martes, 16 de diciembre de 2014

Rosa María Estaba: Venezuela: la absurda política territorial bolivariana

La polí­tica terri­to­rial boli­va­riana es incons­ti­tu­cio­nal, a-histórica y nociva. Es la cul­mi­na­ción de la auto­cra­cia revo­lu­cio­na­ria que, con la ines­pe­rada llu­via de petro­dó­la­res, cul­tivó el difunto Pre­si­dente Hugo Chávez.
¿Incons­ti­tu­cio­nal?
Reedita la reforma a la cons­ti­tu­ción negada en el refe­rén­dum de 2007 y que, como dijo el mismo Chá­vez, tras­to­ca­ría “…el esquema geo­grá­fico de la geo­me­tría del poder o geo­po­lí­tico interno que hemos here­dado (…) del siglo XIX, (…) de la colonia”.
El plan pasa por abor­tar el estado fede­ral des­cen­tra­li­zado, jus­ti­ciero sis­tema de dis­tri­bu­ción ver­ti­cal del poder público con­sa­grado en la Carta Magna de 1999 ¿Cómo abor­tar un pacto social ava­lado con la exi­tosa des­cen­tra­li­za­ción terri­to­rial con­quis­tada desde 1989, luego del pri­mer sufra­gio directo y secreto de los gober­nan­tes fede­ra­les y municipales?
Sabo­tear. Cons­truir a toda costa el anda­miaje del Estado Socia­lista ejer­cido direc­ta­mente por el pue­blo y basado en la comuna, célula fun­da­men­tal tute­lada y suple­to­ria del muni­ci­pio autó­nomo. Cons­truir el estado comu­nal hiper­cen­tra­li­zado, cuya ale­tar­gada y efí­mera cris­ta­li­za­ción ha obli­gado a recu­rrir al acorralamiento.
¿A-histórica?
No es de poca monta desa­fiar la his­to­ria para lograr un patrón terri­to­rial del desa­rro­llo “óptimo”. Peor aún si la “pla­ni­fi­ca­ción” des­cansa en el Pre­si­dente de la Repú­blica y en dos prin­ci­pios, ade­más de volun­ta­ris­tas, opues­tos a las inno­va­do­ras diná­mi­cas pro­pias de la glo­ba­li­za­ción: Socie­dad de la Infor­ma­ción, Eco­no­mía del Cono­ci­miento y Metropolización.
El prin­ci­pio de desa­rro­llo endó­geno encu­bre un modelo anti urbano y al mar­gen del mer­cado
El prin­ci­pio de desa­rro­llo endó­geno encu­bre un modelo anti urbano y al mar­gen del mer­cado. Gra­vi­tado en la explo­ta­ción de recur­sos natu­ra­les y en los atri­bu­tos de los habi­tan­tes de un terri­to­rio, su for­ta­leza depen­derá de la supuesta inte­gra­ción de cade­nas pro­duc­ti­vas, que sean capa­ces de crear y garan­ti­zar diver­sas for­mas socio-productivas loca­les y regionales.
Un segundo prin­ci­pio, el de equi­li­brio terri­to­rial, anun­cia el fin de las desigual­da­des. Bas­ta­ría actuar con dos medi­das. Por una parte, racio­na­li­zar tri­lla­dos cri­te­rios de incen­ti­vos al sec­tor pri­vado, y de asig­na­ción de los recur­sos públi­cos. Reorien­tar, por otra, la dis­tri­bu­ción geo­grá­fica de las acti­vi­da­des pro­duc­ti­vas cote­jando ven­ta­jas com­pa­ra­ti­vas: ¡las mis­mas fuer­zas invi­si­bles que expli­can la sata­ni­zada loca­li­za­ción his­tó­ri­ca­mente mode­lada por los venezolanos!
Para un cam­bio tan radi­cal se valen de unas ente­le­quias dibu­ja­das y pro­mo­cio­na­das desde la cúpula hegemónica.
La espina dor­sal de la pro­puesta la for­man tres ejes de desa­rro­llo. Su tra­zado es ima­gi­na­rio y total­mente inverso al reco­rrido por la densa red de ciu­da­des que, a manera de arco, colma y des­borda la Uni­dad Costa Mon­taña, enla­zando al con­junto Cara­cas (capi­tal republicana)-Valencia-Maracay con cinco focos regio­na­les en pleno cre­ci­miento. Los dos pri­me­ros, el eje occi­den­tal y el orien­tal, se ori­llan con sen­tido norte-sur por las fron­te­ras extre­mas de Vene­zuela. Dos ejes que alguna vez se uni­rían entre sí, a tra­vés del ter­cero: el Orinoco-Apure de las yer­mas y dila­ta­das saba­nas cen­tra­les y sel­vas del sur. (Figura 1)
 
 
Del impulso de desa­rro­llo bro­ta­rían dos nue­vos mapas de Vene­zuela.
El mapa de ciu­da­des se fun­da­ría en la comuna arrai­gada a un dis­trito motor de desa­rro­llo. La pri­mera es el ente de arti­cu­la­ción de orga­ni­za­cio­nes comu­ni­ta­rias. El segundo alude a una uni­dad de ges­tión terri­to­rial for­mu­lada para ámbi­tos a equi­par y difun­di­dos sin dis­tingo por todo el país.
La comuna, con­ver­tida en epi­cen­tro de la inver­sión, sería el ger­men de la ciu­dad comu­nal a for­jar, por ini­cia­tiva popu­lar y por agre­ga­ción de varias comu­nas, sin mirar deli­mi­ta­cio­nes ni iden­ti­da­des fede­ra­les o municipales.
El otro es el mapa político-administrativo. Super­puesto al actual, revela un uso reite­rado del con­cepto fede­ral que des­vir­túa la doc­trina de reparto terri­to­rial del poder nacio­nal. La fede­ra­ción comu­nal, bisa­gra de dos o más ciu­da­des comu­na­les, reem­pla­za­ría a la cons­ti­tu­cio­nal­mente reco­no­cida enti­dad fede­ral. A la gen­ti­li­cia divi­sión terri­to­rial de Vene­zuela se le mon­ta­ría la con­fe­de­ra­ción comu­nal inte­grada por la suma de las fede­ra­cio­nes. Por encima de esta y para “mejo­rar el con­tacto del Gobierno con el pue­blo y refor­zar la efi­cien­cia de la ges­tión pública”, se decre­tan seis regio­nes fede­ra­les de desa­rro­llo integral.
¿Sere­mos tes­ti­gos del eclipse de la Vene­zuela demo­crá­tica, prós­pera y moderna, y el para­lelo alum­bra­miento del estado comu­nal? (Figura 2)
 
 
 
¡Una fábula nociva!
Des­pil­fa­rran recur­sos y des­man­te­lan o aban­do­nan el ejem­plar patri­mo­nio ate­so­rado. Des­tru­yen la des­cen­tra­li­za­ción terri­to­rial. Des­atien­den los luga­res donde vive la gente. Inci­tan el caos y su alar­mante esca­lada de pro­ble­mas: apa­go­nes, fallas en la dota­ción de agua pota­ble, ruina de la red vial, esca­sez de ali­men­tos, medi­ci­nas y vivien­das, colapso de la planta edu­ca­tiva, cri­sis hos­pi­ta­la­ria, degra­da­ción de ciu­da­des y cam­pos, inse­gu­ri­dad ciu­da­dana, exclu­sión, pobreza exacerbada.
Para mayor información:
ESTABA Rosa M. Del caos a los terri­to­rios inte­li­gen­tes. Biblio 3W. Revista Biblio­grá­fica de Geo­gra­fía y Cien­cias Socia­les. Uni­ver­si­dad de Bar­ce­lona, Bar­ce­lona, España, 2008.
ESTABA Rosa M. Una invi­ta­ción para dis­cu­tir sobre la Geo­gra­fía desde mi expe­rien­cia pro­fe­sio­nal. Revista Geo­grá­fica Vene­zo­lana. Uni­ver­si­dad de los Andes, Mérida, Vene­zuela, 2008.
Rosa M. Estaba es profesora-investigadora jubi­lada de la Escuela de Geo­gra­fía de la Uni­ver­si­dad Cen­tral de Venezuela.

 


Rosa María Estaba
Venezuela: la absurda política territorial bolivariana
GeocritiQ. 1 de diciembre de 2014