viernes, 2 de mayo de 2014

Fernando Luis Egaña: La sentencia

UNA OPINIÓN, CINCO TEMAS
La sentencia
FERNANDO LUIS EGAÑA
Quinto Día. Caracas, 2 de mayo de 2014

Uno de los integrantes de la Sala Constitucional del TSJ, Arcadio Delgado, se especializa en sentencias que chocan de frente con la letra, espíritu, propósito y razón de la Constitución de 1999. La que restringe severamente el derecho de manifestación pública, es una de las más virulentas al respecto. Y además un retroceso histórico a la época de la última dictadura convencional, porque ahora también estamos bajo un régimen despótico, pero no de carácter convencional, ya que las “neo-dictaduras” se caracterizan por estar disfrazadas de democracia.
Y la referida sentencia es una muestra elocuente de ello. Algún jurista amigo de la neo-dictadura ha planteado que la Sala Constitucional tiene la potestad de regular el derecho de reunión y manifestación. Y tendría razón si la regulación se orientara en sentido progresivo, es decir en desarrollar positivamente el derecho. Pero la sentencia 276 va en sentido exactamente contrario, porque lo traba, lo limita, lo restringe y hasta lo tiende a criminalizar.


Un 1° de Mayo estatal                            

Dicen que cuando Fidel Castro cortejaba a los capitalistas europeos para que invirtieran en la actividad turística de Cuba –lo que han hecho y siguen haciendo— les afirmaba, medio en broma, medio en serio, que no tendrían problemas sindicales porque la cubana era una revolución proletaria y ya los trabajadores tenían el poder… Cambiando lo cambiable, esa es la retórica oficial en nuestro medio y ahora más con lo del gobierno obrero… Es decir, como los trabajadores venezolanos son los que mandan, ya no hacen falta los aguerridos sindicatos: al revés, sobran.
Pero sí hacen falta, porque gran parte de los contratos colectivos del estado están requetevencidos, y los niveles salariales van palo abajo en la misma medida que la devaluación los corroe y la inflación los erosiona. Pero el sindicalismo “gobiernero” no se ocupa de esas menudencias, porque lo suyo es la revolución planetaria y, no faltaba más, la fronda burocrática.


Un crédito de corto plazo

“Lo que la gente nos da es un crédito de corto plazo”, afirmó Ramón Guillermo Aveledo en referencia a la credibilidad del diálogo con el régimen de Maduro. Y tal crédito depende de que ese diálogo produzca resultados concretos. Al respecto, Maduro proclama que pedir resultados es un chantaje y que él no acepta chantajes ni participará en pactos, ni se sentará a pactar absolutamente nada… Así las cosas, no parece muy convergente en proceso de diálogo configurado por Unasur. Se dirá que hay que tener paciencia, y es verdad, pero también lo es que la paciencia no empezó a correr hace dos o tres semanas, sino hace muchísimo tiempo.
Incluso sin ir muy lejos, el diputado Edgar Zambrano lleva más de un año abogando por la amnistía de los presos y exiliados políticos, sin que hasta ahora se hayan producido resultados auspiciosos. El ruleteo del caso Sinomovis así lo confirma de manera dolorosa, al igual que tantos otros. Estimo que Aveledo tiene razón: el crédito es a corto plazo y está corriendo el calendario. ¿Cuán corto es el plazo del crédito? Difícil precisar con exactitud, pero a falta de concreciones, la duración no es mucha.

El rollo militar
A Maduro y en general a casi todos los jerarcas del oficialismo les obsesiona la denuncia de conspiraciones y golpes de estado. Bueno, se podrá decir que de aquellos polvos vienen estos lodos. Pero también debe decirse que la materia le suele servir de coartada de cuando en vez. En especial cuando aprieta la situación y la molestia social eleva la temperatura. Y como esa realidad viene in crescendo, así también la insistencia en el golpismo castrense. Cosa que luce de lo más inconsistente con el discurso de la “unidad monolítica de las Fuerzas Armadas”, etcétera.
Para Maduro la cuestión es indudablemente difícil, porque su conocimiento y manejo de la temática militar debe ser limitado y hasta resbaladizo. Máxime si se le compara con la experiencia de algunos de sus más conspicuos adversarios internos, duchos algunos en los laberintos de las asonadas y los golpes. En todo caso, desde el poder se insiste en la incubación de planes conspirativos y ese rollo militar debe estar dando que hablar en los

La resolución 058
La resolución del Ministerio de Educación sobre los consejos educativos está en el tapete de la opinión pública, y no podría ser de otra manera, al menos por dos razones: porque la resolución busca agudizar la dependencia de la educación al estado partisano, y porque el tema de la educación cuenta con organizaciones y expertos que movilizan a las comunidades en defensa de sus derechos. En ese sentido, por ejemplo, hay que estar muy pendientes de los planteamientos de reconocidos especialistas como Leonardo Carvajal.
Y esto lo digo, sobre todo, porque una de las prácticas opináticas de la hegemonía es crear alarmantes expectativas negativas sobre leyes, decretos o resoluciones en el ramo educativo, que no necesariamente se compadecen con los contenidos normativos del caso. Entonces, cuando se desinflan las expectativas catastróficas, mucha gente pierde interés en el asunto, y mientras tanto se aprueban y ejecutan normas que van cercenando derechos de forma paulatina. Esa técnica ha funcionado muchas veces. Por eso hay que hacerle caso a los que conocen a fondo el tema.