domingo, 1 de junio de 2014

Carlos Blanco: Minicidio y otros cuentos

Minicidio y otros cuentos"DearB.Oba"

Casablanca, Marruecos

Quería decirle que hemos avanzado en el plan de arrancar el fruto aquél, que ni es verde ni es podrido, sino que está en el mero medio. Hemos hablado con la gente del State, usted sabe, donde están Roberta, Rogelia y Rosita, para aquello de los maletines llenos de lechugas (lettuce-$-in English) que necesitamos para comprar lo de pum-pum-pum y si no, entonces lo de bang-bang-bang. Big Plantain* ha descubierto la trama. Sabe que aunque Putin no está metido, el hijo de Putin sí. Se sospecha que nuestro amigo de París, el Jorobado que pernocta en Notre Dame, nos ha traicionado, por eso agarraron los emails que habíamos enviado por Ipostel. Ya le escribí al inspector Clouseau quien ha dicho con claridad que "hay tiempos de reír y tiempos de no reír, y que este tiempo no es ninguno de los dos". Little Bean** ya estableció los contactos para que cuando GodgivenHair*** intente sustituir a Bullchicken****, sea trasladado al Comando exactamente opuesto al del Norte, en el DroneNumberOne, para que ustedes hagan lo de siempre, llevarlo a pasear a Disneyworld.

Su permanente servidora de usted,

María, la del Barrio.

Traducciones del equipo de Inteligencia: *Platanote, **Frijolito, ***Diosdado Cabello, ****Toripollo"



PERO ES TRÁGICO. La guasa alrededor de los correos magnicidas ha sido universal. Salvo individuos que han visto la oportunidad de pasarle factura a María C. Machado y a otros, las fuerzas democráticas en sus variadas formas de expresión, así como chavistas con cierto sentido del ridículo, han desestimado el quincuagésimo capítulo del "Magnicidio según San Nicolás".

El tema es serio, sin embargo. El objetivo del régimen es desmontar la oposición. No es solo en contra de los "radicales" sino en contra de todos, porque sabe que las diferencias que ha habido y hay, poco a poco, bajo el estímulo de las luchas y de la presión unitaria, así como de la comprensión del momento, van en una dinámica de superación. Ya muchos han sido sacados del juego y están presos o exiliados, enjuiciados o perseguidos, pero en la etapa reciente la dinámica avanza de modo selectivo: Leopoldo López, luego María Corina, Antonio Ledezma ya amenazado, e intentos de ilegalización de Voluntad Popular. Pero la ruta represiva no se acabará allí si se la deja pasar; si logran el objetivo en contra de estos dirigentes, irán detrás de los demás, incluidos los más moderados. Dividir la oposición y comérsela a pedacitos es recomendación del libro primario del poder. El poder dictatorial apelará a cualquier instrumento legal o ilegal, pacífico o violento, para lograrlo. Por cierto, resulta deplorable por parte de algunos políticos pedir, asépticamente, "que se investigue" la olla de Maduro, lo que es admitir que pudiera ser verdad la obvia y fétida artimaña ¡contra toda la oposición!



1ª RAZÓN: LAS ELECCIONES. Las victorias democráticas en San Cristóbal y San Diego podrían ser vistas desde una perspectiva polémica en la oposición: ¿calle o elecciones? No por azar la divergencia entre los caminos exclusivamente electoral o exclusivamente de protesta callejera ha estado presente en los años recientes, con argumentos que han ido y venido. Sin embargo, como en un pequeño pero extraordinario laboratorio social se ha visto que las luchas ciudadanas en la calle y las elecciones pueden potenciarse mutuamente, si se cuenta con una dirección decidida y una estrategia adecuada. Esas ciudades se han distinguido por el vigor de la protesta; sus alcaldes se negaron a formar parte de la comparsa represiva en contra de los jóvenes y como represalia el gobierno los encarceló; la protesta siguió y, en ese marco, tuvieron lugar elecciones para sustituirlos y las candidatas ganaron con más votos que los obtenidos por sus maridos en diciembre. Allí ambas formas de lucha se combinaron y han dado los excelentes resultados conocidos.

Esas experiencias se han unido a la necesaria revisión y reflexión que dirigentes opositores y analistas políticos llevan a cabo, por lo cual, salvo los que se han comido el anzuelo del gobierno sobre la necesidad del "deslinde" dentro de la oposición, se puede decir que se marcha hacia un proceso de reunificación. El gobierno pretendió una especie de tente-allá con el diálogo. No pudo cumplir ni siquiera lo acordado con los que asistieron porque Maduro no tiene poder para decidir nada sustancial, que no sea reprimir.



2ª: EL CONFLICTO INTERNO. Chavistas sigue habiendo como arroz, aunque ahora los más fervorosos sean bastante menos y los partidarios de Maduro bastante pocos. Si se habla con ellos, sean de la base militante, o dirigentes importantes, parlamentarios e, incluso, miembros del poder ejecutivo o judicial, puede advertirse el tono entre lastimero e indignado por el desempeño del heredero. Por supuesto, ningún chavista quiere perder el poder, pero hay un fuerte debate sobre el hecho de que algunos estiman que la continuidad de Maduro pone en riesgo la continuidad del chavismo en el poder. Este sector, mayoritariamente de izquierda y con una tradición histórica de aversión a la represión, considera que descansar sólo en los militares, policías y "colectivos" para resolver la crisis política no dará resultados; el sector militarista sí considera que hay que reprimir fuertemente; pero con la contrariedad de niveles importantes de los mandos militares porque "después los enjuiciados seremos nosotros". Los cubanos son los más entusiastas represores. Chávez logró unificar a los civiles y militares, la derecha y la izquierda, los honrados y los ladrones, ahora toda esa mezcla se dispersó y Maduro no tiene capacidad para meterlos en el redil.



3ª: INCREMENTO DE LA POBREZA. Se ha añadido el terrible impacto de las cifras sobre pobreza que el régimen no ha podido ocultar. El incremento de pobreza muestra, como una cachetada, que buena porción de los que supuestamente habían emergido (parcialmente) de las penurias, han vuelto a ellas si es que alguna vez salieron; que no fueron las sabias políticas del difunto sino algo más concreto y banal: precios del petróleo y gasto público; ahora de efectos limitados por el despilfarro, la ineficiencia y la corrupción.Ese batiburrillo, en el marco del colosal desastre de las políticas económicas, ejerce una presión inmanejable para un débil dirigente como Maduro y ahora más debilitado por efecto de su propio desempeño. Vendrán nuevos inventos, meterán a más gente en magnicidios y conspiraciones, pero la verdad verdadera es que un gobierno que parecía estar de llegada ahora parece estar de salida. Solidaridad sin ambigüedad a mis amigos María Corina, Gustavo Tarre, Henrique Salas Römer, Diego Arria y Pedro Mario Burelli; a los otros acusados no los conozco, pero igual supongo su inocencia.

@carlosblancog

TIEMPO DE PALABRA
Minicidio y otros cuentos
Carlos Blanco
EL Universal. Caracas, 1 de junio de 2014