miércoles, 6 de agosto de 2014

Eleonora Bruzual: Hipocresía al por mayor


Juan Luis Guerra, el extraordinario bachatero dominicano, pide en una de sus famosas canciones que ¡Ojalá que llueva café!; yo sin música y sin ritmo, aquí estoy a punto de implorar que llueva sinceridad, honestidad, coraje. Y es que mis queridos lectores en todo este continente nuestro están sobrando los listos con caras de bobos bien administradas. Están sobrando los cómplices…

Resulta que -como ya me han leído con respecto a la venta del diario El Universal- es inaudita la sorpresa que muestran algunos columnistas por haber sido censurados y yo les leo las pataletas y no hago más que impactarme frente a lo que no sé si es ingenuidad o hipocresía, porque díganme no más ¿puede, sabiendo de la turbia venta, sorprender lo que está sucediendo? ¿Puede, conociendo al “Solicitado” que pusieron de presidente, y que le conocemos como compañero del architaimado Rafael Sarría en FM Center otro medio devorado por cuestionables compradores, no mostrar ni la más pequeña capacidad de relación, y vincularlo con Diosdado Cabello, ese capitancito más listo que “Epalisticia” y que es hoy el Rico McPato de esta Robolución al rojo vivo?

Muchos son los que refieren que Diosdado Cabello, “Hijo Ilustre” de El Furrial, un caserío macilento perdido en la geografía del estado Monagas, se jacta de decirle a los que le rodean que su objetivo es quebrar empresas, arruinar empresarios, obligar al destierro a las viejas familias venezolanas porque es el tiempo de los “Nuevos amos del Valle”; y así tenemos pues que se compró su casa en el Lago di Como, quebró a casi todas las tradicionales empresas de enlatados de pescado para tener su garra también en ese renglón; muchos malls, tanto en Caracas como en otras ciudades, dicen que son de él y los que mucho saben aseguran que las cuentas bancarias del rechoncho capitancito son buchonas y también que todo lo que ambiciona se aboca a conseguirlo por las buenas o por las malas.

Y no es ningún asunto inesperado que vayan sacando incómodos opinadores, porque ése fue uno de los principales objetivos. Pero de verdad voy a ser honesta: a mí me duelen mucho más los colegas periodistas que en la redacción esperan angustiados la carta de despido sabiendo además que ya casi no quedan empresas de medios donde irse. Me duele lo que el psiquiatra Luis José Uzcátegui acaba de definir como “bullying moral a periodistas”, porque bien distinto es alimentar el ego de un opinador a alimentar la familia de un desempleado.

Y como me gusta aquello de pensar mal y acertar, la sorpresa y la molestia por ser borrado de las páginas virtuales de El Universal y algunos –muy pocos desde la escasez del papel- de la edición impresa, ya me está fastidiando. Y pensando mal es que me llegó hasta lo inaudito de no cuestionar la venta turbia, con tufo a aliento de neotiranos ladronazos y volver con el manoseado cuento de que sería imperdonable “abandonar espacios”. Al cuerno pues esos listos con caras de bobos más que bien administradas. Ésos que ni de vaina se plantean –por ejemplo- que toda censura es mala, sea aquí o en Bogotá, que silbandito no se dan por enterados de la salida forzada de Hassan Nassar de Cable Noticias, porque como el muñequito “Cheverito” del colorado Izarrita, le ven su lado bueno a cualquier tragedia y dirán que es mejor comer patilla que freír espárragos…

Y voy con mis Tanganazos:

- En julio ingresaron sólo a la Morgue Hugo Chávez de Bello Monte (Caracas) 373 cadáveres por muertes violentas, pero Nicolás Maduro y su combo condenan a Israel porque no se deja masacrar por los terroristas de Hamás.

- A mis amigos cubanos les alerto sobre la despiertilla Mimi Lazo, compinche de Diosdado y su mujer, amiga del alma del perverso Jorge Rodríguez, alcalde de un municipio caraqueño, parte de la herencia por ser hijo de un transgresor ¡pero de izquierdas claro! La señorona, que ha decidido irse al cruel Imperio porque el norte dejó de ser una “quimera” y allí sí que se goza de seguridad y de placeres, se presentará en el Teatro Trail que es un icono para la escena hispana de Miami, fundado en 1930 y ahora ocupado por esta vivaracha que pretende que cubanos víctimas del castrocomunismo y expatriados venezolanos por el chavismo vayan a verla el viernes 8 y sábado 9 de agosto en un bodrio titulado “A mi gordo no me lo quita nadie”, que posiblemente lo escribieron pensando en ese “gordo” de oro que es su pana Diosdado que tanta plata “parece” ha permitido – a ella y al marido- amasar… ¡Coman pues avispa mis lectores que cigarrón atora!
 
Eleonora Bruzual
Hipocresía al por mayor
Diario Las Américas. Miami, 7 de agosto de 2014