La opositora venezolana María Corina Machado, procesada por “conspiración” por el sistema judicial del régimen venezolano, es víctima de la legislación creada por el chavismo en la última década como arma de persecución política. La definición de nuevos delitos con desmedidas penalizaciones es una práctica del chavismo que más recientemente ha comenzado a ser ejecutada por el Gobierno de Rafael Correa en Ecuador, con reformas de la legislación penal y su aplicación con fines políticos.
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En su afán por neutralizarla, el régimen imputó a Maria Corina Machado con base en la reforma del Código Penal aprobada en 2005 por un parlamento controlado por el chavismo y presidido por Nicolás Maduro. En aquella oportunidad, mediante la reforma al Código Penal fueron incluidos en la legislación venezolana delitos tales como conspirar “para destruir la forma política republicana”, difamar al presidente, revelar “secretos políticos”, estorbar la acción del Gobierno, alzarse “públicamente en actitud hostil contra el Gobierno”, entre otros. Esa reforma fue impulsada y refrendada por Hugo Chávez, el mismo que en 1992 protagonizó un cuartelazo contra el Gobierno democrático. La reforma Chávez impuso 24 años de prisión para quien se alce “para cambiar violentamente la Constitución de la República”.
Aparte de la reforma penal, el régimen chavista aprobó otras leyes, entre ellas una “Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento del Terrorismo”. Las definiciones de “terrorismo” o “delincuencia organizada” facultan a los operadores del sistema legal para imputar a actores políticos e impedir su juzgamiento en libertad. De hecho, esta ley ha sido masivamente utilizada durante el año 2014 contra centenas de jóvenes manifestantes detenidos en las calles de Venezuela. En estos tiempos, protestar contra los Gobiernos de Nicolás Maduro o Rafael Correa pueden acarrear la acusación de terrorismo y ser juzgados en consecuencia.
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Al amparo del Gobierno Santos, bajo el manto protector de Cuba, Noruega y Venezuela, las FARC parecieran contar hoy en día con un corredor franco para sus travesías fuera de territorio colombiano. El secuestro por las FARC el 16NOV14 en el remoto departamento del Chocó, del brigadier general colombiano Rubén Alzate Mora dejó en evidencia la capacidad de movilización física y mediática que adquirió esa organización guerrillera.
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Pastor Alape es uno de los siete miembros del secretariado de las FARC, cúpula política y militar a la cual ascendió en 2010 en reemplazo del desaparecido Mono Jojoy. Alape, sobre quien pesan decenas de órdenes judiciales de captura en Colombia y una recompensa millonaria por parte del gobierno de EEUU, habría arribado a Cuba a principios del pasado mes de octubre. Su traslado a La Habana fue parte de los ahora usuales operativos del Gobierno colombiano para facilitar el tránsito de emisarios de las FARC a Cuba. Esos operativos incluyen suspensión de órdenes judiciales, paralización temporal de operaciones militares en el territorio convenido, traslado aéreo a La Habana (o viceversa) con protocolos de seguridad previamente acordados y asistencia de terceras partes extranjeras. Alape es uno de los cuatro miembros del Secretariado que encabezan, hoy en día, el grupo de 30 representantes que las FARC oficialmente mantienen en La Habana para las negociaciones con el Gobierno Santos.
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Tras el secuestro del general Alzate, Pastor Alape fue visto en el Centro de Convenciones de La Habana el 18NOV14, cuando en nombre de la delegación negó manejar información sobre la retención del alto militar y dos acompañantes. A raíz de la liberación de los secuestrados, Alape fue mostrado en fotografías tomadas el domingo 30NOV14 cuando encabezó, en territorio colombiano, la entrega del general Alzate a la comitiva de la Cruz Roja Internacional y los Gobiernos garantes de Cuba y Noruega. El hecho ocurrió a 2.000 kilómetros de La Habana, en Vegaez, un perdido caserío selvático al norte de Quibdó capital del departamento de Chocó. Como cualquier alto ejecutivo internacional, Alape, sin contratiempos, ya lunes 01DIC14 se encontraba de regreso en La Habana.
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Según las FARC, la liberación del general Alzate fue producto de negociaciones secretas con el Gobierno Santos. Oficialmente la liberación y el operativo para consumarlo fueron negociados por la FARC con los Gobiernos garantes. Esa versión fue desmentida por el Jefe del estado mayor de las FARC, Timoleón Jiménez Timochenko. Escribió Timockenko en una carta pública difundida el 02DIC14, enviada al general Alzate: “Es cierto que el presidente Santos reaccionó precipitadamente al suspender los diálogos de paz, condicionando su reanudación a su pronta liberación. Pero también lo es que paralelamente envió en secreto un propio a plantear alternativas”. Hasta el momento el Gobierno colombiano no ha desmentido a Timochenko. Se ignora lo pactado entre Santos y las FARC para lograr la liberación del general Alzate.
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Como era de esperarse, la entrega del general Alzate fue convertida por las FARC en un evento propagandístico. Según varias fuentes consultadas, el comandante guerrillero Alape viajó a Colombia desde La Habana en el mismo vuelo que trasladó a cubanos y noruegos encargados de recibir a los secuestrados. Según el diario El Tiempo de Bogotá, esa comitiva habría llegado desde Cuba al aeropuerto internacional José María Córdova en Rionegro (departamento de Antioquia) el sábado 29NOV14, desde donde fue trasladada al Chicó. En la mañana del domingo 30NOV14 se produjo la puesta en escena en el caserío Vegaez. El jefe guerrillero, vistiendo camiseta negra y zapatos de paseo, apareció entre un grupo de guerrilleros y secuestrados que calzaban todos ellos las típicas botas de caucho usadas por las FARC. Alape luego cambió de camisa para posar con el alto militar que entregaba en nombre de las FARC al cubano y al noruego con quienes había compartido el periplo desde Cuba. De esta manera, las FARC buscaban reafirmar la imagen del control que la jerarquía mantiene sobre sus unidades de combate. Violando el protocolo acordado con la Cruz Roja Internacional, las FARC tomaron fotografías del acto de entrega, las cuales fueron difundidas de forma exclusiva por el canal estatal cubanovenezolano Telesur. Presumiendo de su nivel de comunicaciones, la confirmación de la liberación ocurrida en el Chocó la realizó el jefe guerrillero Iván Márquez en La Habana, también por medio de Telesur y casi en simultaneo con la entrega de los secuestrados.
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Cuando el 16NOV14 las FARC secuestraron al general Alzate, el hecho fue conocido por un tuiteo del expresidente y senador opositor Álvaro Uribe Vélez, quien habría recibido información privilegiada por fuentes castrenses. El 30NOV14, la confirmación de la liberación fue conocida por medio de las FARC. El Gobierno Santos mostró un bajo control de la situación. En Colombia es un secreto a voces que dentro de las Fuerzas Militares existe descontento por las negociaciones con las FARC. El 02DIC14, el mismo día que anunciaba el reinicio de negociaciones en La Habana, en un intento por reafirmar su mando, Santos advirtió que estaba retirando “personas que no están actuando con lealtad” y dijo que no tolerará “deslealtad o falta de disciplina” en las Fuerzas Militares. En tanto, el ministro de la Defensa, Juan Carlos Pinzón, se muestra cercano a los militares y confrontacional ante las FARC. El 03DIC14, Pinzón expresó durante un acto castrense en la Escuela Militar de Cadetes en Bogotá: “A los jefes de las FARC que están en La Habana les digo: el tiempo se les está agotando”. Agregó que “varios de los terroristas que están hoy en Cuba se fueron del país por temor, por cobardes, porque se tienen que ir de aquí por las operaciones contundentes, para que no caigan como otros han caído”.
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El Gobierno de Panamá extendió invitación por escrito a Cuba para la VII Cumbre de las Américas a realizarse el 10ABR15. La gran incógnita: ¿Asistirá Barack Obama a un encuentro donde coincidirá como pares con Raúl Castro?
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Reforzar la alianza política de los “gobiernos transformadores” ante la “radicalización de la derecha” propuso el expresidente Lula da Silva el 03DIC14 en Guayaquil, Ecuador. Los movimientos democráticos que se oponen a gobiernos como el de Nicolás Maduro o Dilma Rousseff son calificados por Lula como “adversarios internos” y “conservadurismo político y económico” internacional. Durante el evento organizado por Unasur y el Instituto Lula, el exmandatario brasileño se refirió a “un segundo ciclo de victorias electorales” marcado por los triunfos de Tabaré Vázquez en Uruguay, Nicolás Maduro en Venezuela, Salvador Sánchez Cerén en El Salvador, por la reelecciones de Rafael Correa en Ecuador, Dilma Rousseff en Brasil, Juan Manuel Santos (“con apoyo calificado de las fuerzas de izquierda”) en Colombia, Evo Morales en Bolivia y el regreso de Michelle Bachelet a la presidencia chilena.
Edgar C. Otálvora
Chavismo desenfunda sus leyes contra los opositores
Diario Las Américas. Miami, 8 de diciembre de 2014
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