miércoles, 2 de abril de 2014

Manuel Malaver: La inutilidad del socialismo es inseparable de la represión que practica

La inutilidad del socialismo es inseparable de la represión que practica
MANUEL MALAVER
El Diario de Caracas. Caracas, 2 de abril de 2014

No es temerario afirmar que el socialismo es el experimento político y económico más inútil que ha conocido la humanidad, pues justificándose en la corrección de la presunta desigualdad que atribuye a otros sistemas, al final conduce a una desigualdad monstruosa en la cual el único “igual” es el caudillo, el dictador, el mandamás. Con su irreemplazable ironía, George Orwell, redujo esta paradoja en “Rebelión en la Granja” al ya clásico principio: “En el socialismo todos los hombres son iguales, pero hay unos más iguales que otros”.
(Foto EFE)
En efecto, en Cuba nadie puede ser “más igual” que Fidel y Raúl Castro, y ya en Venezuela,-otro país víctima donde se pretende implantar el esperpento-, nadie puede ser “más igual” que Maduro, el capitán Cabello, Rodríguez Torres o Elías Jaua.
Por ser “más iguales”, nadie los verá jamás haciendo cola en los mercados, y muchos menos siendo objeto de la libreta de racionamiento que se le aplicará a los que no son “tan iguales”.
Tampoco tendrán restricciones para , ni recibirán dólares por goteo, y si llegan a enfermarse ellos o sus , pueden contar con clínicas privadas en el exterior donde se les atenderá sin límites de gastos.
Es una bienaventuranza que tampoco alcanzará a los soldados rasos, o militares de baja y mediana graduación que hoy son incitados a matar y torturar venezolanos por el “solo delito de manifestar”, pues si hay especímenes “más desiguales” que nadie en el socialismo (y en todos los sistemas), esos son los asesinos.
Que al final son los que pagan los platos rotos, pues los dictadores, con sus generales y sus ministros, se arreglan con los gobiernos de transición que los indultan y hasta los condecoran, en cambio que a los “rasos”, y de baja y mediana graduación, los persiguen por el mundo como a bestias feroces.
Por Manuel Malaver / El Diario de Caracas
@MMalaverM