viernes, 5 de diciembre de 2014

Marianella Salazar: El polvorín

Tras la devaluación, el salario mínimo de los venezolanos se ubica entre los más bajos del continente, supera solo al de Cuba, cuyos habitantes sobreviven con 20 dólares mensuales. Los 4.889,11 bolívares, con el incremento de 15% que comenzó a regir a partir del 1° de diciembre, se traducen, al cambio del dólar en el mercado paralelo, en unos 32,59 dólares aproximadamente. Si el dólar continúa disparándose y llega o pasa los 200, en pocos días tendremos el salario más bajo en Suramérica. El panorama es tétrico, con el precio del petróleo apenas por encima de los 60 dólares para 2015, el gobierno de Maduro no podrá continuar financiando a otros gobiernos de Latinoamérica con obras públicas y petróleo barato, tampoco podrá continuar con las dádivas y se resentirá grandemente el financiamiento a las misiones, que son el soporte de su base política, aunque los beneficiarios continuarán recibiendo bolívares inorgánicos que son sal y agua diluida ante la hiperinflación que apenas comenzamos a sentir. Aunado a la más cruel escasez de medicinas y algunos productos de la canasta básica, la falta de insumos y equipos médicos en el sector salud, la paralización del parque automotor y aéreo por falta de repuestos, el gobierno de Maduro tendrá que enfrentar el más grave descontento en la población y en sus filas, que acaba de demostrar su inconformidad en las recientes elecciones internas donde no votaron más de 300.000 de los 7.600.000 militantes que el PSUV tiene inscritos. Muchos de ellos quieren su salida, los niveles de popularidad de Maduro se deslizan por un tobogán y terminarán en el despeñadero. Si sube el precio de la gasolina, todo se pondrá mucho más inalcanzable. Una decisión explosiva que puede significar su estrepitosa caída.
Salida a lo Pinochet
Sectores en la Fuerza Armada vienen analizando la situación económica, política y social, piensan que en el primer trimestre tendrán que tomar acciones, cuando al gobierno le estalle el polvorín. A Maduro ya le habían pedido la renuncia como una salida para resolver la crisis, pero no aceptó. Entonces le dieron por donde más le duele, por los colectivos, que le costó la cabeza al ministro del Interior, el mayor general Miguel Rodríguez Torres. Fuentes militares señalan que ya hay acuerdos entre miembros del Alto Mando Militar para evitar un enfrentamiento en Venezuela y apoyar a Diosdado Cabello en su condición de presidente de la Asamblea Nacional, a quien le tocaría constitucionalmente asumir el mando en caso de que se presente una situación similar como la que sacó a Chávez del poder en abril 2002 o de un Caracazo. Todos los compañeros de promoción de Diosdado Cabello son generales activos y están estratégicamente ubicados en puestos claves. Es el hombre fuerte, pero sabe muy bien que por elección popular no va a llegar al poder porque no goza de simpatía ni en el PSUV. Según la fuente, Cabello se habría comprometido con el Alto Mando a convocar una Asamblea Nacional Constituyente. Esta “solución” solo puede parangonarse con la afirmación que una vez hizo el escritor Mario Vargas Llosa, cuando comparó la elección entre Ollanta Humala y Keiko Fujimori como optar entre el cáncer y el sida.
Tic tac
La Fuerza Aérea es el componente de la FANB en el que hay mayor descontento y el que más presiona para la salida de Nicolás Maduro. Aunque el presidente hace esfuerzos por un acercamiento, no ha logrado nada. El comandante de la Fuerza Aérea, mayor general Eutimio José Criollo Villalobos, le informó –de acuerdo con la fuente– que 80% de la Fuerza Aérea está descontenta y puede ser incontrolable ante una acción militar.
 
Marianella Salazar
El polvorín
El Nacional. Caracas, 3 de diciembre de 2014