ¿Cuántas veces se ha dicho que se debe implantar el sistema de facturación hospitalaria para elaborar la factura, aun cuando la atención sea gratuita, para que el Estado conozca cuánto le cuesta cada paciente? Reconozcamos que la tarea es difícil, pero si hay tanto “amor” como el que ventilan los del gobierno, para que ese amor sea auténtico, Maduro y su gente deberían traducirlo en una realidad: ¡acabar con el cáncer, enfermedad de la que murió Chávez! Es algo que le deben a su comandante supremo, es un punto de honor.
Se requeriría una mayor comprensión de los líderes chavistas. Demostrarían que realmente idolatran a Chávez si se empeñaran en que ni un solo venezolano más muera de cáncer. Dejen descansar a Chávez en paz, pónganse a trabajar contra ésta y otras enfermedades. ¿Chávez vive? ¡No! ¡El cáncer es el que sigue vivo y proliferando: matando a los venezolanos, tanto como la inseguridad!
mingo.blanco@gmail.com
@mingo_1

José Domingo Blanco (Mingo)
¿Chávez vive? No, ¡El cáncer!
La Patilla. Caracas, 14 de agosto de 2014

Pedro Corzo: Todo el poder para Maduro

Hugo Chávez tenía tal devoción por el modelo castrista que el nombre del partido de gobierno que fundó para desarrollar su proyecto en Venezuela, Partido Socialista Unidos de Venezuela, es muy parecido al del primer partido que constituyó el castrismo en Cuba: Partido Unido de la Revolución Socialista.
Sin duda alguna la capacidad creativa de Chávez era muy limitada, porque aparte de casi copiar textualmente el nombre de la organización política, importó del modelo cubano los métodos para gobernar y conservar el poder.
Aún más, hizo que militares cubanos y los servicios de seguridad de la isla, en una intromisión sin precedentes solicitada por un gobierno en teoría soberano, ejercieran una influencia indebida sobre los servicios armados y la seguridad del país.
A su muerte, según conocedores de la política venezolana, fue el régimen de la isla el que impuso en el gobierno a Nicolás Maduro, quien sin dudarlo un instante, permitió una mayor intromisión castrista en los asuntos internos de Venezuela.
Un ejemplo de esta realidad es que Maduro, como resultado del III Congreso del Partido, ostenta formalmente, junto al cargo de la presidencia de la República el de máximo líder del Partido, por lo que camina sobre las huellas que en su momento dejaran Fidel Castro y Chávez.
En el último congreso de PSUV la cúpula de la agrupación política y del gobierno hicieron los mayores esfuerzos para superar los conflictos internos, está por verse si lo lograron, porque están conscientes de que para conservar el poder deben superar las reales o supuestas diferencias que existan en el alto gobierno, ya que de no hacerlo, se les acaba el banquete que se están dando con los derechos de los ciudadanos y con las riquezas del país.
No se puede pasar por alto que en el encuentro partidista no se abordó la controversia que originaron dos personalidades importantes del chavismo, los ex ministros de Planificación, Jorge Giordano y de Educación, Héctor Navarro, que es de suponer tienen partidarios tanto en las filas del gobierno como en el PSUV.
Otro aspecto a destacar del congreso del PSUV es el desencanto de muchos partidarios del chavismo porque fue muy alta la abstención en las primarias para elegir delegados.
Sin embargo todo parece indicar que Maduro ha logrado fortalecer su poder e imponer su concepto que la lealtad sin límites es el baluarte del régimen, algo así como aquella expresión de Fidel Castro, “ Con la Revolución todo, contra la revolución nada”.
La realidad es que tanto la nomenclatura oficial como los nuevos ricos creados al amparo del gobierno bolivariano, están conscientes de que necesitan una asociación firme, capaz de superar diferencias y evitar crisis internas, junto a la implementación de políticas que sin poner en riesgo el poder que detentan, impidan que se generen condiciones que incentiven el descontento al interior del Partido, factor que incidiría directamente en los sectores populares del chavismo y que darían a la oposición nuevos elementos para trabajar en contra del gobierno.
No obstante a pesar de los esfuerzos del “Cogollo”, como se le decía a la dirigencia partidaria antes de Chávez, el III Congreso del PSUV enfrentó problemas de legitimidad porque varios sectores de la base oficialista cuestionaron que numerosos delegados fueran seleccionados por las posiciones que ocupaban en el gobierno o el parlamento, sin haber tenido que concurrir a las urnas.
Por otra parte Gonzalo Guzmán, líder de una corriente del chavismo, Marea Socialista, declaró recientemente “La situación es cada vez más penosa en el nivel de vida de la clase trabajadora... Darle la espalda a estas preocupaciones no es sano… Hay que enfrentar la situación abiertamente con la gente, con el pueblo bolivariano que tiene derecho a participar y a involucrarse en las tomas de decisiones. Esta es nuestra revolución, no es la de un grupo específico de dirigentes".
Las palabras de Guzmán reflejan el gran distanciamiento que existe entre el pueblo llano y el gobierno que supuestamente iba a resolver sus necesidades, aunque también es lícito agregar que ese distanciamiento no se estableció con Maduro porque un número importante de los fieles de Chávez, incluido el autócrata desaparecido, gustaban en extremo de los lujos y beneficios que les creaba el poder.
No obstante el problema más serio del gobierno Maduro-Cabello, superior a la ineficiencia de los funcionarios y a las divisiones internas, es la profunda corrupción que está corroyendo el régimen, una realidad que repercute en el enriquecimiento acelerado de unos pocos y en el empobrecimiento de la mayoría ciudadana, y la todavía más grave consecuencia de la destrucción del aparato productivo del país.

Periodista de Radio Martí.  Pedro CorzoTodo el poder para Maduro El Nuevo Herald. Miami, 14 de agosto de 2014

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Daniel Lansberg Rodríguez: La normalización de la incertidumbre en Venezuela

En 2009, mientras aún cursaba mis estudios de posgrado en la ciudad de Boston, salí una noche para tomarme unas copas con amigos que estaban de visita de Venezuela. En uno de esos bares frecuentado por estudiantes coincidimos con un compañero de clase sudanés, quien también estaba entreteniendo a un grupo de visitantes. Honrando el intercambio cultural, los dos grupos nos sentamos a beber juntos; por varias horas hablamos más que todo de la política en nuestros respectivos países, y nosotros les recontamos la historia de Hugo Chávez y de su ascensión al poder absoluto.
Mientras les describía lo ocurrido durante el llamado “Carmonazo” -aquel derrocamiento efímero de Hugo Chávez en 2002- compartí también mi perspectiva acerca de lo desorganizado e improvisado del asunto, opinando que no podría haber acabado de otra forma que no fuese en fracaso.
Me sorprendió que uno de los africanos me interrumpió bruscamente para comunicar su desacuerdo con mi análisis: “En África Oriental, algo que sí sabemos hacer bien, son los golpes de Estado. Ese Carmona sí podría haber ganado, pero cometió un error estúpido”. Resultaba que, según los autodenominados “expertos” en el tema, el error de Carmona había sido subestimar la tolerancia del público general ante la incertidumbre.
“Cada vez que compartes los detalles puedes estar creando nuevos enemigos, o inspirando enemigos conocidos que se te opongan de manera directa. Cuando un pueblo está asustado lo que quiere es poder dar el beneficio de la duda. Así es la naturaleza humana. Lo mejor es decir solamente lo necesario, que ‘la situación está bajo control’ y el público se actualizará una vez que todo vuelva a la normalidad”.
“Tal vez el próximo mes”,  agregó uno de sus colegas, riéndose.
Recuerdo haber pensado en el momento que dicha lógica debe aplicarse sólo a África. Venezuela, una democracia electoral durante tantas décadas, tenía que ser diferente. Por algo será que el alivio de pensar “por lo menos a eso no hemos llegado” ya representa un conocido cliché con el cual el latinoamericano, ingenuamente, trata con el africano.
Y no podía haber estado más equivocado.
Cinco años más tarde, el pueblo venezolano se ha acostumbrado completamente al no saber, a quedarnos inertes frente la incertidumbre que se ha convertido en una nueva normalidad para Venezuela. El gobierno esboza nuevas políticas, como reformas al sistema de control de cambio, o acabar con los subsidios gasolineros, sin clarificar cuándo, o incluso si estas medidas se implementarán. Los niveles de producción de Pdvsa, el tamaño de las reservas nacionales, cifras de inflación, tasas de homicidios, son todo un misterio. ¿Que pongan el Citgo a la venta representa un acto estratégico o una de desesperación ante la ruina? Durante casi dos meses el año pasado, los venezolanos ni siquiera sabíamos si nuestro presidente estaba vivo o muerto. Dudo que los sudaneses se hubieran calado eso.
Yo mismo me cuento entre los culpables. Habiendo escrito una columna semanal para El Universal durante dos años, me alarmó enterarme el mes pasado que ese antiguo diario había sido vendido a una empresa española con dueños anónimos. La venta encajaba perfectamente dentro de un obvio patrón en donde nuestro régimen fortalece cada vez más su hegemonía mediática a través de testaferros “privados” en el exterior. Me sentí tan seguro de que la línea editorial estaría cambiando que esa misma noche pasé horas copiando cada uno de mis columnas al disco duro de mi laptop, en caso de que las borrarán pronto.
Sin embargo, no hice nada al respecto. Durante casi un mes simplemente seguí escribiendo mi columna igual que siempre, sin preguntar nada, y sin conocer ni la identidad de los dueños del diario al cual estaba fijando mi nombre y mis ideas. Así seguí hasta que llegó el día, no inesperado, en que fui expulsado junto a muchos respetados amigos y colegas.
Me encuentro infinitamente agradecido con El Nacional por haberme ofrecido este cupo en el último bote salvavidas para la opinión independiente en Venezuela. No traigo certidumbres, porque no las tengo, y porque nuestros gobernantes decidieron hace mucho que prefieren mantenernos en la oscuridad. Pero por más que en la ausencia de certidumbre existan inseguridades, también ahí es que se encuentra la curiosidad, la imaginación y la visión. Por ahora eso nos tendrá que iluminar el camino, y aunque parezca lejos, al final habrá algo mucho mejor.

@Dlansberg

Daniel Lansberg Rodríguez
La normalización de la incertidumbre en Venezuela
El Nacional. Caracas, 15 de agosto de 2014

Carlos Sánchez Berzaín: Leopoldo, estudiantes y paradigma dictatorial en Venezuela

Paradigma es “un concepto de esquema formal de organización a ser utilizado como sinónimo de marco teórico”, puede entenderse como un modelo o un ejemplo. Las dictaduras del socialismo del siglo XXI en Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y en algunos otros países bajo su influencia, tienen un paradigma que puede identificarse bajo las denominaciones de “liquidación del opositor político por la vía judicial”, la “criminalización de la oposición” y la “judicialización de represión política”.

Este paradigma dictatorial consiste en acusar penalmente a la víctima. El acusado es considerado “enemigo”. Pueden ser opositores políticos, potenciales candidatos, líderes sociales, sindicales, estudiantiles o de cualquier sector, que no se han podido reclutar o neutralizar; periodistas, líderes de opinión, empresarios cuyos negocios o medios de comunicación interesan a la dictadura; puede ser cualquier ciudadano al que el régimen considere “de interés”.

La acción inicial es una acusación, la más grave posible para mostrar a la víctima frente a lo opinión pública como un criminal o como un delincuente común. Los actos del acusado deben presentarse como extremos y peligrosos. El objetivo inicial es mostrar que el ciudadano al que se criminaliza es una amenaza para al sociedad reducida a la conveniencia del régimen. Este paso es también el inicio del “asesinato de la reputación” de la víctima.

Antes de la sustitución del sistema legal del Estado, usaron tipos delictivos extremos que debían ser considerados como imprescriptibles. En cuanto cambiaron el sistema legal -lo que ya ocurrió en Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador- introdujeron tipos delictivos restrictivos de la libertades, modificaron la tipificación penal para la protección de su gobierno con penas agravadas. Producen la “legislación proteccionista del régimen”, un simulado marco legal de encubrimiento y corrupción.

El paradigma requiere el control del Poder Judicial al que sustituyen a título de reforma. Los jueces son convertidos en el brazo de la represión política del sistema. Las dictaduras del socialismo del siglo XXI han “reformado” sus sistemas de justicia y ejercen total control sobre los jueces, al extremo de poder castigar al juez que no “cumpla” adecuadamente. Por ejemplo, en la suplantación de los sistemas de justicia, en Venezuela, Bolivia y Ecuador han usado el artificio de cambiar el nombre a las instituciones para dejar cesantes a sus miembros, cambiar la Corte Suprema de Justicia por el Tribunal Supremo de Justicia, el Tribunal Constitucional por el Tribunal Supremo Constitucional, etc.

El resto es procedimiento. El dictador en persona acusa y en ocasiones dicta sentencia en mensajes televisados. Los fiscales acusan por orden del gobierno y citan; la policía detiene; los jueces ordenan prisión preventiva y confiscaciones de bienes; los carceleros incomunican, apalean, torturan; el aparato de comunicación ejecuta el asesinato de la reputación de la víctima y de sus defensores; los jueces falsifican prueba de cargo, rechazan la de descargo y condenan. Luego puede ser que el dictador perdone o reduzca los padecimientos de la víctima convertida en “criminal condenado”, con alguna detención domiciliaria o reducción de la pena por enfermedad.

Este paradigma está vigente en Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y otros países, son notorios, tienen nombres, están denunciados. Lo ejercen Castro, Chávez, Maduro, Morales, Correa, Ortega. Así las dictaduras han apresado, confiscado, forzado al exilio, a mal vender, han neutralizado y/o liquidado defensores de la democracia, expulsado congresistas. En suma desalentado y reducido la oposición y la política.

El caso actual, más notorio de aplicación de este paradigma dictatorial es el de LEOPOLDO LOPEZ y los estudiantes en VENEZUELA. Ellos ya están condenados mientras la dictadura venezolana permanece en el poder.

* Director del Interamerican Institute for Demcoracy


Carlos Sánchez Berzaín
Leopoldo, estudiantes y paradigma dictatorial en Venezuela
Diario Las Américas. Miami, 15 de agosto de 2014

Gerardo Blyde: Al borde del abismo

Nadie afuera es culpable de que el gobierno haya despilfarrado el premio

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Hasta dónde devalúo, hasta qué punto controlo cambio y precios de productos -incluyendo la gasolina- sin que se rompa la liga de la precaria gobernabilidad que tengo? Esta pregunta debe estársela haciendo todo el alto gobierno nacional.

Ya no se trata de filosofía politiquera barata; es la dura realidad de la vida diaria que presiona con una fuerza inconmensurable y les pone frente a decisiones impostergables, a riesgo de terminar llevándolos en los cachos, tanto si actúan, como si no lo hacen.

La medida justa entre lo posible y lo deseable de las decisiones y acciones por tomar tiene paralizado a un gobierno que anuncia sacudones y termina dando sólo palmaditas. Que asoma el alza inminente de los combustibles, para luego decirnos que aún no es la cosa. Que promete el inicio de la discusión del contrato colectivo marco de la administración pública y ordena reprimir a los trabajadores de Guayana que reclaman la mora decenal en la discusión de su contrato. Que decreta aumentos de salario mínimo el 1° de mayo y a esta fecha no ha bajado ni un solo centavo a la administración descentralizada. Que en su Plan de la Patria establece entre sus principales líneas estratégicas de acción el luchar por un medio ambiente sano para todo "el planeta", pero que no autoriza la importación ni de partes (repuestos) para reparar camiones compactadores, ni para la adquisición de nuevas unidades. Que lanza un ambicioso e "inteligente" plan de patrullaje para la lucha contra la inseguridad, pero que luego no hay ni cómo hacerle un simple cambio de aceite al motor de las patrullas. Y paro aquí la enumeración porque no me alcanzaría todo el periódico -recortado en sus otrora 4 voluminosos cuerpos por falta de papel- para seguir esta lamentable lista de contradicciones.

¿Qué ve un gobernante cuando está ante la necesidad de tomar medidas que recorten el gasto público que producirán inicialmente un shock económico que, aunque muy necesarias para sanear, en el corto plazo generarán descontento popular? Sencillo: ve cómo está evaluado ante quienes gobierna. Si tiene suficiente apoyo se atreve, toma las medidas, sufre una pérdida considerable de popularidad y calcula que a mediano plazo puede recuperarse cuando las cosas comiencen a marchar mejor. Sabe que no hay garantías, que la caída puede ser monumental o puede ser razonable, pero digamos que ad initio cuenta con un piso de apoyos que lo deberían sostener.

Números

Veamos los números que han sido recientemente publicados. Keller midió al país en mayo. Su estudio señaló que sólo el 38% de los venezolanos apoya a Maduro, que el 61% cree que vendrá un colapso y que el 68% piensa que estamos mal y que económicamente empeoraremos en los próximos meses. Datanálisis midió a finales de julio. Su estudio un mes después arrojó cifras aún peores. El 80,2% de los venezolanos piensa que la situación general del país está mal. El 83,1% que la economía está mal (en mayo la cifra de esta misma encuestadora era de 75,5%). El 50,8% de los que se consideran chavistas también piensa que la situación económica está mal. La percepción de Maduro es positiva sólo para un 35,7% de los venezolanos, mientras que un 62,3% la tiene negativa. Y los principales problemas del país son: inseguridad 32%, problemas económicos más de 50% (desabastecimiento 32%, + alto costo 7,4%, + crisis económica 6,2%, + desempleo 4,5%). Además todos los estudios arrojan que dos de cada tres venezolanos -incluyendo a un buen sector del chavismo- piensan que el gobierno es incapaz de resolver esta crisis. También aparece -por fin- la corrupción como causante de esta ruina.

¿Dónde está el piso de popularidad para tomar las medidas? ¡Upss!, como que el existente no es suficiente para hacerlo; consecuencia: me paralizo, sigo el discurso que trata de aglutinar a los míos, me amarro a alguna figura que me ayude a mantenerme (en el caso de Maduro a Chávez), hago anuncios para medir el impacto, pero no ejecuto nada de lo que debo hacer. Culpo al contrabando, a los empresarios y a su ya no creíble guerra económica, anuncio más medidas de control punitivo del Estado sobre lo privado tratando de rememorar el Dakaso. Para decirlo en criollo, sigo corriendo la arruga a la espera de algún milagro, como quien se endeuda más allá de su capacidad de pago, contando con que el domingo se ganará la lotería.

Pero la lotería ya nos las ganamos cuando el precio de nuestro barril petrolero pasó la barrera de los 90 dólares y se ha mantenido así por más de una década. Nadie afuera es culpable de que el gobierno haya despilfarrado el premio y nos haya colocado a todo el pueblo venezolano al borde del abismo. Ahora, o les sale el chingo o les sale el sin nariz.

gblyde@gmail.com

@GerardoBlyde
Gerardo Blyde
Al borde del abismo
El Universal. Caracas, 15 de agosto de 2014

Sebastiana Barráez: La increíble historia de una fuga

La increíble historia de una fuga 
SUCRE. Es el Cuartel General de la Policía en ese estado. El viernes pasado se fugaron por la puerta principal 12 presos de alta peligrosidad. Entre ellos John Junior Hernández alias El Trinitario, quien habría asesinado a dos personas, entre ellos a un niño, en julio del año pasado (exp rp01-p-2013-004650 Tribunal Penal de Juicio de Cumaná). El Trinitario, quien está relacionado con un narcotraficante de Guiria, lo esperaba un yate en la marina Cumanagoto.  El comandante de la Policía declaró que se percataron de la fuga al día siguiente en la mañana. Los delincuentes se fugan de un patio que tienen identificado con el Nro. 1, liderado por la banda Carro Azul. Hace dos semanas hubo ahí una requisa, lo que provocó disturbios en Cumaná. La Fiscal General de la República acaba de ordenar el retiro del cargo del abogado Efraín Araujo, fiscal primero del Circuito Judicial del estado Sucre, con competencia en delitos comunes en Cumaná. Era el fiscal del caso de los asesinados por El Trinitario. El miércoles era la audiencia, que no se efectuó por la ausencia del reo. Allí la juez del caso dijo que el comandante de la Policía, Efrén Barrios, le comunicó que entre los fugados estaba John Junior Hernández (CI: E82296298). Tres de los fugados fueron recapturados. El lunes un Tribunal de Control ordenó la detención de tres policías que presuntamente colaboraron con la fuga de los presos. Lo increíble es que a 8 de los policías que encomendaron buscar a los presos fugados, habrían cometido el secuestro exprés de un adolescente. Fueron descubiertos y esos 8 policías también están presos.
MINISTRO. Es el de Alimentación, Hebert García Plaza. Debo aclarar que no estuvo en la actividad realizada en Agropatria en el estado Barinas, a la cual me referí la semana pasada. Agropatria depende del Ministerio para la Agricultura y Tierras.
LARA. Henry Falcón es un político que ha ido en ascenso. Se lució como alcalde en Barquisimeto y eso le permitió llegar, a pesar de los obstáculos del Psuv, a gobernador de Lara. No es un extremista. Ha demostrado que una cosa es pertenecer a la oposición y otra no guardar las mínimas formas de gobernabilidad. Le pasó estando en el chavismo, trinchera que abandonó por las presiones radicales de quienes consideran que para gobernar hay que aplastar al contrincante. Salió del chavismo para integrar una organización no radical. Fue difícil en un país tan polarizado. Corre una campaña despiadada señalándolo de traidor y ligándolo a un supuesto movimiento de María Gabriela, la joven hija del presidente Chávez. Henry Falcón no solo lo niega, sino que asegura agrega que ni conoce a la chica. Esa campaña vendría de las entrañas de la oposición. Algunos ven con recelo que ante la batalla de liderazgos entre Capriles y Leopoldo, pueda surgir otra figura. Contra él no sólo está el chavismo.
MONTILLA. Es el actual diputado del Psuv y ex gobernador de Falcón. Su esposa es la actual gobernadora del estado y su hijo el presidente de la Cámara Municipal de Coro. Montilla es un habilidoso político que mantiene el control del poder. Fue un gobernador exitoso, que dejó obras de envergadura en Falcón, como carreteras y autopistas. Su gobierno aún es recordado positivamente. Hace poco nos reunimos a desayunar y conversamos por tres horas sobre el país, sobre la izquierda y sobre la revolución rusa. Desde algunos sectores del Psuv han surgido críticas por la nota donde señalé el abuso de poder por parte de algunos funcionarios en las elecciones de los delegados. Y lo sostengo. Montilla no confiesa nada que no quiera; es un hombre de partido. Hace años me atacaba con dureza porque yo denuncié a su entonces Comandante de la Policía por el grupo extorsión que asesinó a casi 300 personas en Falcón. Hoy ese comandante está preso por desaparición forzosa de un joven. En estos años Jesús Montilla ha sido respetuoso y gentil. Voces que pretendan perjudicar eso, pierden su tiempo.
PETRARCA. Es Francesco, el poeta italiano que nació el 20 de julio de 1304, bajo el signo sangriento de la guerra civil. Murió el 18 de julio de 1374. Un día escribió: “De un claro y vivo hielo endurecido/ salió fuego con que me voy quemando/, tanque que pecho y venas van faltando/ y soy sin lo sentir ya consumido./ La muerte al fin me trae perseguido/ y con brazo alto me anda amenazando/ y como trueno o toro va bramando: yo tiemblo de temor como aterido”.
ÚLTIMA HORA
  • Aumentan los militares en el gobierno del Táchira: IVT, Caimta, Corpointa, Carnes de Vzla, Corposalud y otros.
  • El alcalde del municipio García de Hevia del Táchira vive en Mérida.
  • ¿Qué pasa con el tramo Puerto Cabello – La Encrucijada del proyecto ferroviario que hace tiempo debió estar concluido?
  • El GD Velasco Lugo, Jefe de REDI Los Andes dijo que los Comandos Regionales de la GNB van a desaparecer  para dar paso a Jefes Zonales.
  • El cierre nocturno de la frontera toca los bolsillos a la gran industria del contrabando controlada por paracos con participación de militares, y civiles.
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PROTEC. Es la empresa expropiada por Pdvsa, según Gaceta Nro. 368.921 del 8 de mayo 2009. Protec Internacional C.A. ya había sido expropiada cuando se realizó la fusión mediante asamblea el 15 de mayo del 2009. ¿Por qué el Ministerio Público pretende presentar al nicaragüense, residenciado en EEUU, Samuel Benavides Sánchez como estafador y falsificador de documentos? La fiscalía 72 nacional lo imputó. La audiencia, es el 19 de agosto del año en curso. El Tribunal es el 11 de Control del Área Metropolitana de Caracas. El abogado Wilmer Antonio Rodríguez Martínez, Director del departamento Legal  de la Fusión de las empresas PAP OIL, SRL, y Production Technology International dice que Abdallah y Pdvsa abusando de su buena fe planificaron la venta ilegal de la empresa “sin saber yo, que estaba expropiada por el Estado”. Lo llamaron para que redactara la documentación de venta y traspaso a la empresa panameña Pan American Panama Oil y Samuel Benavides; eso se hizo el 15-5-2009, como consta en el Registro Mercantil 2do. en Ciudad Ojeda. “Me llamaron para hacerle algunos cambios de forma al poder redactado y firmado el 2 de junio 2010”, de manera que Ghalleb Abdallah se mencionara como parte de la empresa. “Les dije que él ya no era presidente y eso no lo registrarían. Insistieron y me exigieron que era una condición de Pdvsa. Lo hice advirtiendo que el registro no lo aceptaría”. Lo increíble es que el registro mercantil sí le dio curso y sin protesta. El 27-09-2009 es detenido Samuel Benavides Sánchez. ¿La razón? una denuncia de flagrancia por retiro de dinero, que nunca pudieron probar. Fundamentaron la detención en documentos falsos, suministrados por el Estado venezolano. Luego dijeron que fue por un documento innecesario, redactado y autenticado por su misma gestión ante el Registro Mercantil, a petición del denunciante Ghalleb  Abdallah. El abogado Rodríguez Martínez dice que asume la responsabilidad por el contenido y trámites de redacción del documento, anotado bajo el Nro. 77, ante el Registro Mercantil Segundo del Zulia, y que delegó en manos de Julio Araque y Hugo Ojeda. Destaca que Benavides Sánchez no tiene responsabilidad alguna, porque no estaba en Venezuela, como lo demuestra su movimiento migratorio, no tuvo ninguna participación en la delegación o trámites del documento. “El 27 de septiembre 2010, comparecimos al banco porque Julio Araque nos informó, que Pdvsa ya había autorizado los desembolsos, para iniciar la importación de los primeros 37 taladros de perforación petrolera”. Es detenido Benavides por seguridad del Banco de Venezuela, porque Ghaleb Abdallah denunció como falsos los dos documentos, el de fusión por absorción y el documento de poder. “Fui negligente al confiar la recolección de la firma, en el último documento de poder, pero aseguré garantizando verbalmente y por escrito, que para el documento de la oferta de venta y fusión, así como la firma del documento de fusión del 2 de junio de 2010, yo personalmente había colectado y verificado la firma, siendo puño y letra del señor Ghaleb Abdallah, lo cual se demostró finalmente”. ¿Cómo una empresa vital para el país se ve envuelta en algo tan turbio?

Sebastiana Barráez Pérez
SEBASTIANA SIN SECRETOS
Quinto Día. Caracas 15 de agosto de 2014.

Rafael Poleo: De lo más chic

Rafael Poleo
De lo más chic
El Nuevo País. Caracas, 15 de agosto de 2014 (Blog Pedro Mogna)