martes, 29 de abril de 2014

Antonio Sánchez García: ¿Una concertación nacional a la venezolana?

¿Una concertación nacional a la venezolana?
ANTONIO SANCHEZ GARCÍA
El Nacional. Caracas, 29 de abril de 2014


Tras 22 años de secuestro del Estado de Derecho y ruptura del llamado hilo constitucional, hechos realidad desde el asalto al poder, hace 14 años, por parte del golpismo castrocomunista y reaccionario venezolano liderado por Hugo Chávez, los factores contrarios al régimen entonces establecido, autocalificados de “oposición democrática”, han terminado divididos en dos grandes bloques. El de quienes apuestan a la continuidad del establecimiento, mediante un desplazamiento del eje gravitatorio del gobierno del llamado madurismo – cualquiera sea esa realidad institucionalizada -  hacia un revival de la institucionalidad democrática entonces fracturada a través de un gobierno de los factores que hacen vida en la MUD y apuestan por ese desplazamiento sin traumas, por vía electoral y sin una ruptura existencial con el poder social y político del chavismo mediante el establecimiento de una suerte de cohabitación – digamos: una cuarta república ampliada o acondicionada a las circunstancias dominantes al presente -, de una parte;  y quienes, conscientes de la crisis de excepción que ha devastado al país y arrasado con su aparato institucional, partidos incluidos, apuestan por una refundación de la patria, echando los cimientos económicos, sociales y políticos de una nueva república. Con esto se cerraría todo el ciclo histórico abierto tras la caída de la dictadura de Pérez Jiménez y la fundación por los protagonistas del Pacto de Punto Fijo de la Venezuela moderna. Lo que el historiador Germán Carrera Damas ha venido en llamar la República Liberal Democrática.
Todas los reclamos contra “la polarización”, los ataques a “los violentistas y extremistas radicales de lado y lado” y los argumentos a favor de una tercera vía entre chavismo y antichavismo, propugnada por los partidos que integran la Mesa de Unidad Democrática que busca interlocución en el llamado “diálogo”, apuntan a la generación de las condiciones que permitan una suerte de superación dialéctica de la crisis que enfrenta a demócratas y autócratas fundiendo ambas representaciones en un extraño gobierno mixto MUD/PSUV, ya asomado por la figura más importante del Foro Sao Paulo, Lula da Silva, cuando propone una suerte de gran coalición, base político programática de concertación representada por las figuras de Nicolás Maduro y Henrique Capriles. El papel preponderante jugado en el apaciguamiento del grave conflicto que se vive en Venezuela por el canciller de Brasil, Figueiredo, a la cabeza de la delegación de Unasur –de hecho, el instrumento de injerencia internacional del neocastrismo suramericano – apuntaría en esa dirección. Siguiendo la proverbial sentencia de abogados litigantes, tal gobierno de concertación nacional pretendería salvar por lo menos el sombrero de quien parece estar ahogándose en el tormentoso mar de la crisis.
Dicha estrategia explicaría tanto la tónica de baja intensidad en los diálogos, como la pasividad de los factores de la opción MUD ante la continuidad de la represión por parte del régimen, así como el mantenimiento y agudización de la criminal violencia por parte de Maduro, que apunta exclusivamente a la represión brutal de las bases sociales de sustentación de las fuerzas opositoras propiamente antidictatoriales que consideran llegado el momento del desalojo y la culminación de una revolución democrática con el objetivo de la refundación de la República. Bajo esta perspectiva de la crisis, los herederos de las llamadas cuarta y quinta repúblicas estarían apostando a una neutralización y/o aplastamiento de la rebelión bajo la cuerda de un acuerdo de gobernabilidad a futuro, cuyas formas de realización concreta no habría sido todavía diseñadas.
Este “entendimiento” o “gran concertación nacional” propugnado por Lula da Silva y Dilma Rousseff – principales interesados en que cualquier cambio que se produzca en Venezuela no vaya en desmedro de los poderosos intereses de la burguesía brasileña en Venezuela – tendría que contar, obviamente, con todos los miembros de Unasur, y no podría haberse alcanzado sin la anuencia del gobierno cubano – principal víctima de un desalojo del poder a manos de los factores revolucionarios que llevan adelante la insurgencia en Venezuela – y los gobiernos filo castristas de la región: principalmente Argentina y Chile. De allí el protagonismo de los cancilleres Luis Alberto Figueiredo, de Brasil; Héctor Timerman, de Argentina y Heraldo Muñoz, de Chile, en la mediación de los dos factores de la crisis permeables a la concertación “a la venezolana”: el madurismo y la MUD.
Si a un año y medio de la invasión por las tropas hitlerianas de la Rusia soviética tanto Hitler como Stalin apostaron al Pacto Ribbentrop-Molotov, y Kissenger y Le Duc To acordaron la Paz de Vietnam en las conversaciones de París, ¿por qué Nicolás Maduro y Henrique Capriles no se mostrarían dispuestos a alcanzar un consenso de cohabitación construido sobre las devastadas ruinas de una Venezuela ensangrentada, esquilmada y escarnecida?
El intento parece navegar viento en popa. Otra cosa muy distinta es que llegue a buen puerto. Una elemental objetividad muestra que la polarización ha alcanzado los extremos, la rebelión parece estar muy lejos de haber declinado y el acuerdo político entre Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma cuenta con un soberbio respaldo popular. No parece todavía el momento de saltar el Rubicon y exclamar, como Julio César: Alea Iacta est, la suerte está echada.

Asdrúbal Aguiar: Se salvó la carta democrática

Se salvó la carta democrática
ASDRÚBAL AGUIAR
Diario Las Américas. Miami, 29 de abril de 2014


El Sistema Interamericano, en su conjunto, revela paradojas que no dejan de sorprender, pero son alentadoras. En medio de las frustraciones que provoca en los espíritus democráticos el desprecio actual de la OEA por la democracia verdadera, sobre todo desde cuando el marxista chileno José Miguel Insulza asume su secretaría, algunas de sus entidades -las decentes, diría Vaclav Havel- se resisten al predominio de la corrupción intelectual que a todas las envuelve e intentan salvar el patrimonio de libertades construido a pulso en las Américas desde 1948.

La OEA nace como mecanismo de seguridad colectiva para nuestras endebles democracias, tanto como el Congreso Anfictiónico de Panamá, apuntalado sobre el principio de la No intervención, quiso ser en 1826 el ángel protector de nuestras repúblicas emergentes, para alejar de sus senos una tradición monárquica tricentenaria.

En 1959, al formular la Declaración de Santiago, hace notar que la democracia no se reduce a elecciones sino que demanda algo más, a saber, respeto por los gobernantes de los derechos humanos, primacía del Estado de Derecho, alternancia en el ejercicio del poder, separación e independencia de poderes, y libertad de prensa, entre otros estándares. Y al aprobar en 2001 la Carta Democrática Interamericana, renovando su doctrina vinculante y por apreciar en la región una suerte de vuelta atrás e inédita, a saber, el cese de las prácticas democráticas por parte de gobiernos democráticamente electos -era el caso de Alberto Fujimori, en Perú - entiende la OEA que lo postulado como desiderata era ya norma imperativa e insoslayable; sobre todo, después que la mayoría de los Estados miembros se sometieron a los dictados de la Convención Americana de Derechos Humanos.

Ese esfuerzo de decantación de la democracia, en efecto, sufre un grave revés con el advenimiento de gobiernos que optan por servir utilitariamente al eje Socialista del siglo XXI, con residencia compartida entre Caracas y La Habana, y al encontrar como interlocutor de conveniencia al secretario Insulza. Y de la misma manera que aquéllos deciden manipular a la democracia para vaciarla de contenido, éste le quita su teleología al citado principio de la No intervención, para que tales gobiernos pudiesen, a sus anchas, tremolar la idea de la soberanía a fin de encubrir sus violaciones a la misma democracia y a su columna vertebral, el respeto y garantía de los derechos humanos.

Insulza ha cohonestado los procesos de desmantelamiento democrático ocurridos en Ecuador y Venezuela, y ante la queja de sus opiniones públicas, víctimas del deterioro en los activos de la democracia, apenas declara que se trata, sea en el caso de Rafael Correa o de Hugo Chávez y ahora de Nicolás Maduro, de gobernantes electos; cuyas gestiones, si acaso atraviesan por dificultades, en modo alguno han afectado al ejercicio de la democracia. Y al referirse, de modo específico, a la Carta Democrática y sus normas, opta por devaluarla, haciéndose el escurridizo, y al excusarse afirma que no le está permitido inmiscuirse en los asuntos internos de los miembros de la Organización.

En buena hora, recién, tanto la Corte como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en ejercicio de sus autonomías institucionales y a despecho del Consejo Permanente de la OEA -cenáculo político que reúne junto a Insulza a los violadores potenciales de la Carta Democrática- han decidido salvarla de su despeñadero.

A propósito de los Casos de la Corte Suprema y del Tribunal Constitucional del Ecuador, sentenciados en 2013, la Corte declara la responsabilidad internacional de dicho Estado por haber destituido masivamente a sus jueces -como ocurriera en Venezuela en 1999- y señalada, en lo particular, que ello representa un atentado a la democracia que afecta gravemente el principio de independencia y autonomía de la Justicia, previsto en el artículo 3 de la Carta Democrática.

A su vez, la Comisión, al presentar su informe anual 2013, expide un informe especial sobre Venezuela para destacar como premisa que su gobierno también ha desconocido la Carta Democrática Interamericana al violentar su gobierno el Estado de Derecho y con ello menoscabar la autonomía de los jueces, tanto como por haber trastocado el principio de sujeción de los cuerpos armados de la república -la Fuerza Armada Bolivariana- a la autoridad civil legalmente constituida.

En suma, la Corte y la Comisión salvan a la Carta Democrática y el honor de las Américas, defendiendo a la democracia como derecho humano de los pueblos y al decir lo que ha negado Insulza, a saber, que tanto en la Venezuela de Maduro como en el Ecuador de Correa la democracia dejó de existir. Es algo, no poco.

*Exjuez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos

Rafael Poleo: Ilustres golpistas

Ilustres golpistas
RAFAEL POLEO
El Nuevo País. Caracas 29 de abril de 2014 (Blog de Pedro Mogna)

Beatriz de Majo: Nació muerto

Nació muerto
BEATRIZ DE MAJO
El Nacional. Caracas, 29 de abril de 2014

No puedo gastar el escaso espacio de esta columna para alabar las virtudes del acto de dialogar. Los países que se animaron a acompañar a Venezuela en este ejercicio deben haberle apostado a lo mismo: a la necesidad imperiosa de buscarle una salida a una nación que se desangra, que se desbarata en pedazos, que tiene su futuro y el de sus nacionales destruido.
Las escasas semanas que han transcurrido han sido suficientes para poner de bulto lo estéril del esfuerzo, lo inútil de dedicarle tiempo, atención y voluntad a un proyecto que antes de ser parido ya estaba muerto.
Lo que para los venezolanos era una intuición nacida de tres lustros de demostraciones de avasallamiento y de intolerancia, de insultos y de exclusión de la “otra” mitad del país, ahora se está tornando evidente ante  los ojos de quienes desde afuera observan nuestra realidad con preocupación y ante quienes tuvieron la buena fe de invertirse personalmente en tratar de hacerlo funcionar. Para estas horas ya tiene que ser claro para ellos - los emisarios de Colombia, Brasil y Ecuador-  los propósitos del gobierno que no son otros que los de perpetuar su manejo omnímodo del poder sin consideración alguna en cuanto al respeto de las ideas y los derechos de la contraparte,  además de su inexistente voluntad de corregir el rumbo de las políticas que llevado al país a la actual  crisis.
Para estas horas ya deben haber entendido los cancilleres Ricardo Patiño, Luis Alberto  Figueiredo y María Ángela Holguin, así como el representante del Vaticano, que a los estudiantes les ha asistido la razón cuando se han negado a formar parte de esa perversa maniobra de distracción, de ese circo montado por la inteligencia cubana con la sumisa aquiescencia de la agotada revolución heredada por el madurismo.
La guinda de la torta ha sido la aberrante decisión del TSJ de impedir cualquier expresión de disidencia que intente manifestarse públicamente, al convertir al descontento opositor en delitos susceptibles de persecución legal. Tal imposición del silencio fraguada desde la máxima autoridad judicial constituye el más abyecto despropósito y la más evidente demostración de totalitarismo que es la regla en un gobierno que ante la comunidad internacional se ufana de abrir la puerta al diálogo. 
Ante la mirada atónita de los acompañantes externos de ese falaz proceso de conciliación de intereses, el lenguaje presidencial – quien debería dictar la tónica del entendimiento- se ha tornado el más cáustico con sus contrapartes y descalificador de sus interlocutores,  al tiempo que no deja de reiterar que quienes allí se sientan no pueden esperar rectificación alguna en el accionar oficial.
El gobierno está desnudo frente al país pero cada día se desnuda más ante los países que han querido prestar sus buenos oficios para sacarnos del camino al despeñadero. Hoy deben estos estar lamentando acompañar a Venezuela en la construcción de un futuro que, por esta vía, simplemente  no va a llegar.

Roberto Giusti: Vargas Llosa: preguntas sin respuesta

Vargas Llosa: preguntas sin respuesta
ROBERTO GIUSTI
El Universal. Caracas, 29 de abril de 2014

La entrevista fue imposible y el temario, que se ofrecía útil a los lectores, abortó en la nada
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 Cuando se me ofreció la posibilidad de entrevistar a Mario Vargas Llosa supe que estaba ante un gran desafío porque se trata de un personaje cuya riqueza intelectual, fecunda imaginación y pasión por el saber, va mucho más allá de los dominios naturales de quien se conoce hoy en día como un "buen escritor". Hombre universal y explorador acucioso de las más disímiles realidades, Vargas Llosa ha pasado a encarnar la figura de alguien que, él mismo advierte, ha desparecido en estos tiempos: el "escritor mandarín". Es decir, aquel que "hace las veces de guía y maestro en todas las cuestiones importantes y suple un vacío que, por la escasa participación de los demás en la vida pública o por falta de democracia o por el prestigio mítico en la literatura, sólo "el gran escritor" parece capaz de llenar".

Y aunque la cita anterior pareciera tener visos de autorretrato (en este caso justificados), no se trata de eso porque él lo desmiente con el título de la nota (El País, 11-1994): "La muerte del gran escritor". Allí, parafraseando un ensayo de Henri Raczymow, (crítico francés), Vargas Llosa advierte cómo un Flaubert, un Proust, un Balzac o un Baudelaire, cuyas obras trascendieron en el tiempo, son producto de un pasado aniquilado por la sociedad democrática, que ha convertido la literatura en "producto industrial" y al libro en "mera mercancía" efímera, sometida a la ley de la oferta y la demanda.

No obstante su faceta política, como uno de los más conspicuos y versátiles propagadores del liberalismo (su discurso no se limita al aspecto económico), es la predominante y la mejor prueba de esto son sus dos última visitas a Caracas donde se le consultó, se le exaltó y se le aclamó solo por su credo liberal y el coraje de venir a un país cuyo gobierno le es hostil. Así, quizás su ego de escritor, al fin y al cabo su verdadera razón de ser, se debe sentir un tanto magullado al habérsele negado, incluso, el infaltable tópico: "¿Y de qué va su próximo libro?

En fin, que la entrevista fue imposible y el temario elaborado por este reportero, para someterlo a una conversación que se ofrecía útil a los lectores, abortó en la nada. Pero como el asunto demandó algunas horas de reflexión y estudio, me permito ofrecer la parte que me corresponde en un cuestionario que, seguramente, en la dinámica del diálogo, habría tomado caminos insospechados.

Usted afirmó en Caracas la necesidad de "una fórmula electoral que permita la transformación de Venezuela sin violencia". Pero el 9 de marzo, en su columna de El País, "Piedra de toque", calificó de ingenuo al exguerrillero salvadoreño Joaquín Villalobos, quien en ese mismo diario aconsejaba a la oposición venezolana desechar "la acción directa" y acudir al método electoral. ¿Cómo explica ese cambio de postura en tan poco tiempo?

Augura usted el rescate de la democracia venezolana, lo atribuye al movimiento estudiantil y aclara que se debe acudir al método electoral, pero hace pocas semanas se preguntaba: "¿Quién garantiza que habrá futuras elecciones dignas de ese nombre en Venezuela? ¿Lo fueron las últimas, en las condiciones de desventaja absoluta para la oposición en que se dieron, con un poder electoral sometido al régimen, una prensa sofocada y un control obsceno de los recuentos por los testaferros del gobierno?".

Dice usted que si el diálogo es auténtico y busca la reconciliación nadie puede estar en contra. Pero también afirma que Venezuela marcha hacia el totalitarismo al estilo cubano. Le pregunto: ¿Se pudo dialogar con los Castro, con Stalin o con Mao?

Condena los atentados contra la libertad de expresión, pero en su libro La civilización del espectáculo, ataca al periodismo "escandaloso" (también al serio) haciéndolos responsables de la banalización que viven las sociedades democráticas. ¿No le da usted razones al gobierno venezolano para reducir aún más el margen de libertad que queda?

Esa indiferencia de la sociedad por una actividad política que usted califica de desprestigiada, ¿no informa que algo anda mal en los países democráticos y capitalistas, mientras en Venezuela hay una creciente conciencia política y una disposición de lucha?

Según usted Uruguay, con un gobierno de izquierda, tomó la senda de la democracia y la economía de mercado. Pero al hacerlo, ¿cómo seguir autoproclamándose de izquierda? ¿Hay, acaso, un liberalismo socialista?

Usted escribió un ensayo y homenaje a la obra de García Márquez, (Historia de un deicidio). Luego sus caminos se bifurcaron. ¿Cómo se sintió cuando supo de la muerte de quien fuera su amigo (luego no tan amigo) y compañero del boom latinoamericano? Por último: ¿de qué va su próximo libro?

@rgiustia

Nelson Bocaranda: Runrunes. Helados Derretidos

RUNRUNES
NELSON BOCARANDA
El Universal. Caracas, 29 de abril de 2014

ALTO
HELADOS DERRETIDOS: La empresa emblema cubana Helados Coppelia no ha dejado de recibir recursos desde su instalación en 2012 a pesar de que el propio Chávez supo que la fábrica de helados ubicada en el estado Falcón abrió y cerró por falta de insumos en tres semanas. La periodista de investigación Lisseth Boon informaba ayer que la casa matriz en La Habana recibirá 4 millones de dólares para su modernización vía Convenio Cuba-Venezuela. El 15 de noviembre de 2012 el Caudillo anunció una "empresa que sería ejemplo para el mundo" (como varias decenas de otras que están igual o peor hoy día) en una cadena desde la planta Coppelia inaugurada el 21 de octubre durante el primer gabinete económico que realizó Chávez. Tres sabores fueron anunciados: mantecado, fresa y chocolate a un precio de 9,50 bolívares, para ser comercializados en Café Venezuela, Arepera Venezuela y Panaderías Venezuela. Tres semanas después Chávez preguntó: "¿Por qué no están produciendo helados?". La ministra Meléndez dijo que una máquina iraní "estaba estropeada y faltaba un repuesto". Hasta hoy, otro fracaso "hecho en socialismo"...



CEMENTO ROJO: El tema de la baja producción de cemento en el país tiene demasiadas aristas entre la que más destaca la corrupción generalizada en los estamentos de la burocracia roja. Desde las luchas internas entre los sindicatos cementeros hasta las mismas luchas entre los militares que han controlado algunos de los puntos clave para la producción y la distribución del valioso elemento para la construcción de viviendas. En medio de estas luchas intestinas salió el tema de la destitución sorpresiva del general Barrientos, señalado "indirectamente" de excesivo burocratismo en un tuit personal de Maduro. Barrientos había destituido de la presidencia de Cemento Andino al ingeniero Crisanto Silva (ha circulado al frente de organismos relacionados con materiales de construcción como ese renglón y vidrio) y tras su salida del Ministerio de Industrias fue inmediata la restitución de Silva en el cargo cementero. Indicativo adicional de las divisiones y grupos que a cuchillo silente se enfrentan en el alto gobierno de Maduro. La edición Nº 1005 del semanario La Razón del 13 de abril titulaba así en su primera página: "Militares desvían el cemento". Allí mencionaba Orlando Chirinos, coordinador nacional de la Alianza Nacional de Trabajadores Cementeros como hubo un funcionario designado por el Gobierno que vendía cupos de cabillas y cemento siendo miembro de la directiva de Venezolana de Cemento. Cita igual en la entrevista que le hace el periodista Carlos Díaz que "se han visto funcionarios militares que desvían camiones que salen de la planta. El Gobierno sabe lo que está pasando allí". Nuestros consecuentes lectores pueden dar fe cómo a través de esta columna y mi portal he tocado ese tema desde que expropiaron y cambiaron los nombres a las anteriores empresas privadas productoras de cemento: Cemex de México es Venezolana de Cementos. La francesa Lafarge es Fábrica nacional de Cemento y la suiza Holcim es Industria Venezolana de Cemento. Chirinos enfatiza: "Esta unificación se realizó con grandes deficiencias operativas, de comercialización y laborales. Por ejemplo la gestión de Natacha Castillo (esposa del ex vicepresidente, ex ministro de Agricultura y hoy de exteriores Elías Jaua) dejó a Venezolana de Cementos en la destrucción total. Dejó una empresa deteriorada y eso tiene que investigarse y auditarse. "Ella se fue sin dar explicación alguna". Igualmente informa que la producción de cemento ha bajado a menos de 50% habiendo hoy más burocracia y menos diálogo con los trabajadores. En las fechas: 25 de septiembre 2008, 22 de febrero 2013, 8 de agosto 2013 y 8 de febrero 2014 denunciamos situaciones del sector que, de haberse tomado en cuenta, podían haber cambiado la realidad que hoy se sufre en el sector. Robolución en marcha...

MEDIO

¿DÓLARES NEGOCIADOS?: Circula un informe en el alto gobierno supuestamente logrado dentro de la Gran Misión Eficiencia o Nada (ordenada por el Comandante Supremo) cuando el pasado 20 de junio de 2013 una comisión del Cuerpo de Inspectores Socialistas de la Presidencia de la República inspeccionó la sede del equipo de basquetbol "Los Guaiqueríes de Margarita", nacionalizados en 2011 junto a la naviera Conferry. Entre las muchas irregularidades encontradas se toparon con unas empresas fundadas en EEUU para las que sacaban recursos desde Margarita y que pertenecen a los directivos del equipo. Los documentos dan cuenta de las tres compañías, los acuerdos con Cadivi y Rusad y las cantidades de los envíos por montos de $1.600.000 y $70.000 de los que se desconoce su utilización. Los contratos "asegurados" con los jugadores para la temporada 2012-2013 llegan a casi el millón de dólares. Se realizaron contrataciones aseguradas hasta el final del sorteo y despedían a los jugadores casi de inmediato, algo que no se realiza nunca en una liga como la venezolana. De los contratados Rodney White solo jugó un partido de pretemporada y su contrato fue de $345 Mil; Lonny Baxter solo $15.000 por cuatro partidos y Babacar Camara no jugó ninguno pero se le deben $24.750. La deuda asciende a $846.532,48. El presidente de la Sociedad Mercantil Guaiqueríes Hantony Coello es viceministro de Juventud pues fue compañero de escuela del ministro de Deportes del momento y hoy de Educación Héctor Rodríguez quien habría dado el visto bueno a las erogaciones. ¿Se sabrá qué pasará con esta investigación? ¿Estará esa empresa dentro de la lista de Cadivi que aún no han entregado ni el ministro Giordani ni el vice Arreaza como prometieron?...

BAJO

SILENCIO Y DIVISIÓN: Una buena fuente que conoce bien los cuerpos de inteligencia rojos me indicó que presume que los captores de la colega Nairobi Pinto hayan sido integrantes de un grupo policial cercano al ex ministro del Interior y gobernador de Aragua, Tarek El Aissami. Hombre de la más absoluta confianza del Presidente y su combatiente, este miembro del PSUV tiene agallas para considerarse "precandidato" presidencial desde ya. No sería de extrañar que hubiera querido ganar unos puntos con Maduro al tratar de conseguir información de Pinto, una de las mejores amigas de la dirigente estudiantil Gaby Arellano quien ha participado en movimientos estudiantiles en Táchira, Mérida, Carabobo, Lara y Caracas. Los detalles los publico en www.runrun.es complementándolos con crónicas de otros colegas que aportaron interrogantes sin contestar.

@nelsonbocaranda