sábado, 3 de mayo de 2014

Manuel Malaver: La olla podrida de Rodríguez Torres

La olla podrida de Rodríguez Torres
MANUEL MALAVER
Diario de Caracas. Caracas, 3 de mayo de 2014

Cualquiera cosa podría esperarse de Rodríguez Torres: menos que ponga un poco de cuidado o decencia en las acusaciones contra personas que, seguramente, hace meses no sabía que existían y mucho menos que eran políticos. El general sancochero definitivamente está contra la pared y todo porque apenas asumió el ministerio del Interior y Justicia, le explotó en la cara la más grande crisis política sufrida por el chavismo y el postchavismo en los años que tienen de historia infame.
Tenía una sola forma de arreglarla, y era tendiendo puentes hacia una oposición que, en cualquiera de sus versiones, iba a salir a cobrarle cuentas a un régimen que se derrumba y sigue derrumbando.

Pero el amigo del “Boyaco” -aquel narcotraficante colombiano que se le escapó de la DISIP en el 2005 en un BMW-, prefirió salir a matar estudiantes y a torturar niños, pasando a la historia como un criminal que dejó para la galería a Nereo Pacheco y Pedro Estrada.

Durante los tiempos del general sancochero en el MIJ, en efecto, han sucedido en Venezuela los crímenes más horrendos perpetrados por bandas del hampa común y del gobierno, como pueden ser los de Mónica Spear y Eliécer Otaiza, los de Geraldine Moreno y Génesis Carmona.

Y Rodríguez Torres tan tranquilo, inventando ollas, ollas apestosamente podridas, condimentadas de “lo obvio”, como si fuera posible que personas que hacen vida política y comunicacional para el día a día y a la vista de todo el mundo, estuvieran conspirando.

Conspirando están los malandros que mataron a Otaiza, o los Guardias Nacionales que asesinan estudiantes, o los “Paramilitares” que siembran el terror en calles, urbanizaciones y barrios del país para que estos generaluchos simulen que sirven para algo.

Sobre todo Rodríguez Torres que, desde que está en el ministerio, no ha detenido ni a un carterista.

Por Manuel Malaver / @MMalaverM