viernes, 27 de marzo de 2015

Antonio Rivero: La Renuncia del Difunto I

Quiero agradecer la oportunidad que me brinda el grupo editor de este prestigioso diario en poder expresar a través de este pequeño espacio y a partir de la presente fecha, cuanto pueda contribuir en el debate de las ideas y que nos permita articular fuerzas de contenido necesaria para el logro de la Libertad y la Democracia en Venezuela, de igual manera en la Paz y Seguridad regional, así como fortalecer nuestra idiosincrasia latina. Me comprometo ante los lectores del DIARIO LAS AMÉRICAS y a todo su equipo institucional, a guardar culto al valor y a la honestidad con la verdad de la información a suministrar, con en ello servir a la honra y honor de su prestigio periodístico.
Recién llegado a los Estados Unidos tuve la oportunidad de dar una entrevista al periodista y amigo de este diario, José Pernalete. En Dicha entrevista toqué varios temas de carácter nacional en razón de  la situación del país y en forma particular José me pidió que le hiciera un recuento breve de lo que había sido mi paso como militar durante el gobierno de Chávez (Difunto) y la relación o conocimiento que tuve con su persona. De ello se desprendió la información sobre la sonada renuncia por escrito del difunto y que Diosdado Cabello pudiese tenerla en su poder. Por medio de la presente no sería tanto el aclarar o explicar, sino ratificar de una manera más adecuada lo que en esas declaraciones ofrecí a este diario y que se hizo un tanto viral en las redes sociales, como así mismo a través de excelentes portales noticiosos  que muestran la realidad nacional de nuestra Venezuela, como Dollar Today, Reporte Confidencial, Maduradas entre otros de diferentes rangos de noticias o reportajes.
Cada persona es libre de pensar y expresarse de la manera que abiertamente le ofrece su derecho, pero necesario es que dicha expresión sea manifestada con los basamentos necesarios que justifiquen su alusión a alguien u algo en particular por lo cual se motiva a expresar. En razón de ello considero documentar lo que pudiera ser, que personas de alguna manera u otra, no conocen o ignoran de mi declaración y ante la vorágine de conflictos, y hechos noticiosos afectivos que ocurren en nuestro país, nos conducen a expresarnos de una manera un tanto ligera por la indignación, o confundidos ante la diversidad de opiniones o especulaciones. Es mi deber exponer este fundamento de manera respetuosa, bajo la misma posibilidad de crítica que haya lugar y que otra persona pudiera de igual manera ampliar u observar debidamente.Las críticas u opiniones contrarias que he recibido ante mi declaración al DIARIO LAS AMÉRICAS las asumo con total y absoluta disposición para evaluar y responder de manera consecuente con el respeto y consideración que le debo a toda persona. En mi deber igualmente, debo contribuir a fortalecer la verdad histórica que vivimos, pero esencialmente integrar esfuerzos sobre la base del objetivo primario que nos debe unir, Venezuela.
El país se encuentra inmerso en una debacle catastrófica de orden social, económico, político y de soberanía, producto de la aberración pública por una gesta que originada en condiciones democráticas, derivó a lo inmediato en un régimen totalitario donde se violentó el Estado de Derecho y se quebrantó la Soberanía de la manera más vil y traidora. Sumiendo de igual manera al país, pese a una bonanza petrolera, en un gran desastre económico y social, acabando la producción nacional y frenando cualquier tipo de desarrollo que genere a la población el bienestar y la satisfacción de sus necesidades para la superación personal, familiar y comunitaria, así también la superación de la pobreza, factor fundamental y necesario que debería estar en los objetivos de gestión pública en nuestro país.
Lo que expongo es parte de este desatino histórico, donde muchos tenemos responsabilidades, asumo la mía, pero con toda certeza y en razón de mis principios y valores fundados desde mi hogar, me dispuse a luchar contra la ignominia de esta gesta y esté donde esté no descansaré en ella hasta ver logrado contribuir a dar al traste definitivo y total con esta nefasta etapa histórica de nuestra Venezuela.
Al difunto, después de los acontecimientos ocurridos en la tarde y parte de la noche del 11A del 2002 y a eso de las 11:30 de la noche, le llega una comisión de generales provenientes del Fuerte Tiuna específicamente de la Comandancia del Ejército, desde donde se dirigieron los movimientos militares de ese día en Caracas y donde se reunían personas que posteriormente tomarían parte en el poder con Carmona Estanga. Esa comisión venía a pedirle al difunto la renuncia por parte del alto mando militar. Ante su llegada al palacio y presentada esa solicitud, el difunto pidió comunicarse con los comandantes de guarniciones militares, que son las autoridades que ejercen la movilización de la fuerza operativa de la FAN, más allá del alto mando militar. Eran 27, de ellas se llamaron a la de Caracas Garcia Carneiro,  Maracaibo, Valencia, Maracay a Baduel, Barquisimeto, Merida y Tachira entre otras principales. Ninguna respondió al llamado del difunto... Continuará en un próximo espacio.
Muchas Gracias y que Dios les conceda buenos tiempos.

Antonio Rivero
La Renuncia del Difunto I
Diario Las Américas. Miami, 24 de marzo de 2015

Parte II