domingo, 1 de junio de 2014

Soledad Morillo Belloso: Lecciones de las elecciones

Si lo que tienes es limones, pues haz limonada. Esa vieja conseja, conformista para algunos y sabia para otros, permitió el éxito de la democracia el pasado domingo. Las fuerzas de oposición unidas tanto en el municipio San Diego de Carabobo, como en el de San Cristóbal en Táchira, actuaron con la inteligencia y la sagacidad de quien entiende que las luchas democráticas se ganan con las neuronas y los músculos y no sólo con las hormonas. Pudieron empecinarse en decir que las destituciones de los alcaldes elegidos en diciembre de 2013 son una atrabiliaria ilegalidad del régimen -que lo son y tanto-, no participar y quedarse pataleando la rabia, que se vería aumentada a la ene potencia cuando tuvieren que calarse a unos nuevos alcaldes del PSUV. En cambio, hicieron lo que debía hacerse; es decir, competir con entusiasmo y la fuerza de la razón, dejar el cuero pegado trabajando y ganar por paliza. Los resultados están ahí, a la vista para el análisis de cualquiera. No sólo la Unidad arrasó sino que consiguió incrementar los índices de participación. Una pela, pues. Así se trabaja, usando la rabia como combustible y no dejándose hundir por ella. Unas estrellas. Como para quitarse el sombrero.

Toca comentar el desempeño lamentable del CNE. Hablamos de dos municipios. Apenas dos. Y el CNE, el de unos rectores pedantes como pocos, no fue capaz de dar los resultados oficiales sino tardísimo en la noche, cuando medio país ya dormía. Quiero dejar claro que el retraso en los reportes no se debe al sistema electoral. Antes bien, el sistema permite obtener escrutinios casi de inmediato al cerrar las mesas de votación. La mudez del organismo no tiene nada que ver con asuntos técnicos. La tardanza es por razones estrictamente políticas, razones de politiqueros de oficio. El peloteo de quién se amarra los pantalones o más bien las faldas para comunicarle a Miraflores que se perdió y de calle. Las horas que dure la furia. Los jarrones que se lanzan contra las paredes. Hasta que al fin Miraflores autoriza al CNE a hablar al país. Sí, escribí "autoriza". Porque el organismo electoral, como todos los poderes, es una mascota, un animalito de circo, una foca de feria. Da pena, grima, dentera.

El año que viene hay elecciones parlamentarias. Muy importantes. Estas que acaban de ocurrir, con todo en contra, nos dieron lecciones. Había montones de amenazas: la destitución ilegal de los legítimos alcaldes podía producir que los electores sintieran que no valía la pena luchar porque, total, el gobierno hace lo que le da la gana; la sempiterna y muy bien sembrada adrede desconfianza en el sistema electoral; la sensación de que las protestas son acalladas por el régimen valiéndose de su poderío y que no podemos contra eso; el tener que escoger candidatos sin tiempo suficiente para primarias o una consulta larga; y, para completar, ambos municipios ubicados en estados gobernados por gobernadores chavistas uña en el rabo. La Unidad tenía que atravesar un auténtico laberinto plagado de bombas quiebra patas. Pero superó la prueba. Con honores. O como dicen los chamos: "¡Yuca!".

soledadmorillobelloso@gmail.com

@solmorillob

Lecciones de las elecciones
Soledad Morillo Belloso
El Universal. Caracas, 1 de junio de 2014