viernes, 4 de julio de 2014

Cipriano Heredia: Está debajo de las piedras, como Chávez

El país se cae a pedazos en las narices de todos. A la inflación más alta del mundo y al índice de desabastecimiento más alto de nuestra historia (ambos elementos además en ascenso), se le unen ahora un recrudecimiento de las crisis eléctrica, hospitalaria y de seguridad ciudadana. De hecho, los venezolanos ya no sólo debemos lidiar con la angustia de no encontrar leche o papel tualé, sino que ahora podemos quedar encerrados en el metro o en un ascensor en cualquier momento, podemos ser víctimas del hampa hasta estando dentro de un quirófano, o nos pueden amputar una pierna o un brazo, por falta de medicamentos con qué hacer los tratamientos que solían ser de rutina.

A esta terrible realidad económica y social, se suma un hecho político relevante: por primera vez en los últimos 15 años, la mayoría identifica en los últimos meses al Presidente y su equipo de gobierno como los principales y directos responsables de los más graves problemas del país, y esto se refleja a su vez en sus niveles de popularidad, los cuales han caído de febrero hasta hoy en un 20%, lo cual indica claramente una caída estrepitosa en el respaldo popular del régimen.

En este punto vale la pena, por cierto, comentar que algunos piensan que un nivel de aceptación de 40% es altísimo para un Presidente, y usan este argumento para descalificar, por ejemplo, la solicitud de renuncia que está en la calle. Frente a esto, hay que decir que si bien 40% no es malo, lo cierto es que hace apenas 4 meses estaba en 60%, por lo que la tendencia evidente es al deterioro rápido y sostenido del piso político de Maduro. Además, pedirle la renuncia a un dictador que destruye al país, no sólo es una demanda válida, legítima y justa, sino que la ciudadanía tiene derecho a presionar por ella, aunque la respuesta del lado de allá sea que no lo va a hacer. Lo mismo respondía Fujimori, hasta que un día se fue de viaje a Japón y mandó un fax desde allá diciendo que no volvía.

Ahora bien, el tema que queremos destacar es que todo lo anterior se potencia con un elemento novedoso y crucial para el futuro del gobierno: el chavismo está a las puertas de una división traumática. A la ya conocida pugna de poder entre Maduro y Cabello, se suma ahora, por un lado, la explosiva carta de Giordani -una autopsia económica hecha por el propio médico tratante que mató al paciente con medicinas equivocadas durante años, pero que le echa la culpa a los no menos equivocados médicos que recibieron al paciente boqueando en la emergencia-, la cual ha generado no pocos apoyos del chavismo ministerial ortodoxo, que caen como misiles en el campo madurista. Y por el otro, se registra un creciente malestar en el chavismo de base hacia el gobierno. Se oye paso de caballería roja sin bigote. 

Ante esta situación, las alarmas se encienden. Las fuerzas democráticas estamos en pleno debate del qué hacer en fase no electoral, tras el bajón de las protestas y el fracaso del diálogo, por lo que algunos opinan que están dadas las condiciones para que emerja un tercer actor. Sobre esa posibilidad, el politólogo Nicmer Evans (pro chavista) dijo hace unos días: "Busquen debajo de las piedras. Chávez estaba debajo de las piedras el 4F. Con esto no quiero decir que estemos en la antesala de un golpe".

Al señor Evans le decimos de cara al país lo siguiente: tal vez Ud. no tuvo la intención de decir que se está cocinando un golpe, pero a nuestra manera de ver eso es exactamente lo que deriva de sus palabras. De hecho, si el oficialismo se divide definitivamente, habrá que ver bien de qué lado quedan los militares con mando, involucrados, y dónde está la mayoría, porque si quedan fuera del Poder pueden querer tomarlo por la fuerza, y si quedan dentro pero en minoría, puede intentar un autogolpe para acabar con toda disidencia.

En síntesis, podemos estar en la víspera de momentos difíciles y cruciales. ¡Que no nos agarre el catarro sin pañuelo!

*Diputado al Consejo Legislativo de Miranda y Subsec. Gral. de ABP

@CiprianoHeredia 



Cipriano Heredia S.
Está debajo de las piedras, como Chávez
El Universal. Caracas, 4 de julio de 2014