miércoles, 14 de enero de 2015

Eleonora Bruzual: Ni colas ni Nicolás

Hace años, al grito de ¡Con mis hijos no te metas! miles de venezolanos salimos a la calle... Muchos cooperantes con la incipiente tiranía se las ingeniaron para frenar la protesta y permitir que el chavismo hiciera lo que le diera la gana.
Se han metido con nuestros hijos, los han obligado a emigrar, a vivir aterrados, a llorar muertos, a no ver esperanzas. Nos tienen igual que al pobre pueblo cubano, de cola en cola y de farsa en farsa. El hambre impide pensar y cuando eso pasa los instintos primarios nos dominan ya que aparece el ser elemental, el que sólo piensa en sus necesidades básicas y es así que el tirano, el déspota, el malandro empoderado te domina y vence.
Luego de la muerte del caudillo de Sabaneta, uno de sus lugartenientes, el capitán Diosdado Cabello, modelo del chavista abusivo y enfermo de Poder, le comunicaba al país que Chávez los contenía.
En marzo de 2013, este cabo de presos, que ha hecho lo que le da la gana con la separación de poderes, ha desmantelado el Estado, ha burlado leyes, Constitución y ha amasado una fortuna inconmensurable, decía: Chávez era el muro de contención de nuestras ideas locas, agregando "Ustedes [la oposición política] tenían que haber rezado mucho para que Chávez siguiera vivo”
 ¿Cómo entender eso y cómo no asociarlo con lo que estamos viviendo?
Jorge Arreaza “príncipe consorte” de una de las hijas del finado tropero -la Infanta robolucionaria Rosa Virginia- sin siquiera pensar en las consecuencias que a futuro le puede traer la amenaza descarada, dice: "En Ramo Verde todavía hay bastantes celdas disponibles".
Así nos amenaza con meternos presos en el mismo sitio donde ilegalmente mantienen detenido a Leopoldo López, a los alcaldes despojados de sus cargos de elección popular y a muchos otros opositores. Amenaza a todos los que con coraje denunciemos este horrible presente que vivimos.
Ese conocido resentido, que durante la democracia pudo gozar de becas para estudiar en buenas universidades inglesas y cuyo padre fue cónsul de Venezuela en Vigo (España), se arrimó a buen árbol y como un cometa pasó de adular a Chávez desde un pésimo programa de TV, hasta ser hoy vicepresidente de la República, y dueño a la fuerza de La Casona, la que fue la Casa Presidencial de Venezuela y ahora es de él y de su abusadora mujercita.
Arreaza parece no entender el hartazgo que tenemos ante tanto abuso, ante tanta represión, ante tanta ruina frente al enriquecimiento descarado de esa Peste Roja. Más amenazas y más cinismo en cada mensaje… Ahora ha dicho: "Chávez logró que nosotros nos reapropiáramos de la renta petrolera. No la vamos a soltar más nunca".  Realmente sobra ante este descaro cualquier comentario.
Volviendo al que arrogante da con el mazo, memorizo más de lo dicho aquel mes de marzo de 2013: "En la revolución el cuerdo es el comandante Chávez” por tanto Venezuela no está sólo en manos de unos depredadores sino también en las de unos enfermos mentales. De sociópatas que sin empacho, como lo acaba de hacer Maduro en esas largas y costosísimas vacaciones que se está dando por buena parte del mundo, le ofrece a los cataríes suministro copioso de alimentos como si no conocieran del hambre y las penurias que pasamos los venezolanos, igual de mitómano que Diosdado cuando ha dicho en estos días: “Éste es un pueblo feliz, todas las encuestas lo dicen. Éste es un pueblo atendido. Menos mal estamos nosotros... En capitalismo aquí no hubiese nada”.
Rápidamente han sido los obispos reunidos en la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) los que han respondido al belicoso capitancito ricacho, mostrándole que lo de la Peste Roja no es más que “un camino equivocado” y recalcando lo que la realidad corrobora. Una crisis general al imponer un sistema políticoeconómico de corte socialista marxista o comunista y destacando: “Ese sistema es totalitario y centralista,  establece el control del Estado sobre todos los aspectos de la vida de los ciudadanos y de las instituciones públicas y privadas. Además, atenta contra la libertad y los derechos de las personas y asociaciones y ha conducido a la opresión y a la ruina a todos los países donde se ha aplicado”.
Decidí titular con un juego de palabras que un activo tuitero cuya cuenta es @jmperezosorio creó para definir este tiempo que agobia… ¡Ni colas ni Nicolás! es el clamor, es el deseo, es la apremiante consigna porque como dice la CEV: La esperanza no es pasividad ni conformismo. Y si Cola es sinónimo de Socialismo o Comunismo, Rebeldía es sinónimo de seres libres.


Eleonora Bruzual
Ni colas ni Nicolás
Diario Las Américas. Miami, 15 de enero de 2015