Muchos se temían lo peor y que María Corina Machado acabara ayer en la cárcel como su compañero opositor Leopoldo López, que suma ya 284 días como preso político en Venezuela. Sin embargo, la fiscal Katherine Harington, siguiendo con su papel de brazo ejecutor del Gobierno de Maduro, se sacó de la manga el delito de conspiración dejando a un lado el de magnicidio con un claro objetivo político. El chavismo sigue jugando y aplicando la ley a su antojo marcando los tiempos de represión y propaganda para beneficiarse.
Dentro de sus teorías conspirativas dictadas desde el poder político, Harington acusó a Machado de violar el artículo 132 del Código Penal, pero no de magnicidio. No obstante, la consecuencia de esa acusación es que “cualquiera que, dentro o fuera del territorio nacional, conspire para destruir la forma política republicana que se ha dado la nación será castigado con presidio de ocho a 16 años”.
No podía faltar en la paranoia victimista y cinematográfica la alusión velada al imperio y a las conspiraciones internacionales que tan bien están reflejadas en el textos que supuestamente ha vulnerado la opositora: “En la misma pena incurrirá el venezolano que solicitare la intervención extranjera en los asuntos de la política interior de Venezuela, o pidiere su concurso para trastornar la paz de la República o que ante sus funcionarios, o por publicaciones hechas en la prensa extranjera, incitare a la guerra civil en la República o difamare a su Presidente o ultrajare al representante diplomático o a los funcionarios consulares de Venezuela, por razón de sus funciones, en el país donde se cometiere el hecho”.
En definitiva, más de lo mismo. Utilización de la ley al más puro estilo castrista junto al precedente de la amenaza de que todo aquél que ose a criticar al poder puede dar con sus huesos en la cárcel.
Editorial de Diario Las Américas
Una ley ajustada al chavismo
Diario Las Américas. Miami, 4 de diciembre de 2014