ANACO. Allí hay una Brigada Voluntaria de Protección Civil. Son unos 15 adolescentes, aplicados, excelentes estudiantes. A raíz de que cambiaron al director de PC, a algunos rescatistas les han prohibido, sin causa conocida, la entrada a la sede. A quienes insisten en ir los obligan a hacer guardias de 8 horas como operadores de radio.
ENCADENADO. Así encontró, la comisión militar que llegó ante el PNUD, a Juan Rodríguez. Él tenía allí 185 días, protestando por corrupción en Inparques. Los militares se lo llevaron junto con los estudiantes de las carpas. Eso fue en la avenida Francisco de Miranda en Altamira, Caracas. “Me despojaron de la cédula, después de agredirme y forzar la cadena y candado que tenía amarrada al tobillo. Se apropiaron de mi carpa y todas mis pertenencias”. Responsabiliza de todo al general Quevedo, a quien poco después sacaron del Core 5. “Debo presentarme cada 8 días ante los tribunales”. Lo acusaron de agavillamiento, cuando es el único que protesta por corruptelas y derechos laborales en Inparques. “El capitán de bomberos forestales de Inparques ascendido de coordinador a director general, presentando sanción y antecedentes por presunta corrupción”. Inparques no le ha permitido que retire sus pertenencias ni revisar su expediente. “No me entregan los antecedentes de servicio”. Y tampoco le han pagado sus pasivos laborales.
FBL. Son las Fuerzas Bolivariana de Liberación. Publicaron un comunicado titulado: “Basta de miedo y complicidad: luchemos contra la alianza oligárquica y rojiburguesa”. Cuentan que activaron varias “minas de humo y sonoras” en las adyacencias del Banco Central y del Ministerio para la Economía, Finanzas y Banca Pública. Fue una “una acción de agitación y propaganda” para alertar al pueblo ante la “vieja oligarquía opositora y la nueva rojiburguesía gobernante”. Exigieron “la inmediata publicación de la lista de Cadivi. Que se discuta y apruebe la Comisión Nacional para el Saneamiento de la Administración Pública y Castigo a los responsables de delitos contra el Patrimonio Público”. Al presidente Maduro le exigen: “No devaluar más de forma directa o encubierta el bolívar” y que elimine el IVA.
TRISTEZA. Es lo que siente Erika Machado. Su esposo era Henry Torrez Legón (37 años). Fue funcionario policial en Yaracuy durante 14 años. Cumplía funciones en la comandancia de Salóm, municipio Nirgua, lugar bastante alejado. Ese domingo del 06 de abril, a las 4PM, lo asesinaron dentro de la comandancia, cuando estaba de guardia con un compañero de trabajo. Como las cárceles están abarrotadas, tenían 4 presos dentro de esa estación. Erika considera que fue responsabilidad de los superiores inmediatos dejar solos a esos dos policías, sin patrullas, sin motos. Llegaron tres asesinos. “A Henry le dieron un tiro fulminante en la parte intercostal y lo golpearon vilmente en la cabeza. El compañero ni siquiera accionó el arma”. Los delincuentes se robaron el armamento que llevaba Henry y sus teléfonos, el personal y el corporativo. Se llevaron un arma que estaba en el parque de armas. “Hasta la fecha no hay un culpable preso”. Erika dice que su esposo era un hombre ejemplar, que hace un año se graduó de ingeniero y cursaba un diplomado; deja 5 hijos menores de edad. “En cuatro oportunidades los policías habían reportado que ese lugar no era apto para tener presos”. Ahora Erika tiene una familia que mantener y sólo le queda la pensión de sobreviviente por el seguro social.
BAYÓN. Fue el sindicalista asesinado al salir de una reunión en Miraflores. Lo velaron en su finca. Ese día cerraron todos los accesos al lugar. Todo el que asistió al velorio fue previamente revisado por hombres fuertemente armados. El gordo Bayón tenía seis hermanos y su mamá. No parece haber duda de su relación con el gobernador de Bolívar, Rangel Gómez. En lugar del Gordo Bayón quedó alias Capitán.
BENEDETTI. Es el más hermoso de los poetas uruguayos, el que un día escribió: “Se me ocurre que vas a llegar distinta/ no exactamente más linda/ ni más fuerte/ ni más dócil/ ni más cauta/ tan solo que vas a llegar distinta/ como si esta temporada de no verme/ te hubiera sorprendido a vos también/ quizás porque sabes cómo te pienso y te enumero./ …/ Yo nostalgio/ tú nostalgias/ y como me revienta que él nostalgie”.
Última Hora
- La madre de William Barreto, asesinado en Mérida, aún espera por la llegada de la justicia. Mucho dinero e intereses han sepultado la verdad.
- La crisis del gas en bombonas se está extendiendo a gran parte del país.
- Están a punto de arrestar a dos altos oficiales por sospechar que están en el plan magnicida.
FERMÍN. Es Lisandro, el defensor del pueblo en Sucre. Explica que todo el procedimiento que llevó a acusarlo de extorsión fue una gran conspiración en su contra, orquestada desde Maturín, por el entonces gobernador, “el gato” Briceño. Dice que solicitar su “destitución por conductas inmorales y poco éticas” no la hicieron 130 consejos comunales. “Fueron tres, empleados de la alcaldía de Coro, siguiendo instrucciones de su jefe político, hoy preso por delitos contra los DDHH”. Destaca que siempre ha tenido una conducta intachable. “Suena extraño que después de haber logrado la intervención de varias policías y funcionarios extorsionadores y homicidas, me haya levantado un día con ganas de convertirme en lo que más he odiado en mi vida”. El MP le imputó cómplice de extorsión y no autor material, por lo tanto mal podrían haberlo detenido infraganti. “Es decir, yo sería cómplice de unos comisarios del Sebin que no conozco, y que habían denunciado al presunto “empresario” de quererlos sobornar. Ese “empresario” jamás había tenido empresa, se hacía pasar por “comisario” de la Policía Nacional, por abogado, por administrador y por teólogo, tiene varios expedientes misteriosamente paralizados, por legitimación de capitales y estafa continuada”. El “empresario” habría participado como cómplice en el homicidio de unos turistas en oriente con pena de 8 años en El Dorado. “En mi caso, nunca hubo cadena de custodia, quisieron practicarme una espectrografía de voz saliendo de un quirófano, sedado, y sin mi abogado presente; mi escolta confesó portar el arma de fuego, pero nunca lo imputaron y fue el único testigo en mi contra, todo a cambio de no meterlo preso”. Dice que después de su detención todos montaron negocios, hasta su escolta. Y desmiente que haya estado en el batallón Girardot en el comité de bienvenida a Nicolás Maduro. “El 30 de septiembre me encontraba en Tucupita”.
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Sebastiana Barráez Pérez
Paramilitares controlan el contrabando en la frontera
Quinto Día. Caracas, 13 de junio de 2014