"Venezuela, el destino más chévere” fue uno de los lemas utilizados por el ministro Andrés Izarra para promover el turismo desde dentro y fuera de su país. Si no fuera porque algunos de los acontecimientos que se han vivido en los últimos meses son dramáticos, la frase sería para reírse a carcajadas durante horas.
El pasado 6 de enero, el mundo entero se conmovía tras la noticia de la muerte de la actriz Mónica Spear y su marido Thomas Henry Berry. Spear y Berry transitaban junto a su hija en un auto por la Autopista Valencia-Puerto Cabello, en el sector El Cambur del estado Carabobo, en la Región Central, cuando tras sufrir una avería fueron asaltados y asesinados delante de su pequeña, que quedó herida. Así acabaron las vacaciones de una familia que amaba a su país.
Ahora le tocó el turno al ciudadano alemán Cristophorns Wilhelm Deuts Keuters, quien murió en un tiroteo en el Hotel Eurobuilding, en Caracas. El hombre había llegado hacía unas horas al país y se trasladaba en un automóvil cuando recibió los disparos de unos motorizados. En un tiroteo posterior también perdió la vida uno de los presuntos delincuentes. En las últimas horas se conocía también que el Gobierno de Venezuela colocaba más trabas al turismo extranjero. El Ministerio de Turismo resolvió que los hoteles en Venezuela deberán exigir a los turistas extranjeros probar el origen legal de los bolívares que utilizan en sus transacciones para evitar así el canje de divisas en el mercado paralelo.
Visto desde fuera no parece nada “chévere” viajar como turista a un país que no puede garantizar mínimamente tu seguridad y cuyo Gobierno además quiere controlar todos los movimientos que hagas durante tu estancia.
Editorial Diario Las Américas:
Venezuela Un destino “nada chévere”
Diario Las Américas. Miami, 20 de junio de 2014