jueves, 27 de marzo de 2014

Manuel Malaver: María Corina dejó a Cabello con los crespos hechos

María Corina dejó a Cabello con los crespos hechos
MANUEL MALAVER
El Diario de Caracas, Caracas, 27 de marzo de 2014.

Pretendió el capitán, Diosdado Cabello, con la amenaza de dejar sin inmunidad a la diputada, María Corina Machado (la cual solapaba también la orden de meterla presa) que la exdirectora de SÚMATE tomara el del exilio, y que, tal le aconsejaban algunos analistas, dedicara sus próximos días y meses a defender la causa de los demócratas venezolanos en cancillerías, congresos y extranjeras, olvidándose de los compromisos que tan férreamente ha trenzado con los combatientes locales.
Premio de consolación para el cabello-madurismo, que tan duros golpes ha recibido en las últimas semanas de esta dirigente que decidió “llamar las cosas por su nombres, y ya en la OEA, ya en Perú, o de prensa globales, no solo ha dicho que en Venezuela “hay una dictadura”, sino que la misma tiene como matriz al gobierno cubano, el cual usa como testaferros a Maduro y a Cabello.
Pero María Corina regresó, le dijo a Cabello que él no podía quitarle un mandato que le había dado el pueblo y lo desafío a que la metiera presa; y Cabello se mantuvo en su guarida o cubil, quizá metastizado por la rabia al enterarse de que en política no se puede hacer todo lo que se desea, y que antes de hacer el ridículo, es preferible callar.
Pero Cabello nació para el ridículo, para el atroz tormento de saberse un eterno segundón, pues el hombre que pudo hacer algo porque tuviera alguna significación política, lo dejó como ordenanza de un chófer de autobús.
Es por ello que renunció a su condición de ser humano para convertirse en una máquina de odio, un robot que no esconde la atrocidad de lanzar al país a una guerra civil sin ninguna razón ni causa, a menos que ser el político más despreciado de Venezuela sea motivo para verla desaparecer hasta sus últimos cimientos.
Por Manuel Malaver / El Diario de Caracas
@MMalaverM