Uno hace la pregunta o se la hace, que para el caso es lo mismo con un propósito metodológico, pensando que con ella se motivará una controversia que arroje algunas luces que permitan entender lo que actualmente ocurre en nuestro país: "¿Quién gobierna hoy en Venezuela?".
Pero enseguida surgen los ingenuos, que de paso nos achacan su propia ingenuidad: "No seas o no te hagas el ingenuo, que tú sabes muy bien que aquí gobiernan los cubanos, más específicamente Fidel y Raúl Castro". Otros nos enseñan lo que dan por requetesabido: "Aquí gobiernan los militares", o "una cúpula militar, como lo sabe todo el mudo".
Aun aparecen unos terceros, que tienen clarito que quien manda hoy en Venezuela es Diosdado Cabello: "¿No ves que anda para arriba y para abajo diciendo y haciendo cosas que solo competen al presidente de la República, y no al de la Asamblea Nacional?". Está bien. Pero queda una duda, o al menos el derecho a preguntarnos también por qué los cubanos, los militares o Cabello escogieron a Nicolás Maduro para encabezar el poder.
Particularmente Hugo Chávez, que fue en esta ocasión el gran elector. Y no es que Maduro sea el más imbécil de los chavistas, como muchos lo creen, pues esta categoría está bastante competida entre ellos. Y si sobre algo parece haber consenso en estos momentos en nuestro país es sobre que entre los chavistas no hay donde escoger, pues todos son iguales, y no precisamente en lo capaces y competentes.
Algo de eso ya se sabía mientras Chávez estuvo vivo y más o menos gobernaba. Era común la expresión de que nunca en nuestro país habíamos vivido algo semejante. Ni en el siglo XIX, ni durante todo el XX, ni en lo que va del XXI, en efecto, el país había tenido un gobierno tan desastroso como el chavista.
Pero lo que parecía en ese sentido insuperable, resultó un juego de niños en lo que va de régimen postchavista: Maduro deja muy atrás, en lo malo, a su padre putativo, y hoy es muy frecuente que se establezca la comparación entre ellos, con la inevitable conclusión de que Maduro es infinitamente peor que Chávez, sin que a este haya que concederle lo positivo que nunca tuvo.
Muchas veces todo esto resulta inexplicable. Por muy incompetente que sea un gobierno siempre se tiende a señalar lo malo personalmente en el gobernante, y no en su equipo. A lo sumo suele decirse que lo malo de un jefe de gobierno se mide por lo malo de la selección de sus colaboradores. Pero ahora uno no sabe a quién atribuir lo malo del gobierno, porque cada uno es peor que el otro.
Alexis Márquez Rodríguez
¿Por qué Maduro?
Tal Cual .Caracas, 29 de agosto de 2014