sábado, 24 de enero de 2015

Elizabeth Fuentes: La caravana de los sinvergüenzas del poder

 “¡Blanca, Blanca!”, le gritaban a  la diputada tirapiedra mientras ella los medio saludaba desde lejos, copiando el  estilo de Angelina Jolie frente al Kodak Center de Los Angeles, solo que la diputada  Eekout lucía más apurada ante sus fans porque llegar temprano al hemiciclo  le garantizaría una butaca en primera fila, donde las cámaras  de VTV la  pudieran  mostrar aplaudiendo a rabiar la intervención más lamentable en la historia reciente venezolana, que ya es mucho decir.
Por las narices de los miserables – en su mayoría empleados públicos obligados a estar allí- fueron desfilando los miembros de la Corte Imperial en  decenas de camionetas de lujo, luciendo sus privilegios sin vergüenza ninguna frente a ese país que, como la Francia de Luis XVI,  se ha ido muriendo   a pedacitos frente a los hospitales y los supermercados, esperando todavía que desde Miraflores les lancen un mendrugo de pan -o de harina o de leche o de inyectadoras-, sin imaginar siquiera que a partir de ese día ya ni siquiera eso obtendrán, mientras  la reina María Antonieta sigue en su castillo, probándose zapatos.
Hundidos en su privilegiado Mito de la Caverna ideológico, gozando en su lujosa cueva  de vida acolchada y bien provista de todo, desde donde  miran un pedacito de cielo que ellos imaginan que es el verdadero cielo, los diputados, ministros y demáscelebrities del gobierno merecen que un buen paparazzi les siga los pasos más allá del Hemiciclo y la alfombra roja donde los recibieron como a nominados al Oscar, y los descubran luego frente a la mesa de un restaurante de New York despilfarrando los miles de dólares que no les pertenecen. O muertos de la risa en La Gran Muralla china, rumbeándose el dinero que le niegan a los demás. O bajándose nuevamente de sus camionetas blindadas pero esta vez frente al mejor bar de Caracas para celebrar la buena fortuna que les ha tocado vivir sin haber sudado un mililitro de una gota de sudor para lograrlo. Porque a la gigantesca y ruidosa mentada de madre que se merecen cada vez que abrimos las imágenes de su llegada al Parlamento cual estrellas de Hollywood ( Ver LA PATILLA Video exclusivo  ), la segunda reacción inmediata es preguntarse ¿Dónde estaría toda esta gente de no ser por el golpe de Estado de Hugo Chávez? ¿Qué sería de su mediocre vida si no lo hubiesen ido a visitar a la cárcel de Yare? ¿Qué cargo ocuparía en cuál empresa medianamente seria? ¿Con que dinero, suyo, propio, producto de su esfuerzo, habrían podido comprar una Toyota nuevecita y además pagar chofer y guardaespaldas?  O, imposible evitar el recuerdo, mandar a buscar a la nana en un  avión privado para que cuide a las infantas, mientras el patrón se reúne con los pobres de la tierra  quién sabe a qué.
Sin que sea precisamente santo de mi devoción, al menos Evo Morales  guarda las formas.  El día de su toma de posesión, repitió lo que ha dicho ya en otras oportunidades:  cuando termine su período presidencial, va vender su carro para montar un restaurante. “El gran proyecto que tengo es montar un restaurante con dos alcaldes del partido que son excelentes parrilleros.. el plan es que el presidente sea mesero”. Y agregó. “Vamos a cobrar baratito la comida pero  vamos a cobrar por la foto con el mandatario como mozo”.  Sin contar con que Bolivia, un país sin mar ni petróleo, tiene mejores indicadores que Venezuela y nadie hace cola para comer ni curarse ni frente a la morgue.
El chiste sería saber ahora qué van a hacer luego que se vayan del poder esa cuerda de ricachones instantáneos. Con qué  irán a pagar no digamos el chofer, sino el servicio del carro que, cuando se vayan, deberá costar tan caro como los gorros de piel de oso que lucieron las hermanas  Maduro en su reciente viaje a Rusia y China.  Y ni hablar del retiro de Nicolás, porque a diferencia de Evo Morales, cuando abandone la presidencia será pero bien  difícil que alguien quiera retratarse con él.

Elizabeth Fuentes
La caravana de los sinvergüenzas del poder
KONZAPATA. Caracas, 23 de enero de 2015

Mario Szichman: Tubazos de Nicolás

Cuando pienso en las arduas tareas que debían realizar previamente los periodistas para verificar un rumor, o comprobar un simple hecho, me maravilla la suerte que tienen ahora mis colegas a la hora de sacar los trapitos al sol de cuanto figurón anda suelto. Ha surgido una fuente infalible de noticias, y está encarnada en un jefe de estado.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, es Carl Bernstein, Bob Woodward, John Asange y Clark Kent en un solo cuerpo. Y creo que estoy pecando antes por defecto, que por exceso.
Maduro dio este viernes una primicia que debería ser noticia de primera plana en todos los periódicos del mundo: aseguró que los ex presidentes de Chile, Sebastían Piñera; de México, Felipe Calderón; y de Colombia, Andrés Pastrana, quienes visitarán a Venezuela el próximos lunes para asistir a un evento organizado por un sector opositor, viajan financiados por el narcotráfico.
“Que lo sepan los pueblos, que a estos tres expresidentes los están pagando con el dinero del narcotráfico, primero, y en segundo lugar vienen a apoyar un golpe de Estado contra el gobierno que yo presido”, expresó Maduro durante un acto público en Caracas.
La actividad, dijo el presidente venezolano está siendo organizada por “Un grupo terrorista de ultraderecha financiado por el narcotráfico colombiano, y financiado por la ultraderecha estadounidense”.  Uno de los propósitos del grupo es intentar “el  derrocamiento del gobierno venezolano”, añadió el magistrado.
En realidad, Maduro no dio uno, sino dos tubazos. Además de debelar la conspiración, desmintió al alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, quien dijo que “a Maduro no lo está tumbando nadie, él se está cayendo solo”.
DEL HOMBRE NUEVO AL NUEVO PERIODISTA
A diferencia de Maduro, sus colegas previamente aludidos, como Woodward, Bernstein, Asange, o Clark Kent, afrontaron dificultades para chequear fuentes, y problemas con quienes intentaron bloquear su propósito de revelar chanchullos.
Por otra parte, demoraron semanas, en ocasiones meses, a fin de concretar sus indagaciones. En cambio, Maduro necesita escasos minutos para descubrir conspiraciones, ya sea en cortas sobremesas, o mientras hace ejercicios de calistenia antes de volver a escudriñar los planes para ganar la batalla económica.
Woodward, Bernstein, Asange, han narrado con minuciosidad sus fatigosas peripecias, las pistas falsas surgidas a cada paso, y que debieron examinar antes de desecharlas y enrumbar hacia la verdad.
Por cierto, es bueno aclarar que no incluyo a Clark Kent en el lote. Según nos enteramos por sus peripecias semanales en The Daily Planet, solo requería introducirse en una cabina telefónica para transformarse en Súperman.
Así resolvía toda clase de conspiraciones, la mayoría encabezadas por Lex Luthor, y en ocasiones por Álvaro Uribe. Finalmente, el exceso de ingestión de kriptonita, y la aparición de los teléfonos celulares, acabaron con su carrera.
Los investigadores del caso Watergate fueron sometidos a toda clase de calumnias por quienes intentaban encubrir el escándalo. Y con buenas razones.
La incursión de varios “plomeros” en la sede del Comité Nacional Demócrata el 17 de junio de 1972, con el propósito de revisar sus archivos, fue ordenada por el gobierno del presidente republicano Richard Nixon. Fracasó la maniobra, hubo una crisis constitucional, y Nixon terminó renunciando a la presidencia.
En cuanto a Asange, el fundador de Wikileaks ¿Cuántas infamias no se han dicho en su contra? Y también por buenas razones.
Wikileaks divulgó, en noviembre de 2010, miles de documentos secretos del departamento de Estado con información de embajadores y cónsules norteamericanos de la mayoría de las naciones del globo, denunciando escándalos de jefes de estado, ministros y funcionarios de rango mediano, inclusive absurdas prácticas amatorias que no se pueden concretar ni siguiendo un detallado diagrama.
Asange pagó bien caro su atrevimiento: la fiscalía de Suecia abrió una investigación contra el fundador de Wikileaks acusándolo de delitos sexuales, en esta ocasión bastante prosaicos. Asange, quien por esa época vivía en Londres, se refugió en la embajada de Ecuador en la capital británica, para evitar ser extraditado a Suecia.
VERDADES COMO TEMPLOS
¿Alguien ha osado cuestionar a Maduro en sus aseveraciones, o lo ha amenazado hacerle un juicio por libelo, una de las figuras más conocidas de la jurisprudencia universal? Que sepamos, nadie hasta el momento. Por algo será. La amenaza de juicio por libelo es usada a cada rato por funcionarios que se sienten injustamente vituperados, generalmente por la prensa.
En estos días la alcaldesa de París le montó una demanda de esa clase a Fox News de Estados Unidos por decir que había zonas en Francia donde los musulmanes impedían entrar a quienes no eran de su misma religión, aunque fueran policías. 
Tal vez, tal vez, el ex presidente de Colombia, Álvaro Uribe algún día se anime a hacerle un juicio por libelo a Maduro. Pero mucho lo dudamos, pese a que no pasa un solo día en su oficina sin enterarse de todos los complots que está urdiendo contra la República Bolivariana de Venezuela.
En realidad, si no fuera por las autoridades de la República Bolivariana de Venezuela, Uribe ignoraría que participa en tantas conspiraciones para destruir los logros de la Revolución Bonita.
Al parecer, los servicios de inteligencia colombianos no cumplen con sus tareas, y son las autoridades venezolanas quienes le proporcionan los nombres de sus cómplices y sus planes de ataque.
Además, el ex vicepresidente de Venezuela, José Vicente Rangel, le ha ofrecido las coordenadas de la base desde donde Uribe prepara sus incursiones: P 11 grados, 25 minutos, 31 segundos (P11°25'31'') y M 72 grados, 7 minutos, 46 segundos (M72°, 7', 46'').
En vez de vivir en paz, y de promover las riquezas naturales y arquitectónicas de su bello país, Uribe ha comenzado a habitar el inverso mundo de Bradley donde, según explicaba Jorge Luis Borges, “La muerte precede al nacimiento y la cicatriz a la herida y la herida al golpe”. Algún ser perverso ha premeditado sus jugarretas, y Uribe es un pasivo actor de sus futuras acciones criminales.
!QUE FLOREZCAN MIL ESCÁNDALOS!
Cada vez que despierto para mis tareas cotidianas, necesito revisar La Patilla, o El Diario de las Américas para sentir cierto regocijo. ¿Dónde, si no es en esas fuentes de información podemos leer esta clase de titulares?:
“Una adolescente pierde la virginidad con su padre y planean casarse”. “Joven se hace pasar por ginecólogo por un mes en un hospital de Florida”
Si no fuera por TalCual, y algunos medios de información locales (aquellos que todavía no han sido adquiridos por el gobierno), buena parte de la prensa venezolana sería casi tan tediosa como el Granma, el diario oficial del partido Comunista de Cuba, que ni siquiera sirve para satisfacer necesidades apremiantes, debido a los extraños ingredientes que usan en su papel.
¿Alguien desea leer Últimas Noticias para enterarse que la gira planetaria de Maduro fue “un éxito”.  (Maduro se abstuvo de echar a patadas al director, el excelente periodista Eleazar Díaz Rangel, cuando le aseguraron que no se trataba de una ironía).
¿Alguien desea regodearse con este pronóstico del secretario Ejecutivo de la MUD, Jesús “Chuo” Torrealba, quien “afirma que el triunfo en las parlamentarias y la lucha por los derechos civiles serán la clave para la solución de la crisis que asedia a los venezolanos”? Ese titular es casi tan erótico como la Madre Teresa.
Se pueden formular muchas críticas al presidente de Venezuela, después de todo, es un ser humano. Pero nadie puede acusarlo de aburrir al pueblo. El es el heraldo del Nuevo Periodismo.Todos los días nos sorprende con nuevas revelaciones. Y su importancia como fuente informativa no ha recibido aún la importancia merecida. Abundan las personalidades acusadas por Maduro. Ni una sola de ellas lo ha demandado ante los tribunales de justicia por presuntas “calumnias”.
El que calla, otorga. Maduro, con su prédica insobornable, demuestra que no se trata de calumnias sino de simples verdades.
Por cierto, algunas fuentes han indicado que en estos últimos días Maduro se ha abocado a revisar el caso ocurrido en octubre pasado cuando José Miguel Odreman, líder del colectivo chavista 5 de marzo, apareció ante las cámaras de Televen y responsabilizó al entonces ministro de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, por cualquier cosa que le pudiera ocurrir.
Poco después, algo le ocurrió a Odreman: fue muerto a balazos en un enfrentamiento con funcionarios policiales. El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas informó que Odreman “Era el jefe de una banda delictiva de expolicías implicada en múltiples homicidios”.
Escasos minutos (o tal vez segundos) después, algunos blogueros divulgaron fotografías donde Odreman aparecía junto a importantes figuras del chavismo, desde su líder, Hugo Chávez Frías, hasta Cilia Flores, la primera dama del país.
Recién un día más tarde, el presidente de Venezuela ordenó investigar “los extraños sucesos” en los que murieron cinco personas, entre ellos Odreman, en el tiroteo entre activistas de los colectivos y funcionarios del Cicpc.
Es inevitable que Maduro vuelva a investigar el caso. Se trata del único “cangrejo” de su gobierno, que ha resuelto el 99 por ciento de los casos criminales investigados. Solo necesita ahora consultar al presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosado Cabello, el Watson de la administración pública, quien comparte las tareas de conducir todas las investigaciones a un final feliz.
@mszichman
marioszichman.blogspot.com
 
Mario Szichman
Tubazos de Nicolás
Tal Cual. Caracas, 24 de enero de 2015

José Domingo Blanco Mingo: El gallo pelón en cadena

El miércoles en la noche me reí mucho con un programa de humor que pasaron ¡y en cadena nacional! Buenazos los chistes. Y ni se diga la capacidad de decir cantinfladas del comediante. Eran insólitas sus frases; muchas las he escuchado hasta el cansancio en los últimos tres lustros porque han calado tanto que los adeptos y adictos a los chistes malos de estos payasitos, luego de escucharlas, las repiten en cualquier contexto, normalmente cuando quieren escurrir el bulto y librarse de responsabilidades. A eso han quedado reducidas esas expresiones.
Pues, volviendo al tema del show del miércoles, debo reconocer que no escatimaron para propinarnos a los espectadores mucha diversión: ¡todo un espectáculo! Qué excelente manejo del sarcasmo, del cinismo, la improvisación y la ironía. Qué capacidad de decir mucho para no decir nada… qué derroche, en tiempos de austeridad forzosa. El Gallo Pelón en cadena, pues. No, perdón: ¡qué melodrama! “Aventuras de la imaginación”, con Nicolás Maduro… para coger palco.
El opening, del que sólo pudimos ser testigos tácitos gracias a la excelente descripción que hiciera el colega Edgar López en su reseña, estuvo aderezado -según cuenta López- de disfraces de próceres, patinadores repartiendo volantes, arepitas socialistas y joropo del recio cuya letra era toda una oda nacionalista -¿o tendríamos que agregarle una jota?- exhortando a los gringos para que retornen a su home; pero me pregunto ¿qué gringos? porque aquí hasta los criollitos quieren irse al “home sweet home” de los yanquis. Y la consigna que, según nos cuenta, repetían tres doñitas entusiastas: “Con harina, leche y pañales nos quieren dominar: en el cielo manda Chávez y en la tierra, Nicolás”. Para morirse de la risa, ¿o no?
El show arrancó rindiendo un tributo silencioso a la memoria de quien, pareciera, fue la única víctima del hampa -¡su hampa!- el pasado 2014. En Venezuela, durante el año que apenas acaba de culminar, no solo murió el diputado Serra. Cientos de venezolanos perdieron la vida en manos de delincuentes a los que el gobierno no termina de controlar sino, por el contrario, con los que pareciera coquetear y aupar. Me molestó, pese a la comicidad con la que había arrancado el espectáculo, lo irónico de sus comentarios. Pensé en las familias enlutadas que, también en 2014, y no con la celeridad con la que aprehendieron a los responsables del crimen del diputado Serra, todavía claman para que también se haga justicia.
Cuando estaba a punto de apagar el televisor, otra frase del comediante llamó mi atención. Maduro habló de su “tour”. Así como lo oyen: dijo tour; no gira. ¡Se delató Nicolás!, pensé. La reciente gira fue más de placer que de negocios. Total, imagino, Maduro debe justificarlo como las merecidas vacaciones navideñas para la familia ¡con todos los gastos ilimitados pagos, sin trámites Cadivi y a dólar a 6,30 como el que sólo se dispondrá -¡y que!- para comida y alimento en 2015! según contó para deleite de la audiencia. Después, minutos huecos para solo remontar al pasado. Demasiado tiempo dedicado a discurrir y atacar a los mismos de siempre. Pero bueno, se entiende: era la única manera de ganar tiempo. “La Desmemoria y Cuentos” era un trago muy amargo para Maduro porque representaba una cita con la honradez, con la honestidad y la sinceridad. Por eso, no tuvo otra opción que volver a los apátridas, a la guerra sucia, a la derecha putrefacta, a las frasecitas de siempre. Un chiste cínico tras otro, para sólo anunciar medidas sociales “fríamente calculadas”, de esas que le han dado resultado a este régimen cuando se trata de un año electoral. ¡Yo te aviso chirulí que iba a hablar en profundidad del aumento de la gasolina o de la devaluación! Esa que medio se infiere luego de escuchar su trabalenguas de la bolsa-subasta o la subasta de bolsas a la que habrá que acudir para conseguir unos dolaritos.
“¡Dios proveerá!” Dijo el comediante y no supe descifrar si la frase quedó incompleta o, en realidad, a quien invocaba por ayuda era a Diosdado. Los comunistas hablan de Dios, solo cuando Marx los pone contra la pared. En esos momentos de pánico es cuando utilizan a Dios como muletilla. Y es cuando pretenden que la gente los reciba como víctimas, así sean unos asesinos. ¿O acaso no tenemos viva la imagen del difunto presidente aferrado al crucifijo, tratando de lucir como el mártir que nunca fue? Comunista no invoca a Dios.
Luego me surgió una duda: ¿será que Maduro lo que nos ofreció fue su Memoria y Cuentos pero, la del año que viene? ¿La del 2016? Porque, al final, habló mucho para no decir nada.
La prioridad de este régimen no es la producción, es el populismo. La prioridad no fue anunciar las medidas económicas que se necesitan para resolver el problemón que se nos avecina. Aunque aplicarlas significase admitir los errores. Chávez, durante su gobierno, aplicó la doctrina Betancourt: el petróleo sobre la política. Éste que lo suplanta, pareciera no actuar distinto. Una vez más queda demostrada la incompetencia de Maduro. No es apto para el cargo y sus asesores son una pandilla de psicópatas, mediocres, resentidos y oportunistas. ¿Y la MUD? Convoca para el sábado una marcha de las ollas vacías: otro chiste en una época en la que tendríamos que ponernos serios.
Maduro, una vez más, se apegó al guión. Y su discurso, pese a lo bucólico, no queda sino para lanzarlo, una vez más, por el albañal.
 
José Domingo Blanco Mingo
El gallo pelón en cadena
El Nacional. Caracas, 24 de enero de 2015

Fausto Masó: ¿Dios proveerá?

Nicolás Maduro anda tan perdido como el hijo de Lindbergh. Le dio la vuelta al mundo sin saber que decir al llegar a Caracas; parece un misterio la razón por la Chávez lo designó sucesor. ¡Qué mal manejó su viaje! Una ocasión para presentarse como un estadista que se asociaba con grandes figuras mundiales, terminó pareciendo un simple asomado. Pudo haber dicho la verdad desde el comienzo, ando tratando de subir los precios del petróleo; prefirió sugerir que volvería con un montón de plata, algo imposible. Es demasiado fácil comentar las contradicciones de Maduro, ninguna tan patética como el miércoles pasado cuando envió un mensaje desesperado, ¡invocó la ayuda de Dios! dijo que Dios proveerá. ¡Esa mención a Dios no la hacía el general Francisco Franco!, ni el actual papa Francisco se permite esa invocación tan cómoda al Creador. Hablar de Dios después de anunciar medidas económicas es confesar una impotencia mayúscula, casi le faltó decir que ojalá nos agarre confesados Nadie imagina a Fidel Castro concluyendo así un mensaje a la nación, lavándose las manos de las consecuencias de las medidas económicas.
Los gestos de Maduro, sus expresiones, enviaban un mensaje; no quería llegar a la parte crucial, al anuncio de las medidas. ¿Qué enemigo le prepara los discursos a Maduro?
No dijo la razón verdadera, y válida, del viaje: convencer a los socios de la OPEP y a Rusia de la conveniencia de aumentar los precios del barril, ¡afirmó que andaba por el mundo en búsqueda de un montón de dólares, que volvería de China o Arabia Saudita con las maletas llenas de oro!, algo imposible porque ningún jefe de Estado recorre el mundo como un mendigo distinguido, visita otro país para darle un sablazo. No, pero Maduro permitió que esa fuera la razón supuesta de su viaje, cuando en realidad perseguía poner de acuerdo a los países para subir el petróleo, algo válido.
A la vuelta había creado la expectación de anuncios espectaculares que nos sacaran de abajo sin tanto trabajo. El miércoles no sabía que decir, alargaba y alargaba su discurso para no llegar a los anuncios de cambios económicos, en vez de llegar lleno de oro traía anuncios que nos volverían a todos pobres. El hombre vacilaba, perdido en el desierto y en un arranque asombroso de sinceridad afirmó que Dios proveerá, porque lo que viene es eneas.
Maduro está más pesimista que sus enemigos, vive convencido de que su gobierno no terminará bien, se olvida que hasta los gobiernos malos sobreviven cuando la oposición es peor, se limita a la verborrea y dentro del propio chavismo, nadie se atreve a darle un empujón final al presidente. Es decir, la inercia juega a favor de Maduro.
Y otra cosa, igual que a principios de año ningún experto anunció la brutal caída del petróleo, ahora no es imposible, pero bien poco probable, que ocurra lo contrario si, por ejemplo, fracasasen las negociaciones de Estados Unidos con Irán y empezaran las bombas en la región.
Maduro ruega cada noche por una guerrita. Es el primer presidente sin un economista a su lado y que confiesa de paso que pidió la opinión a todo el mundo. Patético.
Maduro afirma que Dios proveerá, pero ¿Dios anda angustiado por el destino de Nicolás Maduro?
Pasará a la historia de las revoluciones por sus palabras del miércoles. Esa revolución no es socialista, ni materialista, ni atea ni nada. Es solo un invento de Chávez, igual que el propio Maduro.
Por ahora Dios no provee ni carne, ni arroz ni nada. Los precios se han disparado. El diablo, no Dios, oyó las peticiones de Maduro, parece que esto se pone cada vez peor, solo que a Maduro, ya lo dijimos, lo ayuda la inercia. ¿Hasta cuándo?
 
Fausto Masó
¿Dios proveerá?
El Nacional :caracas, 24 de enero de 2015