Hoy -despues de 35 años ininterrumpidos- no salio mi articulo en El Universal. No se la razon pero la sospecho.
— Adolfo P. Salgueiro (@apsalgueiro1) julio 19, 2014
Con motivo de la venta de “El
Universal” algunos columnistas ya han fijado posición y además el nuevo
Presidente de la Junta Directiva -Ing. Abreu Anselmi- expuso la suya en entrevista que concedió a Roberto
Giusti y que fue publicada el 12 de los corrientes. Quien esto escribe siente
obligación ante sus lectores y ante el periódico (que viene dando acogida a
nuestras opiniones desde 1974) de hacer lo propio.
Reconozco que “El Universal” es
una sociedad anónima cuyo objetivo es explotar la actividad mediática y en tal
carácter es libre de mantener, fijar o cambiar su línea editorial. Tambien
afirmo que un periódico de la antigüedad y reconocida seriedad de “El
Universal” tiene una responsabilidad social ineludible ante sus lectores,
trabajadores y relacionados.
Nuestro ingreso a las páginas de
“El Universal” ocurrió en 1974 de la mano del Dr. Manuel Palma Labastidas quien
nos presentó a Guillermo José Schael, entonces coordinador de estas páginas.
Posteriormente nuestro amigo y mentor Efraín Schacht Aristeguieta se vió en la
necesidad de dejar su prestigiosa columna “Atalaya” tras haber sido designado
Canciller por el Presidente Pérez y tuvo la generosidad de recomendarnos para
colaborar con carácter permanente. De allí a hoy nuestra opiniones superan
ampliamente el millar, algunas mejores, otras peores, pero siempre ofrecidas
“ad honorem” con disciplina, esfuerzo y absoluta honestidad hacia el lector.
Jamás sufrí censura ni sugerencia de una orientación particular.
Hoy “El Universal” es vendido a
través de un esquema jurídico diseñado expresamente para que no se sepa quienes
son los compradores. Mala señal en un país donde los últimos cambios
accionarios en medios han sido preludio para convertir íconos del periodismo
nacional en apéndices gubernamentales en busca de la cacareada necesidad de
obtener la “hegemonía mediática”.
El Ing. Abreu Anselmi ha
expresado que no habrá cambios sustanciales en la orientación. No tengo razón
alguna para no creerle por que me dicen que es hombre serio. Pero tampoco tengo
razón alguna para creerle vistos los vientos que soplan y sus propias
declaraciones en las que afirma no conocer a los que desde ahora baten el
cobre. Que peso puede tener entonces su mejor intención?
Este columnista –igual que otros-
seguirá colaborando con la misma disciplina y entrega como hasta ahora en tanto
y en cuanto se mantenga intacta la libertad de expresión entendida como derecho
y como responsabilidad. No he solicitado ni aceptaré recomendación alguna con
los nuevos dueños destinada a mejorar la posibilidad de mi permanencia. Si no
me ven mas por acá será por que me botaron ya sea expresamente o a través de
mecanismos mas sutiles.
Mientras los acontecimientos
dictan la pauta esta es la oportunidad para agradecer a Andres Mata y su
equipo, al Consejo de Redacción que me ofreció esta tribuna a la que debo gran
parte de mi proyección pública, al nucleo directivo y a Miguel Maita, coordinador de estas páginas
cuya bonhomía y dictatorial exigencia de disciplina en las entregas ha ayudado
a que esta sección sea una referencia en la opinión nacional.