miércoles, 17 de junio de 2015

Manuel Malaver: Mientras Maduro se fastidia, Diosdado se va a Haití

Alguien está perdiendo poder en Venezuela y alguien lo está ganando, según se desprende de las últimas acciones que toman (o no toman) los dos hombres que la mayoría de los venezolanos, piensan, sostienen las riendas del país: Nicolás Maduro y Diosdado Cabello.
Así, mientras Maduro asume durante cuatro meses un silencio cómplice ante la agresión de Guyana en el Territorio Esequibo, el Comando Estratégico Operacional, CEO, lo sienta el 26 mayo -en una reunión en la cual, se dice, no dejaron entrar al representante de la Armada (fuerza madurista)- y lo obligó a firmar el decreto presidencial No 1.787 que crea las Zonas de Defensa Integral Marítimas e Insulares (Zodimain) que trata de contener a Guyana y regresar la reclamación por El Esequibo a los términos del “Acuerdo de Ginebra”.
No se sabe aún si el teniente o capitán, Diosdado Cabello, estuvo en la reunión, pero de lo que si no hay dudas, es que se contó entre sus principales promotores e instigadores.
En cuanto a Maduro, de esa fecha data su inmersión en una depresión profunda, que es la responsable de la suspensión de su visita a Roma a recibir un premio de la FAO y a entrevistarse con en el Papa, y de que haya pasado casi todo el mes de junio sin programas de radio, cadenas y disparates como ese de decir que es la Exxon la quiere quitarnos El Esequibo y no Guyana.
Por su parte, Cabello, se dejó de complejos vicepresidenciales y se fue en plan de presidente a Brasil, donde Lula y la Rousseff lo recibieron como al verdadero sucesor de Chávez y se lo mandaron a Tom Shannon en Haití.
En otras palabras, que un auténtico golpe de estado “diplomático” contra Maduro, que pone el más importante problema de política exterior de la administración en manos del hombre que luce como su jefe y cuenta con la única institución que aun le queda en pie: el Ejército.
¿Y Maduro? Pues muy aburrido, siguiendo los juegos de la Copa América, viendo películas quemadas sobre la guerra de Las Malvinas y unas ganas enormes de mudarse a Cuba.

Manuel Malaver
Mientras Maduro se fastidia, Diosdado se va a Haití
La Patilla. Caracas, 17 de junio de 2015