martes, 9 de junio de 2015

Thays Peñalver: El pánico de Nicolás Maduro a Felipe González

Hoy el planeta entero le esta propinando una golpiza a Maduro. La ONU ve como casi todas las metas del milenio de Venezuela fueron alcanzadas a través de la chequera petrolera que creían inagotable, los avances de la salud se lograron gracias a la importación de médicos extranjeros, pagados en decenas de miles de dólares, mientras los venezolanos tuvieron que emigrar porque apenas ganan 70 euros al mes. El éxito en la lucha contra el hambre se logró, no gracias a la producción, sino a la importación de alimentos y la erradicación de la pobreza, basada en mediciones con el barril a 140 dólares, fueron tan falsas que la ONU observa desesperada, que todo volvió al mismo lugar donde comenzó.
Engañar a un porcentaje cada vez menor de votantes en su mayoría analfabetos o con escasa primaria -mayormente rural- es fácil. No en balde Venezuela es el único país del planeta en el que su ministro de Educación regaña a sus votantes explicando que: "No vamos a sacar a la gente de la pobreza, pa' llevarla a la clase media, pa' que después aspiren a ser escuálidos (opositores)" (sic). Pero engañar a un equipo multidisciplinario, todos expertos internacionales con doctorados, encargados de revisar las metas de Venezuela es otra cosa y de allí la paliza que le dieron a Maduro. Porque los 14 doctores no podían dar crédito a lo que oían al preguntar: ¿Quiénes son los responsables de que no hayan medicinas en 130 hospitales, custodiados por la fuerzas militares o policiales? Respuesta: "Los partidos políticos de la oposición". A la mayoría de votantes venezolanos ya no se le puede engañar con eso, pero al alemán o al egipcio que escuchaban detenidamente, seguro les dio ganas de vomitar.
Y es allí precisamente donde radica el pánico que le tiene Maduro a Felipe González, un pánico de tal magnitud que posiblemente por eso Maduro suspendió su viaje para ver al Papa y atender la posible crisis política que se le vendrá, al descubrirse internacionalmente una de las últimas mentiras del régimen, el golpismo de la oposición. Porque cuando a González le traten de engañar con los golpes de la oposición, este va a limitarse a preguntar: "Y cuantas divisiones tiene el Papa", recordando por experiencia propia que: "En las luchas de poder las relaciones son subterráneas: las cuatro quintas partes, como en el iceberg, no se ven".
González llega a Venezuela en medio de una paliza internacional, cuando la chequera petrolera agotada no puede garantizar otra elección, en una hora menguada en la que su gente ya habla sin tapujos de la "lucha armada" para seguir en el poder y Maduro instiga a sus pocos seguidores a prepararse: "Para un tiempo de masacre y muerte si fracasa la revolución" (sic). El Pánico que es que se descubra la última mentira cuando le presenten a González a una capitana (que en realidad era odontóloga asimilada) y a dos ex generales retirados septuagenarios como prueba del golpismo opositor y se demuestre al planeta que como todo lo demás, era una mentira para encarcelar a todo el liderazgo opositor.



Thays Peñalver
El pánico de Nicolás Maduro a Felipe González
El Mundo. Madrid, 8 de junio de 2015