jueves, 10 de abril de 2014

Enrique Krauze: Crónica de Venezuela

Crónica de Venezuela
ENRIQUE KRAUZE
El Nacional. Caracas, 10 de abril de 2014


¡Pobres latinoamericanos! El mundo no se interesa en nosotros y nosotros no nos interesamos en nuestros “países hermanos”. Hemos mirado siempre hacia fuera, con admiración a Europa y con recelo a Estados Unidos, pero no hacia dentro, hacia las experiencias históricas comunes de nuestros países. Por eso, a muchos amigos míos les pareció extraño que en 2007 comenzara a interesarme en Venezuela. No tenía nada de extraño. Quería yo ver con mis propios ojos la experiencia de un país gobernado por un régimen populista.
En diciembre de 2007, cuando visité Caracas por primera vez, Chávez (que llevaba nueve años en el poder) acababa de sufrir su primera (y a la postre única) derrota electoral. En un referéndum, una mayoría de los venezolanos había dicho No al proyecto de acelerar la convergencia entre Venezuela y Cuba, no solo en términos de política económica (creación de comunas, centralización política, límites definitivos a la propiedad privada) sino de una confederación formal entre ambas naciones. Los principales opositores fueron los estudiantes que, como en muchos otros momentos de la historia latinoamericana, jugaron un papel crucial en la defensa de las libertades.
La impresión mayor que me causó Venezuela fue la de un país seriamente dividido. Me propuse hablar con representantes de ambas mitades, y (salvo el presidente, que declinó por estar de gira por “la hermana república de Bielorrusia”) lo logré. Por parte de la oposición, el agravio reciente era la expropiación ordenada por Chávez de la cadena de televisión RCTV, la más antigua de Venezuela. Con ese acto, quedaba ya solo una cadena independiente: Globovisión. La radio era todavía libre y al menos dos periódicos de oposición circulaban profusamente (El Nacional y Tal Cuál), pero el predominio de Chávez en los medios era ya abrumador: frecuentes cadenas nacionales y un popularísimo programa de televisión dominical en el que él era el único y formidable show man: Aló, Presidente.
Lo que Venezuela vivía entonces no era solo un clima de polarización sino una guerra ideológica instigada y practicada principalmente por el gobierno: de un lado los revolucionarios, los bolivarianos, los socialistas; del otro lado los lacayos del Imperio, los traidores, los “pitiyanquis”. Me parecía un milagro que Venezuela –cuya historia de violencia es una de las más atroces del continente– no se hubiese precipitado a una guerra civil.
La paz pendía de un pilar: la lealtad del Ejército, principal protagonista de la historia venezolana. Después del frustrado golpe de Estado de 2002, el Ejército cerró sus filas con el presidente, que tuvo además el cuidado de jubilar a los mandos mayores y promover masivamente a los menores. Pero aun dentro del Ejército, antiguos compañeros de Chávez como el general Raúl Isaías Baduel (que lo había salvado en los días del golpe) criticaban el poder unipersonal de Chávez. Cuando visité Caracas, Baduel estaba a punto de ser encarcelado. (Permanece hasta ahora en prisión).
Aquel ahogo paulatino y sistemático a la libertad de expresión era solo un capítulo de una asfixia más amplia: la de la democracia. Chávez (que había llegado al poder por la vía electoral y seguía ganando elecciones) había ido integrando a su poder personal (mediante la cooptación, la intimidación o la represión) todas las instituciones políticas que debían servir de contrapeso: el Poder Legislativo, el Judicial, el Electoral (el manejo de las elecciones), el Fiscal. Todo ello, aunado al control directo de Pdvsa, al uso discrecional de los inmensos recursos petroleros (en años anteriores a la crisis de 2008) y a la nacionalización creciente de industrias privadas, apuntaba a un Estado que no necesitaba de un referéndum para evidenciar su simpatía con el modelo cubano al que, en un acto de insensato anacronismo, quería emular y perfeccionar.
Frente a ese proyecto se levantaban varios protagonistas colectivos, además de los empresarios (villanos por antonomasia de la retórica oficial): la Iglesia (menos influyente en Venezuela que en otros países de la región) los estudiantes (aun los de las universidades públicas), una mayoría de intelectuales, periodistas, artistas, líderes sindicales (Chávez coartaba la libertad de huelga) y –señaladamente– los más respetados líderes históricos de la izquierda, como los legendarios exguerrilleros Teodoro Petkoff o Américo Martín (que habían participado en la invasión desde Cuba a Venezuela en los sesenta y que, desencantados por la vía cubana, habían revalorado la democracia). A todos los unía una convicción común: oponerse al caudillo y al caudillismo.
La crítica, pues, era política. El agravio era político. El peligro que se percibía era sobre todo político. Muy pocos entre mis interlocutores dudaban de la vocación social del gobierno. Y algunos –yo mismo– la admiraba. Criticaban, eso sí, el modo de instrumentarla, la aberración de convertir Pdvsa –la eficiente y poderosa compañía de petróleo venezolano– en una especie de Estado paralelo ocupado de controlar clientelarmente a los ciudadanos y a manejar a su capricho los núcleos de la actividad económica. El despilfarro, la desorganización, la ineficacia y la inmensa corrupción derivada de este arreglo “revolucionario” eran ya para entonces alarmantes.
Pero las mentes más moderadas tendían a admitir una verdad evidente: la gente quería mucho a Chávez, y creía en él porque quizá por primera vez en la historia de sus vidas (y las vidas de sus ancestros) tenían frente a sí, domingo a domingo, a un presidente que les hablaba a ellos, que se preocupaba por ellos, que era uno de ellos.
Visité los mercados populares y las diversas “misiones” que Chávez acababa de fundar en los barrios pobres con varios propósitos, entre ellos, de salud, de alfabetización, distribución de productos baratos. Algunos funcionaban, otros no. La masiva presencia de personal cubano en los servicios médicos era la contraprestación al envío de petróleo subsidiado a Cuba. (La de personal de seguridad era menos evidente). Los ministros de Chávez que entrevisté, sus consejeros cercanos, sus intelectuales parecían genuinamente convencidos de que en Venezuela se estaba gestando un renacimiento del socialismo que la caída del Muro de Berlín creía haber sepultado: el “socialismo del siglo XXI”.


                                                              * * *


Para entender mejor aquel presente y vislumbrar el futuro acudí a los únicos profetas en los que creo: los historiadores. Conversé largamente con varios expertos en Bolívar y en el culto religioso a su figura: Germán Carrera Damas, Elías Pino Iturrieta, Manuel Caballero, Simón Alberto Consalvi, Inés Quintero. Comprendí que libraban una batalla política crucial, una batalla por la verdad histórica, con un adversario formidable: el propio presidente Chávez, lector exhaustivo y exégeta de Bolívar, a quien aplicaba –sin saberlo y de la manera más estricta– la filosofía histórica y la teoría política de Carlyle (autor, por cierto, muy leído en estas tierras). Fueron mis colegas los que me dieron la perspectiva que necesitaba: Chávez no era un accidente de la historia venezolana, era un producto natural, esperado, de casi dos siglos de una historia trágica que ha oscilado entre episodios de inaudita violencia (social, racial) y largas dictaduras unipersonales de una duración y ferocidad casi sin precedente en América Latina.
Un trasfondo tiránico ha pesado sobre Venezuela desde sus orígenes. Además de los dictadores del siglo XIX (algunos ilustrados, otros de oropel), del 1907 a 1935 Venezuela padeció al “gendarme necesario” (como se le llamó a Juan Vicente Gómez). Mientras que la vecina Colombia celebró elecciones ininterrumpidas desde 1830 (y nunca tuvo un caudillo visible o un dictador) Venezuela tuvo su primera elección constitucional hasta 1947. Al poco tiempo ocurrió un golpe de Estado que llevó al poder a un nuevo dictador), Marcos Pérez Jiménez. Por fin, en 1958, el padre de la democracia venezolana, Rómulo Betancourt, pudo negociar un famoso pacto entre sus líderes rivales de derecha e izquierda (Rafael Caldera y Jóvito Villalba) que instauró la democracia. Ese orden duró tres décadas.
Lo más notable del mensaje que recibí de los historiadores, es el entusiasmo, la autenticidad, la profundidad con que Venezuela (como para revertir 150 años de dictadura, o para ganar el tiempo perdido) vivió esa experiencia. Bajo todo aspecto que se la mire (alternancia, limpieza electoral, división de poderes, autonomía judicial), Venezuela aprendió a vivir en democracia. Esas libertades, y un notable y estable crecimiento económico, la volvieron polo de atracción para la migración de Europa, en particular de España, y un puerto de abrigo para los perseguidos de las dictaduras latinoamericanas. Pero la moneda tuvo un reverso, sobre todo a partir de 1973, con el boom de los precios petroleros: la corrupción y la marcada desatención a los pobres. En 1989, una revuelta popular contra los súbitos ajustes de precios desembocó en saqueos que el gobierno reprimió salvajemente: hubo centenares de muertos.
La quiebra (el suicidio) de ese orden democrático fue el caldo de cultivo para la reaparición de caudillo, en la persona de un militar iluminado, el comandante Hugo Chávez. Aunque en 1992 intentó llegar al poder por un golpe de Estado, su encarcelamiento posterior lo convirtió en mártir y fue la mejor propaganda para su campaña electoral. Llegó al poder en 1998 por una votación masiva y legítima. Pero ni siquiera los sabios historiadores previeron el silogismo que esperaba a su país: Chávez admiraba a Bolívar como a Dios, él mismo se sentía la reencarnación de Bolívar, luego su endiosamiento era cuestión de tiempo.
Ya en los albores del siglo XXI, al control progresivo de las riendas del poder y el dominio sin límites de la riqueza petrolera se aunó un factor que casi nadie previó, menos aún tras la caída del Muro de Berlín: la influencia política e ideológica de Fidel Castro. Desde 1959 había puesto el ojo en el petróleo venezolano. Ejercía un hechizo sobre el hechicero. Chávez lo veía como un padre. La federación Cuba Venezuela vivía ya en el vínculo entre ambos. Venezuela, con su petróleo, le dio respiración artificial a Cuba; Cuba, con su experiencia política y policial, se hizo de los hilos del poder en Venezuela. Chávez buscaba genuinamente ser el Castro del siglo XXI. La muerte se lo impidió.


                                                           * * *


Hoy la división entre las dos Venezuela que dibujaron los historiadores –la caudillista y la democrática– ha desembocado en la violencia que yo sentí latente desde hace años. Era previsible. Chávez era el muro final de contención. Su sucesor, Nicolás Maduro, no tiene el carisma de Chávez ni sus habilidades políticas ni su legitimidad… ni su aversión a la violencia. (Chávez no mató). Pero el “chavismo sin Chávez” tiene una base social fiel, amplia y poderosa. Frente a ella se erige otra Venezuela, que no busca voltear la espalda a los pobres ni revertir políticas sociales y tampoco exige la caída del gobierno. Lo que pide es la honesta restauración de la democracia con todas sus esenciales libertades y respeto a los derechos humanos.
Ojalá Venezuela, con su inmensa riqueza petrolera, evite precipitarse en la más terrible crisis económica de su historia. Y en aterradores escenarios de violencia tan comunes en su pasado, como un golpe de Estado o una guerra civil. Podría lograrlo si el gobierno abriera un capítulo inédito de genuino diálogo y conciliación. Pero ni Maduro ni sus aliados cubanos parecen dispuestos a intentarlo. Y así se da la triste paradoja de que los venezolanos, que con Bolívar hace dos siglos liberaron a medio continente, hoy luchan solos por su libertad.

Rafael Poleo: Ciegos y Sordos

Ciegos y sordos
RAFAEL POLEO
El Nuevo País. Caracas, 10 de abril de 2014

Gaby Castellanos: La estrategia digital del gobierno venezolano

La estrategia digital del gobierno venezolano
GABY CASTELLANOS
El Nacional. Caracas, 10 de abril de 2014


A partir de hoy empezaré a escribir de nuevo para El Nacional, donde aportare mi visión como publicista, como creativa, como estratega, dónde os hablaré de lo que se, de marketing, publicidad, comunicación, propaganda, social media, digital, creatividad. Siempre será mi visión y conocimiento compartido con vosotros desde lo que conozco, trabajo, enseño, manejo y uso cada día. Entonces dejando claro esto, empecemos.
Llevo años analizando las ejecuciones creativas y estratégicas del gobierno de Venezuela desde el punto de vista publicitario, comunicacional, estratégico y propagandístico, y nunca me había atrevido a publicarlas por aquello de que te expones al seguimiento por parte del gobierno. Al día de hoy, ya estoy buscada y amenazada por mi labor en el entorno digital a favor de la democracia, así que, ¿qué es una raya más para un tigre?
Hoy hablaremos (en resumen) de cuál es la estrategia del gobierno en su entorno digital, qué acciones realiza, y si tienen coherencia con su accionado en el mundo offline.
Por parte del gobierno siempre ha existido una debilidad por el mundo digital, especialmente por el medio de comunicación llamado Twitter (es un medio de comunicación y no una red social. Dicho por Jack Dorsey, uno de sus creadores: http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2009/03/25/actualidad/1237973279_850215.html). Tanta era la importancia que le daban, que alguna vez escuché: “Chávez gobierna en 140 caracteres”, el presidente aprobaba leyes, recursos y enviaba mensajes a ministros desde @ChavezCandanga. Como bien he dicho muchas veces, Twitter es como tener un canal de TV propio. En este caso del gobierno de Chávez y el actual, tienen 4 canales de TV propios, VTV, ANTv, TeleSur y su cuenta de Twitter.
El liderazgo de Twitter en Venezuela se basa en el número de followers, liderazgo falso y erróneo, porque no es más o mejor líder quien más seguidores tiene, sino quien mayor influencia tiene en ellos. Más, si esos seguidores pueden ser falsos. Durante unos años en Venezuela, políticos, escritores, artistas, buscaron la manera de conseguir followers, fuese como fuese. La mayoría a punta de chequera creció y “lideró” Twitter, incluyendo el presidente. Con lo cual, el liderazgo era completamente irreal. Se realizó una campaña offline de captación de usuarios, de creación de cuentas (cuentas en sitios remotos del país con uso de tan sólo unos días e intencionado). Se creó un equipo en el gobierno dedicado a creación de cuentas falsas y RTs al presidente. Se gastó presupuesto en ello.
Actualmente se gestan dos guerras en Venezuela, una sangrienta en la calle y otra agresiva y manipulada en Internet. La violencia que se ve en la calle también se ve en Twitter, Facebook e Instagram, y merece vuestra atención, y no por lo violento de las fotos, sino por la tipología de las acciones y grupos. Por ejemplo:
1.- Existe un grupo de usuarios que “señalan” al Sebin a quienes deben buscar y detener. Se dedica al “Doxeo” (es la técnica para obtener información confidencial de las persona por medio de la tecnología) y se dedican a “hackear” cuentas de Twitter, Gmail, Facebook, etc y exponer esos datos (direcciones, teléfonos, etc) para producir detenciones y/o amenazas a familiares y/o usuarios.
2.- Otro que se dedica al bullying (la actividad repetida y agresiva con la intención de agredir a otra persona, física o mentalmente) se utiliza como herramienta de ataque para disminuir la utilización de Twitter como medio de comunicación hacia el exterior (fuera de Venezuela).
3.- Otros grupos que accionan el bloqueo de cuentas de Twitter por spam por parte de seguidores del gobierno; señalan un objetivo (alguien que este denunciando en contra del gobierno) y si la cuenta no es verificada (la mayoría en Venezuela), y si hay más de 100 denuncias por spam (reales o no) al mismo momento, Twitter automáticamente suspende (por prevención) esa cuenta, de esa manera estos grupos van eliminando usuarios del medio, se van quitando usuarios de su timeline y de encima.
4.- Y otro que se dedica a la malversación de pruebas, es decir, a desmentir y manipular las imágenes subidas y reales de los usuarios, a trabajarlas en Photoshop y subirlas de nuevo, de esta manera no existe credibilidad en la información subida a Internet, ya que la falsean con ese objetivo. Acción que luego acompañan con una campaña de relaciones públicas por parte de las embajadas venezolanas en el exterior, para desmentir toda esta información enviando notas de prensa a medios y solicitando entrevistas en TV, radio y prensa.
Probablemente, ninguna de estas acciones os parezca significativa porque no las entendéis como reales/físicas, pero tanto para Facebook y Twitter, son razones para la suspensión definitiva de una cuenta. Se conocen denuncias y acciones legales ejecutadas en países democráticos y la búsqueda y penalización de estos delitos e individuos. Porque aunque sea Internet, estos son delitos.
Esto sin hablar de ministros, alcaldes, vicepresidentes y cargos públicos quienes representan a Venezuela y han amenazado públicamente (cyberbullying) a los venezolanos que piensan diferente o mandado a atacar o hasta inclusive, matar, así, sin ningún tipo de miedo a represión.
Imaginaros que tan importante es Internet y Twitter para el gobierno, que han creado una campaña llamada “Tuiteros por la paz” en donde cada día envían órdenes a sus seguidores mediante SMS (al menos 2 diarios) sobre cómo actuar, qué decir, a quién atacar y qué promover en Twitter.
Estos individuos están organizados por misiones, por hashtag, para producir estas acciones, se conocen, se les regala equipo, se les paga sueldo, son hasta familias enteras, pero también están geolocalizados, sabemos dónde están, sabemos quiénes son. Porque debe quedar claro que en Internet, las herramientas son las mismas para todos y si sirven para amenazar y generar miedo, también sirven para investigar y aplicar la ley, y aunque en Venezuela en estos momentos no existan leyes que defiendan al ciudadano que no está a favor del gobierno, en algún momento existirán y mientras tanto aplicaremos las de Internet, las de eliminación de cuentas. Que de seguro con la importancia que le dan, les dolerá tanto o más que una denuncia.
La diferencia es que en las calles de Venezuela la ley la impone quien te hace daño, quien te hiere, quien te mata. En Internet la ley la impone, en la mayoría de los casos, la verdad, y esa, está de nuestro lado.

Ps: Tengo casi 19 años viviendo en España, escribo y hablo castellano como cualquier español pero con groserías y palabras venezolanas.
Ps1: Espero que estos datos no os generen miedo, sino la certeza de que sabemos lo que están haciendo y que estamos realizando, estratégicamente, todo lo posible para contrarrestarlo, y necesitamos de vuestra ayuda.

@gabycastellanos

Editorial de Diario Las Américas: Capriles en la trampa

Capriles en la trampa
Editorial de DIARIO LAS AMERICAS
Diario Las Américas. Miami, 10 de abril de 2014

Atendiendo a las declaraciones de los portavoces de la MUD y del Gobierno de Nicolás Maduro, parecería que ha llegado el momento de la negociación para resolver el enfrentamiento que asola el país desde hace dos meses.

Esta reflexión podría servir para un país con una sólida estructura democrática pero lamentablemente no es el caso de la Venezuela chavista.

En primer lugar, los mismos estudiantes de donde nace la espontánea protesta no han dado su apoyo expreso a los miembros de la MUD para representarles en un diálogo.

Tampoco María Corina Machado se ha sumado a la iniciativa por este motivo y porque considera que mientras muchos de esos estudiantes estén encarcelados -al igual que el preso político Leopoldo López- no hay nada que hablar.

El problema de sentarse a negociar con el chavismo es que de entrada se le estaría dando legitimidad a un régimen que hace tiempo dejó atrás la más mínima estética democrática para convertirse en un sistema represor donde no existe libertad de expresión y donde no se respetan los derechos humanos.

Nos produce una profunda decepción que Henrique Capriles haya caído en la trampa de Maduro y se haya prestado a sentarse a la mesa tras escuchar los cantos de sirena de Lula Da Silva que ha alabado su figura como “el menos radical” de los opositores.

Aunque Capriles haya anticipado que será implacable en la negociación, es comprensible que Leopoldo López se sintiera traicionado.

Mientras Capriles se convierte en actor de la pantomima fabricada por Maduro en colaboración con sus aliados de Unasur, López paga en una celda por el único delito de pedir algo tan básico como libertad y comida para los venezolanos.

Se ha pedido la mediación del Vaticano pero ni siquiera eso puede hacernos olvidar que Venezuela hace tiempo que dejó de disfrutar de un sistema democrático.

Nelson Bocaranda: Runrunes del jueves 10 de abril de 2014

Runrunes

NELSON BOCARANDA

El Universal. Caracas, 10 de abril de 2014
 

ALTO

¿AMOR CON HAMBRE?:

La coyuntura obliga a mucho actores políticos y económicos a demandar por más y mejor información. Luego de que las principales encuestadoras cerraron todos sus trabajos de campo correspondientes al primer trimestre, han surgido demandas por tener mayor comprensión del momento, especialmente en lo relacionado con la política y la economía. Vimos así esta misma semana un denominado “tracking” de una prestigiosa firma y es realmente alarmante el deterioro de la gestión gubernamental de Nicolás Maduro. Continua descendiendo y la base chavista que le dejó el difunto presidente no cuenta -parece que de manera definitiva- con simpatías y conectividad en la población. Hugo Chávez dejo la identificación de la población con el chavismo en más de un 40% y en apenas un año Maduro lo ha llevado a cerca de un 25%.
Finalmente, y ateniéndose a que el problema de fondo es lo económico, la percepción de que la actual situación de inflación, desabastecimiento, devaluación, los efectos inmediatos de la nueva ley de precios, la denominada guerra económica, llevan en conjunto que  más del 80% del país estime que la situación del país es mala o muy mala. Definitivamente, nos confirman, además,  que estos resultados sí se conocen en Miraflores, donde, por lo tanto, algo debe estar oliendo mal. Parece que la manida frase repetida -tan solo ayer por Héctor Navarro ex ministro y alto dirigente del PSUV- por un tiempo lema en mítines: “Con hambre y sin empleo con Chávez me resteo”, no está teniendo ese efecto puertas adentro del partido rojo. Alza escandalosa de precios por haberlos represado quince años, escasez de productos básicos y desabastecimiento del más del 60% afectan ese apego emocional al líder que ya no está por más que insistan en ponerlo a cantar el himno y repitan que está vivo…
 

LO CONFIRMARON:

El pasado 17/12/13 escribimos aquí y en nuestro sitio  www.runrun.es un segmento dedicado a la “VENTA” gana votos tras el “Dakazo” donde le cayeron a grandes y medianas tiendas de línea blanca, línea marrón, calzado y ropa para que redujeran los precios en lo que detallé tuvo tres modalidades de negociación: #1) Pedían a los comerciantes un corte de inventario para saber las cantidades de unidades de cada artículo que disponían para la venta al público; exigían que vendieran la mercancía con descuentos de hasta 50% y les ofrecieron dólares de CADIVI, a Bs. 6,30, para que luego de las ventas pudieran hacer las compras necesarias y reponer sus inventarios; #2) Pedían un inventario y su valor calculado sobre el PVP -para conocer el valor no al costo sino al precio de venta- y luego le solicitaban a los comerciantes que rebajaran los precios en un porcentaje -que por lo general variaba entre un 30% y 50%- y el monto del importe rebajado sería pagado luego por el gobierno o #3) Pedían inventario para saber las cantidades de unidades por artículo que disponían exhortando a venderlos con descuentos de hasta 50% y a diferencia de la modalidad #1 les ofrecieron reponer los inventarios pero con productos chinos, en su mayoría de la marca Haier en tiendas de línea blanca y marrón.
A todos los comerciantes sometidos al “SÚPER SALE” les obligaban a colocar un aviso en la fachada anunciando que se “unían al llamado de solidaridad hecho por el presidente Maduro para permitirle al pueblo el acceso al producto a precio preferencial”. Apenas el viernes pasado 17 empresas firmaron lo que de palabra habían acordado, obligadas, para así Maduro remontar los 12 puntos que tenía por debajo de la oposición para las municipales. Graffiti, Traki, El Tijerazo, Macuto, EPK, Acadia, Tennis Shop, Zara, Aldo, Timberland, Abismo, Helly Hansen, y Beco con un total de 220 tiendas en todo el país. Antes había hecho lo mismo con Converse, RS21, Skechers, Adidas, Locatel, Farmatodo y Farmahorro. Todo mientras nos decían que se estaba dando “una guerra económica desde el imperio”.  Confirmado el runrún.

MEDIO

INSÓLITO:

En su edición del 14/3/14 el diario El Observador de Montevideo trajo un reportaje firmado por la periodista Carolina Bellocq donde desglosaba en detalle que la mitad de los ministros venezolanos no tienen formación específica para el cargo. Identifica a siete militares de los cuales cinco están en áreas para las que cayeron como paracaidistas; un geógrafo en Comercio y otro geógrafo que salió de Industrias para Educación Universitaria; uno sin licenciatura siquiera que maneja Turismo; un periodista que maneja la Transformación Urbana de la capital; un beisbolista y cantante que maneja Deportes; solo cuatro ministros tienen post grado, uno de ellos Giordani que de ingeniero pasó a manejar e influir en las finanzas públicas, hoy en estado crítico las dirige quien solo tiene una licenciatura militar. Hago esta corta relación pues en las llamadas “Mesas para la Paz Económica” el presidente del Banco de Comercio Exterior, BanCoEx, Ramón Gordils  dijo algunas cosas que dejaron perplejos a los industriales que asistieron.
Cuando los fabricantes de galletas de soda explicaron que la producción se detendrá en dos semanas debido a la falta de urea el locuaz funcionario respondió diciéndoles: “no se preocupen, arrancamos El Tablazo y producimos toda la urea que haga falta”. Ni idea tiene que esa planta esta parada hace meses. Luego cuando los productores de café mostraron su inquietud por los dramas en producción, precios, consumo interno e importación de granos de pésima calidad cambiados por barriles de petróleo la respuesta de Gordils provocó carcajadas no tan disimuladas. Así se expresó: “Aquí a los venezolanos les gusta el café guayoyo, bien aguado, por lo tanto debemos exportar el mejor café para conseguir divisas y usamos el malo para nuestro consumo. Lo mismo deberíamos hacer con el chocolate”. No podían creerlo. Improvisación, desatino e impudicia juntos.
La FAO nos dice que la inflación de alimentos alcanzó de febrero 2013 a febrero 2014 el astronómico porcentaje de 74,5%. La sigue Uruguay con solo 10,4%. Colombia muestra orgullosa solo 1,8%. El embarque fatal de la robolución chavista que ahora cosecha Maduro sin una acción que ofrezca cambiar el rumbo…
 

BAJO

FARSA:

La expropiada Lácteos Los Andes subió precios en un 56% pero no coloca el PVP en ningún envase como señalamos antes. Obliga a los privados a vender la garrafa de jugo en Bs.41, 25 y en Pdval, Bicentenario y Mercal la expenden a Bs. 22,50 señalando que “los explotadores capitalistas siguen en su guerra económica”. Doble lenguaje rojo. Las pañaleras, sin insumos, cierran producción en un mes