domingo, 8 de junio de 2014

Paulina Gamus: Omertá

El gobierno y el partido de gobierno PSUV, funcionan con las normas de la Cosa Nostra -mafia siciliana- y el pacto de silencio llamado Omertá.

“No importa lo que eres, sino lo que la gente cree que eres”. Con esta frase educó Joseph P. Kennedy a sus hijos para quienes tuvo elevadas aspiraciones políticas que se cumplieron con su hijo John, presidente de los Estados Unidos, Robert, Procurador General y Edward, senador. Era un inmoral o amoral en todos los aspectos, incluidas sus relaciones con la mafia italiana que se supone contribuyeron al ascenso de John F. Kennedy a la Casa Blanca. A pesar de que el tema era vox populi, nunca se supo que los capos de la mafia fueran invitados a la residencia presidencial o que volaran en aviones oficiales. Los Kennedy hicieron todo lo que estaba a su alcance para que la gente creyera que eran diferentes: honestos y rectos como se espera que sean quienes dirigen los destinos de un país, en este caso una gran potencia. Por decirlo de otra manera: se esforzaron por ocultar sus trapacerías de la vista del público. Sin embargo, en ese mismo país, un presidente fue destituido por el hecho aparentemente inocuo de mentir.
El narcotráfico y su vinculación con la política ha sido tema recurrente en la política colombiana. Casi todos los presidentes de ese país, en los últimos treinta o cuarenta años, han sido acusados de haber recibido dineros de los capos de la droga para sus campañas electorales. Todos y cada uno de los señalados se han defendido en su momento negando la especie. Pero en algunos casos la justicia funcionó y un ministro del presidente Ernesto Samper, Fernando Botero Zea, fue condenado a prisión por comprobarse que se vinculó con patrones de la droga con propósitos de financiamiento político.
En Inglaterra un ministro de Guerra, John Profumo, debió renunciar cuando se hizo pública su relación con una corista, supuesta espía soviética. En Italia, el hombre más poderoso del país, multibillonario, dueño de casi todos los medios de comunicación, Silvio Berlusconi, fue condenado a siete años de prisión e inhabilitación perpetua por corrupción de menores y fomentar la prostitución. Unas semanas más tarde la Corte Suprema de Casación lo condenó a cuatro años de prisión por fraude fiscal. Solo cumple uno de servicio social en un ancianato. En España, que aparece ante el mundo como campeona en actos de corrupción, varios alcaldes han sido destituidos y encarcelados por su comprobado enriquecimiento ilícito.

En América Latina, sin excepciones, la justicia no solo cojea sino que suele tener ambas piernas amputadas. Y es tan ciega que no puede ver lo que resulta obvio, verbigracia el obsceno enriquecimiento del matrimonio Kirchner en Argentina o el del ex presidente Arnoldo Alemán, de Nicaragua, calificado por Transparencia Internacional como uno de los diez gobernantes más corruptos a nivel mundial en los últimos 20 años. Fue condenado a prisión, sobreseído y luego asociado con el bastante corrupto ex guerrillero Daniel Ortega, para que éste sea presidente ad eternum de ese país centroamericano. En Venezuela, un presidente electo con más del 50% de los votos, fue defenestrado por la Corte Suprema de Justicia en 1993, por una nunca comprobada ayuda de dieciséis mil dólares a la campaña electoral de Violeta Chamorro en Nicaragua. En este caso la Justicia abrió los ojos solo para plegarse a la conspiración que más tarde llevaría al militar golpista Hugo Chávez al poder.
¿Cómo se entera la gente común de que sus dirigentes políticos utilizan sus posiciones para abusar del poder y enriquecerse? Por lo general es la oposición a esos dirigentes la que denuncia, los medios de comunicación informan, la fiscalía investiga y acusa y los tribunales actúan. En la mayoría de los casos nadie va a la cárcel, salvo que haya el deliberado propósito de anularlo políticamente. Lo único que puede salvarse como importante en ese juego de complicidades, es que el corrupto queda señalado como tal ante la opinión pública. Así sucedió en Venezuela durante los 40 años anteriores a la catástrofe chavista. Pero no eran siempre los opositores políticos quienes ventilaban ante el público la corrupción de funcionarios públicos, sino que sus propios compañeros de partido utilizaban filtraciones a la prensa para sacar del camino a sus rivales. Entre las muchas razones del naufragio de los dos grandes partidos que coparon la escena política venezolana en esas cuatro décadas, estuvieron las luchas internas y las denuncias que salían del seno de esos partidos contra sus compañeros de ruta.

Si algo cambió la llamada revolución bolivariana o socialismo del siglo XXI o chavismo, fue esa práctica. El gobierno y el partido de gobierno PSUV, funcionan con las normas de la Cosa Nostra -mafia siciliana- y el pacto de silencio llamado Omertá. De conformidad con esa Omertá a la venezolana, se prohíbe informar sobre los delitos cometidos por los compañeros de partido o de mafia, que viene a ser lo mismo. No existen las filtraciones de los tiempos pasados porque el propósito de todos los asociados en esa Camorra gubernamental es mantenerse en el poder. Para ello deben manejar con el mayor secretismo sus odios internos. Por otra parte, la mafia madurochavistafidelista controla el 90% o más de los medios de comunicación del país. Es así como la mayoría de la población, la que no tiene acceso a las redes sociales o a la televisión por cable para ver canales extranjeros, ni se entera de los delitos mafiosos del régimen que en otros tiempos hubiesen provocado escándalos de dimensiones incalculables. Por ejemplo, un supuesto dirigente sindical apodado “Gordo Bayón” y llamado realmente Yorman Pedro Márquez, fue uno de los 10 detenidos en febrero de 2009 por el asesinato de tres sindicalistas en el Estado Bolívar. El delito imputado fue homicidio calificado por motivos fútiles e innobles. Cinco meses después el sujeto estaba en libertad pero con prohibición de salida del Estado Bolívar. Al día siguiente de esa decisión judicial, el “Gordo Bayón” fue una de las 15 personas que viajaron a Caracas en unas avionetas contratadas por la Gobernación del Estado Bolívar, para una reunión con el entonces vicepresidente de la República, Elías Jaua. El 26 de noviembre de 2013 el mencionado “Gordo”, que era por cierto bastante flaco, fue apresado por funcionarios de la policía científica por otro homicidio y le decomisaron un arma de fuego. Dos semanas despuésrecibió una nueva medida cautelar de libertad. El 19 de mayo de 2014 estuvo reunido con sindicalistas en el palacio de Miraflores, sede de la presidencia de la República y regresó para una nueva reunión el 2 de junio. Su viaje a Caracas se realizó en una avioneta contratada por la Gobernación del Estado Bolívar. Al salir de esa reunión tomó una moto taxi para dirigirse a su hotel y fue acribillado a balazos por un ex compinche que de inmediato se adjudicó el homicidio.
La Omertá ha funcionado al 100%, absoluto silencio oficialista sobre un escándalo que en cualquier otro país habría provocado la destitución de jueces complacientes y cuando menos del gobernador asociado con un criminal de esa calaña. En cualquier país donde el gobierno, el partido oficialista, sus parlamentarios, los jueces y fiscales no constituyeran una mafia, el gobierno habría tenido que explicar a la nación porqué un asesino convicto y confeso, no solo estaba libre sino que era huésped de la presidencia de la República. En Venezuela no hace falta explicar nada, al fin y al cabo solo una minoría se entera y escandaliza por hechos como el narrado. La mayoría solo conoce el país de mentiras que pintan los medios oficialistas, los de la Cosa Nostra revolucionaria, bolivariana, socialista, chavista, fidelista y madurista.

Omertá
Paulina Gamus
El País. Madrid, 9 de junio de 2014

El Nuevo Herald: EN NUESTRA OPINION: Leopoldo López debe salir en libertad

Después de tres largas audiencias preliminares, la jueza Adriana López decidió someter a juicio al dirigente opositor venezolano Leopoldo López, encarcelado desde el 18 de febrero tras protestar pacíficamente contra el régimen de Nicolás Maduro.El líder opositor deberá seguir tras las rejas hasta el día del juicio, en el que podría ser sentenciado a 10 años de cárcel, bajo la acusación de haber instigado a cometer actos violentos en una protesta llevada a cabo el 12 de febrero en Caracas.
El Departamento de Estado de Estados Unidos expresó el jueves pasado que la decisión de enjuiciar a López es perjudicial para las conversaciones entre el gobierno y la oposición. La Casa Blanca ha apostado por el diálogo entre Maduro y los opositores con la creencia de que puede conducir a un alivio de la crisis política en Venezuela. Pero todo indica que el régimen chavista ha usado las conversaciones como un medio de darle largas al asunto y desviar la atención de los verdaderos problemas que azotan al país sudamericano.
El alto índice de crímenes, la escasez de productos básicos, la inflación, el retroceso en materia de libertades, la persecución contra los medios informativos, la corrupción y la represión contra los que disienten son los problemas reales que encara Venezuela, los males que han causado que la gente se haya lanzado a la calle a protestar.
Mientras en el Capitolio de Washington se ha aprobado un proyecto de ley destinado a sancionar a los funcionarios chavistas implicados en la represión, el Departamento de Estado da un paso positivo al salir en defensa de López. Pero no es suficiente. Debe adoptar una postura más enérgica y exigir la liberación del dirigente opositor.
Desde la prisión, López no ha cejado en su valeroso enfrentamiento con el régimen venezolano y aseguró que el pueblo logrará “la derrota de la dictadura por el camino popular, democrático y constitucional”. No hace ningún llamamiento a la violencia, sino que busca el cambio por la vía pacífica.
Enjuiciar a un líder que se opone al gobierno dentro de la palestra democrática es una injusticia. También es un atropello que López esté preso desde principios de febrero por un presunto delito que no se le ha probado, y que todavía ni siquiera se le haya hecho juicio. La solución justa a su caso es ponerlo en libertad ahora mismo.

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EN NUESTRA OPINION: Leopoldo López debe salir en libertad
El Nuevo Herald
Miami, 8 de junio de 2014

Tulio Hernández: De esbirros, jueces, contralores y papel

Lo he dicho otras veces. Las dictaduras militares producto de golpes de Estado actúan como el zarpazo del tigre. Son sorpresivas. Estridentes. Sangrientas. Matan sin piedad. En cambio, los neo autoritarismos o los totalitarismos en la era de Internet lo hacen como la leyenda de la boa constrictor .Envuelven a la víctima y la asfixian lentamente. Gradúan el tiempo y el esfuerzo de los apretones. Pero al final, si no hay una fuerte reacción, igual matan. Sin piedad.
Este último, según contó alguna vez Sergio Ramirez, fue el guion que Fidel Castrole vendió a los sandinistas primigenios. Pero los sandinistas de entonces no quisieron comprarlo y llevaron a Nicaragua a la guerra de los 28 mil muertos. En cambio Hugo Chávez, asimilando aquella experiencia, con un Estado omnipotente y una cartera rebosante de dólares, lo asumió y desarrolló con maestría hasta el día impreciso cuando salió de la película.
El teniente coronel de Sabaneta aplicaba el método sagazmente. Por ejemplo, como le molestaban profundamente los dirigentes opositores exitosos,trataba de sacarlos de juego para siempre. Pero en vez de hacerlo como Trujillo o Somoza, usando policías de lentes oscuros, recurría a funcionarios públicos - jueces y contralores eran sus predilectos-para que hicieran “legalmente” y sin sangre, ni escrúpulos, el trabajo sucio que en los modelos totalitarios precedentes se le encargabaa los esbirros.
A Henrique Capriles, antes de ser candidato presidencial de la MUD, lo encarcelaron arbitrariamente en 2004. A Manuel Rosales le ocurrió al revés, luego de ser candidato, tuvo que auto exilarse en Lima en 2007 huyendo del carcelazo al que Sabaneta públicamente lo condenó. Pero fue Leopoldo López el dirigente con quien el presidente rojo se ensañó con mayor ferocidad.
Culpa de las estadísticas. Cuando se preparaba a competir por la Alcaldía Metropolitana de Caracas, las encuestas predecían 75% a favor de López en intención de voto, ganando además en zonas populares de la ciudad, incluyendo Catia y el 23 de enero, lo que significaba, para decirlo en madurismo, que “el burguesito subía cerro” y les iba a propinar una paliza electoral en su propio terreno.
Pero lo que definitivamente sacó de sus casillas al Jefe Único, quien durante largos años había punteado solitario en las encuestas, fue el hecho de que, por esos mismos días, López se escapó del pelotón y lo superó con varios puntos por arriba en los niveles de agrado entre los electores.
Para la más grande vanidad que haya habitado en Miraflores aquello fue una ofensa. Un golpe bajo. Una dolorosa advertencia de que él, el Jefe único, no era un Dios del Olimpo sino un ser humano más, un mortal, que como cualquiera podría ser desplazado en el afecto de las multitudes.
A partir de ese momento la eliminación política de López quedó decretada. Ya colocado en el paredón, el primer encargado de dispararle fue el Contralor General de la Nación, un hombre de apellido Russian quien, en un obvio y grotesco abuso de poder, ordenó la inhabilitación política de López dejándolo fuera de juego por 12 años en los que no pudo aspirar a ningún cargo público.
Pero López no murió políticamente. Se dedicó a recorrer el país. Creó una nueva organización política y se convirtió en el líder de La Salida, una propuesta que divide opiniones en la oposición democrática, pues apunta a intentar reducir el espurio mandato de Nicolás Maduro a través de una mezcla de legítima protesta callejera con recursos constitucionales. Ahora lo han mandado de nuevo al paredón. Esta vez ha disparado una mujer, irónicamente llamada Adriana López. Violando la razón jurídica lo deja en la cárcel junto a dos estudiantes absolutamente inocentes. Como él.
Russian ya murió. Leopoldo saldrá con más vida política aún. Adriana López será recordada como heredera de Pedro Estrada, como la jueza que en un país en crisis de papel, en horas de la madrugad, asustada y bajo presión, se vio obligada a arrancar algunas páginas de la Constitución.
Un tigre anda suelto.

De esbirros, jueces, contralores y papel
Tulio Hernández 
El Nacional. Caracas, 8 de junio de 2014

Marta Colomina: 15 años de violencia y una generación perdida

Cada día hay referencias a bandas de menores de edad que cometen crímenes horrendos
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En un año con Maduro al frente de los destinos del país "hasta el rostro de las ciudades y las costumbres han cambiado, para pesar de todos los venezolanos (... ). El nuevo rostro se convierte en nítidas imágenes que nos confunden con Ucrania, Siria o cualquier país en vías de devastación" narra el colega Francisco Olivares en El Universal. Tiene razón. Los indicadores económicos y sociales nos muestran una Venezuela devastada por la caída de la producción, corroída por la inflación que este año podría alcanzar el 80% y la de alimentos más de 100%, con escasez terrible también en medicinas y otros bienes que nos asemeja a países minados por la hambruna y la violencia. Nuestra moneda degradada por sucesivas devaluaciones que solo han servido para empobrecer el país y convertir el salario de los trabajadores en el más bajo del continente; caída de las reservas internacionales (inexplicable con el barril petrolero cercano a $100), asaltadas por los boliburgueses que siguen impunemente su rapiña con empresas de "maletín" ("las mafias cambiarias siguen intactas", dice el reputado economista García Banchs), hasta llegar a 2014, en el que multilaterales (FMI, BM) pronostican que Venezuela tendrá el peor desempeño económico de América, por debajo de Haití y que estamos a la puerta de una grave recesión. Tragedia que se acrecienta con 25 mil crímenes (2013) e inseguridad desatada, hasta convertirnos en el segundo país más violento del mundo, según la ONU (20 planes de seguridad han fracasado en 15 años al mando de militares).

La situación se agrava día a día: Venezuela retrocede en el cumplimiento de las metas del milenio (EN-02-06-14) por el incremento de la pobreza crítica, catapultado por los efectos de las megadevaluaciones en 2014: "el encarecimiento y las trabas para encontrar alimentos, las dificultades para acceder a las medicinas contra el cáncer, el VIH y otros, y el alza de enfermedades endémicas como el dengue y la malaria, evidencian que hay un gran retroceso en el cumplimiento de los objetivos trazados por la ONU (... ). La FAO señala que en 2013 y 2014 Venezuela encabeza la lista con los alimentos más caros del continente". En salud y educación el retroceso es también imperdonable. La propaganda sobre la mejoría de la escolaridad queda negada por los hechos: MinEducación (2013) reconoce que más de 500 mil niños se quedaron sin escolaridad y sigue empeorando. En 2004 la matrícula en primaria era de 6.750.393 mientras que en 2013 solo llegó a 6.100.000. El chavismo eliminó la evaluación del rendimiento escolar para que no se sepa la profunda caída de la calidad de la educación, obscenamente ideologizada y empobrecida. Incumplimiento también de la meta sobre disminución de la mortalidad infantil y materna : la mortalidad en ambos casos ha subido (EN-02-06-14). Otro indicador, ahora del desempleo: la informalidad captó 65% del empleo creado en el último año (EU 02-06-14).

Con más de $ un millón de millones recibidos por el Gobierno en 15 años, "la generación de jóvenes venezolanos entre 15 y 29 años de edad entró a la adultez con pocas opciones de desarrollo. De los 7.379.438 jóvenes que hay en Venezuela, 1.667.470 ni trabajan ni estudian, lo que representa 23%. De ese grupo, 54% (773.421) ni siquiera está buscando emplearse y eso los convierte en un grupo vulnerable de exclusión social" (EN 01-06-14. Las peores cifras en deserción escolar y empleo corresponden a los jóvenes de los barrios, imperdonable en 15 años de propaganda chavista jurando "amor al pueblo". El crecimiento de la delincuencia entre los jóvenes pobres es alarmante. Cada día hay referencias a bandas de menores de edad que cometen crímenes horrendos: adolescentes habrían sido los asesinos de Otayza; un estudiante de 13 años mató a un compañero de 15. El asesino que disparó contra Mónica Spear y su familia tiene 19 años. "Aterra saber que "hay armas de fuego involucradas en 10% de las peleas escolares" (EU-02.06.14). La violencia es un arma oficial de control social que es estimulada desde el poder. No de otra manera se explica que si fueron desalojadas 5 cárceles, las demás están hacinadas y este Gobierno no ha edificado ningún recinto carcelario ¿dónde están los delincuentes de esos 5 penales clausurados? Fácil colegirlo: en la calle con la operación "Cayapa", delinquiendo y aterrorizando a la población con la anuencia del Gobierno.

Ese control oficial de la violencia se muestra también en la criminal represión contra las protestas estudiantiles y el liderazgo disidente: María Corina, Leopoldo López, Simonovis, los alcaldes Scarano y Ceballos y otros, que se están enfrentando con valentía al decadente Maduro y a su destructor régimen dictatorial.

mcolomina@gmail.com

15 años de violencia y una generación perdida
Marta Colomina 
El Universal. Caracas, 8 de junio de 2014

Carlos Raúl Hernández: Memorias del subsuelo

Se debe exorcizar el demonio del rencor y hacer un esfuerzo épico en las confrontaciones que vienen
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El triunvirato de Maduro dirige un colapso económico equivalente al que vivió Latinoamérica durante la "década perdida", los negros años ochenta. Multiplica su gravedad el cinismo, el desparpajo con que observan cómo las arenas movedizas se tragan al país, solo ocupados en la cacería abominable a López y Machado. Lo que ocurre en Venezuela es por mil razones un anacronismo injustificable y, sordera o deliberación, no corrigen el rumbo. Los ochenta fueron la década del naufragio del colectivismo y el estatismo en todos los rincones del planeta, desde la URSS hasta EEUU y en todos los casos la caída se debió a una súper estatización de la economía, que inexplicablemente emprendió Chávez. Al lado de sus dotes maquiavélicas, su enorme capacidad para trapisondear, hacer el mal, montar emboscadas y talar lo bueno, su nulidad como estadista hoy termina de despedazar una nación moderna desde ultratumba.

Folklórico compuesto de Idi Amín y los Tres Chiflados se recordará como una catástrofe natural, un terremoto, un tsunami y no se puede predecir el tamaño de la tragedia de su legado, pero será escalofriante si se observa el "círculo del poder" que lo siguió. Dignos hijos de su padre, es imposible conseguir un equipo peor dotado para construir -menos aún recuperar-, entre otras porque los carcome un odio patológico contra los demás, particularmente contra quienes los alertan. En Brasil, México y Argentina el hito fue la declaración de moratoria de los pagos de la deuda externa, con subsecuentes hiperdevaluaciones. Por obra de De la Rúa, Argentina vuelve a caer más adelante, esa vez en el "corralito" que impidió el acceso a las cuentas bancarias. ¿Qué pasará aquí?

Locademia de asesores

En Perú, Bolivia y otros países, la hiperinflación evaporó la moneda y en todas partes se dieron modalidades mixtas con los diabólicos componentes: devaluación, fuga de divisas, pobreza, inflación y tragedias sociales. El FMI operaba como la Cruz Roja, pero la caterva de irresponsables -como hoy en España- culpaba de los daños a los bomberos y no a los incendiarios. En el mundo entero esta concepción estaba aniquilada pero Chávez desbarata la apertura y reinicia una economía de controles autoritarios. Cualquier persona informada lamenta lo que vive Grecia desde hace varios años, pero eso no será nada comparado con la obra del triunvirato en Venezuela. Por eso es necesario mantener la imagen de que existe una oposición sensata, apta, con los conocimientos y la serenidad para recuperar la paz política y social, y que no continuará la siembra del caos.

Organismos internacionales y gobiernos, especialmente de la región, no deben tener la idea errada de un país de desesperanza, sin futuro, en el que dos manadas de trogloditas quieren resolver las cosas a palos, como Siria. Los asesores de la salida deberían hacer un balance de su gestión sin autocomplacencia y evaluar cuánto contribuyeron sus consejos a la suerte de un grupo de valiosos dirigentes a los que tenían el compromiso hipocrático de ayudar. El triunvirato aprovecha el caos en las fuerzas opositoras para desgraciar dos importantes líderes, que en vez de protección recibieron de sus asesores fuertes inyecciones de irresponsabilidad. Se debe exorcizar el demonio del rencor y hacer un esfuerzo épico en las confrontaciones que vienen, entre ellas la de 2015. El triunvirato está débil por su desastre, pero no derrotado. El aumento acumulado de los precios durante la revolución es de 963%, de los más altos en un mundo en el que la inflación es un mal recuerdo y prueba esencial de la incapacidad de los gobiernos.

Misterios dolorosos

La deuda externa de Venezuela que en 1998 era de $39 mil 900 millones, en 2013 llega a $104 mil 481 millones, un aumento de 162%, sin explicación racional porque en el mismo período se produjo una explosión de ingresos, que pasaron de $11 por barril a $106 por barril, cerca de 3 billones de dólares (3 millones de millones). Pdvsa es solo nominalmente propiedad del Estado venezolano pues su deuda es una hipoteca, al pasar de apenas $6 mil millones en 1998 a 40 mil millones, un incremento de 467%, mientras el número de empleados saltó de 40 mil a 200 mil, es decir, 200%, para colmo con un descenso de la producción de 3 millones 300 mil barriles diarios a 2 millones 200 b/d, 27% menos. Pdvsa llegó a ser la primera empresa mundial en productividad y calificación profesional, y hoy su productividad por trabajador cae -27%.

¿No sabe el triunvirato que revolucionarios curtidos, exguerrilleros, excomunistas, torturados y encarcelados entonces, gobiernan conforme el sentido común, que hasta Raúl Castro hace crecer la economía y fomenta la entrada de capitales? Hoy el país entero reclama los cambios del librito y ya no tendrán a los necios de entonces socavando "el neoliberalismo" y los "tecnócratas sin corazón". ¿Por qué arrastran todo a la cuneta, incluso su propio partido, para crear un marasmo de anarquía impredecible con medidas inconexas, torpes, en medio del coro de acusaciones canallas y falsas contra todo el mundo? ¿Entienden que arrastran Venezuela a ser un Estado fallido? El personaje de Dostoievski, un burócrata sin nombre, dice en Memorias del subsuelo: "creo que padezco del hígado. Pero no sé absolutamente nada de mi enfermedad. Ni siquiera puedo decir con certeza dónde me duele"

@CarlosRaulHer
 

Memorias del subsuelo
Carlos Raúl Hernández
El Universal. Caracas, 8 de junio de 2014

Carlos Blanco: "Asesina"

"Asesina"Así como si expulsara un silencioso flato, como si le dijese al ujier que le arrimase los bermudas para el paseo matinal, Nicolás Maduro, el pretendiente al trono venezolano, lanza toda la metralla del Estado en contra de una mujer, María Corina Machado. La llama "asesina". En un solo y único acto de prestidigitación la acusa, enjuicia y condena, al lado de varios venezolanos vinculados a la política y a la academia. La quiere anular. Le quiere cobrar agravios. Quiere vengarse en ella porque lo que pensaba que iba a ser un robusto gobierno se ha convertido en esmirriada, aunque sangrienta, regencia de segundones.

Los emails son chimbos. Cualquiera que se acerque al estilo de hablar y escribir de María Corina sabe que esa redacción, estilo "el espía Salazar", no es la suya. Sabe que ha proclamado una y otra vez la necesidad de que el reemplazo de Maduro sea constitucional y pacífico. Sabe que un liderazgo como el que ella ha forjado no se juega a los dados. Sabe de su consistencia intelectual e ideológica y de su coraje, para respaldar con su propia humanidad aquello en lo cual cree y por lo cual lucha.

Un gobierno ineficiente, errático y servil a La Habana, no podía sino añadir a la torpeza central, otras adicionales. Tomemos el caso de Gustavo Tarre, académico, político de alto vuelo, veterano de la democracia venezolana. Solo a algún cretino de nulo conocimiento histórico y que no tuvo ni siquiera capacidad de buscar en Internet la trayectoria de Tarre, puede haber escogido entre todos los candidatos para la tramoya a alguien tan sideralmente alejado del tejemaneje forjado por el Alto Mando Político. De igual modo puede afirmarse de los demás acusados.

La acusación del Alto Mando Político estuvo signada por la mentira. Se dijo que María Corina había llegado el día anterior de EEUU. Falso. Tenía, para la fecha, más de dos meses de haber visitado ese país. Se dijo que el día de la acusación estaba en Panamá. Falso. Estaba en Venezuela. Se dijo que las direcciones de correo las usaba. Falso. Una de ellas no era utilizada desde el año pasado. Lo más exótico es que el Sebin, órgano del Estado, le da la información a un partido político -el PSUV- y a partir de allí se desencadena la novela, en uno de cuyos episodios la Fiscal General admite la ilegalidad y se hace cómplice de su ocurrencia.



LA TRAMA. Ya se sabe que las dictaduras del siglo XXI, las posmodernas, no hacen como Pérez Jiménez o Trujillo: plan y pa'l cuartel. Son selectivas en la represión de los dirigentes, aunque brutales en la represión de la calle. Su empeño en dar una apariencia democrática en el mundo globalizado, las lleva a dar un rostro judicial al antiguo garrote: no bastan Pedro Estrada y Miguel Silvio Sanz, como en la Seguridad Nacional de Pérez Jiménez, son indispensables la señora Ortega Díaz y jueces sin escrúpulos para darle aquellos graciosos retoques de juicios, tribunales, fiscales y defensores.

Así se explica la saña en contra de Leopoldo López y los dirigentes estudiantiles. El propósito es destruirlos moralmente, convertirlos en cucarachas, como lección para el resto. No era el estilo venezolano del enfrentamiento político, pero bajo el mando cubano, absolutamente desprovisto de cualquier tono de humanidad, se ha convertido en la norma.

Cuando se trata de la calle la estrategia es la de tierra arrasada. Cualquier amago de protesta social tiene que ser aniquilado en embrión para evitar su reproducción viral. Por eso el uso de fuerza desproporcionada e inmisericorde en contra de jóvenes que encarnan la lucha.

A pesar de los esfuerzos sangrientos, represivos y brutales, la sociedad aprendió a resistir. Se ha creado un estilo que adoptan no solo los estudiantes, sino que ha permeado a barrios y fábricas en sus protestas específicas. Y, de pronto, la protesta tiene nuevos tonos; es más organizada, maneja mejor sus tiempos, no se hace blanco fácil de la munición represora, y convierte a "la calle" en espacio de encuentro, en el cual algún atisbo de futuro parece insinuarse.



CAÍDA Y MESA LIMPIA. El régimen se lanza a esta aventura por debilidad. Está en proceso de desintegración interna en el campo civil y en el militar. Ante una situación que Nicolás Maduro no se muestra capaz de controlar, la sargentería ha asumido el control político de la situación. Las "iniciativas" de los colegas de Maduro no son sometidas ni a su escrutinio ni a su aprobación. Como confesó Cabello, ya no está el que detenía las locuras de los subalternos; "el loquero mayor" -siempre necesario- había muerto en las expertas manos funerarias de los cubanos.

El cuento del magnicidio y del golpe de estado tiene el propósito de aglutinar un apoyo del chavismo cuando este movimiento ha perdido la fe. Maduro convoca en contra del "enemigo externo del chavismo" para ver si lograr recuperar la fuerza que despilfarrara a ciencia y paciencia en pocos y sangrientos meses. Esta necesidad es la que explica los complots en los que nadie cree pero que le dan movimiento digestivo al régimen porque sin ese alimento de carne enemiga, termina comiéndose a sí mismo, envuelto en las miasmas de sus contradicciones. Un enigma es el que representa la familia de Chávez, ¿se aventurarán sus miembros a una Operación Rescate?¿Pedirán también la renuncia de Maduro?



LO QUE VIENE. El porvenir inmediato luce brumoso. Lo que en Chávez fue durante la mayor parte de su tiempo en el poder una combinación de estrategias y tácticas, ahora es pura mandarria; y su ruido atemoriza porque ha probado su vocación homicida. Pero los recientes inventos sobre complots y minicidios, represión brutal, alzamiento de los sargentos rojos, el acuerdo generalizado sobre la incompetencia de Maduro y la necesidad compartida de buscarle una salida a la bárbara crisis política y económico-social actuales, han generado -de forma paradójica- un espacio para los acuerdos que deberían materializarse en la próxima fase de la transición.

El instrumento para salir de este atolladero será el de unas elecciones presidenciales limpias (con CNE imparcial) para reconstituir un acuerdo nacional. Elecciones en las que compitan de manera transparente los candidatos, que arrojen resultados que por su pulcritud sean reconocidos por todos, serán inicio para los entendimientos necesarios. Si de allí se llega a amplias coaliciones políticas capaces de gestionar la catástrofe actual, el país podría enrumbarse en el corto plazo hacia una solución pacífica y democrática.

Imaginemos que cesa la persecución de empleados públicos y dirigentes políticos, que la protesta no es reprimida, que los tribunales no son el martillo vengativo del gobierno, que los militares vuelven a sus cuarteles, que regrese la prensa libre y que el parlamento vuelve a ser asiento de la pluralidad. Imaginemos nada más...

www.tiempodepalabra.com

Twitter @carlosblancog

Tiempo de Palabra
"Asesina"
Carlos Blanco
El Universal. Caracas, 8 de junio de 2014