miércoles, 14 de mayo de 2014

Manuel Malaver: Maduro, la oposición y las presiones para destruir el diálogo

Dijo Maduro anoche que “había muchas presiones para destruir el diálogo”, y aunque se cuidó de que en el banquillo aparecieran sobre todo factores opositores, deslizó también que se refería a grupos radicales de su gobierno. A los cuales no cuesta mucho identificar, pues parece que están a la caza de cualquier gesto o palabras conciliadoras del mandatario, para salir a caerle a peñonazos.
Diosdado Cabello y Nicolás Maduro
Yo me referiría antes que a otros, a Diosdado Cabello, el presidente de la Asamble Nacional que desde que Maduro asumió el poder no pierde un solo día en darle casquillo contra Capriles, Leopoldo López o María Corina Machado, para que el exdirigente sindical se lance a despotricar a diestra y siniestra.
Y de tal forma, que el auténtico presidente de la República parece el teniente coronel, o capitán, mientras Maduro luce como una marioneta o títere que, simplemente, emite sonidos de su ventrílocuo.
El problema es que Cabello es malo hasta tratando de imitar al inolvidable Carlos Donoso, y su supuesta capacidad de intriga queda tan al descubierto, que no nos deja sino un remedo de si mismo.
Sin embargo, le está horadando las pocas bases y el poco respeto que le restaban a Maduro, pues al tenerlo saltando del timbo al tambo, y diciendo una noche que quiere salvar el diálogo y otra que quiere hundirlo, no hace sino decirle al PSUV, al gobierno y al país que el jefe de Estado están tan confundido que necesita de urgencia un tratamiento y un sustituto.
El sustituto no es otro que Cabello, quien vociferaba el domingo en “Venezolana de Televisión”, “que en el país no hay nada parecido al madurismo y que lo que siempre hay y seguirá habiendo es chavismo.
Y como Cabello es la reencarnación de Chávez…saque usted sus conclusiones.


@MMalaverM
 

Maduro, la oposición y las presiones para destruir el diálogo
Manuel Malaver
El Diario de Caracas. Caracas, 14 de mayo de 2014