sábado, 6 de junio de 2015

José Domingo Blanco (Mingo): ¡Qué papelón!

¡Qué papelón hizo la delegación venezolana en la ONU! ¡Qué pena! No pudieron responder las preguntas básicas para aprobar el examen sobre el cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. ¡Ponchados! ¡Raspados! ¡Cero uno! Es que no se puede justificar lo injustificable. Y a la ONU no se puede ir con el mismo discursito con el que aquí el gobierno pretende librarse de culpas. Imagino que, previo al viaje, los preparativos de nuestra delegación se centraron más en los tours, restaurantes y sitios de interés que visitarían en Ginebra. No logro dejar de imaginarlos planificando una larga caminata por el lago Lemán, empacando la cámara para tomarse la foto de rigor en Le Jet d'eau, revisando en Internet cuáles son los lugares dentro del top 5 para comer la mejor fondue de la región y el nombre de la joyería de moda para adquirir algún relojito, de esos con los que los suizos se han ganado su fama internacional. Los imagino así, como quien planifica las vacaciones; pero, jamás, preparándose para asumir con seriedad y responsabilidad la batería de preguntas –nada complacientes ni displicentes– sobre la situación deplorable en la que se encuentra nuestro país, y con los que los recibieron en la sede de las Naciones Unidas.
Ah, pero con todo y el papelón de Menéndez, y el resto del combo, Suiza siempre es, y será, un privilegio. Por supuesto, al que hoy solo tienen acceso unos pocos –en su mayoría robolucionarios–. Me pregunto si nuestra flamante delegación tendría previsto visitar a Esquivel o prefirieron no seguir rayándose más. ¡Una visita de ese calibre podría poner muchas cosas en tela de juicio! No, quizá ni lo asomaron. Mejor no revolver el avispero, no vaya a ser que más de uno terminase salpicado. No, claro que no: no vale la pena empañar el viajecito. Si hasta tienen todos los gastos cubiertos, con viáticos a 6,30, con cargo a las cuentas de la nación. Otra dimensión. ¡Qué sabrosos esos viajes de los robolucionarios: libres de las limitaciones que impone Cencoex! Y el cheque de los viáticos: ¿de cuánto estaremos hablando? ¿Devolverán los euros o dolaritos sobrantes o estarán autorizados a quedárselos? Porque, de ser así, supongo habrán aprovechado de abrirse una cuentica de ahorro en alguno de esos bancos de por allá; pero, de los que aún no les han sacados trapitos sucios al sol. Si algo ha demostrado la gente del desgobierno es que, a la hora de viajar, no se eximen de lujos, incluso en esta época de crisis, escasez y pobreza que vivimos en el país. ¿Cuánto nos habrá costado el viajecito de Menéndez y su combo? ¡Y para hacer semejante papelón! Porque nunca me cansaré de repetir que ese dinero –que el gobierno gasta como si fuese suyo-– sale del bolsillo de nosotros, los venezolanos.
Y haciendo gala del mayor caradurismo, Menéndez –a quien otra vez imagino desesperado por acabar la interpelación; pero, para poder contemplar los cisnes que nadan plácidamente en el lago Lemán– no pudo justificar, ni argumentar, ni demostrar, ni explicar ante los miembros de la ONU –esa gente tan seria y poco dada a la improvisación– qué es la guerra económica, ni por qué en Venezuela no hay maíz para hacer arepas, o por qué ahora se dice que nuestro país está entre los más violentos del mundo. A esa gente de la ONU, acostumbrada a debatir con base y raciocinio, les debe haber dado pena ajena la respuesta pueril del ministro: una salida como la que usan los chamos cuando no tienen razón. ¿Qué podemos esperar de este charlatán de claustro comunista, mequetrefe adulador, pupilo de Giordani? El ministro de Planificación es incapaz de entender lo social desde la pobreza. No puede expresarlo y mucho menos en un escenario de esa naturaleza. Quizá por eso la invitación a que los miembros de la ONU vinieran a Venezuela; tal vez, para lavarse las manos y dejar que sus antecesores –a los que, muy en el fondo, considere los verdaderos responsables– salieran al paso en defensa de los avances de la revolución.

El comunista necesita que la vida colectiva se desarrolle en un clima de pobreza, desigualdad e injusticia. Sabe que no debe incrementar el nivel de educación de los más desposeídos, porque necesita cercenar sus capacidades. Al comunista le urge que toda persona tenga limitaciones materiales, porque esa es la única manera como se procuran su subsistencia. Los comunistas, los de antes y los de ahorita, manipulan los indicadores de educación, salud y seguridad social, para maquillarse el rostro de opresores que realmente tienen y esconder las penurias de sus víctimas. El comunismo es una poesía para quienes lo imponen y una pesadilla para quienes lo padecen. Quedó demostrado –Menéndez así lo ratificó– que el comunismo no produce ni bienes ni bonanzas. Mucho menos, calidad de vida.
Por eso, Menéndez y su combo tenían que salir rápido de ese compromiso con las Naciones Unidas, porque no tenían más argumentos para seguir escondiendo la pobreza y las consecuencias que de ella se derivan. Porque la pobreza, en Venezuela, amenaza a cada profesor universitario que, con su sueldo, no logra cubrir la canasta alimentaria. Pero, Menéndez no sabe qué es eso; porque él gana mucho más. Y viaja a Suiza, pagado por todos nosotros, a defender lo indefendible… ah, y por supuesto: a comer fondue en cualquier restaurancito lujoso que esté a orillas del lago Lemán.


José Domingo Blanco (Mingo)
¡Qué papelón!
El Nacional. Caracas, 6 de junio de 2015

Fausto Masó: Ojo, van por mal camino

El futuro despierta inquietud, fatalmente vamos hacia la violencia: el gobierno sabe que no hay tal guerra económica pero está incapacitado para reconocer que el legado de Chávez lo lleva a toda velocidad hacia el desastre. No se decide a tomar medidas simples, como aumentar el precio de la gasolina, o simplificar el control cambiario. Esa estupidez conduce hacia la represión. Lo ocurrido en Aragua anuncia la clase de campaña electoral que nos aguarda, o algo peor, que el chavismo buscará suspender las próximas elecciones. Este es un mal camino, el de la violencia y el aislamiento internacional, pero si entierran la cabeza en la arena, no reconocen la realidad, cederán ante la tentación de imponerse a la fuerza. A la oposición le toca denunciarlo. Ya.
Ahora hasta los supuestos aliados del chavismo critican al gobierno en los foros internacionales, como lo hicieron Shiqiu Chen y Mohammed Ezzeldin Abdel-Moneim, representante el primero de China.
Los expertos del Comité de la ONU sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales no se tragaron los cuentos de la legación venezolana a Nueva York ¡compuesta por 20 funcionarios!, un despilfarro de esos dólares que faltan para traer alimentos a Venezuela.
¿Qué es la guerra económica?, preguntó Chen, que casi les pide que no los hicieran reír porque tenía el labio partido. Pero ¿de qué se trata el concepto de “guerra económica?, preguntó también Mohammed Ezzeldin Abdel-Moneim. Chen pidió que le dijeran quién lleva a cabo dicha “guerra económica”, nada menos que contra un país petrolero.
Asombrosamente el ministro del Poder Popular para la Planificación, Ricardo Menéndez, exigió “no banalizar la guerra económica” y la culpó de la caída de los precios petroleros.
Dios mío, hasta los niños de pecho saben que los precios del petróleo cayeron por la decisión, correcta, de los sauditas de defender el merado, con argumentos que la propia Venezuela está aceptando ahora, porque obviamente es importante impedir que surjan nuevos competidores, no abrirles el camino con precio artificialmente elevados.
Cuando se levante el embargo, las condiciones económicas no mejorarán sustancialmente en la isla, porque siempre ha podido vender sus productos al resto del mundo, solo que no produce nada. Le pasa lo mismo que a Venezuela con el agravante para Cuba de que le falta el ingreso petrolero. Es el manejo desastroso de la economía lo que ha traído la miseria a los cubanos, no que hayan prohibido a los norteamericanos viajar como turistas a la isla.
El chavismo olvida que un buen empleo, buenas empresas privadas, son la base de la prosperidad de los ciudadanos de cualquier país, no los planes sociales.
Con respecto al derecho a la alimentación, otro de los temas más destacados durante el diálogo, el experto Olivier De Shutter señaló “la discrepancia” que a su entender existía en el hecho de que el gobierno diga apoyar a los campesinos y afirme haber realizado una reforma agraria, “y que Venezuela importe entre 65% y 70% de todos los alimentos que consume”.
Al atribuir la crisis económica a Estados Unidos se atribuye a Washington un dominio fantástico de la economía mundial, y aunque esto fuera cierto, la agricultura venezolana y la cubana pudieran alimentar a los habitantes de sus países.
En Venezuela cada vez más dirigentes chavistas reconocen la realidad y no se dejan cegar por la ideología. Ante el desastre, aumenta la violencia oficial, agreden a los periodistas, como ocurrió recientemente en el municipio Mario Briceño Iragorry. Le toca a la oposición denunciarlo, lo que quizá impida que Maduro tome este camino hacia el infierno.


Fausto Masó
Ojo, van por mal camino
El Nacional. Caracas, 6 de junio de 2015

Lilian Tintori y Patricia Ceballos: Por la paz en Venezuela

El 30 de mayo, los venezolanos se unieron en defensa de la libertad y la justicia. Vestidos de blanco como un símbolo de esperanza para el cambio pacífico, miles de manifestantes se reunieron para rezar y exigir el fin del régimen autoritario que ahoga a nuestra nación. Ese día, la multitud salió a las calles pese a las amenazas de violencia.
En Venezuela vivimos con miedo. Nuestra situación económica ha resultado en escasez de alimentos, medicinas y hasta de papel higiénico. Al perder el control, Nicolás Maduro usa cada vez más métodos represivos. Tenemos hoy 77 presos políticos. Los tribunales ignoran al 97% de las denuncias, dejando a los ciudadanos en un estado de indefensión. El gobierno opera en la absoluta impunidad al no haber independencia del poder judicial.
La masiva convocatoria de la semana pasada fue lanzada por Leopoldo López, quién desde hace un año y tres meses se encuentra ilegalmente preso, a través un video difundido desde su celda de la cárcel de la prisión militar de Ramo Verde. A continuación, comenzó una huelga de hambre para protestar y exigir la liberación de todos los presos políticos y que se fije una fecha para las elecciones parlamentarias de este año. Más presos políticos y estudiantes se sumaron a la huelga, entre ellos Daniel Ceballos, ex alcalde de San Cristóbal, depuesto ilegalmente de su cargo.

Iniciar una huelga de hambre es una decisión drástica. Leopoldo, Daniel, y quienes los acompañan, lo hicieron motivados por la indignación, ante la convicción de que Venezuela está dirigiéndose hacia un colapso humanitario. La semana pasada, Daniel fue removido a la fuerza de su celda en Ramo Verde y trasladado a una prisión remota. Es el castigo del gobierno por haber ganado la candidatura en las elecciones primarias para la Asamblea Nacional. Hoy, el cuerpo de Daniel está empezando a fallarle: tiene constantes mareos y dolor de cabeza, le duele el riñón derecho, se le adormecen sus labios, manos y pies.
El 22 de mayo, Lilian pudo visitar a Leopoldo por primera vez en 35 días. El 31 de mayo, Patricia visitó a Daniel por primera vez desde su traslado ilegal. Como el gobierno suspende las visitas constantemente sin previo aviso, no sabemos cuándo podremos visitarlos nuevamente. Nuestra separación forzosa es la manera que el gobierno nos castiga por nuestro activismo y por el coraje de nuestros maridos, quienes llevan a cabo el acto extremo de una huelga de hambre como un compromiso con los venezolanos que sufren.
Ante esta situación, recurrimos a la comunidad internacional. En primer lugar, para presionar al régimen de Maduro para que finalmente fije una fecha para las elecciones parlamentarias. Una vez que se establezca una fecha, podremos tener observadores electorales calificados de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) para garantizar la legalidad y la imparcialidad de las elecciones.
En segundo lugar, los líderes mundiales pueden continuar visitando Venezuela para ver nuestra crisis, compartir con el mundo nuestra situación y recordarle a Maduro que está siendo observado y que no habrá impunidad ante sus acciones. Finalmente, ante el encuentro que iba a celebrarse en Roma entre el papa Francisco y Nicolás Maduro [finalmente cancelado], invocamos la ayuda del santo padre para que nuestros maridos no arriesguen sus vidas en vano.
Mientras tanto, nosotras nos hemos convertido en objetivos del régimen de Maduro. Nos han calumniado en los medios de comunicación del Estado y se nos ha acusado de traicionar a nuestro país. Nosotros hablamos en contra del gobierno porque amamos nuestro país y porque creemos en una Venezuela libre y unida que respete los derechos de todos. Nuestros esposos siempre dicen que el que se cansa, pierde. No nos cansaremos porque están en juego sus vidas y las vidas de todos los venezolanos.

Lilian Tintori es la esposa del líder de oposición detenido Leopoldo López. Patricia Ceballos es la alcaldesa de San Cristóbal, Venezuela. Fue elegida después de que su marido Daniel Ceballos fue encarcelado arbitrariamente y despojado de sus cargos de libre elección.

Lilian Tintori y Patricia Ceballos
Por la paz en Venezuela
El País. Madrid, 7 de junio de 2015