El Gobierno venezolano entregaría un conjunto de empresas estatales a Brasil para su diagnóstico y eventual puesta en marcha.
Se trataría de una larga lista de proyectos ideados por Hugo Chávez, en asociación con diversos países, muchos de las cuales no han arrancado o sólo han funcionado parcialmente.
El tema fue acordado por el enviado brasileño, Ricardo Schaefer, viceministro de Desarrollo, Industria y Comercio, en reuniones sostenidas en Caracas, el 25AGO14, con José David Cabello, ministro de Industrias y hermano del cogobernante Diosdado Cabello.
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Las Farc advierten sobre un posible fracaso de las negociaciones que mantiene con el Gobierno colombiano. Los “diálogos de paz” entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc cumplen dos años sin que se asome la firma de un acuerdo definitivo en lo restante del presente año. El 26AGO12 fue suscrito el “Acuerdo General” para las negociaciones que se realizan en La Habana y que ya completaron 28 ciclos de reuniones.
Los negociadores han redactado varios documentos que contemplan acuerdos iniciales en materia de narcóticos, política agraria, futura participación de “faracos” en la vida política legal, pero todos ellos están sujetos a la aprobación global de las partes, dado que las negociaciones se dan bajo el principio de que “nada está acordado hasta que todo esté acordado”.
Según el propio presidente Santos, el 60% de los colombianos no está enterado de “los avances” en las negociaciones. Santos ha tomado iniciativas políticas y militares que parecieran indicar un rápido avance, pero las FARC de forma reiterada señalan que no tienen prisa en firmar un acuerdo de desmovilización.
En un comunicado del 02SEP14, el comandante de las Farc, Timoléon Jimenez Timochenko se preguntaba: “¿Será que el exaltado optimismo oficial y mediático apunta a crear una idea fantasiosa, para cuando aparezcan las dificultades previstas poder romper y echarnos toda la culpa a nosotros?”.
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Un nuevo Secretario General de la OEA deberá ser electo en el primer semestre del año 2015. Según diplomáticos que frecuentan los pasillos de la OEA, se está desarrollando una intensa y cada vez menos reservada batalla por el cargo.
El Eje La Habana-Caracas, que suele referirse con desprecio a la OEA, está procurando sin embargo, colocar a uno de los suyos en la Secretaría. Hasta la fecha tres nombres han sido presentados a consideración por sus respectivos Gobiernos, permaneciendo abierta la posibilidad de nuevos candidatos.
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El Gobierno izquierdista de Uruguay postuló a su canciller, Luis Almagro Lemes, para la Secretaría General de la OEA. Lemes ya recibió el apoyo formal de Brasil, Ecuador y Chile y, según el Gobierno uruguayo, Almagro cuenta además con el respaldo de Argentina, Paraguay, Venezuela y Belice. El canciller de José Pepe Mujica sería el candidato ungido por el Eje La Habana-Caracas que le estaría procurándole votos en los numerosos países del Caribe.
Perú formalizó la candidatura de Diego García Sayán, excanciller de su país y actual juez en la Corte Interamericana de Justicia (CIJ). El columnista argentino Andrés Oppenheimer y el jurista venezolano Asdrúbal Aguiar han publicado fuertes críticas contra Sayán a quien acusan de haber torcido sentencias de la CIJ para favorecer intereses del Eje La Habana-Caracas, en procura del apoyo de esos países. Estas acusaciones ruedan en la sede de la CIJ en Costa Rica.
El tercer candidato es el hondureño Eduardo Stein Barillas. De larga experiencia diplomática internacional, el exvicepresidente de Honduras y excanciller, contaba con el apoyo de siete países centroamericanos cuando el pasado mes de junio se hizo pública su postulación. Stein se perfila como el candidato del antichavismo en la OEA.
En medios políticos y de prensa en Ciudad de México se especula sobre la posible presentación de una candidatura de ese país a la Secretaría de la OEA. El probable postulado sería Emilio Rabasa Gamboa, quien desde mediados del 2013 es el representante permanente de México ante la OEA.
Todavía parece temprano para conocer la tendencia que privará en abril cuando sea electo el reemplazo del chileno José Miguel Insulza.
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En el año 2018, de estar vivo, el expresidente brasileño Lula da Silva cumplirá 73 años de edad. El pasado 03SEP14, desde la tribuna de un acto proselitista, Lula anunció su intención de presentarse como candidato presidencial en 2018 para impedir el regreso al gobierno de los socialdemócratas del PSDB.
El discurso de Lula, de más de media hora, se produjo en una barriada en las afueras de la ciudad de Salvador, en el estado de Bahía. El expresidente se ha convertido en el compañero inseparable de la presidente-candidata Dilma Rousseff en actos de campaña en barriadas, tanto en la gran São Paulo como en estados nordestinos.
El inesperado crecimiento de la opción electoral de la opositora y antes aliada Marina Silva, ha hecho que Lula salga a encabezar la actividad proselitista de su pupila en busca de la reelección.
Lula en sus discursos de mitin, se está cuidando de no atacar a Silva, dejando el trabajo ofensivo a la candidata Rousseff. Caso un triunfo de Silva, Lula continuaría con puerta franca en el presidencial Palacio de Planalto.
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El 03SEP14 fueron divulgados los resultados de las más recientes encuestas levantadas a nivel nacional por las empresas Ibope y Datafolha. Los trabajos de campo de las dos encuestadoras coinciden en sus resultados. Las elecciones presidenciales de Brasil, salvo un siempre probable terremoto político, se decidirán entre la actual presidente Dilma Rousseff y la expetista Marina Silva.
Todo indica que el candidato socialdemócrata Aécio Neves quedó fuera de la carrera presidencial y los votos de su partido, el PSDB, podrían migrar a favor de Silva en una segunda vuelta. Neves, quien un mes atrás era percibido como el gran retador al poder del partido PT, vio disminuir su apoyo electoral hasta 15%. Rousseff y Silva están situadas por encima del 30% de intención de votos.
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La presencia en el equipo de Marina Silva de reconocidos expertos en materia económica, vinculados en el pasado con el Gobierno socialdemócrata de Fernando Henrique Cardoso, han dado credibilidad a la candidata en medios empresariales. De hecho, los grandes conglomerados comunicacionales brasileños están veladamente brindándole apoyo. Desde el petismo, en tanto, Silva comienza a ser calificada como una traidora al socialismo y candidata del “neoliberalismo”. La candidata Rousseff la acusó de “vira-casaca”.
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Durante la campaña presidencial de 2010, Silva fue crítica acerca de lo que calificó como “tolerancia” del Gobierno de Lula, del cual ella misma formó parte, ante los regímenes de Venezuela y Cuba. En aquel entonces aseguró que el Gobierno de Chávez ponía en “riesgo la alternancia del poder”.
En relación a Cuba, Silva no dudó en calificar al régimen castrista como una dictadura que “avergüenza a los propios amigos de la revolución". En aquellas fechas, Marina Silva planeaba crear un frente continental contra el chavismo, idea que habría sido propuesta al colombiano Antanas Mockus, quien entonces era abanderado presidencial del Partido Verde de Colombia.
El diputado Alfredo Sirkis ha acompañado a Marina Silva en su aventura política por diversos partidos y era presidente del Partido Verde de Brasil en 2010, organización que la presentó como su candidata presidencial de aquel año.
Sirkis dijo a la prensa el 05MAY10 que se proponían "crear un polo de izquierda alternativo en América Latina que pueda hacer frente a la izquierda autoritaria, populista y anacrónica representada por el chavismo y por la dictadura de los hermanos Castro en Cuba". La línea antichavista de Silva pareciera mantenerse hoy en día.
Según diversas fuentes, el 04OCT13 durante la reunión celebrada en Brasilia entre el fallecido Eduardo Campos y Marina Silva donde se concretó su alianza política, se dijo que tendrían como objetivo desalojar del poder al “chavismo instalado en Brasil”.
Una de las áreas que se propone modificar Silva, sería poner fin a la diplomacia partidista que el PT impuso a la cancillería brasileña. El programa de Gobierno de Silva contempla, incluso, un eventual alejamiento del Mercosur, caso los aliados izquierdistas mantengan la oposición a la firma de nuevos acuerdos de libre comercio.
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Como reflejo de su temor de perder un Gobierno aliado en Brasilia, el Eje La Habana-Caracas ejecuta una sistemática campaña de descrédito contra Silva. Según el portal 14ymedio dirigido por Yoani Sánchez, Silva es blanco de ataques diarios en la televisión cubana, donde la definen como una “simple excatólica conservadora”. El canal internacional estatal cubanovenezolano Telesur suele presentar reportajes negativos sobre la candidata, abriendo generosos espacios a sectores de la izquierda brasileña que la atacan.
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El “marino” Alfredo Sirkis en su blog el 04OCT13, escribió una larga descripción de Marina Silva: “Marina es una extraordinaria líder popular, profundamente dedicada a una causa que compartimos y, ciertamente es la persona en el país que mejor proyecta el discurso de la sustentabilidad, de la ética y de la justicia socioambiental. Posee, no obstante, limitaciones como todos nosotros.
En ocasiones falla como operadora política, comete errores de evaluación estratégica y táctica, cultiva un proceso decisorio ad hoc y caótico y, acaba trabajando bien sólo con sus incondicionales. Reacciona mal a las críticas y opiniones fuertes discordantes y no establece alianzas estratégicas con sus pares. Tiene ciertas características de los líderes populistas”.
Edgar C. Otálvora
Informe Otálvora
Brasil, Marina Silva reta al chavismo
Diario Las Américas. Miami, 6 de septiembre de 2014
domingo, 7 de septiembre de 2014
Marta Colomina: El enfermo se nos muere…
Los más ingenuos pensaban que del “sacudón” saldrían las reformas económicas anunciadas a cuentagotas por el hasta hace días poderosísimo y hoy descabezado Rafael Ramírez: unificación de los tres tipos de cambio, fuertes medidas fiscales, aumento de la gasolina y hasta lo increíble en un gobierno dilapidador e hipertrofiado por la burocracia inepta: disminución del gasto público. Es –dicen los expertos– lo que exige la crítica situación de Venezuela, expresada en desabastecimiento de nación en guerra, sequía de divisas y déficit fiscal monstruoso, inexplicables en un país que alardea de tener las reservas petroleras mayores del mundo, y una inflación tan escandalosa que el Banco Central, al servicio del régimen, ha silenciado por tres meses consecutivos, además de ocultar los crecientes índices de escasez y las cifras del PIB. La razón de esa inconstitucional omisión sería que desde hace dos meses la inflación de alimentos sobrepasó el 100%.
Ya el escueto mensaje oficial “desconvocando” a la prensa nacional e internacional a la presentación del “sacudón”, nos confirmaba que el horno del “orador” no estaba para los bollos que seguramente tenían listos los corresponsales extranjeros, sobre todo después del demoledor editorial del día anterior en El País de Madrid (“Economía destruida”) en el que –además de otras verdades urticantes– dice que “Maduro no puede permanecer ajeno al desplome económico y a la tragedia social resultantes en nombre de una política que ha retrotraído a Venezuela varias décadas atrás”. Así que no es de extrañar que iniciase su “sacudón” con una descarga verbal contra las agencias AP y Reuters, porque suponía que no se tragarían las delirantes cifras de desempleo e inflación que los inhábiles prestidigitadores oficiales le prepararon para tal ocasión. (“Si aquí hubiese un gobierno de derecha la inflación se hubiese disparado a 20% o 25%”, dijo Maduro mostrando las láminas con la ficción oficial, obviando que la inflación de hace tres meses ya alcanzaba 69% y la de alimentos superaría el 100%. Y cínico añadió “tener la certeza absoluta de que el modelo económico social del socialismo bolivariano es un modelo exitoso”).
Digámoslo de una vez: el “sacudón” dejó muy claro que no va a haber ninguna reforma económica que intente paliar la agonía del país, como había estado repitiendo el destituido vicepresidente Rafael Ramírez a la comunidad internacional, sino la consolidación del castrocomunismo en Venezuela con abierto apoyo militar, y eso es mucho más grave que la irrelevancia respondida por la MUD sobre los “cambios cosméticos”. Maduro respondió a la sofocante crisis con más castrocomunismo a la cubana y no con medidas urgentes para combatir la creciente escasez, la inflación, la carencia de divisas, la caída de la industria y agricultura, y la alta criminalidad. La nueva función de Jaua y los restantes cambios distan mucho de ser “cosméticos”: Maduro les entrega a los militares los ministerios y organismos que controlan las finanzas, la alicaída producción y la importación de alimentos. 33% de los ministros son militares, nos dice Rocío San Miguel; por otra parte, los civiles de áreas sociales claves están por su militancia sectaria hacia el castrocomunismo y no por su capacidad para aliviar los problemas del pueblo, como vuelve a ocurrir con el Ministerio de Salud. El historiador Ángel Lombardi lo tiene muy claro: “Las medidas solo pretenden hacer cambios drásticos, no para gobernar a favor del pueblo, sino para afianzarse en el poder”. Y cuando el pueblo se amotine (como le ocurrió a Maduro este jueves en Aragua al responder airadamente) porque cada vez hay menos comida, o se mueren de mengua en los hospitales, o nunca llega la vivienda prometida, para eso están los militares expertos en represión, tan abiertamente ensayada contra los estudiantes.
A Maduro le importa un rábano que The Economist diga que Venezuela es el país con el mayor déficit presupuestario entre las 58 economías más grandes del mundo y el segundo con mayor recesión económica en 2014 (superada por Ucrania, en guerra alimentada por el pana Putin). Ni que organismos internacionales pronostiquen más recesión, inflación, escasez y tensión social. Ni que caigan los bonos. Posiblemente sí le importe cómo va a pagar el próximo octubre los 4.933 millones de dólares por vencimiento de los bonos Pdvsa y Global 2014, porque de caer en “default” se cierra el chorro de los préstamos en dólares que aceitan la voracidad del régimen. Lo que más le importa a Maduro es que cuenta con ese 33% de militares (puestos “donde haiga”) que frenarán las crecientes demandas populares y las protestas de la disidencia.
El país enfermo se nos muere y las esperanzas de democracia también, si la oposición sigue pensando que apenas estamos frente a un mal gobierno al que podemos sacar solo con votos. Este es un régimen castrocomunista con abierto apoyo militar. Parece que se nos olvida que los Castro llevan más de 50 años en el poder.
mcolomina@gmail.com
Marta Colomina
El enfermo se nos muere…
El Nacional. Caracas, 7 de septiembre de 2014
Ya el escueto mensaje oficial “desconvocando” a la prensa nacional e internacional a la presentación del “sacudón”, nos confirmaba que el horno del “orador” no estaba para los bollos que seguramente tenían listos los corresponsales extranjeros, sobre todo después del demoledor editorial del día anterior en El País de Madrid (“Economía destruida”) en el que –además de otras verdades urticantes– dice que “Maduro no puede permanecer ajeno al desplome económico y a la tragedia social resultantes en nombre de una política que ha retrotraído a Venezuela varias décadas atrás”. Así que no es de extrañar que iniciase su “sacudón” con una descarga verbal contra las agencias AP y Reuters, porque suponía que no se tragarían las delirantes cifras de desempleo e inflación que los inhábiles prestidigitadores oficiales le prepararon para tal ocasión. (“Si aquí hubiese un gobierno de derecha la inflación se hubiese disparado a 20% o 25%”, dijo Maduro mostrando las láminas con la ficción oficial, obviando que la inflación de hace tres meses ya alcanzaba 69% y la de alimentos superaría el 100%. Y cínico añadió “tener la certeza absoluta de que el modelo económico social del socialismo bolivariano es un modelo exitoso”).
Digámoslo de una vez: el “sacudón” dejó muy claro que no va a haber ninguna reforma económica que intente paliar la agonía del país, como había estado repitiendo el destituido vicepresidente Rafael Ramírez a la comunidad internacional, sino la consolidación del castrocomunismo en Venezuela con abierto apoyo militar, y eso es mucho más grave que la irrelevancia respondida por la MUD sobre los “cambios cosméticos”. Maduro respondió a la sofocante crisis con más castrocomunismo a la cubana y no con medidas urgentes para combatir la creciente escasez, la inflación, la carencia de divisas, la caída de la industria y agricultura, y la alta criminalidad. La nueva función de Jaua y los restantes cambios distan mucho de ser “cosméticos”: Maduro les entrega a los militares los ministerios y organismos que controlan las finanzas, la alicaída producción y la importación de alimentos. 33% de los ministros son militares, nos dice Rocío San Miguel; por otra parte, los civiles de áreas sociales claves están por su militancia sectaria hacia el castrocomunismo y no por su capacidad para aliviar los problemas del pueblo, como vuelve a ocurrir con el Ministerio de Salud. El historiador Ángel Lombardi lo tiene muy claro: “Las medidas solo pretenden hacer cambios drásticos, no para gobernar a favor del pueblo, sino para afianzarse en el poder”. Y cuando el pueblo se amotine (como le ocurrió a Maduro este jueves en Aragua al responder airadamente) porque cada vez hay menos comida, o se mueren de mengua en los hospitales, o nunca llega la vivienda prometida, para eso están los militares expertos en represión, tan abiertamente ensayada contra los estudiantes.
A Maduro le importa un rábano que The Economist diga que Venezuela es el país con el mayor déficit presupuestario entre las 58 economías más grandes del mundo y el segundo con mayor recesión económica en 2014 (superada por Ucrania, en guerra alimentada por el pana Putin). Ni que organismos internacionales pronostiquen más recesión, inflación, escasez y tensión social. Ni que caigan los bonos. Posiblemente sí le importe cómo va a pagar el próximo octubre los 4.933 millones de dólares por vencimiento de los bonos Pdvsa y Global 2014, porque de caer en “default” se cierra el chorro de los préstamos en dólares que aceitan la voracidad del régimen. Lo que más le importa a Maduro es que cuenta con ese 33% de militares (puestos “donde haiga”) que frenarán las crecientes demandas populares y las protestas de la disidencia.
El país enfermo se nos muere y las esperanzas de democracia también, si la oposición sigue pensando que apenas estamos frente a un mal gobierno al que podemos sacar solo con votos. Este es un régimen castrocomunista con abierto apoyo militar. Parece que se nos olvida que los Castro llevan más de 50 años en el poder.
mcolomina@gmail.com
Marta Colomina
El enfermo se nos muere…
El Nacional. Caracas, 7 de septiembre de 2014
Carlos Raúl Hernández: ¿Amenaza o esperanza?
Una nueva mayoría nacional es el objetivo del cambio en las parlamentarias de 2015, único escenario real, práctico de lucha por el poder en este momento. Será un instante crucial como las anteriores elecciones. Si venden Citgo podrán quemar una incalculable fortuna en la campaña y paradójicamente el despilfarro profundizará las variables que hunden la nave y que escapan de sus manos: inflación, devaluación, escasez, recesión, que anuncian un 2015 caótico. Para convertir ese gran desencanto en votos, la fuerza de cambio debe revolucionarse internamente, transformar su discurso y su relación con las bases que han acompañado al gobierno. Sus acciones, palabras y gestos deben martillar que el camino es democrático, constitucional, pacífico y electoral para enfrentar la deriva autoritaria y que por sobre todas las cosas reivindica el diálogo entre opuestos como única vía política civilizada. El diálogo no es una táctica, sino la esencia de lo que se predica, la democracia moderna.
En el cuadrilátero dos contrincantes golpeados, cejas partidas y señales de cansancio. El gobierno menoscabó sus bases por la antipolítica económica, frustra a quienes confiaron en él. Según estudios entre 68% y 82% lo culpabilizan. La nueva mayoría no propiciará inestabilidad, desorden, violencia, que la sociedad se fragmente de nuevo en dos bloques irreconciliables, ni que se derrame sangre, lo que es del interés del gobierno para su marketing de espejitos ideológicos e ilusiones de distracción. Algunos creen que el miedo puede llevarlos a dar un hachazo a la Constitución y suspender el proceso electoral, aunque sería demasiado escandaloso. Lo más seguro es que quién sabe. Grupos opositores divididos, resentidos, llenos de aprehensiones y rencores entre sí, tienen dificultades para cosechar el momento.
Sembradores de cenizas
Esperanza, no amenaza. Independientemente del lenguaje que use la revolución para atacar, -su naturaleza es violenta-, una nueva mayoría instalará el respeto por el adversario para vivir en una democracia normal como Brasil, Chile, Perú, Colombia, Panamá o México, donde no se persigue a nadie. Eso implica desterrar cualquier significante de venganza. Hacer las cosas bien facilitará la posibilidad del triunfo, pero no lo asegura. Erráticos, con poca experiencia y conocimiento del hacer político, algunos convierten diferencias tácticas normales en odio, envilecen la controversia corriente, esencia de la política moderna ¿Cómo lograr que ciertos grupos, a veces influidos por el gobierno sin que lo sepan, entiendan que lo normal en la lucha por el poder es debatir y consultar, y no en distracciones del plan central: la batalla de 2015, sin más invenciones pueriles?
Hay ingenuos exasperados que juegan a la violencia en las redes, una especie de playstation con risibles e impotentes amenazas al gobierno y a sectores de la oposición, la extravagancia de partes de combate de una guerra de las galaxias que revela mentes infantiles, extraviadas. Siembran cenizas y pesimismo, aniquilan el espíritu de combate. Insultan a los que ven fútbol o hacen cola para comprar alimentos. Si no fuera por la tragedia a la que inducen a otros, serían un sketch humorístico. Cualquiera que se asome a esas cuentas en las redes podría imaginarse cuál sería el aterrador papel de estos cheguevaritas, la guerrilla virtual, en un improbable gobierno regido por ellos. Pero en el cambio predominan dirigentes con capacidad, lucidez, ecuanimidad y los equipos necesarios para superar la desgracia de las mayorías, que no utilizarán tribunales para perseguir adversarios políticos, como hacen hoy contra Leopoldo López, Sairam Rivas (víctima de una deplorable conspiración) y tantos otros, porque eso es terrorismo judicial.
Al rescate de la AN
Ponen como sine qua non condiciones electorales óptimas al tiempo que pa-radójicamente insisten en que "en Venezuela hay una dictadura". Deberían vivir en Noruega, Dinamarca, Canadá, Suecia, Australia y Holanda y regresar cuando aquí haya triunfado la institucionalidad. Desgraciadamente a los venezolanos de este tiempo tocó desafiar una autocracia plebiscitaria, transitar por calles inseguras, recibir atropellos del Estado, carecer de bienes esenciales, enfrentar la amenaza del totalitarismo y eso no se vencerá con quejidos, ni llantos, ni pegando a la familia, ni con insultos destemplados por las redes desde el pie de un cocotero. Una nueva mayoría aprobará el conjunto de medidas legislativas en materia social y económica de emergencia para detener los daños de las atolondradas decisiones oficiales.
La Asamblea debe recuperar sus funciones constitucionales, legislar y controlar y no ser una oficina para los errores del gobierno. En ella tendrán que convivir maduristas, chavistas, opositores y cualesquiera otros sin agavillamientos. Desde ahora debe enfrentarse nacional e internacionalmente el ventajismo, el uso de los recursos públicos, el amedrentamiento y la intimidación a la disidencia con la fuerza pública e irregulares armados. Los elementos que adulteran el proceso electoral son: voto asistido, doble o triple cedulación, coacción por la fuerza a electores y testigos de mesa, y carencia de éstos últimos. El Arzobispo Desmond Tutú pedía a los exaltados de la oposición surafricana: "baja la voz y mejora los argumentos".
@carlosraulher
Carlos Raúl Hernández
¿Amenaza o esperanza?
El Universal. Caracas, 7 de septiembre de 2014
En el cuadrilátero dos contrincantes golpeados, cejas partidas y señales de cansancio. El gobierno menoscabó sus bases por la antipolítica económica, frustra a quienes confiaron en él. Según estudios entre 68% y 82% lo culpabilizan. La nueva mayoría no propiciará inestabilidad, desorden, violencia, que la sociedad se fragmente de nuevo en dos bloques irreconciliables, ni que se derrame sangre, lo que es del interés del gobierno para su marketing de espejitos ideológicos e ilusiones de distracción. Algunos creen que el miedo puede llevarlos a dar un hachazo a la Constitución y suspender el proceso electoral, aunque sería demasiado escandaloso. Lo más seguro es que quién sabe. Grupos opositores divididos, resentidos, llenos de aprehensiones y rencores entre sí, tienen dificultades para cosechar el momento.
Sembradores de cenizas
Esperanza, no amenaza. Independientemente del lenguaje que use la revolución para atacar, -su naturaleza es violenta-, una nueva mayoría instalará el respeto por el adversario para vivir en una democracia normal como Brasil, Chile, Perú, Colombia, Panamá o México, donde no se persigue a nadie. Eso implica desterrar cualquier significante de venganza. Hacer las cosas bien facilitará la posibilidad del triunfo, pero no lo asegura. Erráticos, con poca experiencia y conocimiento del hacer político, algunos convierten diferencias tácticas normales en odio, envilecen la controversia corriente, esencia de la política moderna ¿Cómo lograr que ciertos grupos, a veces influidos por el gobierno sin que lo sepan, entiendan que lo normal en la lucha por el poder es debatir y consultar, y no en distracciones del plan central: la batalla de 2015, sin más invenciones pueriles?
Hay ingenuos exasperados que juegan a la violencia en las redes, una especie de playstation con risibles e impotentes amenazas al gobierno y a sectores de la oposición, la extravagancia de partes de combate de una guerra de las galaxias que revela mentes infantiles, extraviadas. Siembran cenizas y pesimismo, aniquilan el espíritu de combate. Insultan a los que ven fútbol o hacen cola para comprar alimentos. Si no fuera por la tragedia a la que inducen a otros, serían un sketch humorístico. Cualquiera que se asome a esas cuentas en las redes podría imaginarse cuál sería el aterrador papel de estos cheguevaritas, la guerrilla virtual, en un improbable gobierno regido por ellos. Pero en el cambio predominan dirigentes con capacidad, lucidez, ecuanimidad y los equipos necesarios para superar la desgracia de las mayorías, que no utilizarán tribunales para perseguir adversarios políticos, como hacen hoy contra Leopoldo López, Sairam Rivas (víctima de una deplorable conspiración) y tantos otros, porque eso es terrorismo judicial.
Al rescate de la AN
Ponen como sine qua non condiciones electorales óptimas al tiempo que pa-radójicamente insisten en que "en Venezuela hay una dictadura". Deberían vivir en Noruega, Dinamarca, Canadá, Suecia, Australia y Holanda y regresar cuando aquí haya triunfado la institucionalidad. Desgraciadamente a los venezolanos de este tiempo tocó desafiar una autocracia plebiscitaria, transitar por calles inseguras, recibir atropellos del Estado, carecer de bienes esenciales, enfrentar la amenaza del totalitarismo y eso no se vencerá con quejidos, ni llantos, ni pegando a la familia, ni con insultos destemplados por las redes desde el pie de un cocotero. Una nueva mayoría aprobará el conjunto de medidas legislativas en materia social y económica de emergencia para detener los daños de las atolondradas decisiones oficiales.
La Asamblea debe recuperar sus funciones constitucionales, legislar y controlar y no ser una oficina para los errores del gobierno. En ella tendrán que convivir maduristas, chavistas, opositores y cualesquiera otros sin agavillamientos. Desde ahora debe enfrentarse nacional e internacionalmente el ventajismo, el uso de los recursos públicos, el amedrentamiento y la intimidación a la disidencia con la fuerza pública e irregulares armados. Los elementos que adulteran el proceso electoral son: voto asistido, doble o triple cedulación, coacción por la fuerza a electores y testigos de mesa, y carencia de éstos últimos. El Arzobispo Desmond Tutú pedía a los exaltados de la oposición surafricana: "baja la voz y mejora los argumentos".
@carlosraulher
Carlos Raúl Hernández
¿Amenaza o esperanza?
El Universal. Caracas, 7 de septiembre de 2014
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