Los gobiernos de la Quinta República practican frente a las dificultades estrategias irracionales y antidemocráticas
Los gobiernos de la Quinta República practican frente a las dificultades estrategias irracionales y antidemocráticas, desdibujando la realidad, en un esfuerzo por negarla. Engañan a muchos, incluso a veces a sí mismos.
Una es la mentira. Son demasiadas, pero baste recordar gordas como este abril, en cadena nacional, en la mesa de diálogo con la oposición, al ministro Ramírez afirmando que nuestro modelo económico era “exitoso”. ¿Y la forma cómo se manipuló la información sobre la salud del presidente Chávez? ¿Y la afirmación en estos días sobre que no hay escasez de dólares?
Una segunda, ordenar silencio sobre asuntos públicos que desnudan su incompetencia y debilidad. Caso emblemático fue la prohibición por ley de mencionar en los medios el costo del dólar en mercados no oficiales. También vedó las cifras de violencia social o mostrar imágenes de ésta por los medios. Más recientemente consideraron confidencial la cifra de votantes en las elecciones del Psuv a delegados para su Congreso. Está también la omisión de datos económicos que por ley debe presentar cada mes el BCV.
Y otra es el afán por aparentar controlar todo, pensando así doblegar la realidad que les adversa. Ahora anuncian un “sistema biométrico”. Quieren hacernos creer que el acaparamiento y el contrabando se remedian con más controles. Lo peor es que una y otra vez la realidad les ha demostrado que, además de ser falsa esa premisa, son incompetentes para hacer funcionar tales controles. El del dólar a través de Cadivi -que terminó siendo un engendro igual a o peor que Recadi- ha provocado una masiva corrupción, fuga de divisas y toda clase de escaseces. Los controles de precios han destruido el potencial de los productores nacionales, causando la desaparición de bienes de sustento elementales, mientras se extendió el contrabando. Ahora se le ocurre poner máquinas capta huellas para fiscalizar lo que compramos, supuestamente para acabar con el acaparamiento. Promete la nueva ocurrencia convertirse en nueva fuente de jugosa corrupción, arbitrariedad y desabastecimiento. Las crisis que padecemos no dejarán de existir porque se escondan, nieguen o controlen. Exigen que las enfrentemos con menos pensamiento mágico y más racionalidad.
@mlopezmaya
Margarita López Maya
Negar la realidad
Ultimas Noticias. Caracas, 25 de agosto de 2014