En los últimos días, el Presidente Maduro nos ha atacado,
primero haciendo un retrato hablado de nosotros y luego ya identificándonos con
nombre y apellido. Los ataques tienen como centro lo personal, nosotros no
responderemos, no aclararemos sobre nuestra trayectoria, no queremos desviarnos
de lo urgente: salvar a la Revolución, ser leales al legado del Comandante
Chávez.
Los ataques encuentran eco en otros ámbitos de la
Revolución, programas y comentaristas se suman al linchamiento. Muy a nuestro
pesar, estamos obligados a responder. Veamos.
¿Qué hemos hecho, qué hemos dicho que nos hace acreedores de
tanto odio, de tanto ataque?
Si se revisan los
miles de artículos que hemos escrito se verifica fácilmente una línea
coherente:
•Dijimos que era un
error la alianza con la burguesía para elevar las fuerzas productivas, eso
traería una distorsión de la Conciencia del Deber Social, elevaría el egoísmo,
confundiría a la masa, desdibujaría al enemigo. Caro salió el maridaje con la
burguesía, ya el error es reconocido por muchos, en público y en privado.
•Dijimos que el Plan de la Patria fue falsificado. Nunca se
pasó de decir que eso era mentira, pero allí están los documentos que prueban
el fraude, nadie pudo desmentirlo sin caer en la mentira.
•Dijimos que estimular a los empresarios de pérez abad es
una traición al Socialismo, al legado de Chávez, que darles participación en la
Faja del Orinoco es inexplicable, innecesario.
•Dijimos que el “dakazo” fue un error, que creó en la
población la mentalidad “bachaquera”.
•Dijimos que los “bachaqueros” no son delincuentes, que son
empresarios capitalistas, que los colombianos no son enemigos.
•Dijimos, está escrito, que entregar viviendas sin
contraprestación moral era un error, que había que organizar, concientizar,
darle atención a esos edificios.
•Dijimos que la fuerza de la Revolución vendría dada por la
fuerza de su crítica. Que había que discutir sin miedo y sin autocensura.
•Dijimos que los operativos represivos debían ir acompañados
de operativos nacionales de creación de conciencia y que la conciencia se
fundamenta en la relación económica.
•Dijimos que había que ser leales al mandato de Chávez del 8
de diciembre, y que ese mandato tenía tres partes: votar por Maduro, ir al
Socialismo y mucho cuidado con el reformismo.
•Dijimos que Chávez fue asesinado y que era una obligación
de los revolucionarios averiguar ese crimen.
•Dijimos que el gobierno, al perder el aliento socialista,
caía víctima del monstruo clientelar que había creado, que lo obligaba a
deslizarse hacia la derecha, hacia la Socialdemocracia.
Lo anterior es una muestra de lo que dijimos, entonces ¿por
qué se nos ataca de forma artera, cobarde? La respuesta debemos buscarla en el
deslizamiento del gobierno hacia la derecha. Luego del asesinato de Chávez se
abrió una pugna por la hegemonía del proyecto chavista. Temprano la
socialdemocracia tomó el control, buscó alianza con la burguesía alta, recordemos
las tertulias y los golpecitos en la barriga con cisneros y mendoza. Desde ese
momento, el gobierno no ha parado de ir al capitalismo y de abandonar el
Socialismo, que transformó, en el mejor de los casos, en un reparto de la renta
petrolera.
Un gobierno así, capitalista en la práctica y socialista en
la retórica, no puede tolerar a los que muestren la verdad, esos son sus
enemigos, no son cisneros ni mendoza ni fedecámaras, a quienes ataca de
mentirita pero no toca ni con el pétalo de una flor. Ahora bien, el gobierno,
el Presidente, no tiene argumentos para atacar a los que decimos que esto no es
Socialismo, que no es Chavismo, a los que alertamos que por este camino vamos
hacia el fascismo, hacia la caída del gobierno, que por este camino dilapidamos
la herencia del Padre Chávez. Apela a la descalificación personal. Presidente
Maduro, desista de atacarnos en lo personal. Desmienta, mejor, lo que decimos.
Así ganamos todos. Explique, por ejemplo, por qué es Socialismo dar
participación a la pequeña y mediana industria en las actividades de PDVSA que
es del pueblo; explique cómo es eso que los privados se meten en lo que
pertenece a lo social; explique, por ejemplo, como está la participación
accionaria en la Faja Petrolífera del Orinoco, transparente la entrega de
bloques; explique, por ejemplo, qué se ha hecho para investigar el asesinato
del Comandante Chávez.
Dos asuntos nos faltan por tratar.
“El testamento secreto de Chávez” es una licencia literaria, como pensamos que fue su
“conversación con el pajarito” o como, guardando las distancias, es el libro de
García Márquez “El General en su laberinto”, o el Poema de Neruda donde habla
con Bolívar en el Quinto Regimiento. Por cierto, la licencia literaria nuestra
es estrictamente apegada al pensamiento de Chávez, no hay nada diferente de lo
que el Comandante predicó. Y estamos contentos con ese escrito porque abrió la
necesidad de discutir el legado de Chávez. Lamentamos las interpretaciones
sesgadas, la mayoría de gente que no leyó el texto. Estamos esperando su libro,
que seguramente enriquecerá la discusión.
Estamos conscientes de que los ataques de un Presidente
acarrean la iniciativa de funcionarios aduladores, sabemos (la historia así lo
enseña) que vendrá una escalada represiva. Ante esta posibilidad afirmamos que
pagaremos el precio que las circunstancias nos impongan por escribir en defensa
del legado de Chávez, por decir lo que creemos que hay que decir… Siempre trataremos,
todo el equipo de “El Arado y el Mar” y “Un Grano de Maíz”, de hacer honor a la
memoria de los grandes, de Chávez, de Fidel y de todos los que regaron con su
vida la marcha hacia la sociedad que soñó Bolívar.
Toby Valderrama
El Presidente nos ataca… pero no nos desmiente
El arado y el mar. Caracas, 4 de agosto de 2015
El Presidente nos ataca… pero no nos desmiente
El arado y el mar. Caracas, 4 de agosto de 2015