El destino de Cuba depende del destino de Venezuela, por eso las decisiones que afecten a la isla no pueden tomarse de manera independiente. Con la llegada de Orlando Borrego al país no solo se busca calmar las aguas entre los radicales del chavismo que en los últimos días venían cuestionando un posible “viraje” de Maduro, sino también se le da certeza a la cúpula cubana de una toma de decisiones compartida. Donde Venezuela siempre pondrá la plata y los Castro siempre la última palabra.
¿Independencia y soberanía? Es hasta tragicómico celebrar eso en estos días. El futuro de nuestro país en manos de Cuba y aquí sobrevuelan aviones militares al ritmo de un acalorado discurso patriotero que nos dice: “Jamás ninguna potencia extranjera osará profanar el suelo sagrado de Bolívar”. No solo lo profanaron, sino que se quedaron viviendo adentro y con nosotros como servidumbre.
¿Quién es Orlando Borrego? Frente a él, Giordani es un adolescente. Pero su objetivo es venir a inyectarle vitalidad y renovación al gobierno de Maduro conduciendo las reformas económicas necesarias para salir de la crisis. El exguerrillero de 78 años tiene entre sus “logros” más visibles haber sido amigo de Che y ministro de Fidel. Estudió economía en la Universidad de La Habana, donde, por cierto, al visitar la página web de dicha casa de estudio, se define la economía como “el objeto y centro de análisis de las relaciones socialistas”. También tiene estudios en Moscú.
Sin duda, su currículo reúne todas las cualidades para seguir la quiebra del país por la senda que sigue marcando Fidel. Tras criticar a la izquierda trasnochada se trajeron a un comunista con insomnio. Borrego es el salvavidas enviado por los Castro al gobierno para recuperar la economía venezolana. Tremendo chiste, tal cual como escribió alguien en Twitter, es como traer asesores en derechos humanos de Corea del Norte.
Cuba vive un proceso de profunda crisis económica que les ha obligado, tras más de 50 años de profundas restricciones, a reconocer la iniciativa privada. Lo llaman la “actualización del socialismo”, pero la dirigen los viejos dinosaurios comunistas. Aquí le dan el Ministerio de Economía al administrador de cualquier cantina escolar y estaría mejor capacitado para dirigir las finanzas del país que estos retrógradas con la mente anclada en el siglo XX.
Al barco se le abrió tremenda tronera y algunos quieren taparla con plastilina. El modelo fracasó, no sirve aquí ni donde se aplique. A la economía venezolana no la salva un borrego más, sino un cambio de rumbo.
@Brianfincheltub
Brian Fincheltub
De la izquierda trasnochada al comunista con insomnio
El Nacional. Caracas, 5 de julio de 2014