lunes, 27 de julio de 2015

Rafael Poleo: El mazo inútil

 
Rafael Poleo
El mazo inútil
El Nuevo País. Caracas, 27 de julio de 2015 (Bitácora de Pedro Mogna)

Armando Durán: Aquí no pasa nada

Hace pocos días, varios tuiteros arremetieron contra mi columna del lunes pasado, “Hacia la simulación del 6 de diciembre.” No es esta la primera vez que algunos escribidores de 140 caracteres se rasgan las vestiduras, indignados a más no poder por mi insistencia en denunciar las maniobras antidemocráticas del régimen. Según escribió uno de ellos, porque no entienden qué tengo en la cabeza para actuar como si fuera un monje budista, muy pasado de moda, dice, que se prende fuego en señal de protesta. En otras palabras, que soy idiota o estoy loco.
Si menciono ahora estos agresivos y anónimos mensajes inquisitoriales, es porque esos textos reflejan un curioso modo de asumir e interpretar la realidad política del país. Y porque soy yo quien no entiende cómo ni por qué, mientras Nicolás Maduro y sus lugartenientes ponen implacablemente de manifiesto, cada día con mayor claridad y contundencia, que no son demócratas ni nada que se les parezca, y que contra viento y marea actúan resueltos a llevar hasta el final del camino su perverso proyecto de reducir Venezuela a escombros para construir sobre sus cenizas los fundamentos de una patria diferente a la que hemos conocido, totalitaria, oscura y silenciosa, algunos dirigentes de la oposición prefieren engatusar una vez más a la población opositora con el infeliz cuento de los pajaritos preñados. “Creo en Dios y en el voto”, sostenía el martes pasado, con certeza ciega, una tuitera desconocida.
Es decir, que a pesar de todos los pesares, ciertos dirigentes partidistas, sin serlo, se creen líderes, hacen como si en Venezuela no pasa ni hubiera pasado nada durante los últimos 15 años, afirman que sólo tenemos un déficit perfectamente remediable de democracia si acudimos a las urnas de diciembre y anuncian a tambor batiente que como al fin ahora sí somos mayoría, vamos a ganar esas elecciones y entonces, a fuerza de manos alzadas en la Asamblea Nacional, grandes discursos y leyes portentosas meteremos al gobierno en cintura y lo cambiaremos todo a corto plazo. Y si en esta ocasión tampoco lo logramos, tal como se conformaba hace un par de semanas el ex dirigente estudiantil Stalin González, tranquilos, en 2019 habrá elecciones presidenciales.

No obstante, la cruda realidad es otra: la crisis, valga decir, el derrumbe político, moral, económico y social de la nación, la hiperinflación asfixiante, la escasez como política de Estado, la inseguridad que diezma sin piedad a la población, la carrera del bolívar hacia su desvanecimiento total y la más opresiva y agotadora hegemonía comunicacional, es lo que tenemos. Todo ello como recursos implacables para impedir que la “derecha”, o sea la oposición, gobierne de nuevo en Venezuela.
Los psicólogos sociales, los antropólogos y los historiadores tienen ante sí la tarea de investigar y explicar por qué la sociedad venezolana prefiere no ver lo que está a la vista, por qué trata tercamente de evadir esa realidad y, sobre todo, por qué opta por aferrarse a las pocas y banales ilusiones que le ofrece el régimen a sus adversarios políticos desde 1999 con la finalidad de alimentar el espejismo de vivir en democracia. De ahí que rechacen con feroz hostilidad cualquier palabra, gesto o acción que perturbe lo que el régimen califica de normalidad democrática. Como si los enemigos a vencer no fueran los autócratas que encabezan el gobierno y someten a los ciudadanos a todos los desmanes y humillaciones del menú de opciones totalitarias, sino quienes de veras se oponen a ellos. Y como si en efecto, aquí, en la Venezuela bolivariana, chavista, socialista, antiimperialista y, sobre todo antidemocrática, todos debemos entregarnos, con entusiasmo juvenil, a la misión de construir un mundo al revés, a la manera del inadmisible modelo cubano.

Armando Durán
Aquí no pasa nada
El Nacional. Caracas, 27 de julio de 2015

Edgar C. Otálvora: EEUU y Cuba hablan de Venezuela. Maduro calla


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 El secretario de Estado de EEUU John Kerry reunido con el canciller cubano Bruno Rodríguez el 20JUL15. Foto: State Department
Las operaciones de constructoras brasileñas en obras asignadas por los gobiernos de Venezuela y Cuba ya oficialmente son investigadas en Brasil, como parte de los procesos judiciales por corrupción.
El financiamiento por la banca estatal brasileña de obras públicas asignadas sin licitaciones por los gobiernos de los hermanos Castro y de Hugo Chávez a favor de la empresa Odebrecht, está siendo evaluado por la fiscalía brasileña como probables casos de tráfico de influencia por parte del expresidente Lula da Silva. Las conexiones políticas entre los Gobiernos de Brasil, Cuba y Venezuela habrían sido la base para beneficiar a Odebrecht, la cual junto a otras grandes empresas constructoras de Brasil inyectaban recursos a los partidos aliados de los gobiernos de Lula y Dilma Rousseff.
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El viernes 24JUL15 el Ministerio Público Federal brasileño imputó a Marcelo Odebrecht (CEO y nieto del fundador del poderoso grupo) y a su homólogo de la empresa Andrade Gutierrez, por los delitos de organización criminal, corrupción activa y pasiva y, lavado de dinero. Las acusaciones se basan en los movimientos de millonarios depósitos en el extranjero realizados a favor de funcionarios de la petrolera Petrobras.
Las investigaciones que comenzaron alrededor de las asignaciones de contratos de Petrobras ahora incluye el favorecimiento que los gobiernos de Lula y Rousseff habrían brindado a empresas constructoras para obras fuera de Brasil, tales como el puerto de Mariel en Cuba o extensiones al metro de Caracas. El 23JUL15 el diario Folha de São Paulo reveló que el Ministerio Público de Brasilia solicitó a la cancillería brasileña (Itamaraty) copia de todos los documentos que reposen en sus archivos desde el año 2005, en los cuales se haga referencia a Venezuela y a la empresa Odebrecht.
Presidentes
Raúl Castro, Dilma Rousseff, el empresario brasileño Marcelo Odebrecht, Ramiro Valdés y Nicolás Maduro el 27ENE14 en el Puerto Mariel en Cuba. Foto:Cubadebate
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La situación política venezolana forma parte de la agenda de conversaciones entre los gobiernos de EEUU y Cuba. Lo que era un secreto a voces, quedó confirmado tras la reunión de más de una hora el 20JUL15 en Washington entre el secretario de Estado de EEUU John Kerry y el canciller cubano Bruno Rodríguez. Si bien Kerry y Rodríguez ya habían sostenido una larga conversación de trabajo en Panamá, el 09ABR15, el encuentro en Washington adquirió especial relevancia al producirse con motivo de la reapertura ese día de relaciones diplomáticas entre los dos gobiernos y por ser una visita formal del canciller cubano al Departamento de Estado.
El 13JUL15, el vocero del Departamento de Estado, John Kirby, había asegurado que las recientes aproximaciones entre su Gobierno y el régimen venezolano no están vinculadas a las conversaciones con Cuba. Sin embargo, el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba y el cambio en su enfoque hacia el régimen castrista, ha sido presentado por el Gobierno Obama como un nuevo escenario que debería permitir mejores relaciones con la región. Esa es, al menos, la versión oficial y dentro de ella ahora queda palpable que Washington enfoca sus relaciones con el chavismo gobernante en Venezuela.
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Sin que el canciller cubano lo desmintiera, Kerry hizo público que en su reunión con Rodríguez se había tratado el tema “Venezuela”. Una semana después, la cancillería de Maduro no había hecho comentario alguno sobre lo ocurrido en Washington, pese a siempre estar presta a emitir declaraciones y notas de protesta contra cualquier Gobierno que opine sobre Venezuela.
“Hablamos específicamente de Venezuela con la esperanza de encontrar una mejor manera para salir adelante, ya que se beneficiaría toda la región, si ningún país como chivo expiatorio”, dijo Kerry a los periodistas presentes en el Salón Benjamín Franklin, tras hacer alusión a las reuniones de su asesor Tom Shannon con el Gobierno Maduro. En la última década los puentes de Washington con los Gobiernos de Chávez y Maduro habían sido los gobiernos de Brasil y Colombia de forma privilegiada. Pareciera que EEUU asumirá ahora a Cuba como interlocutor ante el chavismo, tema al cual la Casa Blanca, en todo caso, no tiene como prioritario.
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La posición del Gobierno Obama, según lo expresado a este Informe por actores del mundo diplomático latinoamericano con acceso directo a Kerry, es que EEUU no promueve acciones que puedan crear inestabilidad en Venezuela. EEUU sigue respaldando iniciativas regionales que faciliten diálogo político interno en Venezuela entre un gobierno débil y una oposición sin un liderazgo fuerte. Para Washington, el Gobierno venezolano no representa un foco de preocupación dada su menguada capacidad de influencia internacional. Maduro es evaluado por la élite diplomática de EEUU como un hombre que carece personalmente de interlocutores extranjeros de su confianza, aseguran fuentes consultadas. Reiteradamente, el Departamento de Estado ha dejado saber que las conversaciones del enviado especial Shannon a Venezuela y una reunión celebrada en Haití para acordar apoyo conjunto a ese país (en la cual participó Diosdado Cabello) han sido a solicitud de Maduro que se muestra ansioso de contar con un embajador en Washington.
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El presidente boliviano Evo Morales también muestra crecientes deseos de contar nuevamente con un Embajador de EEUU en La Paz, tras expulsarlo en 2008. Tanto Venezuela como Bolivia mantienen relaciones diplomáticas con EEUU pero las misiones diplomáticas no cuentan con embajadores y la cancillería boliviana está desde el 2014 enviando mensajes a Washington para “normalizar” las relaciones. La cancillería boliviana, como lo hiciera el gobierno Maduro durante 2014, ha solicitado en reiteradas ocasiones al Departamento de Estado, la planificación de un encuentro entre Morales y Barack Obama, a lo cual Washington no ha prestado mayor atención hasta la fecha.
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Luis Almagro quien ejerce como Secretario General de la OEA desde el 26MAY15, y quien fuera canciller de Uruguay durante todo el Gobierno del izquierdista Pepe Mujica, ha sido el encargado de puntualizar las expectativas internacionales sobre las próximas elecciones en Venezuela. Quien fuera un cercano aliado de la política exterior chavista, ahora en su condición de operador ejecutivo de la OEA, estaría a punto de caer en desgracia ante el régimen venezolano. Tras dos meses de gestiones, Almagro no ha logrado concretar una invitación del Gobierno Maduro para visitar Venezuela, pese a que el Secretario de la OEA ha manifestado que se trata de una gestión urgente.
En largas declaraciones a CNN el 15JUL15, Almagro aseguró que ya la OEA presentó a Venezuela una propuesta para la observación de las elecciones parlamentarias del 06DIC15. “Hemos ofrecido una misión para participar en el proceso electoral, que dé las máximas garantías, que sirva para que los venezolanos estén tranquilos después de la elección”. Esa misión tendría como objeto “generar condiciones de diálogo previos, durante y posteriores a la elección, que el conteo de votos sea el que todo el mundo reconoce, y que tengan el aval internacional”. La propuesta de la OEA significa presencia de su personal durante la campaña electoral y conteo de votos, dos elementos que rechaza el régimen chavista mediante sus operadores electorales. Almagro aclaró que “tendremos que ajustar algunas pautas en función de la normativa venezolana que no habla de observación sino de acompañamiento”, pero fue categórico que la OEA propone aportar “un conocimiento técnico muy fuerte” y no meros turistas electorales el día de los comicios.
Tocará a Almagro, quien cuenta con un importante respaldo incluso de EEUU, negociar los términos en los cuales podría eventualmente la OEA estar presente en las elecciones legislativas venezolanas.


Edgar C. Otálvora
Informe Otálvora: EEUU y Cuba hablan de Venezuela. Maduro calla
Runrunes. Caracas, 27 de julio de 2015