lunes, 21 de abril de 2014

Luis de Lion: Entre La Habana y Washington

Entre La Habana y Washington
LUIS DE LION
El Universal. Caracas, 19 de abril de 2014
A pesar que en estos últimos días haya bajado un poco la intensidad de las protestas que comenzaron el pasado 12 de febrero, los estudiantes y una parte de la oposición, han mostrado que no han perdido su combatividad. Una manera de confirmar el cambio radical y duradero en el modo de hacerle oposición al castrochavismo, en particular después de los resultados electorales en entredicho que llevaron a Maduro al poder el 14 de abril del 2013.

Los estudiantes confrontan a un régimen que dispone de todo el arsenal del Estado como amenaza suprema, pero al mismo tiempo, se enfrentan a un régimen sin piso popular, con divisiones internas, cada vez más crecientes.

La violencia y la saña con que el régimen ha reprimido la protesta ciudadana, ha servido para confirmar que Maduro, es el hombre de La Habana. Que dispone de una sola estrategia. Un presidente mal elegido, que no ha hecho otra cosa que multiplicar su agresividad, encerrándose cada vez más, en sus anatemas.

Tanta ineptitud, terminará por contrariar hasta a sus partidarios. Tanto odio mezclado con torpeza, no puede explicarse sino por la voluntad constante de provocar el caos.

Es en ese contexto, que una parte de la oposición representada por la MUD, acudió el martes pasado, a un segundo encuentro con representantes del régimen, luego que quedó demostrado en el primer encuentro televisado en cadena nacional, que Maduro, es incapaz de hacer la más mínima proposición constructiva. Sorprende la actitud de la MUD. Ese entusiasmo por aceptar, el desprecio, al límite de la confrontación, ignorando el tema de la injerencia cubana, hace que ese sector de la oposición reunido en la sede de la vice presidencia, luzca en situación de debilidad en la relación de fuerzas con el régimen.

Sería terrible que dicho raquitismo político de la MUD, sea producto de la sorpresa ante la amplitud de la protesta ciudadana.

Antes que comenzaran los encuentros entre Maduro y la MUD, ese sector de la oposición parece no haber calculado, ni mucho menos, imaginado las medidas que tomaría ni cual sería su actitud en caso que, como a todas luces ocurrirá, no avancen, ni progresen las discusiones con el régimen.

La estrategia de, no colocar como condición primordial, la liberación de Leopoldo López y de los alcaldes Enzo Scarano y Daniel Ceballos, así como la reincorporación de la diputada María Corina Machado, le pareció a la MUD que le permitiría esperar una mejor cooperación por parte de La Habana, al tiempo que voceros de la MUD, en una suerte de esquizofrenia política, llaman a seguir protestando.

Todo justo cuando, el secretario de Estado, John Kerry, expresaba el martes 8 de abril, el respaldo de Estados Unidos a la misión de Unasur que promueve el diálogo entre el gobierno y la oposición: "Actualmente apoyamos mucho los esfuerzos de mediación de un tercero dirigidos a tratar de parar la violencia y ver si se logra un diálogo honesto". Ello en contraste, a lo señalado el pasado 27 de marzo, por la secretaria de Estado Adjunta para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson: "Estados Unidos no descarta ninguna posibilidad de ejecutar sanciones en el futuro, pero soy enfática en descartar cualquier posibilidad de intervención militar".

Ese escenario, el del "diálogo honesto" le permitiría al país, a decir de cierto maniqueísmo de opinión vernáculo, escapar de la alternativa catastrófica, que ellos mismos anuncian, entre diálogo o guerra civil.

Pero un diálogo realmente honesto debutaría por asumir la verdad del dominio cubano, de modo sistemático, como bandera fundamental de lucha. La tradición negociadora, la juridicista, impone el tema soberanía como un principio básico para cualquier negociación. Pero la MUD no está siendo ni realista, ni pragmática, al negarse a hablar de la insoportable injerencia cubana.

No comprendo, ese empeño, de la MUD, en exigirle al régimen un esfuerzo, en gestos de menor costo político.

Seguiremos esperando, mientras en lo inmediato se impone como prioridad mantener la protesta, la resistencia ciudadana, hasta hacerle comprender al régimen que la detención de Leopoldo López, de Enzo Scarano y de Daniel Ceballos, es un abuso inaceptable.

Dialogar con el régimen de Maduro, nunca lo tuvo, ni tendrá sentido alguno, sin la participación en las negociaciones de Leopoldo López, María Corina Machado y el liderazgo estudiantil.

No hay razón para dejar que la propaganda del régimen perpetúe el mito de la oposición buena y la oposición mala. Aceptarlo es una aberración política.

@ldelion

luisdelion@gmail.com