lunes, 9 de febrero de 2015

Claudio Nazoa: Giordani, por su culpa, por su culpa, por su grandísima culpa

Sr. Jorge Giordani:
Escribo bravo. Pero no bravo normal. No. ¡Arrecho!
Fui a un automercado para ver qué conseguía. Al entrar, me entregaron una bolsa:
—¿Y esto qué es?
—¡No pregunte y agarre!
Al minuto, decenas de personas se peleaban por aquella bolsa que tenía dos jabones y un acondicionador. ¡Me sentí humillado como todos los venezolanos! Me sentí como sobreviviente de un campo de concentración, y fue allí cuando me acordé de usted. ¡Sí!, de usted, Giordani, porque, por su culpa, los venezolanos estamos inmersos en este vergonzoso e irreal desastre.
Sr. Giordani, le recuerdo su cargo hasta el 17 de junio del año 2014: ministro de Planificación y Desarrollo. Usted planificó y desarrolló la ruina de Venezuela. Usted fue el principal asesor económico del eterno destructor. Qué lástima que el pajarito infernal falleció, él debió presenciar el desastre al que nos arrastró.
Por su culpa, Sr. Giordani, Venezuela dilapidó 900.000.000.000 de dólares. ¿Qué hicieron con cifra tan inimaginable?
Sr. Giordani, las monstruosas colas que venezolanos, resignados y vejados, hacen, ¡son su culpa! Es usted culpable de lo que hoy, indignado, denuncia como si no hubiera tenido nada que ver.
Por su culpa, Giordani, en mi casa solo quedan 2 rollos de papel tualé y medio kilo de café. Por su culpa, Giordani, el otro día, en la madrugada, recorrí 10 farmacias para conseguir una inyectadora. Esta ignominia la están padeciendo todos los venezolanos.
Me enfurece recordar al innombrable, en fastidiosas, interminables y destructoras peroratas, con usted a su lado, con su carita de mosquita muerta apoyando aquella locura que destruía y desangraba nuestro bello país. Es que, Sr. Giordani, no puedo entender su hipocresía cuando hoy denuncia lo que usted planificó y ejecutó.
Por su culpa, Giordani, las madres más pobres de Venezuela deben utilizar bolsas plásticas porque no tienen pañales para sus hijos. ¿Eso no le da remordimiento? ¿No se siente aunque sea un poquitico culpable? ¡No se haga el loco Giordani! Ud. sabía que comunismo es ruina, por eso, es usted uno de los principales culpables.
La gira que piensa hacer con el exministro Héctor Navarro (mosquita muerta también), para explicar la crisis, deberían hacerla de rodillas y dándose latigazos.
Es tarde para arrepentirse del daño hecho. Quédese con sus camaradas, que algún día ustedes les harán compañía a quienes, por haber destruido un país, ahora habitan en el infierno

Claudio Nazoa
Giordani, por su culpa, por su culpa, por su grandísima culpa
El Nacional. Caracas, 9 de febrero de 2015

Eduardo Semtei: Son los chísmenes de cafetín

Bien bueno que estén presos esos canallas de Farmatodo. Además de conspiradores, apátridas, burgueses parasitarios, reyes del boicot, amantes del desasosiego;  se la pasan invirtiendo en Colombia (tienen conversaciones secretas con Uribe y Pastrana). Mire usted señora fiscala, acúselos, persígalos, arrincónelos, estrújelos.  Hágalos papilla. Polvo Cósmico. Si después se descubre que son inocentes como pasó con el caso de Econoinvest, entonces, simplemente, nos hacemos los pendejos. Y que se jodan. Ellos violaron el artículo 34 de las Normas sobre Cajeros, Cajas, Empaquetamientos y Traslados en Carritos de Supermercado que reza textualmente: “Entre las 5 am  y las 10 am de cada día solo se permitirá que hasta 10% de las cajas registradoras se encuentren cerradas al público.  Ernesto “Cantinflas” Villegas comprobó, en un acto donde arriesgó su vida y la estabilidad de su familia, aquel fatídico día,  que de las 8 cajas del Farmatodo del Paseo Los Ilustres no estaba funcionando una de ellas, la número 7, que significa en términos porcentuales 12,5%, es decir 2,5% por encima del margen establecido en Ley. Por lo tanto Pedro Luis Angarita Aizpurúa y Agustín Antonio Álvarez están bien presos. Así, así, así es que se gobierna. Suelten a Barrabás pide la multitud y apresen a Jorge Roig.
El cantarín de la DEA, ese bichito que está cotorreando de lo lindo en Washington y New York parece que se llevó unos ahorros ajenos. El fulano en cuestión era el testaferro de “ese” o mejor dicho de “aquel” o lo que es lo mismo “del tipo”.  El barítono le guardaba los dineritos al “señor ese” desde el año 2003. Claro, como se la pasaban juntos, amigotes, nunca lo sospechó desde un principio. Y esa tentación es insoportable. Se dejó llevar por la codicia olvidando los Principios Morales del Socialismo del Siglo XXI. Anjá y la esposa estaba en la jugada. Era testaferra también. Así que como bien lo dijo Marx: “Testaferros del mundo uníos”
Como añoro a mis corruptos adecos, copeyanos y masistas. Eran como los tiburones; comían y dejaban sobras por todos lados para que los peces pequeños no perecieran de hambre. Recuerdo a un ministro de comunicaciones que dicen se birló 2 millones de dólares.  Se hizo famoso. Ahora luce pequeño, desvencijado, disminuido, enanizado. Solo en las comisiones bancarias en las emisiones de bonos soberanos y de Pdvsa (unos 40.000 millones de dólares) los enchufados del Ministerio de Finanzas y Banco Central de Venezuela cobraron el 1,5%, que  significa nada más y nada menos que 600 millones de dólares. Aquel portugués, Tobías Nóbrega, se llevó 100 millones que invirtió sabiamente en una red de supermercados en Portugal. Qué pena con Morales Bello a quien acusamos de corrupto por tener una casa en Cerro Verde. Díganme ahora que el jefe de los impuestos tiene una mansión en el Country Club. Otro dicho: “Todo corrupto pasado fue mejor”.
Estoy de acuerdo con que el decreto que permite a la soldadesca disparar a matar con armamento de cualquier calibre es “hermosísimo”. ¡Ay! Pero cómo no lo va a ser. Primero que todo fue hecho en papel glasé de buen grosor.  A full color. Está enmarcado en roble pulido. Tiene filamentos de oro en sus bordes. Viene en una caja brillante con letras plateadas en relieve. Por dentro la caja está forrada de finas sedas de la India. Es una belleza. Hermosísimo. ¿Qué dice? A quién le importa. Lo trascendente aquí es el estuche, la presentación. Y allí el General Ahijado se la comió. De paso, ese gentío protestando afea las calles y da mala impresión.
Mire señor Samper, vaya usted a Estados Unidos y me investiga quiénes son los personajes detrás de la campaña contra Venezuela. ¡Caramba señor presidente! Es que no tengo visa para entrar. Carajo, entonces váyase a hablar con Raúl Castro para que le tramite una visa como si usted fuera cubano. Ándele y me avisa. Y usted señora Fiscala reúnase con el TSJ y ordene de inmediato la defensa de los venezolanos a quienes privaron de visa y le congelaron los bienes. Y de paso me declara inconstitucional todas las resoluciones del Congreso yanqui. ¡Caramba señor presidente! Es que no sabemos quiénes son los afectados. Carajo, entonces váyase a hablar con Fidel Castro para que solicite los nombres de los venezolanos sancionados. Reflexión en Miraflores. ¡Menos mal que tenemos a los hermanos Castro para resolver los asuntos de Estado!
Y así pasan los días, y yo anunciado que voy a anunciar, y tú, tú contestando quizás, quizás, quizás. Estás perdiendo el tiempo anunciando, anunciando.  Por lo que más quieras... ¿hasta cuándo...hasta cuándo?


Eduardo Semtei
Son los chísmenes de cafetín
El Nacional. Caracas, 9 de febrero de 2015

Joseph Poliszuk / Emilia Díaz-Struck: La Venezuela bolivariana confía su dinero a la banca suiza

La Revolución Bolivariana también guarda su dinero en Suiza. El Gobierno nacional depositó entre 2006 y 2007 –al menos– más de 12.000 millones de dólares en la filial que el banco HSBC tiene en Ginebra, la oficiosa capital suiza de los negocios. Y se sabe ahora solo porque figuran entre las casi 85.500 cuentas cuyos datos se filtraron desde el interior de la misma institución financiera.
Como sucedió con los escándalos de los WikiLeaks y los Luxleaks, esta tercera filtración masiva de datos confidenciales que llega a la prensa, y que ya aspira al título de SwissLeaks, surge de un insider que descargó las bases de datos de un ente financiero, en este caso, la sucursal suiza del banco HSBC. La filtración expuso a la luz pública miles de nombres de clientes: entre ellos figuran astros del jet set, multimillonarios de todo el mundo y hasta personajes enjuiciados por tráfico de armas.
Al pie del río Ródano, la filial suiza del banco HSBC administró más de 102.000 millones de dólares, entre los que se coló dinero del tráfico de minerales y la corrupción política. Foto: E-architect.
 
Los clientes proceden de 203 países incluyendo exóticas cuentas con propietarios en Cuba y Haití. En total, los latinoamericanos y del Caribe suman más de 31.000 millones de dólares, casi la mitad procedente de la República Bolivariana de Venezuela, cuyas fortunas la ubican de tercera, solo detrás de las cuentas de la propia Suiza y del Reino Unido.
De los 14.800 millones de dólares registrados que corresponden a cuentas de venezolanos, la gran mayoría es dinero del Estado. Casi 85% de esos fondos salieron del Gobierno venezolano y, en especial, de dos instituciones: la Tesorería Nacional y el Banco del Tesoro.
La del Banco del Tesoro, por ejemplo, fue abierta el 10 de octubre de 2005 a las 9:10 de la mañana en la sede del HSBC de Ginebra. En la ficha de la institución financiera figura como responsable el propio Rodolfo Marco Torres, que entonces se mantenía al frente de esa institución y hoy ocupa los cargos de ministro para las Finanzas y Vicepresidente del Consejo de Ministros para Planificación y Conocimiento.
Dos meses después la Oficina Nacional del Tesoro también inició operaciones en Ginebra. Fue el 8 de diciembre de 2005 a las 10:49 de la mañana, según el reloj suizo. Así quedó asentado en el banco y así se lee ahora en una serie de archivos que aparecieron en medio de una historia que empezó en 2008 con Hervé Falciani y su llamada lista Falciani, una de las más grandes filtraciones de los últimos tiempos, que hoy publica Armando.info, en alianza con una red de periodistas de más de 45 países motorizada por el diario Le Monde de París y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, con sede en Washington DC.
La lista Falciani
Sospechoso de haber robado la data del banco en el que trabajaba, la Policía Federal de Suiza arrestó al informático Hervé Falciani el 22 de diciembre de 2008. Allanaron su casa, registraron su computadora y lo conminaron a declarar en un interrogatorio que se prolongó hasta la noche.
El informático Hervé Falciani trabajó siete años en HSBC. En diciembre de 2008 llegó a Francia con una de las más grandes filtraciones de los últimos tiempos. Video: Youtube/Eldiarioes
 
Las autoridades le permitieron ir a dormir a su casa con la condición de regresar al día siguiente, pero Falciani alquiló un carro esa misma noche y recogió a su esposa y a su hija para emprender camino a la frontera francesa, donde se convirtió en testigo protegido de un escándalo en el que seis años después ha venido documentando –a través de HSBC– casos en los que la banca suiza se ha hecho de la vista gorda para evadir impuestos y lavar dinero de la corrupción, el contrabando de minerales y hasta el narcotráfico.
Agazapada entre nombres de banqueros reconocidos y empresarios tradicionales, la filial suiza de HSBC guardaba una cuenta de 31 millones de dólares ligada al ex ministro de Industria y Comercio de Epipto, Rachid Mohamed Rachid, condenado por despilfarro y especulación por la justicia de su país, en un juicio celebrado en su ausencia luego de que en febrero de 2011 huyera de El Cairo hacia Dubai en medio de la revueltas contra el gobierno de Hosni Mubarak.
Entre tantas otras cuentas figura el nombre de Aziza Kulzum, a quien han llegado a llamar la Reina del Coltán y sobre quien pesa una condena de la Organización de Naciones Unidas, por conflictos como el de Burundi y el Congo. También el español Arturo del Tiempo, sentenciado a siete años de prisión por tráfico de cocaína.
También hay rastros de dos cuentas de Horacio Cartes, presidente de Paraguay, y por mucho tiempo señalado como uno de los cabecillas del entramado de contrabando de cigarrillos desde el país sureño.
Junto a ese tipo de clientes, y en la misma entidad –cuya sede se encuentra al pie del río Ródano en el 9-17 del muelle de Bergues de la ciudad de Ginebra– las autoridades venezolanas de finanzas colocaron el dinero público. Y lo mantuvieron allí al menos hasta el año 2007, cuando Falciani descargó la data del banco.
¿Dónde están los dólares?
El diario Le Monde obtuvo la base de datos de cada una de las cuentas –a través de fuentes dentro del gobierno de Francia– y la compartió así con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés), para coordinar una red que ayudara a jerarquizar y poner en perspectiva la masiva nómina.
El Congreso de Estados Unidos puso en tela de juicio el nombre de HSBC y, tras una investigación en el seno del Senado, señaló en 2012 laxitud en los controles de la filial suiza de esa institución financiera. Tanto así que advirtió sobre millones de dólares de los carteles de la droga de América Latina, que fueron a parar a las arcas de la banca suiza.
HSBC, con sede central en Londres, nació en 1865 en Hong Kong –bajo el nombre de The Hong Kong and Shanghai Banking Corporation– como vehículo para administrar las ganancias generadas por el tráfico de opio. Casi 150 años después, se ha mantenido a la vanguardia de los servicios financieros del mundo, por eso sus directivos atajaron el escándalo cancelando casi 2.000 millones de dólares en Estados Unidos para evitar que las denuncias del Congreso terminaran en un juicio.
El Senado de EEUU acusó a la filial suiza de HSBC de lavar dinero de los carteles de la droga establecidos en América latina. Foto: Flickr/Carlos R. González Vera.
 
Mientras las autoridades de Francia y Estados Unidos tomaban cartas en el asunto, los fondos públicos venezolanos hacían escala en las bóvedas del HSBC en el país alpino. “¿Por qué tenemos que enterarnos dónde están las cuentas del erario por una filtración periodística?”, se pregunta el diputado Andrés Velásquez, desde la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional de Venezuela. “El Gobierno puede colocar en ese o en cualquier otro banco los recursos del Estado, pero también debe explicar con detalle a qué responden esos recursos”.
Velásquez, diputado de la oposición por el partido Causa R, aprovecha para preguntar dónde están los 500 millones de dólares que el gobierno chino entregó a sus aliados venezolanos para oxigenar la economía del sur de Venezuela por medio de las empresas básicas de Guayana. “Dijeron que esos fondos habían sido depositados en la filial libanesa del Gazprombank de Rusia pero luego desaparecieron”, denuncia. “El Gobierno nos tiene acostumbrados a no informar y, entretanto, ahora resulta que aparecen dos cuentas en un banco suizo”.
Nacido en revolución
Las autoridades venezolanas no han dado luces sobre el tema. Tampoco los funcionarios que aparecen a cargo de las cuentas suizas. Aunque se intentó en repetidas oportunidades consultar al ex tesorero nacional, Alejandro Andrade, a través de contactos en el sur del estado de Florida, Estados Unidos, no fue posible localizarlo para obtener un comentario.
Fue Andrade uno de los funcionarios que manejó los casi 700 millones de dólares que aparecen colocados en el HSBC suizo. El resto de los recursos suman 11.900 millones de dólares a nombre del Banco del Tesoro, un banco del Estado nacido en revolución, según presenta su propio eslogan en una retahíla de cuñas que abundan en la radio y la televisión venezolana.
Al menos hasta 2007, esa institución financiera disponía de 9.500 millones de dólares en una cuenta principal y otros 2.200 millones repartidos en un par de cuentas espejo, que fueron creadas cinco meses después de la principal, la noche del 15 de marzo de 2006.
Conocidas en el argot de la banca como cash pooling, las cuentas espejo sirven –de acuerdo con varios especialistas consultados– bien para dar transparencia y seguridad sobre el monto principal o, precisamente, para simularlo y poder tener libertad para desviar los recursos a otros instrumentos financieros.
Más de 10% de los fondos del HSBC de Suiza correspondían al Banco del Tesoro, nacido en revolución según las cuñas que presentan en la radio y la televisión venezolana. Video:Youtube/Banco del Tesoro.
 
En agosto de 2011, cuando Hugo Chávez aún gobernaba el país, informó que sacaría las reservas de oro depositadas en Europa y Estados Unidos, para guardarlas en las bóvedas del Banco Central de Venezuela (BCV). En medio de esos anuncios, varias voces empezaron a advertir sobre una serie de rumores que, finalmente, el chavismo confirmó: las reservas internacionales de la República Bolivariana de Venezuela pasarían a partir de ese momento a  bancos de la órbita de aliados como Brasil, China y Rusia.
"¿Qué está pasando que no sabemos los venezolanos?”, cuestionó en ese momento el diputado de la oposición, Julio Montoya, tras filtrar documentos oficiales que daban cuenta de la intención de transferir las reservas de la Nación. Esa misma pregunta ahora la hace su homólogo Andrés Velásquez, quien desde ya anuncia solicitar una investigación en la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, para precisar qué pasó con los recursos que, al menos hasta 2007, estaban en Ginebra al resguardo de la sucursal que HSBC mantiene en Suiza.
Mea culpa
Como en Estados Unidos y Francia, la llamada lista Falciani o lo que ya se conoce como los SwissLeaks, han fomentado investigaciones sobre la data de HSBC-Suiza. Argentina es el primer país que lo hace en la región; su Administración Federal de Ingresos Públicos acusó a HSBC de desarrollar “una plataforma ilegal” que involucra al menos 3.000 millones de dólares con el fin de evadir impuestos.
Las filtraciones que hoy empiezan a aparecer en los medios imprimen un nuevo capítulo en una serie de señalamientos que ponen a la institución bancaria en el peor escándalo de su historia. Al principio, sus autoridades insistieron al ICIJ que debían destruir la data, pero ahora hacen un mea culpa.
A finales del mes pasado, después de conocer detalles sobre una serie de investigaciones periodísticas que hoy publican en simultáneo en más de 45 países, dieron una respuesta más resignada: “Reconocemos que la cultura de cumplimiento y los estándares de procedimiento en el banco HSBC de Suiza, así como la industria en general, fueron significativamente más bajos que en la actualidad”.
A través de una carta, señalaron que el banco había dado pasos importantes en los últimos años para poner en práctica reformas necesarias. Hablaron incluso de haber sacrificado clientes. “Como resultado de este reposicionamiento, el banco privado suizo HSBC ha reducido su base de clientes en casi 70% desde el año 2007”.

Joseph Poliszuk / Emilia Díaz-Struck
La Venezuela bolivariana confía su dinero a la banca suiza
Armando Investiga. 8 de febrero de 2015

Editorial de El País: Maduro se equivoca

La decisión del Gobierno venezolano de autorizar al Ejército el uso de armamento letal para el mantenimiento del orden en manifestaciones y protestas supone un peligroso salto cualitativo en la merma del ejercicio de libertades ciudadanas del país sudamericano. Y abre la puerta a situaciones que es fácil que desemboquen en la pérdida de vidas humanas.
El presidente, Nicolás Maduro, debe ser consciente de que la utilización del Ejército, con su armamento reglamentario, para controlar a la población civil evoca las peores páginas de la historia latinoamericana, porque las Fuerzas Armadas de varios países jugaron en el pasado un papel fundamental en la represión de sus respectivas sociedades. Además, la disposición va contra los tratados internacionales firmados por Caracas y contra la misma Constitución venezolana —inspirada e impulsada por el mentor político de Maduro, el expresidente Hugo Chávez—, que establece claramente que “se prohíbe el uso de armas de fuego y sustancias tóxicas en el control de manifestaciones pacíficas”.
Un ejército no es una fuerza policial y en cualquier democracia su utilización en el interior del territorio nacional está limitada a unas pocas circunstancias excepcionales. Y por supuesto con el objetivo de proteger a la población, no con el ánimo de amedrentarla.
Maduro se equivoca si considera que en Venezuela hay democracia únicamente porque se convoquen elecciones cada determinado número de años. El derecho de reunión y manifestación es tan fundamental como el de votar. No pueden ser considerados un fastidio, y muchísimo menos una amenaza contra la que se puede emplear la fuerza más mortífera en manos de un Estado: su Ejército.
Venezuela se desliza poco a poco hacia un modelo de Gobierno muy lejano de las prácticas democráticas habituales. Y lo hace además con una población sumida en una penuria inconcebible hasta hace pocos años en la que los ciudadanos se ven obligados a esperar horas para conseguir lo más básico. Como explicaba ayer en las páginas de este periódico Miguel Otero, director de El Nacional de Caracas, “en Venezuela las colas afectan a todos por igual; a pobres y a ricos”.
El decreto presidencial constituye un ataque muy grave a las garantías democráticas en Venezuela. Maduro debería reconsiderar su decisión y retirarlo.


Diario El País
Editorial. Maduro se equivoca
Diario El País. Madrid, 9 de febrero de 2015