Acusetas, delatores, chismosos, "lenguaslargas", bocones, sapos... ¡Patriotas cooperantes! Así de noble suena el título con el cual este gobierno bautizó a los informantes que le "echan dedo" a quienes, obstinados, protestan contra este régimen maduro-castro-comunista. El asunto es serio, muy serio; pero, como en nuestro país ocurren tantas cosas estridentes -que nos acogotan y todos los días- se nos ha pasado ponerle la lupa a los casos de detenciones y allanamientos que se han registrado recientemente, "gracias a la sapeadera" de estos lamentables patriotas que han logrado infiltrarse, colarse, inmiscuirse, asociarse y familiarizarse con los protestantes, para luego hacer que los organismos del Estado los agarren, torturen, imputen y encarcelen.
¿Cuánto les estará pagando el régimen a estos sapos? Porque no puedo creer que esta práctica sea espontánea y motus proprio. Es algo que hasta los niños de primaria ven como algo feo y deshonroso; y nosotros, como padres, somos incapaces de propiciar esta conducta en nuestros hijos, a quienes por lo general les hacemos ver que sapear al amiguito es un completo antivalor. Si hasta Judas Iscariote, cuenta la Biblia, no soportó el cargo de conciencia que le produjo delatar a Jesús. Y todos conocemos el desenlace de su trágica historia. Así que, imagino, los Patriotas cooperantes deben estar haciendo este trabajo "sucio" a cambio de alguna buena retribución. Es que esta práctica no formaba parte de la idiosincrasia del venezolano.
Me atrevo incluso a pensar que esta decisión no la tomó Maduro solo, sino por recomendación de Fidel y Raúl. A ellos les han funcionado tan bien sus Comités de Defensa de la Revolución –los temidos y aborrecidos CDR- que seguramente, le hicieron la sugerencia a Nicolás – ¿o le dieron la orden?-, para que se copiara la figura de quien en la isla, y desde hace más de 50 años, tiene la lastimosa y rastrera misión de delatar –aunque ellos dicen "vigilar"- a quienes intenten actos de desestabilización de su dictadura. Por eso, si tienen oportunidad, les recomiendo leer el blog de Yusnaby, un cubano que describe la misión de Mercy, su vecina encargada del CDR de su cuadra (http://yusnaby.com/yusnaby-perez-los-cdr-en-cuba/).
El pasado lunes, la colega Maru Morales, publicó un trabajo alarmante y cuyo título hablaba por sí solo: "Bajo identidad protegida, el 'patriota cooperante' incrimina a ciudadanos" y expone lo que para los abogados representa una práctica inconstitucional. Los juristas consultados por Morales aclaran que la figura del agente encubierto está contemplada en la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo; pero, con la finalidad de que el funcionario del Estado se infiltre en la organización terrorista –o de delincuencia organizada- para obtener información incriminatoria. El Patriota cooperante ni siquiera existe en la legislación venezolana. Pero, resulta que la Fiscalía General de la República está utilizando los alegatos de estos individuos para actuar judicialmente contra quienes, en algún momento, alzaron su voz de protesta... al mejor estilo cubano.
Por otro lado, me llamó poderosamente la atención, una nota publicada en El Universal de este martes titulada "Espía cubano es recibido por el Gobierno venezolano", porque no me parece un hecho aislado, ni fortuito, ni mucho una visita turística de René González al país, tan sólo para recorrer y conocer el casco histórico de nuestra ciudad. René González, para quienes no lo sepan, es cubano que en 1998 fue encarcelado en Estados Unidos por el delito de espionaje a grupos anticastristas en el Estado de Florida. No obstante, en su Cuba natal es considerado un "héroe" de la Revolución, como se jacta en repetir la propaganda del régimen.
¿Qué vino a hacer González a Venezuela? ¿Por qué lo recibe en el aeropuerto internacional Simón Bolívar de Maiquetía –supongo que con honores- el Canciller de la República, Elías Jaua? ¿Por qué el Ministro Rodríguez Torres se ocupa personalmente de acompañarlo para poner una ofrenda floral al padre de la Patria en el Panteón Nacional? ¿Por qué, nada más y nada menos que el Vicepresidente Ejecutivo, Jorge Arreaza, lo esperaba en el Cuartel de la Montaña para rendirle tributo al Comandante Eterno? Demasiada hospitalidad la que han derrochado los personeros del gobierno hacia el huésped-espía cubano; ¿pero, por qué? Sobre todo cuando el país no está ni para visitas cordiales ni para agasajos, sino para que estos señores que andan en el rol de anfitriones y guías turísticos se encarguen de resolver cada uno de los problemones que tenemos los venezolanos encima. ¿O es que acaso René González vino a supervisar que los Patriotas cooperantes estén cumpliendo su misión como lo dicta la voluntad de Fidel?... Seguramente.
Cuando ya no haya más nadie a quien delatar, los Patriotas cooperantes terminarán sapeando a los sapos.
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José Domingo Blanco (Mingo)
Patriotas cooperantes sapearán a sapos
El Universal. Caracas, 9 de mayo de 2014
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